Está en la página 1de 32

Lunes – 3ra Semana de Pascua.

Año Par Ciclo A (Hec 6, 8-15; Jn 6, 22-29)

INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO

✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.

✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén

✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: CREO EN TÍ PERO AUMENTA MI FE”
 «Cafarnaúm. La gente subió a las lanchas en busca de Jesús»

 «Lo encontraron al otro lado y le dijeron: Maestro, ¿cuándo has llegado


aquí? Jesús les contestó: - Os aseguro que no me buscáis por los signos
que habéis visto, sino porque comisteis pan hasta saciaros».
 «Esforzaos no por conseguir el alimento transitorio, sino el
permanente, el que da la vida eterna. Este alimento os lo dará el Hijo
del hombre».
 «Entonces preguntaron: ¿Qué debemos hacer para actuar como Dios
quiere? Jesús respondió: Es que creáis en aquel que Él ha enviado».

1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada

Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se dignó morir por su
rebaño. Aleluya.

Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado

Misa de Feria: Lunes de la III semana de Pascua, feria. 27 de Abril 2020


• La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.
✞ ✞ ✞ Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

• Señor, abre mi corazón y mis ojos para que pueda reconocerte en cada momento que
te acercas a mí.
• Señor bueno, Tú me invitas continuamente a ser tu amigo. Te pido que me acompañes
en este momento de oración y que me concedas el don de la fe para creer en Ti y poder
así realizar tu Plan en mi vida.

✞ ✞ ✞ Introducción por el Celebrante.

¿Por qué buscamos a Jesús? (Hch 6,8-15; Jn 6,22-29)


Hoy, y en los próximos días, dos textos de la Escritura no relacionados entre sí, corren
paralelos – el martirio de San Esteban, presentado como una imitación del martirio de
Cristo, y el discurso eucarístico de Jesús tal como nos lo presenta Juan, cap. 6, después
de la multiplicación de los panes.
Jesús nos confronta hoy con esta pregunta: “¿Por qué me están ustedes buscando?”
¿Por qué buscamos a Dios, a Jesús? ¿Es solamente por los dones que Él nos da? Cierto
que recibimos mucho de Dios, pero ¿buscamos a Jesús mismo, por lo que Él significa
para nuestras vidas? Esforcémonos por acercarnos más a Él y llegar a ser más como Él.
Él nos pide fe en su persona y en su misión.

✞ ✞ ✞ Acto penitencial

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Señor, reconozco mi falta de fe. Reconozco que a pesar de mi sincero deseo de
seguirte, muchas veces me cuesta creer en Ti y en tus Promesas. Sana mi corazón
herido y aliéntame con tu gracia.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!

✞ ✞ ✞ Oración Colecta:

Te pedimos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del hombre viejo con sus
inclinaciones, vivamos en la obediencia de aquel a quien nos has incorporado por los
sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oh Dios de la vida: Anhelamos ardientemente la vida y felicidades eternas y la
realización de todas nuestras esperanzas. Sacia todas nuestras hambres por medio de
Jesucristo tu Hijo, que es nuestro pan de vida. Y cuando Él nos haya llenado de sí
mismo, que nos guíe también y nos dé fuerza para poder llevar a un mundo que espera
el alimento de reconciliación y alegría que solamente tú puedes dar en plenitud. Te lo
pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 6, 8-15

No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.


En aquellos días,
8 Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes signos y prodigios en medio del
pueblo.
9 Algunos de la sinagoga llamada «de los libertos», a la que pertenecían cirenenses y
alejandrinos, y algunos de Cilicia y de la provincia de Asia se pusieron a discutir con él,
10 pero al no poder resistir la sabiduría y el espíritu con que hablaba,
11 sobornaron a unos hombres para que dijeran: - Hemos oído a éste blasfemar contra
Moisés y contra Dios.
12 De este modo, amotinaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la Ley.
Luego salieron a su encuentro, lo apresaron y lo llevaron al Sanedrín
13 y presentaron testigos falsos, que decían: - Este hombre no cesa de hablar contra el
templo y contra la Ley.
14 Le hemos oído decir que ese Jesús Nazareno destruirá este lugar santo y cambiará
las costumbres que nos transmitió Moisés.
15 Todos los que estaban en el Sanedrín fijaron sus ojos en él, y les pareció que su
rostro era como el de un ángel.
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
www.evangelizacion.org.mx

Meditatio
Al escuchar esta lectura nos llena de admiración el odio que se puede llegar a crear
sobre una persona por el simple hecho de creer en Jesús. Sin embargo, qué lejos
estaban las comunidades cristianas de aquel tiempo, en pensar que esto le sucedería a
Esteban. ¿Lo haríamos nosotros los cristianos con nuestros propios hermanos cristianos?
Las divisiones que han existido, y que aun desgraciadamente existen en la Iglesia, han
sido motivo para calumniar, herir, desterrar e incluso llegar a matar aquellos que no
profesan la fe de la misma manera. Las luchas religiosas en todo el mundo lo único que
han dejado es hambre, miseria, muerte, desolación y, sobre todo, grandes heridas en el
corazón de los creyentes. ¿La causa?, que no dejamos que Dios arregle las cosas, sino
que las queremos arreglar nosotros, y de esta manera el odio solo engendra más odio.
Esteban, nos dice la Escritura, lleno del Espíritu Santo, dejó que Dios hablara por medio
de él, con palabras de amor, no con espadas ni con lanzas. En tu trato con hermanos
que no profesan la fe como tú, permite a Dios actuar; si te atacan, siéntete feliz de
padecer por el nombre de Jesús, y tu caridad mostrará a tus adversarios que Dios
verdaderamente vive en ti. Recuerda que el amor siempre vence.
Oratio
Señor, te pido tu cortesía y dulzura para tratar con los que profesan algo diferente de lo
que yo creo; los que difieren en aspectos de fe, de moral y sobre todo, los que difieren
con respecto a tu divinidad, Jesús; enséñame a ser cortés y afable y que en esa manera
de tratarlos, ellos puedan descubrirte a ti.
Actio
Hoy haré oración por mis seres más cercanos que profesan una fe distinta de la mía.
www.santaclaradeestella.es

• Entra Esteban en escena. Se le presenta con las mismas características que los
apóstoles: «Lleno de gracia y de poder, hacia grandes signos y prodigios». Las palabras
de Esteban están unidas a la «sabiduría» y al Espíritu»: Esteban, como los apóstoles,
está completamente inmerso en el plan de Dios, lo conoce, recibe la fuerza del Espíritu
para atestiguarlo y anunciarlo. Posee una personalidad humana de gran relieve y de
espesor «espiritual». Su predicación provoca de inmediato un conflicto y,
paradójicamente, con los judíos más abiertos. Lucas alude a la sinagoga llamada «de los
libertos», es decir, los descendientes de aquellos que, llevados a Roma como esclavos
por Pompeyo (63 a. C), habían sido liberados y se habían instalado en un barrio de la
ciudad. En torno a ellos se reunían, probablemente, judíos de diferente procedencia.
Pues bien, también para ellos era la predicación de Esteban demasiado radical: Esteban
ataca al templo y las tradiciones mosaicas.
En consecuencia, las acusaciones que se le dirigen no carecen de fundamento por
completo. Los ojos que se fijan en él con hostilidad están obligados a vislumbrar en
ellos, no obstante, un esplendor particular, el de un ángel que expresa la presencia de
Dios, algo semejante al rostro de Moisés cuando bajó, resplandeciente, del Sinaí tras
haber encontrado a Dios. Lucas presenta otro rasgo de Esteban: es un testigo escogido
por Dios para dar a conocer su voluntad.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

Dios en fuga. La Iglesia crece; va a abrirse a los paganos. El Espíritu no tardará en


suscitar a Pablo, pero el apóstol de los gentiles tiene un precursor en la persona de
Esteban, hombre lleno de fervor y de entusiasmo. El primero, sin duda, en romper con
su pasado judío. Helenista, Esteban predica con preferencia en las sinagogas reservadas
a los judíos de cultura griega. Sus palabras son claras, y se detectan en ellas los acentos
del Maestro. Tanto para el discípulo como para Jesús, el Templo y la Ley están caducos.
Esteban rechaza la devoción cuasi-supersticiosa al templo material. Del mismo modo,
proclama que la ley está al servicio del hombre, y no a la inversa. Aquello conmociona a
los judíos, y el predicador es detenido. Y, al igual que en el caso de Jesús, se encuentran
falsos testigos.
De estructura alfabética, el salmo 118 es un himno en honor de la Palabra divina. La
estrofa aquí empleada exalta la constancia del justo, incluso cuando «los nobles
deliberan contra él».
www.fraynelson.com

1. Se llamaban libertos pero estaban presos


1.1 Lo que dijo Jesús se cumplió: "me han odiado a mí; los odiarán a ustedes" (Jn
15,18). Y es irónico que los de la sinagoga "de los libertos" estuviesen padeciendo tan
grave esclavitud como para llegar a acudir al soborno con tal de cerrar la boca de
Esteban, a quien no podían vencer con argumentos.
1.2 ¿Por qué ese odio?, nos atrevemos a preguntar. Odio a Jesús; odio a los discípulos
de Jesús. ¿Por qué? ¿Qué clase de amenaza es el amor, como para que reciba tan dura
oposición y padezca persecución tan cruel? Esto es bueno preguntárselo por anticipado,
hermanos, porque cuando llegue la hora de la prueba tal vez no tengamos tiempo ni
siquiera de pensar.
1.3 Cristo da una explicación, en el texto que citábamos del evangelio de Juan: "Si
ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no son del mundo,
antes yo los elegí del mundo, por eso el mundo los aborrece" (Jn 15,19). ¿Qué
pertenece entonces al mundo? Este mismo evangelista nos responde en su Primera
Carta: "todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" (1 Jn 2,16).
1.4 La "lógica del mundo" supone el libre comercio de los deseos de la carne, los deseos
de los ojos y la vanagloria de la vida. Y un hombre como Esteban, amador de la gloria
divina, no entra en ese comercio, se sale de ese esquema y se convierte en una
denuncia viva de todo ese sistema de esclavitudes conectadas. Por eso fue odiado y
perseguido, pero su rostro "parecía el de un ángel" (Hch 6,15).
www.caminando-con-jesus.org

Los acontecimientos de los primeros siglos, guardan como un tesoro, la gran fidelidad de
las primeras comunidades cristianas en los momentos de dificultad y prueba. Esteban,
lleno de gracia y de poder, se deja guiar en sus palabras y en sus obras por la acción de
Dios. Sin embargo, sus enemigos, no encuentran argumentos para acusarlo y juzgarlo.
Hoy, esa misma presencia que fortaleció a Esteban, acompaña a cada discípulo del
Señor en su vocación y misión. Vivamos convencidos de que Dios nos ayuda en todo
momento, poniendo palabras de sabiduría en nuestros labios; así gozaremos de la
presencia providencial del Espíritu.

