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Este día celebramos el domingo de la Palabra de Dios. Celebramos que Dios nos ha Celebramos la Palabra de Dios.

la Palabra de Dios. Sin embargo, algunas veces, en la vida,


hablado y nos sigue hablando. Que Dios sale a nuestro encuentro. Cristo es la Palabra experimentamos el silencio de Dios. Pensamos o sentimos que Dios no nos habla.
hecha carne. Dios tiene una sola Palabra para decir: Cristo. Otras veces nos preguntamos cómo habla Dios, dónde puedo escucharlo.

La Palabra de Dios es luz. “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran 1.- SE: en la Misa y en la oración personal. Dios nos habla en la conciencia, a través de
luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz” (Is 8) acontecimientos, de otras personas, de la belleza de la creación, etc. Si vamos atentos,
lo escucharemos.
La luz se opone a las tinieblas, haciendo posible que veamos. Caminar en las tinieblas,
habitar el país de la oscuridad es el símbolo de quienes viven lejos de Dios, o sin Dios, Evangelio: Las tinieblas han apresado a Juan Bautista. Jesús se establece en
sin tenerlo en cuenta en la propia vida, sin hacerle lugar. Y bien sabemos que sin luz es Cafarnaúm. Escuchamos las primeras palabras de Jesús. Tanto en su bautismo, hace
dificultoso caminar, se puede perder el rumbo, el sentido, la orientación, uno puede dos domingos atrás, como en el encuentro con el Bautista del domingo pasado, no hay
caer, lastimarse. En cambio bajo el brillo de la luz podemos apreciar no sólo los colores palabras de Jesús. Hoy abre sus labios por vez primera y ¿cuál es su primera palabra?
y las formas, sino tb el camino, el horizonte, y así, avanzar en la dirección correcta. Dice: “Conviértanse”. Es decir: vuelvan a la luz que soy Yo. Vuelvan a Mí.

Es verdad que cuando paso cierto tiempo en la oscuridad, las pupilas se van dilatando Durante estas semanas hemos seguido de cerca el juicio por el crimen de Fernando
y se acostumbran a las tinieblas. Esto puedo ocurrirnos en la vida espiritual. Puede ser Baez, sin olvidar el juicio por el asesinato de Lucio (el niñito al que mataron su madre y
que esté habituado a vivir en el país de las tinieblas y entonces pienso, hablo y hago la novia de su madre). Sin duda, son muchas las reflexiones que podríamos hacer.
cosas desde la oscuridad, sin ver bien. Pidamos al Señor el cielo para Fernando y Lucio, el consuelo para sus seres queridos.
Pidamos justicia, pero también la sincera conversión de los asesinos. (La violencia no
Me han propuesto un viaje, entonces voy a pedir, en el trabajo, una licencia por es cuestión de género, sino de corazones no convertidos). Lejos de Dios, sólo hay
enfermedad, me decía una amiga, que es muy buena, pero que no tenía reparo en oscuridad y muerte. Por eso el llamado a la conversión que nos hace Cristo a todos, es
mentir. El fin no justifica los medios. Claro, son muchos los que viven así, en las urgente y válida también hoy. Importante también en la familia.
tinieblas de la mentira, de la corrupción, del engaño. Uno se habitúa, se va metiendo
por los poros ese modo de vivir, pensar, hablar, actuar. Y así corremos el peligro de Queridos padres, queridas madres, no tengan miedo de poner límites a sus hijos, antes
instalarnos cómodamente en ese mar de oscuridad que nos va arrastrando más y más de que sea tarde, de educarlos en el respeto, en los valores, en la fe. ¿No les parece
adentro. Es por eso que muchas veces nos cuesta reconocer el propio pecado. Porque mejor (y necesario) para cada uno, para su familia, para el barrio, para el mundo, vivir
estamos tan sumergidos en la oscuridad, que simplemente no lo vemos. Pero no lo en la luz de Dios y no en las tinieblas?
vemos no porque no esté allí, sino porque no somos capaces de percibirlo.
Niños: de tirar piedras a rezar cantando (el “Gloria”). Hermoso ejemplo de conversión.
Y así, sin darnos cuenta, podemos caer en la trampa de llamar “bien” a lo que está mal Si tuviéramos siempre a Dios presente en nuestras vidas, dejaríamos de hacer daño y
(y “mal” a lo que está bien). Y esto ocurre con pequeñeces, pero también con temas viviríamos cantando sus alabanzas.
muy graves. Pensemos en el aborto: primero era considerado un grave delito, después
vino la despenalización, luego la legalización y ahora es un derecho y por lo tanto, algo ¿Y qué más dice la Palabra hecha carne? Dice también: síganme. Llama a sus primeros
que se considera bueno. Ahora, como sabemos, vamos por la eutanasia y después será discípulos, nos llama también a nosotros. Pedro, Andrés, Santiago y Juan, dice el texto,
la pedofilia. (ideología de género) lo siguieron “inmediatamente”. Sin dilaciones, sin peros, sin excusas. Dejando las
redes, la barca, los siguieron inmediatamente. Hagamos nosotros lo mismo. Vayamos
Sin luz no es posible la vida. La luz se asocia, en Isaías, a la alegría, al gozo, al regocijo. Y inmediatamente a la Luz.
el Salmo canta: el Señor es mi luz, mi salvación, a quién podré temer. No tengamos
miedo de acercarnos a la luz que es Cristo. Es cierto que pasar de la oscuridad total a la En este día el Señor nos invita a volver a él de todo corazón. Un modo estupendo de
luz total resulta incómodo, doloroso. Pero es siempre un bien, es siempre mejor. caminar hacia Él y con Él es acercarse a la Sagrada Escritura. Los invito a no tener
miedo de leer la Biblia, lámpara para nuestros pasos. Comenzando por el NT.
“La fe es una decisión por la que afirmamos que en lo íntimo de la existencia humana
hay un punto que no puede ser sustentado ni sostenido por lo visible y comprensible,
sino que choca (linda) con lo que no se ve de tal modo que esto le afecta y aparece
como algo necesario para su existencia.

A esta actitud sólo se llega por lo que la Biblia llama conversión (cambio, vuelta). El
hombre tiende por inercia natural a lo visible, a lo que puede coger con la mano, a lo
que puede comprender como propio. Ha de dar un cambio interior para ver cómo
descuida su verdadero ser cuando se dejar llevar por esa inercia natural. Ha de dar un
cambio para darse cuenta de lo ciego que es al fiarse solamente de lo que pueden ver
sus ojos. Sin este cambio de la existencia, sin superar esta inercia natural, no es posible
la fe.

Sí, la fe es la conversión en la que el hombre se da cuenta de que va detrás de una


ilusión cuando se queda exclusivamente en lo visible. He aquí la razón profunda por la
que la fe es indemostrable: es un cambio del ser, y sólo quien cambia la recibe. Y como
nuestra inercia natural no cesa de empujarnos en otra dirección, la fe es un cambio
que hay que hacer todos los días.” (Introducción al cristianismo – J. R.)

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