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NEGOCIO
Si acabas de emprender y aún no sabes cómo administrar un negocio, lo primero que
debes hacer es una planeación de todo lo que hay detrás de tu idea, desde los horarios de
operación hasta los costos fijos, el mercado meta, las habilidades de venta, entre otros
aspectos.
Aunque la lista parece un poco larga y no sabes cómo empezar, no te preocupes, porque
enseguida te explicaremos los elementos que hay que considerar en la administración de un
negocio pequeño o grande.
Planeación
En esta etapa se establecen los objetivos organizacionales, la misión, visión, políticas,
procedimientos, programas y presupuestos generales.
Organización
Aquí buscamos saber: ¿quiénes lo harán?, ¿cómo lo harán? y ¿con qué recursos? En esta
etapa se estructura la empresa, se divide en áreas o ramas, dando forma a su
organigrama. También se diseña el manual de la organización y se definen procedimientos
específicos.
Dirección
Pretende ejecutar las acciones de manera eficiente, influyendo en el personal para que se
cumplan los objetivos. Comprende conceptos como delegación, comunicación,
motivación, liderazgo y relaciones humanas.
Control
Pretende retroalimentar continuamente al sistema con base en la medición y evaluación
de las actividades realizadas, es decir, saber si se han logrado los objetivos y cuáles son
los cambios que hay que hacer para logarlos.
1. Puntos de venta
Siempre hay que pensar que el mundo de los negocios se trata de invertir, así que no
consideres como un gasto buscar puntos de venta, sino como una inversión.
Utiliza el apoyo de herramientas externas que ayuden a administrarte mejor, esto no solo le
dará una imagen más profesional a tu negocio, sino que también te ahorrará mucho tiempo
y esfuerzo para la administración de tus procesos y utilidades, así mismo será más fácil
llevar un control para cuando tengas colaboradores que transporten o muevan tu inventario.
Registra todo en una computadora que cuente con un software que te permita llevar
la administración de tu negocio. Nosotros te recomendamos Eleventa, si estás en México;
Loggro, si estás en Colombia; Sage, si estás en Chile; ContaAzul, si estás en Brasil, o
cualquier sistema que te permita tener tu negocio bajo control.
Con ayuda de la tecnología también podrás generar tus reportes de venta y te será
mucho más fácil manejar los datos para la declaración de impuestos. Si no tienes para
invertir en algo así, entonces usa lápiz y papel y hazlo a la antigua, aunque recuerda
optimizar tu tiempo para invertirlo en áreas que requieren de toda tu atención, y evalúa el
costo/oportunidad de contratar un software que te ayude versus invertir cientos de horas en
labores operativas.
3. Realiza inventarios
4. No olvides la organización
Recuerda que el producto debe de ser autosustentable, si no lo es, hay un error de captura
en el sistema, puedes estar siendo víctima de robo hormiga o un proveedor está inflando sus
precios.
5. Ahorra
Ahorrar te evitará desembolsar capital destinado para otro fin, así mismo te ayudará a
invertir constantemente en la mejora de tu negocio. No olvides que es como tu hijo, lo
tienes que cuidar y alimentar día con día para que crezca.
Para saber en qué áreas de tu negocio es posible ahorrar, deberás saber qué tienes,
qué no, en qué inviertes y en qué no. Durante este proceso será necesario que utilices la
tecnología y te asegures de que llevas el método correcto.
1. Estructura un plan de negocios en el que contemples tus gastos a largo plazo y en el que
evalúes qué recursos debes invertir para sacar provecho de tus productos o servicios.
2. Separa los gastos de tu empresa con tus gastos personales.
3. Conoce tu competencia y encuentra tu propuesta de valor para aumentar tu crecimiento
en el mercado.
6. Lleva un control
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estratégicamente recursos humanos y materiales que te ayuden a sacar el mejor provecho de
tus esfuerzos, de modo que construyas un entorno empresarial óptimo para hacer crecer tu
emprendimiento.
COMO ADMINISTAR MI NEGOCIO
Uno de los problemas más recurrentes en los micro negocios es la falta de una eficaz
administración, debido a la falta de experiencia o a un desconocimiento del correcto manejo
de los recursos.
Cuando se inicia un negocio, por lo general el dueño pone mayor atención a las ventas o a
la producción y se olvida o deja para después el tema de la estrategia de administración, el
cual es importante para planificar y prevenir futuros riesgos, como quedarse sin inventario
o el incremento en el precio de su materia prima, por ejemplo.
Sea del tamaño que sea, para todo negocio es fundamental llevar un control de su
información para poder administrarse, lo cual no implica simplemente vender, inventariar
cuando haya tiempo y al final de la jornada hacer cuentas y pensar que eso fue lo que se
ganó de utilidad.
En los negocios, sobre todo los pequeños, es importante llevar un registro de cada producto
vendido al final del día. Al terminar cada mes, hay que checar el total de cada producto
vendido para saber cuál es el que tuvo una mayor demanda, eso ayudará a llevar la relación
entre ventas, costos y utilidad.
2. Controla tu inventario.
Si vendes productos como artículos de belleza, regalos o enlatados, por decir algunos,
necesitas llevar al día tu inventario, esto es, la cantidad de productos que tienes
almacenados en una bodega y los que exhibes a la venta al público. Si desconoces el
número de artículos que tienes en tu inventario, te puede ocasionar un desabasto y por ende
ocasionarte pérdidas al no efectuar la venta.
Si eres de los que aún cree que al restarle el costo del proveedor a tu precio obtienes tus
utilidades, no es así, debes considerar otros costos como:
Costos fijos: Estos no dependen de las ventas, como son la renta del local, los
sueldos o pagos de servicios (agua, luz, gas, teléfono).
Costos variables: Dependen del producto vendido, como son la materia prima, los
insumos usados, entre otros.
Costos directos: Son los más obvios, es el precio al que te lo deja tu proveedor.
Costos indirectos: La mayoría no los toma en consideración, como son el gasto de
gasolina para ir a recoger o repartir el producto, el transporte, el desgaste y arreglo
de las máquinas, etcétera.
Para que tu negocio sobreviva, debes tener un control de tu efectivo circulante, que es el
que utilizas todos los días para efectuar tus movimientos financieros con tus clientes,
proveedores de insumos o materia prima y con quienes te ofrecen servicios.
Lleva un registro diario del dinero físico que entra y del dinero que sale. Recuerda que no
es lo mismo el control del efectivo y el de ventas, ya que una venta a crédito no se ve
reflejada en el dinero físico que tienes en caja.
Es necesario que tengas en mente las deudas de corto y largo plazo que tienes que pagar,
como son los sueldos, la renta, el pago de servicios, de créditos, pago a proveedores, entre
otros.
Gracias al control que tienes en tus ventas, puedes determinar la cantidad de artículos que
debes vender cada mes para tener el dinero que te ayude a cumplir en tiempo y en forma
con todas tus deudas.