✞ ✞ ✞ Salmo

Sal 118,23-24.26-27.29-30
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus decretos; tus
preceptos son mi delicia, tus enseñanzas son mis consejeros.
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus mandamientos; instrúyeme en
el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas.
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu ley; escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos.
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

✞ ✞ ✞ Aleluya

Aleluya Mt 4, 4b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”

✞ ✞ ✞ Lectura del Santo Evangelio según: Juan 6, 22-29

Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el que perdura para la vida
eterna.
22 Al día siguiente, la gente continuaba al otro lado del lago. Se habían dado cuenta de
que allí solamente había una barca y sabían que Jesús no había embarcado en ella con
sus discípulos, sino que éstos habían partido solos.
23 Otras barcas llegaron de Tiberíades, y atracaron cerca del lugar donde la gente había
comido el pan después que el Señor había dado gracias a Dios.
24 Cuando se dieron cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las
barcas y se dirigieron a Cafarnaún en busca de Jesús.
25 Lo encontraron al otro lado y le dijeron: - Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
26 Jesús les contestó: - Os aseguro que no me buscáis por los signos que habéis visto,
sino porque comisteis pan hasta saciaros.
27 Esforzaos no por conseguir el alimento transitorio, sino el permanente, el que da la
vida eterna. Este alimento os lo dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, lo ha
acreditado con su sello.
28 Entonces ellos le preguntaron: - ¿Qué debemos hacer para actuar como Dios quiere?
29 Jesús respondió: - Lo que Dios espera de vosotros es que creáis en aquel que Él ha
enviado.
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

✞ ✞ ✞ “Que por el Evangelio sean perdonados nuestros pecados veniales”

Papa Francisco, Ángelus 5-agosto-2018


La multitud quiere saber de Jesús qué acciones debe hacer para contentar a Dios. Pero
Jesús da una respuesta inesperada: «La obra de Dios es que creáis en quien Él ha
enviado» (Jn 6, 29). Estas palabras están dirigidas, hoy, también a nosotros: la obra de
Dios no consisten tanto en el «hacer» cosas, sino en el «creer» en Aquel que Él ha
mandado. Esto significa que la fe en Jesús nos permite cumplir las obras de Dios. Si nos
dejamos implicar en esta relación de amor y de confianza con Jesús, seremos capaces
de realizar buenas obras que perfumen a Evangelio, por el bien y las necesidades de los
hermanos.
El Señor nos invita a no olvidar que, si es necesario preocuparse por el pan, todavía más
importante es cultivar la relación con Él, reforzar nuestra fe en Él que es el «pan de la
vida», venido para saciar nuestra hambre de verdad, nuestra hambre de justicia,
nuestra hambre de amor.
Lee con atención la siguiente reflexión que te ayudará a profundizar el evangelio:
Muchas veces cuando estamos cerca del Señor nos descubrimos “saciados”. Vivimos
cierta alegría y paz que nos sacia interiormente, y nos dan una tranquilidad que ayuda a
vivir el día a día. Pero el Señor en el Evangelio nos pone un horizonte más amplio que el
día a día, pues nos enseña que debemos buscar aquel alimento que nos obtendrá la vida
eterna. Y para ello es fundamental la vivencia plena de la fe en Jesucristo, que no es
sólo un creer que Él es Dios, sino también un entregarle nuestra vida y estar dispuestos
a seguirlo en toda circunstancia. Esto implica que muchas veces atravesaremos por
situaciones difíciles y de cruz que pueden hacer parece que la “alegría y paz” que
perseguimos se van alejando. Pero por el contrario, el seguimiento de Cristo siempre es
un trabajo “a largo plazo”, es un buscar la eternidad y no sólo el tener cierta
tranquilidad y armonía pasajeras. San Alberto Hurtado repetía que nuestra vida debía
ser un disparo a la eternidad. Por lo mismo, quien sigue a Jesucristo ve en sus propios
actos el peso de la eternidad. Pero que no agobia y agota, sino que llevado de la mano
de Cristo es un yugo suave y una carga ligera.

1 Contexto. La palabra se ilumina.


www.sanJeronimo.Brown,Fitzmyer,Murphy

El discurso eucarístico (6,22-71). El siguiente discurso revela plenamente el


verdadero significado de los dos «signos» anteriores. Se atiene al esquema habitual de
los diálogos joánicos (—> 30, supra), que presentan cierto aire artificioso o de
elaboración. Sin embargo, la situación en sí enlaza con los acontecimientos anteriores
con absoluta naturalidad, como parte del testimonio joánico.
Diálogo: Jesús es el Pan bajado del cielo (6,22-40). La cita bíblica del v. 31
constituye la espina dorsal del discurso y de su prolongación hasta el v. 59.
22-25. al día siguiente: Una transición característica de Juan (p.ej., 1,29.35.43).
Estos versos resultan extraños como enlace entre la multiplicación de los panes y el
discurso. El gran número de variantes textuales de esta sección atestigua que fue
también problemática en la antigüedad. La conexión entre Tiberíades y la multiplicación
de los panes (v. 23) quizás fuera añadida por editores posteriores. La multitud deduce
que Jesús ha cruzado el lago de forma misteriosa porque en la orilla había solamente un
bote, el que tomaron los discípulos, mientras que ellos debieron ir a buscar sus botes a
Tiberíades. La geografía se complica porque, presuntamente, el siguiente discurso tiene
lugar en Cafarnaún, que no se encuentra «en la otra orilla del lago» sino en la orilla
norte, un poco al oeste de Tiberíades. La confusión sugiere que el autor no estaba
familiarizado con la región.
• Después del fallido intento de proclamar a Jesús como Mesías judío (v. 15), hemos de
suponer que los más obstinados de la multitud se empeñarían en seguir buscando su
paradero. Sabían que no había partido en compañía de los discípulos, pero no lograban
dar con Él en aquella orilla del lago; en consecuencia, marcharon a Cafarnaúm, donde
era sabido que solía recogerse con sus discípulos. Se sospecha que todo el v. 23 no es
joánico por diversas razones: por ejemplo, las palabras «después de que el Señor hubo
dado gracias» (eucharistésantos tou kyriou), ausentes en varios manuscritos que
habitualmente amplifican el texto, son probablemente una adición tardía.
25. La multitud se siente naturalmente curiosa por su llegada a este lugar.
Rabí: Los discípulos (1,38) y Nicodemo (3,2) empezaron así sus primeras
conversaciones con Jesús, con resultados un tanto dispares; también en esta ocasión
será diferente el resultado.
26-29. La pregunta de la multitud sobre «cuándo» llegó Jesús (v. 25) queda sin
respuesta. El comentario de Jesús opone «ver el signo» a la preocupación por las
necesidades materiales. La primera reacción de la multitud, «proclamar rey a Jesús» (v.
14), fue rechazada por Jesús al retirarse.
26. Jesús no responde a su pregunta: darles a conocer un nuevo milagro tendría
justamente el efecto contrario al que se trata de conseguir. En vez de esto, les hablará
de sus proyectos, que son lo que realmente importa.
No porque habéis visto signos: Jesús quiere decir que no han comprendido el
verdadero significado de los signos. La gente sólo ha tenido en cuenta el aspecto
material del milagro y no ha llegado a reflexionar sobre su significado (cf. la actitud de
la mujer en 4,15).
27. no os esforcéis por conseguir el alimento transitorio: Remite al discurso sobre
Jesús como agua viva (4,14; 6,35 combina ambas imágenes). En ambos casos, la clave
para recibir el don de Jesús es la fe en Jesús como enviado de Dios. Así, el «alimento»
no se refiere en primer lugar al «pan» eucarístico sino a la palabra-revelación de Jesús.
El discurso se inicia con el enunciado del tema. Sirviéndose de una metáfora, pan =
doctrina, cuyo significado era posible comprender (cf. Str-B 2, 482ss, pan = Torah),
Jesús trata de elevar sus pensamientos de las preocupaciones puramente terrenas a las
que conducen a la vida eterna (cf. 4,13s; Is 55,2); para ello, afirma, tendrían que
esforzarse al menos tanto como para conseguir el pan terreno.
El Hijo de hombre: Cf. comentario a 1,51.
Dios Padre ha autorizado: Cf. 3,17s; 5,19.
Dios, el Padre, lo ha acreditado con su sello: Remite a 3,33: el que acepta el
testimonio del enviado «de lo alto» acredita con su sello la veracidad de Dios. La frase
anticipa la polémica subsiguiente al enfatizar que es Dios quien da testimonio de la
misión de Jesús.
28-29. las obras de Dios: Puede referirse a lo que Dios hace y demanda (p.ej., CD
2,14-15). Jesús se refiere a sí mismo como el que lleva a cabo las «obras» de quien lo
ha enviado (9,4). Insiste en que solamente una «obra» es necesaria, la de creer en el
enviado de Dios.
28. La gente entiende únicamente que habla de un alimento milagroso no perecedero.
¡Evidentemente una obra de Dios! El mismo ha dicho que se trata de una obra. Pues
bien, ¿qué han de hacer para realizar una obra de Dios?
29. tened fe en aquel al que Dios ha enviado: Ellos no pueden hacer realmente una
obra de Dios; lo que les corresponde es aceptar a Jesús en la fe (cf. 1QS 4,3s). Su obrar
se refiere únicamente a esta exigencia. La mayor parte de los manuscritos prefiere el
imperativo presente al aoristo.
www.santaclaradeestella.es

