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Si no cuentas con un buen control de tus insumos podrías perder mucho dinero por la mala
calidad o por el vencimiento de tus insumos. Crea una rutina periódica para revisar que todo
está en óptimas condiciones. Así no sufrirás pérdidas.
Este punto es muy amplio, puesto que el hecho de poner en orden las finanzas implica saber
exactamente en qué estás gastando y cómo está ingresando el dinero.
Identifica y detalla todos tus gastos por servicios, por nómina, por renta (si es que
aplica), con proveedores, por capacitación, etc.
Revisa tus costos y precios, es decir, si de acuerdo con tus costos, tus precios son
justos o hace falta hacer ajustes en ellos.
Muchos negocios gastan una suma considerable en capacitar a su personal sin darse cuenta, y
lo malo del caso es que es muy frecuente que los empleados duren muy poco tiempo en su
puesto.
Para tener un sistema eficiente busca que tus empleados trabajen para ti al menos dos o tres
años. Con esto asegurarás el retorno sobre la inversión.
Capacita a tu personal
Todo entrenamiento es bueno y capacitar a tu personal para que sepa hacer exactamente lo
que le toca te ahorrará muchos dolores de cabeza y te ayudará a construir una buena
reputación por el buen servicio de tu restaurante.
Es muy recomendable que tengas manuales de práctica y también que cuentes con buenos
líderes en tu equipo. Si logras esta combinación de liderazgo y capacitación, seguramente el
resultado será muy interesante.
Asegúrate de contar con protocolos que protejan a tus empleados de posibles accidentes de
trabajo. También es importante la utilización de equipos de protección adecuados para cada
tarea, así como las señalizaciones para el buen uso de los enseres en la cocina. Esta buena
práctica también evitará que tengas gastos por accidentes, pero principalmente cuidará la
integridad de tus empleados.
Si el restaurante es parte de una franquicia pide ayuda. Si no, contrata a una empresa de
consultoría contable y fiscal, ya que estar al tanto de todos los temas de esta índole no es fácil
y requiere de conocimiento especializado.
Más de 90 por ciento de las intoxicaciones alimenticias son causadas por tener las manos
sucias. Implementa un protocolo para que cada cierto tiempo suene una alarma y todos dejen
lo que están haciendo para lavarse las manos (siempre que sus tareas lo permitan).
También debes controlar
constantemente la temperatura de donde guardas los alimentos y, especialmente, cuida las
fechas de vencimiento de lo que tienes en tu inventario.
En este punto hay varios aspectos que debes revisar, por ejemplo:
Aplica encuestas de satisfacción para que sepas qué opinan tus clientes de tu
restaurante.
Analiza lo que tus clientes están dejando en sus platos, es decir, el índice de consumo;
si no dejan nada, entonces les gustó mucho; si dejan algo casi siempre, entonces debes
preguntarte por qué.