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San Blas, médico y Obispo de Sebaste, Armenia, era conocido por obtener curaciones

milagrosas con su intercesión. Cierto día salvó a un niño que se ahogaba por una
espina de pescado que se le había trabado en la garganta. De aquí la costumbre de
bendecir las gargantas el día de su fiesta. OREMOS.

       Dios todopoderoso, Tú creaste la diversidad de las cosas del mundo, y quisiste que
Salmo: tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú eres grande e inmenso, digno de
El Señor es mi luz y mi salvación. toda alabanza, y haces cosas admirables. Para confesar su fe en Ti, el glorioso obispo y
Ayer, al recordar la presentación de Jesús en el templo, escuchamos a Simeón que lo mártir San Blas, no temiendo los tormentos, consiguió felizmente la palma del
llama Luz de las naciones. Es luz para todas las personas del mundo. Eso es cierto. Pero martirio. Entre otras gracias, le diste esta prerrogativa: que por tu poder, curara
también la biblia nos enseña a rezar diciendo: el Señor es mi luz. Es luz de mi vida y de cualquier mal de la garganta.
nuestra vida. Y como luz, nos permite ver de un modo particular. Entre todas las luces
que se nos ofrecen, nosotros queremos tener a Cristo por luz. Y al dejarnos iluminar Te rogamos humildemente que no mires nuestras culpas, y por los ruegos y méritos de
por él, podemos ver la realidad de un modo especial. A ese modo especial de ver le San Blas, bendice + y santifica por tu admirable piedad estas candelas, infundiéndoles
llamamos fe. tu gracia, a fin de que todos aquellos a quienes les fueren aplicadas en su garganta, se
vean libres de cualquier mal en ella, y alegres y sanos, Te rindan en la Iglesia acciones
La fe es un modo de ver, de vivir. De allí viene la expresión “lumen fidei” la luz de la fe. de gracias, alabando tu glorioso Nombre, que es bendito por los siglos. Por Jesucristo,
Si nos dejamos iluminar por Dios, podremos vivir sin miedos. El Señor es mi luz, ¿a nuestro Señor. Amén.
quién temeré? Si el Señor es nuestra luz, nuestro corazón no temerá, no perderá la     
confianza.   Y se rocían con agua bendita.

Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí.             Luego aplica los dos cirios colocados en forma de cruz bajo el mentón de la
garganta de cada uno que ha de recibir la bendición, mientras dice:
A ti invoco, Dios Verdad, en quien, de quien y por quien son verdaderas todas las cosas
verdaderas. Dios, Sabiduría, en ti, de ti y por ti saben todos los que saben. Dios,
verdadera y suma vida, en quien, de quien y por quien viven las cosas que suma y         Que por la intercesión de san Blas, te libre Dios de todo mal de la garganta y de
verdaderamente viven. Dios bienaventuranza, en quien, de quien y por quien son cualquier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
bienaventurados cuantos hay bienaventurados. Dios, Bondad y Hermosura, principio,
causa y fuente de todo lo bueno y hermoso. Dios, luz espiritual, en ti, de ti y por ti se
hacen comprensibles las cosas que echan rayos de claridad.
Dios, separarse de ti es caer; volverse a ti, levantarse; permanecer en ti es hallarse Un día como hoy, hace 4 años comenzaba a caminar en esta parroquia. Son muchas,
firme. Dios, darte a ti la espalda es morir, convertirse a ti es revivir, morar en ti es vivir. muchísimas las gracias que Dios me ha regalado en este tiempo y por eso le doy
Dios, a quien nadie pierde sino engañado, a quien nadie busca sino avisado, a quien gracias de todo corazón. Quiero dar gracias también a mis hijos parroquianos. A
nadie halla sino purificado. Dios, dejarte a ti es ir a la muerte; seguirte a ti es amar; ustedes, muchas gracias. No está bien que el cura hable de sí mismo en la Misa (ni el
verte es poseerte. Dios, a quien nos despierta la fe, levanta la esperanza, une la cura, ni el diácono, ni el seminarista), tenemos que hablar de Cristo. Pero me permito
caridad. este minuto, simplemente para agradecer y para decirles que están siempre en mis
oraciones. Necesito las de ustedes para que cumpla mejor y siempre la voluntad del
Señor.

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