• Tras la multiplicación de los panes, alude el evangelista a la búsqueda de Jesús por


parte de la muchedumbre. Lo encuentran en Cafarnaún y le dirigen al Maestro una
pregunta sólo para satisfacer su propia curiosidad: «Maestro, ¿cuándo has llegado
aquí?» (v. 25).
Jesús no responde la pregunta, sino que revela más bien a la muchedumbre las
verdaderas intenciones que la han impulsado a buscarlo, y con ello desenmascara la
mentalidad demasiado material de las personas (v. 26).
En realidad, toda esa gente sigue a Jesús por el pan material, sin comprender el signo
realizado por el Profeta. Buscan más las ventajas materiales y pasajeras que las
ocasiones de responder y de amar.
Ante esta ceguera espiritual, Jesús proclama la diferencia entre el pan material y
corruptible y «el permanente, el que da la vida eterna» (v. 27). Jesús invita a la gente a
superar el estrecho horizonte en que vive y a pasar al de la fe y al del Espíritu, al que
sólo su persona (la de Jesús) les puede introducir. Él posee el sello de Dios, que es el
Espíritu y el dinamismo divino del amor.
Los interlocutores de Jesús le preguntan ahora: « ¿Qué debemos hacer para actuar
como Dios quiere?» (v. 28).
Una nueva equivocación. La muchedumbre piensa que Dios exige la observación de
nuevos preceptos y de otras obras. Pero lo que Jesús exige de ellos es una sola cosa: la
adhesión al plan de Dios, a saber: «Que creáis en aquel que Él ha enviado» (v. 29). Sólo
tienen que cumplir una sola cosa: dejarse implicar por Dios y adherirse con fe a la
persona de Jesús. Es la apertura a la fe lo que ofrece un pan inagotable y lo que da la
vida para siempre al hombre que acepta ser liberado de las tinieblas.
www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini

En busca de Jesús, verdadero Pan. La ocasión para crear de nuevo la comunión con
Jesús se la brinda a la gente la llegada de algunos galileos que vienen en barcas desde
Tiberíades al lugar donde Jesús había realizado el signo el día anterior, tras elevar la
oración de acción de gracias al Padre. Al día siguiente, la muchedumbre, disminuida en
parte por la decepción del rechazo opuesto por Jesús, se traslada hacia Cafarnaún por
vía marítima en busca del hombre del prodigio. Juan, al referir de nuevo algunos
detalles sobre el milagro del día precedente, pretende conectar una vez más con el tema
cristológico e invitar de nuevo a los oyentes a rebasar el nivel humano de interpretación
del signo para llegar a la comprensión de la acción trascendente de Jesús.
La gente vuelve a encontrar a Jesús junto a Cafarnaún y le dirige una pregunta
destinada a satisfacer su curiosidad: «Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?» (v. 25).
También Nicodemo había ido al encuentro de Jesús impulsado por una curiosidad basada
en la autosuficiencia y se había dirigido a él llamándole «Maestro» (3,2). Sin embargo,
Jesús no responde a las preguntas que le hacen en ninguno de los dos casos. Revela
más bien a la muchedumbre las verdaderas intenciones que le han impulsado a buscarle
y desenmascara la mentalidad excesivamente material y egoísta de las personas: «Os
aseguro que no me buscáis por los signos que habéis visto, sino porque comisteis pan
hasta saciaros» (v. 26). En realidad, todos siguen a Jesús por el pan material que les
había saciado el hambre el día anterior. La multitud, encerrada en su sueño mesiánico,
no ha comprendido el signo realizado por el Profeta y su alcance espiritual. Ha dado más
valor al pan que al que lo da. Ha buscado más las ventajas materiales y pasajeras que
las ocasiones de respuesta y de amor.
Ante esta ceguera espiritual, Jesús proclama la diferencia radical que existe entre el pan
material y corruptible y el que permanece para la vida eterna, el que el Hijo del hombre
dará (v. 27), e invita a la gente que le rodea a superar el estrecho horizonte en el que
vive y a pasar del plano terreno al de la fe y el Espíritu.
www.sermonwriter.com

Juan 6. Introducción
Este capítulo empieza con la alimentación de los cinco mil (vv. 1-15) y continúa con
Jesús caminando sobre el agua (vv. 16-21), y la multitud dándose cuenta de que Jesús
se ha marchado (vv. 22-23).
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com

Juan 6:24-27. No trabajéis por comida que perece


En v. 1, Jesús fue “de la otra parte de la mar de Galilea” – suponiendo que es el lado
este. Entonces, en v. 16, los discípulos “entrando en un barco, venían de la otra parte
de la mar hacia Capernaum,” en el lado oeste. Después de remar dos o tres millas,
habiendo casi cruzado el lago, Jesús camina sobre el agua para reunirse con ellos.
Después de hacer esto, “el barco llegó a la tierra donde iban” (v. 21).
El próximo día la multitud descubre que Jesús y los discípulos se han ido, entonces, se
suben a los botes y se van a Capernaum en busca de Jesús (v. 24). Seguramente, pocas
de las cinco mil personas (o diez o veinte mil con mujeres y niños) actualmente cruzan
el mar en sus botes pequeños. Versículo 24 no nos dice porque la multitud está
buscando a Jesús, pero la última vez que la vimos, intentaba hacerle rey a Jesús (v. 15).
Al encontrar a Jesús, le preguntan, “Rabí, ¿cuándo llegaste acá?” (v. 25). Mucho
de este Evangelio se puede comprender a dos niveles, y eso es verdad de esta pregunta
también. La multitud intenta preguntar solo sobre la manera en la cual Jesús llegó hasta
Capernaum, pero este Evangelio ya nos ha dicho que “aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros” (1:14). La encarnación es una respuesta más profunda a la
pregunta de cómo Jesús llegó aquí.
Jesús ignora la pregunta y les reprende por el interés superficial que demuestran. “De
cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales,
sino porque comisteis el pan y os hartasteis” (v. 26). “En vez de ver la señal en el
pan, en la señal solo vieron el pan” (Lange, citado en Morris, 317). En su jerarquía de
necesidades, se enfocan en el estómago en vez del espíritu. Al alimentar a los cinco mil,
Jesús satisfizo su hambre física, y ahora buscan más de lo mismo.
El cumplir con las necesidades físicas nunca pierde su atractivo. “Dios nos dará pan y
peces, mejores casas, horas más cortas, salarios más altos, aparatos que nos
disminuyen trabajo y añaden a nuestro descanso – éstas son cosas que merecen la pena
tener, y le seguiremos a él por ellas. ¿Pero quién quiere sus regalos espirituales? ¿Qué
haríamos con ellos? ¿Qué diferencia harían?” (Gossip, 563).
“Trabajad no por la comida que perece, más por la comida que a vida eterna
permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará” (v. 27a). Jesús reta a la multitud
que alcen la vista y vean más allá de lo físico. Antes, él dijo de sí mismo, “Mi comida es
que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (4:34). Ahora reta a la
muchedumbre a unirse a su viaje espiritual: Primero oímos estas palabras, “perecer” y
“vida eterna” en 3:16, donde Jesús habla de amar al mundo y de dar a su Hijo “para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Jesús no dice que las necesidades físicas no sean importantes. En otra parte él habla del
alimento, la bebida, y la ropa, asegurándoles a sus oyentes de que “su Padre en el cielo
sabe que necesitan todas estas cosas,” y prometiéndoles que, si primero buscan el reino
de Dios y su virtud, “recibirán todas estas cosas también” (Mateo 6:32-33). Mucho de su
ministerio terrenal se enfoca en curar las necesidades físicas de la gente. Pero ahora,
pide que la gente acepte su necesidad por “la comida que a vida eterna permanece,”
prometiéndoles que el Hijo del Hombre se lo dará.
La gente se dirige a Jesús como Rabí (v. 25), pero él se refiere a sí mismo como “el Hijo
del Hombre (v. 27).” Él podría referirse a sí mismo como el Mesías, pero esa palabra
crearía expectativas que él no está dispuesto a cumplir. La gente espera que el Mesías
eche a los romanos y que haga Israel grande de nuevo, pero ése no es el ministerio de
Jesús. La frase, Hijo del Hombre, lleva consigo menos connotaciones políticas y, en este
Evangelio, “está más y más asociada…con revelaciones traídas del cielo a la tierra”
(Carson, 284).
“Porque a éste señaló el Padre, que es Dios” (v. 27b). En la época de Jesús un sello
autenticaba autoridad o propiedad. Un oficial usaba un anillo con un símbolo para sellar
un documento con cera. Tal sello le daba al documento su estatus oficial, tal como una
firma lo hace hoy día. El propietario de tal documento era recibido con el respeto debido
a la persona que lo selló. Dios Padre ha puesto su sello sobre el Hijo, quien actúa como
su emisario del cielo en la tierra (1:51; 3:13). Jesús no nos dice cuando esto tuvo lugar,
pero lo más probable es que fuera durante su bautizo, cuando el Espíritu descendió
sobre él (1:33) y una voz del cielo dijo, “Tú eres mi Hijo amado; en ti tomo
contentamiento” (Marcos 1:11).
Juan 6:28-29. Ésta es la obra de Dios, que creáis
“¿Qué haremos para obrar las obras (plural) de Dios?” (v. 28). Desde que se
estableció la ley del Tora en el Monte de Sinaí (Éxodo 20 ff.) el pueblo judío ha aceptado
el obedecer la ley como la manera aceptable de servir a Dios. Sin embargo, la ley del
Tora es compleja, y suena como si esta multitud está pidiéndole a Jesús que les dirija
hacia el corazón de la ley – de la misma manera que el joven regidor preguntará,
“Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna?” (Lucas 18:18). Comprendiendo
que la ley es compleja, no le piden a Jesús que la resuma en un mandamiento, como
hará uno de los escribientes (Marcos 12:28) – aunque más adelante Jesús hará lo
mismo (13:34; 15:12 – véase también Marcos 12:30-31, donde Jesús resume la ley en
dos mandamientos). En vez, la multitud le pide a Jesús que identifique las obras (plural)
– las leyes que son verdaderamente críticas – para que puedan enfocarse en ellas. Le
están pidiendo a Jesús una guía para su fe que les ayude a navegar por el laberinto de
leyes y comentarios en los cuales se centra su práctica religiosa.
En vez de dirigirles a unas cuantas leyes críticas, Jesús les aleja de la ley y les acerca a
él mismo. “Esta es la obra (singular) de Dios, que creáis en el que Él ha enviado”
(v. 29). Mientras que la multitud parecía segura de que podían cumplir cualquier obra
que Jesús identificara como crítica, el hecho es que la obediencia de la ley está repleta
de fallos. Como dijo Pablo, “Porque lo que hago, no lo entiendo; ni lo que quiero, hago;
antes lo que aborrezco, aquello hago” (Romanos 7:15). Nuestros espíritus están
dispuestos, pero nuestra carne es débil (Marcos 14:38). Al invitar a la multitud a creer
en él, Jesús les provee una alternativa accesible al trabajo Sisypeano de seguir la ley.
Pablo expresó la misma idea con estas palabras: “Así que, concluimos ser el hombre
justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28).
www.ocarm.org

