Está en la página 1de 4

MULTIPLICADORES

COMUNITARIOS

03
RESOLUCIÓN DE
CONFLICTOS
05
Los conflictos hacen parte de las relaciones humanas, no son malos, ni
buenos, todo depende de saber asumir dichas situaciones conflictivas y
enfrentarlas con los recursos suficientes para que todos los implicados en un
conflicto salgan enriquecidos de ellos.

Un conflicto se genera cuando dos o más partes involucradas evidencian un


desacuerdo, se asume que ninguna de las partes puede alcanzar su objetivo
sin afectar al otro.

Para abordar este tema, es importante resignificar la perspectiva que se tiene a


cerca del conflicto, ya que culturalmente se tiene la una percepción negativa,
donde relacionamos el conflicto con un problema que queremos evitar o
evadir, se relaciona el conflicto con emociones como la ira y el miedo, así
como la destrucción o distorsión de las relaciones.

No obstante, el conflicto, cuándo es gestionado positivamente adquiere una


connotación positiva e implica desarrollo a nivel intrapersonal e interpersonal.
En este sentido, autores como Alzate (1998) le otorgan características positivas
tales como “evita los estancamientos, estimula el interés y la curiosidad, es la
raíz del cambio personal y social, y ayuda a establecer las identidades tanto
personales como sociales… ayuda a aprender nuevos y mejores modos de
responder ante los problemas, a construir relaciones mejores y duraderas, a
conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás”
Todos los seres humanos no respondemos de la misma manera ante situaciones
conflictivas, nuestra reacción está profundamente ligada a rasgos de nuestra
personalidad y a recursos internos como la conciencia y regulación emocional.

Las actitudes en respuesta del conflicto pueden ser:

COMPITIENDO (gano/ pierdes)


Intentando ganar, quedar por encima
ACOMODANDOME (pierdo/
Cediendo, sin tener en cuenta mis
ganas) intereses.
EVITANDO (pierdo/pierdes) Hago de cuenta que la situación no es
conmigo
COLABORANDO – Buscando soluciones que satisfagan a
COOPERANDO (gano/ganas) todas las partes

El bienestar y la calidad de vida de las


personas que habitan en la comunidad
depende en gran medida de su
comportamiento, y los conflictos que suelen
aparecer pueden deberse a cualquier
molestia provocada por los comportamientos
inadecuados en la convivencia.

Existen diferentes alternativas de gestión y


transformación del conflicto, a continuación,
se presentan algunas de ellas;

Negociación: Es un sistema bilateral donde


no interviene una tercera persona. La
finalidad es lograr un acuerdo satisfactorio
para ambos, centrado en los intereses de las
partes.

Conciliación: Interviene un profesional, ajeno


al conflicto que da su opinión y propone una
solución al conflicto. Esta solución no se
origina en las partes involucradas.
Mediación: Es un proceso de resolución de conflictos mediante el cual las
partes son ayudadas por un tercero objetivo (el mediador) a encontrar
objetivos, obstáculos y recursos disponibles; fomenta el diálogo y la
construcción de alternativas de solución para alcanzar aquella que responda
mejor a las necesidades de las partes.

Teniendo en cuenta lo anterior, los facilitadores de bienestar, se encuentran


preparados para gestionar conflictos que favorezcan su calidad de vida en los
contextos comunitarios; pero además de ello, se encuentran cualificados para
apoyar procesos de mediación comunitaria como alternativa de resolución o
transformación de conflictos en sus contextos.

Bibliografía:

Alzate Saéz de H. Ramón, (1998), Análisis y resolución de conflictos, Una


perspectiva psicológica, Universidad del País Vasco.

También podría gustarte