1) Oración inicial
¡Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados, para que
puedan volver al buen camino!; concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno
de este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Juan 6,22-29
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy iniciamos la reflexión sobre el Discurso del Pan de Vida (Jn
6,22-71), que se prolongará durante los próximos seis días, hasta el final de esta
semana. Después de la multiplicación de los panes, el pueblo se fue detrás de Jesús.
Había visto el milagro, había comido hasta saciarse y ¡quería más! No trató de buscar la
señal o la llamada de Dios que había en todo esto. Cuando la gente encontró a Jesús en
la sinagoga de Cafarnaún, tuvo con él una larga conversación, llamada el Discurso del
Pan de Vida. No es propiamente un discurso, pero se trata de un conjunto de siete
breves diálogos que explican el significado de la multiplicación de los panes como
símbolo del nuevo Éxodo y de la Cena Eucarística.
• Es bueno tener presente la división del capítulo para poder percibir mejor su sentido:
6,1-15: el pasaje sobre la multiplicación de los panes
6,16-21: la travesía del lago, y Jesús que camina sobre las aguas
6,22-71: el diálogo de Jesús con la gente, con los judíos y con los discípulos
1º diálogo: 6,22-27 con la gente: la gente busca a Jesús y lo encuentra en Cafarnaún
2º diálogo: 6,28-34 con la gente: la fe como obra de Dios y el maná en el desierto
3º diálogo: 6,35-40 con la gente: el pan verdadero es hacer la voluntad de Dios
4º diálogo: 6,41-51 con los judíos: murmuraciones de los judíos
5º diálogo: 6,52-58 con los judíos: Jesús y los judíos
6º diálogo: 6,59-66 con los discípulos: reacción de los discípulos
7º diálogo: 6,67-71 con los discípulos: confesión de Pedro
• La conversación de Jesús con la gente, con los judíos y con los discípulos es un diálogo
bonito, pero exigente. Jesús trata de abrir los ojos de la gente para que aprenda a leer
los acontecimientos y descubra en ellos el rumbo que debe tomar en la vida. Pues no
basta ir detrás de las señales milagrosas que multiplican el pan para el cuerpo. No de
sólo pan vive el hombre. La lucha por la vida sin una mística no alcanza la raíz. En la
medida en que va conversando con Jesús, la gente se queda cada vez más contrariada
por las palabras de Jesús, pero él no cede, ni cambia las exigencias. El discurso parece
moverse en espiral. En la medida en que la conversación avanza, hay cada vez menos
gente que se queda con Jesús. Al final quedan solamente los doce, y Jesús ¡no puede
confiar ni siquiera en ellos! Hoy sucede lo mismo. Cuando el evangelio empieza a exigir
un compromiso, mucha gente se aleja.
• Juan 6,22-27: La gente busca a Jesús porque quiere más pan. La gente va
detrás de Jesús. Ve que no ha entrado en la barca con los discípulos y, por ello, no
entiende cómo ha hecho para llegar a Cafarnaúm. Tampoco entiende el milagro de la
multiplicación de los panes. La gente ve lo que acontece, pero no llega a entender todo
esto como una señal de algo más profundo. Se detiene en la superficie: en la hartura de
la comida. Busca pan y vida, pero sólo para el cuerpo. Según la gente, Jesús hizo lo que
Moisés había hecho en el pasado: alimentar a todos en el desierto, hasta la saciedad.
Yendo detrás de Jesús, ellos querían que el pasado se repitiera. Pero Jesús pide a la
gente que dé un paso más. Además del trabajo por el pan que perece, debe trabajar por
el alimento que no perece. Este nuevo alimento lo dará el Hijo del Hombre, indicado por
Dios mismo. Él nos da la vida que dura por siempre. El abre para nosotros un horizonte
sobre el sentido de la vida y sobre Dios.
• Juan 6,28-29: ¿Cuál es la obra de Dios? La gente pregunta: ¿Qué debemos
hacer para realizar este trabajo (obra) de Dios? Jesús responde que la gran obra que
Dios nos pide “es creer en aquel que Dios envió”. O sea, ¡creer en Jesús!
www.santaclaradeestella.es

Esteban es el primer apóstol de los helenistas. Suyo fue el primer intento de


inculturación, constituido por un decidido distanciamiento respecto al judaísmo
tradicional. Pero no consiguió su objetivo en algunos de los suyos. También hay
conservadores entre los procedentes de la diáspora, quizás incluso más que entre los
propios judíos palestinenses. Probablemente se debiera a la necesidad de defender su
propia identidad. La primera aproximación al mundo judío de lengua y cultura griega es
rechazada también por los notables.
Esteban sigue así el destino de Jesús: es rechazado. Al parecer, el precio que hay que
pagar para abrir nuevos caminos es ser incomprendido, malentendido, rechazado,
calumniado y condenado. Sin embargo, también es verdad que del martirio de Esteban
proceden frutos muy copiosos precisamente a partir de los griegos: y no sólo de los
judíos de lengua griega, sino de toda la cultura griega.
Esteban es un provocador, y, por eso, se mete él mismo en el camino del martirio, como
sucede en toda sociedad intolerante. Ahora bien, su provocación procede de una
sabiduría superior, es fruto de una peculiar comprensión del plan de Dios. Este plan
preveía que el Evangelio fuera anunciado no sólo en Jerusalén, sino «hasta los confines
de la tierra». El Espíritu se sirve del carácter entusiasta y «belicoso» de Esteban para
agitar el ambiente: Esteban pierde, pero la causa del Evangelio recorrerá el mundo.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

La muchedumbre se pone a buscar a Jesús, pero ¿qué busca en realidad? ¡El escarnio!
Todas esas gentes buscan al hombre que les ha dado de comer. Búsqueda de un
beneficio inmediato, superstición; pero también miedo al mañana. La muchedumbre está
inquieta y no sabe lo que quiere. La historia de la samaritana se repite: hay todo un
mundo entre las expectativas de los judíos y la manera en que Jesús concibe su misión.
El país quiere un rey, y Jesús se presenta como el enviado de Dios.
Pero sólo la fe permite reconocer la dignidad mesiánica de Jesús. A la muchedumbre que
pregunta qué hay que hacer para trabajar en la obra de Dios, se le da una única
respuesta: «la obra de Dios es que creáis en el que Él ha enviado». Ahora es el
momento de la confianza, pero también el del rechazo.
¡Buscaban a un panadero! Jamás se había visto nada igual: ¡había dado de comer a una
muchedumbre! Se podía creer en él; sin duda, se le debería consagrar como rey... Un
Dios útil-utilizable: ¡eso es lo que moviliza a las gentes! Un Dios que sirva a nuestros
pequeños intereses, un Dios-comerciante que distribuya sus beneficios cuando se ha
gritado lo suficientemente fuerte: ¡ése es el Dios admisible en el que se puede creer!
¡Hay una imagen de Dios que es inadmisible! Si, cuando hablamos de Dios, se trata de
encontrar una prolongación del hombre, entonces tienen razón los que ya le han
enterrado. Están en lo cierto los que encuentran más digno y honroso quedarse solos,
sin Dios. Si Dios fuese un déspota que nos hiciera vivir el juego atroz de la espera y la
sed, sin nombrar nuestro verdadero deseo, deberíamos denunciarlo y procesarlo. Si Dios
no fuese más que el eterno suplidor de las deficiencias humanas, si no pasara de ser un
superhombre, si no fuera más que la prolongación infinitamente agrandada de nuestras
nostalgias, entonces, sí, deberíamos matar a Dios.
¡Buscaban a un panadero! Decidme, ¿no nos confundimos de punto de partida cuando se
trata de Dios? Un Dios al que encontramos en nuestros gemidos, cuando andamos a
tientas en nuestros lamentos y en nuestras esperanzas frustradas... Un Dios a nuestra
pequeña medida, para satisfacer nuestros pequeños deseos... « ¡Me buscáis, no porque
hayáis visto signos, sino porque habéis comido pan!».
«Me gustaría hablar de Dios no en los límites, sino en el centro; no en la debilidad, sino
en la fuerza; no a propósito de la muerte y de la falta, sino de la vida y la bondad del
hombre» (D. Bonhoeffer, Résistance et Soumission, p. 123). Véanse los signos: Jesús
cura, hace andar a los paralíticos, limpia a los leprosos, perdona a los que ya no pueden
soportar el peso de su pecado. Dios no se descubre en la debilidad del hombre, sino en
su nobleza. Querían hacer de Jesús un Dios-panadero, y él huyó. El Dios de la fe está
siempre en el silencio de la adoración, cuando su rostro se transparenta en las huellas
de su presencia. Sólo Dios habla bien de Dios, y sólo Cristo es «el intérprete» del Padre:
«Lo que tenéis que hacer es creer en el que Él ha enviado». Jesús se fue de allí e invitó
a que le siguieran. Nadie puede manejar a Dios.
www.fraynelson.com

2. Modos de seguir a Jesús


2.1 El evangelio de hoy nos invita a reflexionar en nuestra manera de seguir a Jesús.
Las palabras del Señor son duras al desenmascarar las intenciones de muchos de sus
discípulos: "Les aseguro que no me buscan por los signos que vieron, sino porque
comieron pan hasta saciarse" (Jn 6,26). Es cosa saludable entonces que cada uno de
nosotros se pregunte qué beneficios espera recibir de seguir a Jesús.
2.2 O con más profundidad aún: ¿queremos que Jesús nos resuelva esta vida o que nos
dé su vida? ¿Es Jesús un parche en nuestra tela vieja o es tejido nuevo y vida nueva?
¡Ningún tiempo mejor para preguntárnoslo que la pascua!
2.3 "Esto es lo que Dios espera de ustedes: que crean en aquél que Él envió" nos dice el
Señor. El que espera beneficios terminará queriendo "comprar" a Dios. Y Dios no está de
venta. Está de regalo, y la acogida a su regalo es lo que nos viene a través del don de la
fe.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net

Conversando con el amor


Amado Señor, quiero pedirte una bendición de amor tan grande que sane las heridas de
mi corazón, esas heridas que me han causado mis propias faltas. No permitas que esas
heridas me hagan sufrir más. Confío en tu poder y en tu misericordia. Amén
Evangelio de hoy. Santo Evangelio del III lunes de Pascua
Reflexión del Papa Francisco.
Sobre el Evangelio de hoy, ¿Seguimos al Señor por amor o para tener alguna ventaja?.
Porque nosotros somos todos pecadores y siempre hay algo de interesado que debe ser
purificado en el seguimiento de Jesús; y debemos trabajar interiormente para seguirlo
por Él, por amor.
Jesús alude a tres actitudes que no son buenas para seguirlo a Él o para buscar a Dios.
A continuación se las explico cada una
1. La vanidad.
En particular se refiere a aquellos notables, a aquellos dirigentes que dan la limosna o
ayunan para hacerse ver. Estos dirigentes querían hacerse ver, a ellos les gustaba
pavonearse y se comportaban como verdaderos pavos... Eran así. Y Jesús dice: "No, no:
esto no va. No va".
La vanidad no hace bien. Y algunas veces, nosotros hacemos cosas tratando de
hacernos ver un poco, buscando la vanidad. La vanidad es peligrosa, porque nos hace
caer inmediatamente en el orgullo, la soberbia, y después todo termina ahí. Y me
pregunto: Yo, ¿cómo sigo a Jesús? ¿Las cosas buenas que yo hago, las hago a
escondidas, o me gusta hacerme ver?
2. Buscar el poder.
La otra cosa que Jesús reprocha a aquellos que lo siguen es el poder. Algunos siguen a
Jesús, pero un poco, no del todo conscientemente, un poco inconscientemente.
Porque buscan el poder, ¿no? El caso más claro es Juan y Santiago, los hijos de
Zebedeo, que pedían a Jesús la gracia de ser primer ministro y viceprimer ministro,
cuando viniera el Reino.
Y en la Iglesia hay trepadores... No vengas a la Iglesia a trepar. Y Jesús reprocha a
estos trepadores que buscan el poder.
3. Buscando el dinero.
La tercera cosa que nos aleja de la rectitud de las intenciones es el dinero. Los que
siguen a Jesús por dinero, con el dinero tratan de aprovecharse económicamente de la
parroquia, de la diócesis, de la comunidad cristiana, del hospital, del colegio… Pensemos
en la primera comunidad cristiana, que tuvo esta tentación: Simón, Ananías y Safira…
Esta tentación estuvo desde el inicio, y hemos conocido a tantos buenos católicos,
buenos cristianos, amigos, benefactores de la Iglesia, incluso con condecoraciones
varias... tantos
De quienes después se descubrió que hicieron negocios un poco oscuros: eran
verdaderos especuladores, y ganaron tanto dinero. Se presentaban como benefactores
de la Iglesia pero recibían tanto dinero y no siempre era dinero limpio.
Pidamos al Señor la gracia que nos dé al Espíritu Santo para ir detrás de Él con rectitud
de intención: sólo por Él. Sin vanidad, sin deseos de poder y sin deseos de dinero
(Homilía del Evangelio de hoy. Santa Marta, 05 de Mayo de 2014)
Oración para el Evangelio de hoy.
Señor, gracias por permanecer a mi lado y hacerme ver tus manifestaciones de amor en
mi vida. Ven y dirige mis acciones en este día para hacer sólo lo que te agrada.
Gracias por protegerme de aquellas cosas que han intentado robarme la paz. Gracias a
tu luz he podido abrir los ojos de mi corazón y a descubrirte en el silencio.
Necesito de tu fuerza que todo lo restaura, de tu poder que todo lo sana y libera para ya
no sentir desesperos y encontrar soluciones a mis problemas.
A pesar de las dificultades, tu sigilosa forma de aparecer, me acompaña y me hace
superar todas las pruebas, por eso mi corazón se siente agradecido.
No quiero seguirte solo por conveniencia o porque me suples de lo que necesito; sino
hacerlo por ese amor que me hace sentir valioso y lleno de vida.
Mi Dios, toma el control de mi vida, dame seguridad para aprender a vivir mi fe y
comprender el sentido de que, todo lo que me sucede, es por una buena razón.
Te entrego mis proyectos y metas, llévate mis angustias y desesperos y ayúdame a
confiar en las capacidades que me has dado para salir adelante.
Creo en Ti, en tu amor, en tu gracia que cada me regalas para vivir la aventura de
encontrar la felicidad de tenerte y nunca más dejarte. Amén
Propósito para hoy.
Hoy voy a reflexionar en cómo puedo vivir más entregado al servicio, y cómo puedo
hacer para comprender y amar a las personas ingratas con mayor misericordia.
Frase de reflexión.
"¡Qué poderosa es la oración! No perdamos nunca el ánimo para decir: Señor,
concédenos tu paz". Papa Francisco
www.evangelizacion.org.mx

Es importante el trabajo en nuestra vida, Jesús mismo trabajó de la misma manera que
nosotros lo hacemos; después, como trabajo, realizó el anuncio de la Palabra de Dios. El
mismo San Pablo les dice a los tesalonicenses: "El que no quiera trabajar que tampoco
coma". Sin embargo, ya había dicho Jesús que no sólo de pan vive el hombre.
Es, pues, importante, junto con nuestro trabajo cotidiano, con el cual sostenemos el
cuerpo, el trabajar también por el alimento espiritual el cual nos es dado por el mismo
Cristo. La lectura diaria del "pan de la Palabra", nuestra lectura espiritual, nuestro rato
de oración son los elementos que, como veremos en estos días, unidos a la Eucaristía,
hacen que nuestra vida espiritual crezca y se fortalezca.
Muchos cristianos hoy en día viven con una grande anemia espiritual que los puede
llevar incluso a la muerte espiritual. Si en todos los comerciales de golosinas han
incluido la frase: "Aliméntate sanamente, come frutas y verduras", nosotros podríamos
decir: ¡Aliméntate bien, ora, medita y comulga!
www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini

Si el milagro de los panes, realizado por Jesús y destinado a la gente que le seguía (Jn
6,2-14), tiene la finalidad de revelar el poder de Jesús como Mesías y Profeta
escatológico, el signo siguiente -el Señor caminando sobre las aguas-, destinado
únicamente a los discípulos (6,16.21), pretende hacerles comprender la divinidad de
Jesús, prevenirles ante el escándalo de la muchedumbre -un escándalo suscitado por el
discurso del pan- e impedir su defección.
Una vez acabada la primera parte del capítulo 6, correspondiente al signo-milagro, Juan
se dispone a pasar al discurso sobre el pan de vida: en él comenta Jesús el milagro que
ha realizado y saca a la luz el significado escondido del signo. El autor sagrado se
inspira, para la composición del discurso eucarístico, en el género homilético-midrásico,
conocido en la tradición judía: no quiere contar la cena del Señor como en los sinópticos,
sino que presenta una homilía eucarística que emplea un texto bíblico y lo comenta en
sus diferentes partes.
El tema central de la perícopa es Jesús, verdadero pan bajado del cielo, que cuando es
comido da la vida, en contraposición con las otras obras humanas de salvación. La
yuxtaposición entre un piano terreno, mundano, y uno celeste, de fe, aparece en más
ocasiones para expresar que existe un orden de vida nuevo, «otro», que se basa en
Dios. Los hombres pueden introducirse en este nivel «ulterior» únicamente a través de
la persona de Jesús. El posee el sello de Dios (v. 27), que es el Espíritu, y el dinamismo
divino del amor (cf. 1,32-34).
La muchedumbre tenía que haber sorprendido que ese pan repartido entre muchos, del
día precedente, era la expresión del amor de Jesús, pero, desgraciadamente, se había
limitado a ver la humanidad de Jesús y su poder taumatúrgico, sin comprender el signo
del Espíritu y el amor del Padre.
www.catholic

Señor, ¿cuándo llegaste? La palabra que se proclama el día de hoy muestra el


encuentro y corrección paternal de Cristo con la muchedumbre que, asombrada,
pregunta: "Maestro, ¿cuándo llegaste acá?"
Jesús, conociendo sus corazones, les corrige haciéndoles ver su debilidad interior,
aunque externamente se muestren creíbles. "Ustedes no me andan buscando por haber
visto signos, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse". De esta misma
forma Jesús deja que te acerques a Él, y sabe que te falta crecer en el deseo de estar a
su lado.
Jesús espera tengas el deseo de preguntarle "¿Qué debo hacer para llevar a cabo las
obras de Dios?", y más que la simple pregunta es el hecho que te acerques e interactúes
con Él haciéndole partícipe de tu vida, pues en esta medida, junto a Él, irás superándote
como persona en todos los ámbitos, tanto personal, afectivo e intelectual.
• Que puedas decir: Señor, ¿cuándo llegaste?, con la conciencia de querer saber,
sorprenderte y disfrutar de su llegada a tu vida.
El corazón convertido al Señor y al amor del bien es la fuente de los juicios verdaderos
de la conciencia. (S.S. Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor No 64)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré 15 minutos para meditar los hechos que han sucedido hasta el momento de
leer estas líneas y revisaré si los he vivido al lado de Cristo.
www.BibliaStraubinger

26. Desecharon en el milagro la evidencia, negándose a ver en Jesús a un enviado de


Dios, con derecho como tal a ser escuchado. Le buscan como dispensador de bienes,
más no espirituales sino temporales.
27. Pirot recuerda aquí el agua viva que ofreció a la Samaritana en 4, 13. Cf. v. 35. El
sello del Padre son esos milagros que dan fe de la misión de Jesús (3, 33) y que Él
prodiga con una bondad que no puede ser sino divina. Cf. Mt. 11, 4-6.
29. Le preguntan por las obras: Él señala la obra por excelencia: la obra interior que
consiste en creer recta y plenamente. La fe es también la obra de Dios en el sentido de
que es Él quien nos atrae (6, 44 y 66).
http://www.ciudadredonda.org
Queridos amigos, paz y bien.
En Navidad, justo después de celebrar el nacimiento de Cristo, la liturgia nos presenta la
memoria de san Esteban, mártir. Como diciendo que, al lado de Jesús, se gana el cielo,
pero a veces, de manera brusca. Con el derramamiento de la propia sangre. Terminada
la Octava de Pascua, nos encontramos con la lectura de los Hechos de los Apóstoles,
donde también aparece el bueno de Esteban. Le miraban, y les parecía que tenía el
rostro de un ángel. No desvelamos el final de la historia, aunque podemos hacernos una
idea. Tiempo habrá en esta semana para reflexionar con la ayuda del primer mártir de
nuestra Iglesia.
Creo que de Esteban, sin duda, se puede decir que creyó en Jesús, y que se dedicó a las
obras de su Amigo. A las obras del Reino de Dios. El Evangelio de Juan no es de los más
“simpáticos” o comprensibles. En ocasiones, parece que a Jesús le preguntan una cosa,
y responde otra. Menos mal que la luz de la Pascua nos ilumina. Acabamos de celebrar
una Semana Santa, como poco, extraña. En muchos países no se puede salir de casa, o
con muchas limitaciones. La palabra de Dios nos da una clave para vivir este tiempo
especial. También nosotros buscamos a Jesús, y no lo encontramos. Parece que se ha
ido. Pero Él está, y se muestra, y se hace el encontradizo. Y nos dice lo que tenemos
que oír, no lo que queremos nosotros.
Es una realidad que todos debemos purificar nuestras motivaciones. Se puede comenzar
a seguir a Cristo por muchos motivos, algunos claros, y otros, quizá, inconscientes. Hay
mucho entusiasmo al principio, y muchas gratificaciones, y eso está bien. Triste sería
comenzar un camino sin alegría. Pero no siempre quedaremos saciados, como los cinco
mil que se cruzaron con Jesús. A veces habrá algo de hambre, y a veces, oscuridad
total. Todo forma parte del seguimiento de Cristo. Tuvimos un formador en el Noviciado,
el ínclito padre Fariñas, que nos decía que los votos perpetuos no se hacían el día de la
Profesión Perpetua, sino en el momento en que, pasado algún tiempo, querías
comprarte algo y no te daban permiso, o cuando te apetecía hacer algo, y el Superior
pensaba de forma diferente, o cuando una chiquilla te pedía atención especial, y tenías
que decir que ya estabas comprometido. Es una carrera de maratón, y no un acelerón
de solo 100 metros.
En los buenos momentos, hay que cargar las pilas, acumular “calor” para cuando lleguen
los momentos de oscuridad, de frío (y de frío sabemos “algo” en Rusia). Y ser firmes en
la decisión tomada. Conozco a muchas personas, también en Rusia, que han tenido
problemas por haber dado el paso a la Iglesia Católica. Los miran mal. Imagino que, en
muchos países, tampoco es fácil ser católico. A Esteban tampoco le fue fácil. Pero fue fiel
hasta el final. Como Jesús.
http://www.aqplink.com/roguemos

Crean en quien Él ha enviado. Aquí creemos encontrar una explicación muy escueta a
la razón de los milagros. Son en realidad señales que Jesús nos da para que creamos
que Él es Hijo de Dios enviado para Salvarnos. Porque nuestra Salvación depende de
que creamos en Él. Es verdad que Jesús obra milagros movido por el amor y la
misericordia, pero más allá del alivio inmediato que estos acarrean a sus circunstanciales
interlocutores y beneficiarios están las señales que estos representan de su Divinidad.
No hay otra forma que obre estos milagros, sino por Voluntad del Padre, lo que prueba
su íntima relación. Esto es lo que Jesús quiere que retengamos, asimilemos y
ponderemos, porque estas son señales de Dios.
Sin embargo la mayoría lo van a buscar para que resuelva sus necesidades. No es que él
no esté dispuesto a hacerlo; lo hace cada vez que alguien se lo pide con fervor.
Repetimos que siendo la misericordia encarnada, Jesús no puede sustraerse de las
necesidades que le plantean y por eso se pasa haciendo milagros, unos más notables
que otros. Este solo hecho debía bastarnos para creer que Él es el Mesías, el Hijo de
Dios, nuestro Salvador. ¿Por qué es tan importante para Jesús que creamos que Él es el
Hijo de Dios, nuestro Salvador? Porque Él no ha venido a curarnos, ni a hacer milagros,
ni obras extraordinarias. Él ha venido a hacer una sola cosa. Él ha venido cumpliendo la
Voluntad del Padre a Salvarnos. Pero nosotros solo nos salvaremos en la medida que
creamos en Él, le oigamos y hagamos lo que nos dice.
Pero si como la gente de aquél entonces, solo nos ocupamos de pedir y pedir milagros
para satisfacer nuestras necesidades, no estaremos prestando atención a lo esencial.
Esto es: prestarle atención y hacer lo que nos dice. ¿Y por qué hemos de hacer lo que
nos dice? Porque es el Hijo de Dios, el Mesías, el enviado. Él es la Luz, el Camino, la
Verdad y la Vida. Él ha venido a Revelarnos que Dios es nuestro Padre, que nos ama
tanto, que quiere que Vivamos Eternamente junto a Él. Los milagros, por más bien que
nos hagan, son tan solo señales para que nosotros creamos en Él. Es importante que
creamos, porque si no creemos, no haremos lo que nos dice. Dudaremos de Él. Y,
nuestra salvación está en que creamos en Él. ¿Por qué? Porque solo si creemos en Él lo
oiremos y estaremos dispuestas a hacer lo que nos dice a ojos cerrado, es decir
confiando plenamente.
No es fácil creer que Jesús es Hijo de Dios. Si se nos presenta cualquiera diciendo esto,
pues diremos que está loco, a no ser que nos pruebe lo contrario y esto es precisamente
lo que hace Jesús. No lo hace del modo que tal vez muchos de nosotros quisiéramos,
deteniendo el sol o dándonos la lotería, pero lo hizo atendiendo las necesidades
ocasionales de la gente pobre y humilde que lo rodeaba. Dio de comer a miles a partir
de 5 panes y 2 peces… ¿No es esto extraordinario? No hay mago que lo pueda reeditar.
Curo a ciegos, paralíticos, leprosos, poseídos por el demonio. Todo está registrado y
hubo testigos. Incluso los judíos y los sacerdotes lo reconocieron, al extremo que este es
uno de los motivos por los que lo ejecutan: “obra muchas señales”. Resucito a varios
muertos, incluso uno que ya estaba descomponiéndose. Son prodigios que nadie ha
podido realizar ni antes, ni después. Finalmente el mismo fue crucificado cruelmente,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos y al tercer día Resucito de entre los
muertos, de lo que son testigos sus discípulos y a través de ellos, todos nosotros. ¿Todo
para qué? Para que creamos que es el Hijo de Dios, nuestro Salvador y creyéndole, le
oigamos y hagamos lo que nos dice. De ello depende nuestra salvación.
Oracion. Padre Santo, que entendamos qué cosa es lo importante y lo distingamos de
lo trivial, dejando de distraernos en estas cosas pasajeras, que hoy están y mañana
quien sabe. Que nos enfoquemos en la salvación de nuestras almas y la vida eterna…Te
lo pedimos por Cristo nuestro Señor…Amén. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor
http://www.caminando-con-jesus.org

Los evangelios nos revelan constantemente el interés que tienen las personas por buscar
a Jesús. Algunas de ellas son muy egoístas, otras reflejan un idealismo revolucionario y
otras muy honestas. Jesús, a través de su contacto constante con las personas, percibe
cuáles son las verdaderas motivaciones, las escucha, pero las purifica totalmente. La
invitación del Señor nos impulsa a madurar nuestra fe y nuestras motivaciones.
Busquemos entonces no los milagros de Dios, sino a Dios, que obra los milagros.
1. Sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua
Las gentes están impresionadas, maravilladas con Jesús, el milagro que él ha hecho
multiplicando los panes es extraordinario, entonces no quieren separarse de Él.
Después que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, despidió a la multitud después
de la multiplicación de los panes. Esto fue la misma tarde, al embarcarse los discípulos.
El Evangelio dice que: Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra
orilla, es decir un pequeño grupo se habría quedado allí, a la espera de Jesús, que no
había embarcado, y que acaso ese a lo que alude san Juan, es decir, en la región de et-
Batiha, donde multiplicó los panes.
Las gentes que se habían retirado, lo mismo que la que se había quedado, habían
constatado esto: que Jesús no había embarcado con los discípulos, con eso queda
ratificado que Jesús hizo su caminata milagrosa sobre las aguas, y que no había
quedado allí más que una barca.
2. Fueron a Cafarnaún en busca de Jesús
Dice el evangelio: Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar
donde habían comido el pan. Pero al siguiente día de la multiplicación de los panes
vinieron a este lugar diversas barcas procedentes de Tiberíades, sin que se diga el
motivo de esta arribada. Acaso en busca de Jesús, avisados por algunos de los que
hubiesen retornado la víspera, o por el rumor de que se hallase allí. Tiberíades era
capital y, situada en el lago, era el puerto principal de Galilea. Josefo, historiador judío,
hace ver el gran movimiento de naves que en él había en ese lugar.
Como estas gentes que había quedado allí se dieron cuenta que no podían encontrar a
Jesús, aunque no lo vieron embarcar; y como vieron que los discípulos se dirigieron a
Cafarnaúm, aprovecharon la oportunidad de estas barcas que acababan de llegar de
Tiberíades, se embarcaron en ellas, dice san Juan: subieron a las barcas y fueron a
Cafarnaúm en busca de Jesús. Aquí lo van a encontrar, y en esta villa tendrá lugar el
discurso sobre el “Pan de vida.”
3. "Maestro, ¿cuándo llegaste?".
Otro rasgo de tipología eucarística de este relato de San Juan está en cómo alude a la
multiplicación de los panes: atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan,
después que el Señor pronunció la acción de gracias. Su confrontación con los relatos de
la institución eucarística lleva a esto (cf. Lc 22:20; 1 Cor 11:25). El sentido tipológico
vale aunque sea interpolación.
Prestemos atención a parte del hermoso discurso sobre la diferencia y necesidad de un
alimento espiritual, que Jesús hace al encuentro con las multitudes en la región de
Cafarnaúm.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: Maestro, - cuándo llegaste - . La
pregunta que le hacen con el título honorífico de Maestro, Rabí, lleva un contenido sobre
el modo extraordinario como vino. Sabían que no se había embarcado ni venido a pie
con ellos. Deben haber estado maravillados, al pensar como había venido Jesús. Era un
volver a admitir el prodigio en su vida.
4. Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque
han comido pan hasta saciarse
La respuesta de Jesús pasa por alto aparentemente la cuestión para ir directamente al
fondo de su preocupación. No le buscan por el milagro como signo que habla de su
grandeza y que postula, en consecuencia, obediencia a sus disposiciones, sino que sólo
buscan el milagro como provecho, Jesús les respondió: Les aseguro que ustedes me
buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Que
busquen, pues, el alimento no temporal, aun dado milagrosamente, sino el inmortal, el
que permanece para la vida eterna, y éste es el que dispensa el Hijo del hombre, por
eso le dice Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la
Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; y cuya garantía es que el Padre, que es
al que ellos llaman Dios, el Padre, marcó con su sello. La credencial del que lo envía, son
los milagros, los signos.
5. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la
vida eterna
En nuestra realidad de hoy, con cierta pena vemos como sucede que hay personas que
buscan en la religión algo que les resulte conveniente, entonces buscan a Dios no por
Dios, sino por la ayuda que pudieran conseguir de Él, y además exigen rapidez, luego
suceden que la respuesta les tarda en llegar, entonces, pierden la fe y le dan la espalda
la Señor. No es el alimento material el que debemos buscar, sino el que permanece por
siempre, hasta la Vida Eterna.
Hasta aquí las multitudes, y sobre todo los que los guiaban, no tienen dificultad mayor
en admitir lo que Jesús les dice, principalmente por la misma incomprensión del hondo
pensamiento de Jesús. Por eso, no tienen inconveniente en admitir, como lo vieron en la
multiplicación de los panes, que Jesús esté sellado por Dios para que enseñe ese
verdadero y misterioso pan que les anuncia, y que es alimento que permanece hasta la
vida eterna.
6. Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios
De ahí el preguntar qué - Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios - es decir,
para que Dios les retribuya con ese alimento maravilloso. Piensan, seguramente, que
puedan ser determinadas formas de sacrificios, oraciones, ayunos, limosnas, que eran
las grandes prácticas religiosas judías.
Pero la respuesta de Jesús es de otro tipo y terminante. En esta hora mesiánica es que -
Jesús les respondió: - La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado -
Fe que, en San Juan, es con obras (San Juan 2:21; cf. San Juan 13:34). La multitud
comprendió muy bien que en estas palabras de Jesús no sólo se exigía reconocerle por
legado de Dios, sino la plena entrega al mismo.
Esto es lo que nos dice con mucha claridad Jesús, no está Dios para servir al hombre, al
contrario, el hombre está para servir a Dios. Dios atiende nuestras plegarias y
necesidades, todo esto por el gran amor que les tiene a los hombres, pero debemos
estar siempre dispuestos a servirle, haciendo su voluntad, viviendo una vida y una
conducta agradable a Dios, y a Él le dejamos su misericordioso auxilio.
3 Para la reflexión personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
5.- La gente tenía hambre, comió el pan y buscó más pan. Buscó el milagro y no la señal
de Dios que en el milagro se escondía. ¿Qué es lo que más busco en mi vida: el milagro
o la señal?
6.- Por un momento, haz silencio dentro de ti y pregúntate: “Creer en Jesús: ¿qué
significa esto para mí, bien concretamente en mi vida de cada día?”
7.- ¿Qué busco cuando me acerco al Señor?
8.- ¿Tengo mi mirada puesta en esa vida eterna que el Señor me ha prometido?
9.- ¿Qué significa que mis actos tengan peso de eternidad?
4 Oración. ¿Qué le decimos a Dios? La palabra se convierte en Oración.
1 Abre nuestro corazón, ilumina nuestra inteligencia y aviva nuestro amor, Señor, para
que recibamos tu Reino como el niño recibe el pan de su padre. ¡Que en el silencio nos
sean revelados el secreto de tu presencia y la riqueza de tu bendito Nombre!
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

2 Señor, tenemos necesidad de testigos animosos como Esteban. Tenemos necesidad de


anunciadores «imprudentes» como él, que agitan a los adversarios y a los amigos,
dentro y fuera de nuestros círculos. Tenemos necesidad de profetas «incómodos», como
se decía hace algunos años, para difundir la Buena Nueva. Tenemos necesidad de
hombres y mujeres que no tengan miedo de hacer frente a las incomprensiones y los
malentendidos a causa de tu nombre. Tenemos necesidad de personas que sean capaces
de recorrer nuevos caminos y no tengan miedo a no ser comprendidos por esos mismos
por quienes se comprometen y se dejan la piel.
Señor, danos estos testigos fuertes y animosos. Señor, no permitas que nos ceguemos
hasta el punto de no comprenderlos e incluso aislarlos, calumniarlos, contribuyendo con
nuestra incomprensión a marginarlos y -¡no lo permitas, Señor!- a condenarlos.
www.santaclaradeestella.es

3 Señor, te conté mi vida y me respondiste, enséñame tus preceptos. Indícame el


camino hacia tus mandatos y meditaré en todas tus maravillas. (Sal 119,26-27)
www.ocarm.org

4 ¡Padre nuestro, Padre Dios! Doy gracias a Ti porque me concedes un día más para
acercarme a tu amor y a tu obra. ¡Cuántas veces me he montado en la barca
equivocada para buscar mi felicidad y «cielos» terrenales! Hoy quiero tomar la
verdadera barca «Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida eterna». Son tantos los
momentos de tomar el lado opuesto, el lado de oscuridad y tinieblas; pero Tú me dices
que si te busco te encuentro. Concédeme por tu gracia Dios mío y Señor mío, conocer,
confiar y creer más en Cristo Jesús, pues es la Obra que nos encomiendas. Por su
pasión, llagas y Sangre derramada, aumenta mi fe, para nunca más bajarme de la barca
en la cual he encontrado al Divino maestro, nunca más naufragar, y serle fiel hasta
saciarme del Pan no de un dia, sino del Pan Vivo bajado del Cielo. Te lo pedimos por
Jesucristo nuestro Señor y la intersección de nuestra Madre María Santísima. Amén
www.dario.res

5 Señor, desenmascaraste la superficialidad de los que te buscaban a lo largo de las


orillas del lago de Tiberíades: «0s aseguro que no me buscáis por los signos que habéis
visto, sino porque comisteis pan hasta saciaros» (6,26). Es verdad: también nosotros te
buscamos con frecuencia para ver cosas sensacionales o para encontrar a alguien que
nos ayude a escapar de nuestra vida cotidiana y monótona. También nosotros caemos
con frecuencia en la trivialidad: te seguimos de una manera superficial, sin buscar el
verdadero alimento de nuestra vida, que eres. Haz, Señor, que nuestra petición, como la
de la gente de Galilea: ¿Que debemos hacer para actuar como Dios quiere?» (6,28),
corresponda a una verdadera exigencia del corazón, porque solo así podremos
encontrarte y abandonar nuestra vida superficial y vacía, saliendo al encuentro de las
necesidades de nuestros hermanos. www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
5 Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios? La palabra en el
corazón de los Padres.
La Iglesia tiene a gala, y es mandamiento del Salvador, que no pensemos sólo en
nosotros mismos, sino también en el prójimo. Considera la dignidad a la que se eleva el
que se toma seriamente a pecho la salvación de su hermano. Este hombre, en la medida
en que ello es posible al hombre, imita al mismo Dios. En efecto, escucha lo que nos
dice por boca de su profeta: «Quien liana de un injusto un justo, será como mi boca». A
saber: quien se aplica a salvar a su hermano caído en la negligencia e intenta arrancarlo
del lazo del diablo, ni cuanto es posible al hombre, imita a Dios.
¿Existe acaso alguna acción que pueda compararse a ésta? Ésta es la más grande entre
todas las obras buenas. Es la cumbre de toda virtud. Y es natural que así sea. Porque si
Cristo derramó su sangre por nuestra salvación, ¿no es justo que cada uno de nosotros
ofrezca, por lo menos, el aliento de su palabra y eche una mano a quien por negligencia
ha caído en los lazos del diablo? (Juan Crisóstomo, Catequesis bautismal, VI, 18-20).
www.santaclaradeestella.es

Los escribas y los fariseos, aunque Cristo hubiera realizado obras que nadie más había
hecho, insistieron en pedir un signo decisivo que probara de una manera irrefutable su
divinidad. Sí, es cierto, había realizado un gran evento, pero les había decepcionado. Se
habría producido un signo, pero no para ellos. Fue el único evento en el que él no
aparecía como un signo de poder, sino de debilidad. Su humillación fue proclamada y
anunciada al mundo entero. Cuando fue levantado de la tierra, desplego su poder;
atrajo a todos los hombres hacia él, pero no con lo que estaba a la vista, sino con lo que
estaba escondido, que era materia de fe: con su virtud expiatoria. No vayamos, pues, en
busca de signos y milagros, ni pidamos prendas interiores y sensibles del favor de Dios.
Corramos la aventura de la fe y conseguiremos creer la prueba que los otros exigen
antes de creer. El Dios omnipotente está escondido y el mundo no nos lo descubre;
podemos ir a cualquier parte, pero no lo encontraremos. Lo más que podemos hacer por
los caminos de la naturaleza es ir a tientas detrás de él, que, aunque no le veamos, está
cerca de cada uno de nosotros.
Empieza con la fe, a fin de que puedas acabar con la santidad. Se te permite comenzar
con la fe porque esta constituye una realidad santa y figura entre los primeros frutos de
la santidad futura. La fe es la religión de los pecadores que empiezan a purificarse a sí
mismos para Dios, y en todos los tiempos y todas las economías el justo ha vivido de la
fe. Esforcémonos, por consiguiente, en ser sabios mientras el tiempo recibe el nombre
de «hoy».
Busquemos al Señor y su gracia. Acerquémonos a él, que camino sobre el mar y mandó
a los vientos y multiplico los panes. Veámosle con la fe, aunque nuestros ojos estén
cerrados y no podamos reconocerle. Que nuestro dulce Señor este siempre con
nosotros, moviendo nuestros corazones desde dentro, hasta que apunte el día y
desaparezcan las sombras (J. H. Newman, Sermoni liturgici, Fossano 1971, 210-215,
passim). www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
6 Acción. ¿A qué me comprometo con Dios? Para custodiar y vivir la palabra.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Tus mandatos son mi delicia» (cf. Sal
118,14).
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Esforzaos no por conseguir el alimento
transitorio, sino el permanente, el que da la vida eterna» (v. 27).
7 Para la lectura espiritual. Caminar con la palabra.
Debemos dar un tono de valentía a nuestra vida cristiana, tanto a la privada como a la
pública, para no convertirnos en seres insignificantes en el plano espiritual e incluso en
cómplices del hundimiento general. ¿Acaso no buscamos, de manera ilegítima, en
nuestra libertad personal, un pretexto para dejarnos imponer por los otros el yugo de
opiniones inaceptables?
Sólo son libres los seres que se mueven por sí mismos, nos dice santo Tomás. Lo único
que nos ata interiormente, de manera legítima, es la verdad. Esta hará de nosotros
hombres libres (cf. Jn 8,32). La actual tendencia a suprimir todo esfuerzo moral y
personal no presagia, por consiguiente, un auténtico progreso verdaderamente humano.
La cruz se yergue siempre ante nosotros. Y nos llama al vigor moral, a la fuerza del
espíritu, al sacrificio (cf. Jn 1 2,25) que nos hace semejantes a Cristo y puede salvarnos
tanto a nosotros como al mundo (Pablo VI, Audiencia general del 21 de marzo de 1975).
www.santaclaradeestella.es

Los discípulos ven al Señor caminando sobre las aguas y acercándose a la barca. Y como
no viene como le esperaban, son presa del miedo. Sienten que la presencia del Señor
puede ser mucho más insoportable que su ausencia. Tal vez no se liberen ya nunca por
completo de este miedo que ahora aprenden a conocer por vez primera: el miedo a lo
inmenso, a la desaparición de todas las medidas, a verse rebasados, arrollados,
superados por todas partes. Estar solos era algo desagradable, pero todavía es mucho
más incómodo estar con alguien cuya medida hace naufragar constantemente la
nuestra. Su deseo Fue satisfecho de una manera completamente distinta a todo lo que
ellos creían; de una manera que pertenece completa y únicamente al Señor y no a ellos;
de una manera que no cierra la apertura de su deseo, sino más bien la abre de par en
par y la dilata.
Tienen miedo, y él les dice: «No tengáis miedo» (Jn 6,20). No deben tener miedo ante
él, ni por el hecho de haberlos dejado solos, ni de la soledad todavía más profunda de su
compañía, ni de sus milagros, ni de su ser extraordinario. El conoce este desgarro de la
vida habitual y este estar sumergido en una vida desconocida que se dilata cada vez
más. Conoce todo esto porque las peticiones que le ha adelantado el Padre crecen de
una manera 'desmesurada. Por eso les dice: «No tengáis miedo», porque también él
conoce el miedo. No deben temer, porque él les ayudará a llevar la angustia humana. Ni
deben tener miedo aunque él les invite a compartir su propia angustia divina. En este
intercambio les ofrece lo mejor: aquí ellos pueden perder su egoísmo y hacerse
accesibles a su amor. Él les aliviará su pequeño peso humano para hacerles cargar a
cambio, con amor, algo de su cruz infinita (A. von Speyr, doscorsi polemici, Milán 1989,
II, 27-30, passim). www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
**********************************************************************

✞ ✞ ✞ Profesión de Fe

Solo los Domingos y Solemnidades.

✞ ✞ ✞ Intenciones (Oracion de los fieles)

Jesucristo es el pan bajado del cielo. Él intercede por nosotros ante el Padre.
- Por la Iglesia, para que sus miembros den en todo momento testimonio de su fe.
Roguemos al Señor.
- Por los diáconos de la Iglesia, para que, como san Esteban, sean colmados de la
sabiduría y de la gracia del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
- Por los catequistas, que preparan a los niños que recibirán la comunión por vez
primera, para que perseveren fielmente en su importante tarea. Roguemos al Señor.
- Por los aquí reunidos, para que se fortalezca nuestra fe recibiendo frecuentemente el
pan de la eucaristía. Roguemos al Señor.
- Por la Iglesia, para que sus líderes y ministros sustenten al Pueblo de Dios con el
alimento sólido del evangelio, roguemos al Señor.
- Por los cristianos divididos, para que pronto podamos partir y compartir todos juntos el
alimento único del único Señor, el pan de la eucaristía, roguemos al Señor.
- Por todas las comunidades cristianas, para que aprendamos a apreciar el tremendo
valor de la eucaristía y a sacar de él la fuerza para comprometernos a aliviar las
necesidades de nuestros prójimos, cercanos y lejanos, roguemos al Señor.
Concédenos, Padre santo, descubrir y valorar el don de tu Hijo en la eucaristía. Él, que
vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)

✞ ✞ ✞ Oración sobre las Ofrendas

*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.

Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio, para que,
purificados por tu bondad, nos preparemos para el sacramento de tu inmenso amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Oh Dios y Padre nuestro: Para este banquete de la eucaristía, banquete de acción de
gracias, traemos ante ti pan y vino, los dones que tú mismo nos has dado. Ellos
expresan nuestra vida y nuestra lucha. Que se conviertan en signos vivos de la
presencia de tu Hijo entre nosotros, para que él nos sustente en nuestro caminar hacia
una vida y alegría plenas y eternas, y que nos disponga a entregarnos generosamente,
con él y como él, para la vida y felicidad de todo tu pueblo. Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Introducción a la plegaria eucarística
Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio .

a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio pascual III. Cristo vivo e intercesor perpetuo en favor nuestro.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha
sido inmolado.
Porque él no cesa de ofrecerse por nosotros, intercediendo continuamente ante ti;
inmolado, ya no vuelve a morir; sacrificado, vive para siempre.
• Gracias Jesús pues me invitas a creer en Ti y me prometes que así se realizará en mí
la obra del Padre. Te pido que me fortalezcas con tu Espíritu para caminar siempre por
tus senderos. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y
también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria
diciendo sin cesar:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta
o recita las alabanzas a Dios.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para
salvación de quienes la reciban.

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa;
es la transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el
Santísimo sacramento del Altar!

Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de
Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando
principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

Éste es el sacramento de nuestra fe. R/ Anunciamos tu muerte, proclamamos tu


resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
f) Oblación. La asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno
de los participantes.

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su


admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te
ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvemos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un
solo espíritu.
Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto
con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san
N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al
mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu
servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y
diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
g) Intercesiones. Con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con
toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen
del pueblo.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de
nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma
alegría y amor.

a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a
cada persona de la tierra.

• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de que nuestra fe


aumente cada dia mas, para creer en la presencia de Cristo Jesús.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.

R/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no
tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes. R/. Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Danos la paz.
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, que nos dice: “La obra de Dios consiste en que crean en
aquel a quién Él ha enviado".

• Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.

R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la
comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

d) Inmixión o mezcla: el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz.
Antífona de comunión Jn 14, 27
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo, dice el Señor.
Aleluya.

✞ ✞ ✞ Oración después de la Comunión

Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para
la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en
nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oh Padre nuestro amoroso: En el pan eucarístico partido aquí para nosotros
reconocemos al que es la luz de vida, a tu Hijo Jesucristo. Danos siempre este pan, que
sea Jesús nuestro pan de cada día, que sabe mejor cuando se lo comparte con todos los
que, de cualquier manera, tienen hambre de él. Concédenoslo por medio del mismo
Jesucristo, nuestro Señor.

4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea,
para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

✞ ✞ ✞ Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!

Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Reina del Cielo, alégrate, aleluya, porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya. Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Oracion a San Miguel Arcángel.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén

✞ ✞ ✞ Bendición

Hermanos: “Trabajen no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura y
da vida”, nos dice Jesús. En la vida, pues, busquemos al Señor y las cosas de valor
eterno.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda
sobre nosotros y permanezca para siempre.
R/ Amén
Podemos ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16

También podría gustarte