Las metodologías que

permiten la transformación
de la educación en
neuroeducación
La neuroeducación
Dr. Juan Moisés de la Serna
CONTENIDO
1. Objetivos.
2. La metodología tradicional en la educación.
3. La nueva metodología desde la
neuroeducación.
4. Resumen.
5. Bibliografía.

Objetivos
• Conocer las características de la educación
tradicional.
• Explorar las recomendaciones de la neuro-
educación el aprendizaje.
LA METODOLOGÍA TRADICIONAL
EN LA EDUCACIÓN
La educación ha sido uno de los temas más tratados
desde distintos ámbitos, buscando optimizar el proceso
de enseñanza-aprendizaje. Si bien la educación tiene
una historia larga, no ha sido hasta el desarrollo de
las neurociencias que se ha podido observar cómo se
va produciendo el proceso de aprendizaje. Aunque los
primeros estudios se centraban más en la determinación
de funciones y vías neuronales, lo que proporcionó
gran información sobre los procesos de sensación
y percepción, fue el descubrimiento del papel de la
Potenciación a Largo Plazo que se pudo comprobar
cómo se producía el aprendizaje; igualmente los
descubrimientos con respecto a la plasticidad neuronal
han permitido comprender mejor cómo el cerebro va
cambiando en función del aprendizaje.
Desde hacía décadas, y gracias al modelo de estudiar
a personas lesionadas, se conocía cómo determinadas
estructuraras estaban implicadas en una u otra función,
siendo la ausencia o dificultad en dicha función al verse
afectada esa región del cerebro la prueba más fiable.
El estudio del cerebro, ha permitido comprobar, cómo
existen áreas especializadas, dedicadas al procesamiento
diferencial de la estimulación, así cuenta con un área
dedicada al análisis visual, en la parte posterior del
cerebro, en el lóbulo occipital, lo que se denomina, como
corteza visual; en el lóbulo temporal, ubicado delante
de la corteza occipital, se encuentra el área dedicado al
procesamiento auditivo, denominado corteza auditiva;
en el lóbulo parietal, por encima del lóbulo temporal, se
encuentra el área de procesamiento somatosensorial, y
en el lóbulo frontal, en la parte anterior del cerebro, se
encuentra el área motora.
Sabiendo que estas áreas, son necesarias para el
correcto desempeño de las funciones que se encargan, y
que una lesión en las mismas va a entorpecer, perjudicar
y hasta detener, la posibilidad de ver, oír, sentir o moverse.
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Cuando estas alteraciones neuronales, provocan una
incapacidad para comunicarse de forma correcta, ya
sea a través de la palabra o la escritura, se denomina
afasia, siempre y cuando tenga una base cerebral que lo
sustenta. Existen muchas causas posibles de la afasia,
desde un ataque cerebrovascular, tumores cerebrales,
infecciones, accidentes o demencias entre otras.
Según la gravedad de la afectación, la afasia va a ser
más o menos probable de que se recupere, gracias a la
intervención del neurologopeda, quien está especializado
precisamente en el diagnóstico y tratamiento de las afasias.
Cuando el que se ve afectado, es el lóbulo parietal, que
es el centro de la información sensitiva, con un papel
destacado en el lenguaje, se va a producir la aparición de
la discalculia (problemas con las matemáticas), dislexia
(problemas con el lenguaje), afasia (problemas con la
pronunciación), apraxia (problemas de movimiento),
agnosia (problemas de reconocimiento).
El lóbulo temporal por su parte, está implicado en los
procesos del lenguaje, relacionados con el procesamiento
auditivo, igualmente interviene en el procesamiento de
imágenes complejas. Además, participa de los procesos
de consolidación de memorias a largo plazo. Su lesión
provoca dislexia, afasia y deterioro de la memoria verbal.
En el lóbulo occipital por su parte se encuentra el
centro de procesamiento visual, donde llega toda
la información percibida por la vista, a través de los
nervios ópticos. Las lesiones en esta área provocan
problemas de reconocimiento y procesamiento de las
imágenes captadas, y por tanto dificulta el aprendizaje
social, así como las áreas relacionadas con el arte.
Con respecto a la dislexia, quizás uno de las dificultades
del aprendizaje más estudiado se han reportado
diferencias cerebrales entre los pequeños con y sin
dislexia, presentando entre aquellos que lo sufren
mayores asimetrías, con una activación desigual del
tálamo, y con alteraciones del componente fonológico,
con reducción del grosor en el cíngulo anterior, la
circunvolución frontal derecha y la circunvolución
frontal media bilateralmente. Además la dislexia ha sido
asociada a problemas en la memoria de trabajo, ante
tares de denominación rápida, procesamiento visual o
lingüístico y el desarrollo motor.
Con respecto a la discalculia, se ha observado un menor
rendimiento en cuanto menor sea la memoria del menor,
igualmente este trastorno está asociado a una disfunción
del lóbulo parietal bihemisférico, siendo afectado en
cuanto a la comprensión y producción de números ante
la lesión del área del lenguaje del hemisferio izquierdo.

Con respecto a la disgrafía, indicar que participan en
la misma multitud de procesos, como el lenguaje, el
metalenguaje, la atención o las funciones ejecutivas, por
lo que una afección en las bases neuronales de algunas
de las mencionadas va a dar como consecuencia
problemas en la escritura.
Por tanto el cerebro es la base sobre el que se
sustenta cualquier aprendizaje, siendo necesario un
“normal” desarrollo del mismo para poder construir un
conocimiento cada vez más complejo, tal y como lo
muestran las investigaciones neuronales en las personas
bilingües, donde la edad de inicio del segundo idioma va
a determinar la forman en que va a trabajar y cómo esta
va a afectar a otras áreas cognitivas.
Si bien el modelo “tradicional” de enseñanza ha sido
el de repetir una y otra vez la lección hasta aprenderlo,
este se ha visto como un mecanismo didáctico “pobre”,
que tiene efectos limitados en la comprensión de lo
aprendido, más allá de poder enunciar “de carrerilla” los
ríos, capitales de países o fechas históricas entre otras.
Cuando se trata de un conocimiento más elaborado, el
cerebro requiere de un mayor procesamiento haciendo
partícipe de otras áreas, lo que va a enriquecerlo
pudiendo generar Insight neuronal en donde participa
el lóbulo frontal.
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Si bien el modelo de aprendizaje tradicional está basado
en transmitir el conocimiento desde el docente al alumno;
en los últimos años han surgido nuevas propuestas
que defienden un papel más activo de estos últimos,
fomentando el aprendizaje por descubrimiento, es decir,
permitiendo que estos tengan Insight neuronal.
El Insight es una forma de acceder al conocimiento ya
sea por deducción o inducción, pero sin ser transmitido ni
guiado, es decir, es la propia persona es quien “descubre”
la respuesta a una cuestión o problema planteado
basándose en su propia experiencia o conocimiento y en
los elementos con los que cuenta.
Para ello se requiere de una memoria de trabajo
desarrollada donde se mantengan todos los elementos
“posibles”, se analice con la información sensorial y la
memoria, con lo que obtener una solución.
Se suponía que la capacidad del aprendizaje por Insight
era exclusiva de la raza humana, ya que requiere de
cierto nivel de toma de conciencia de la información, su
manipulación, y la obtención de una respuesta original,
pero, se ha comprobado mediante experimentación
cómo también se exhibe en primates superiores.

A nivel teórico, el aprendizaje por repetición es defendido
por las corrientes conductistas y neo conductistas,
mientras que el Insight lo es desde las teorías cognitivas.
En definitiva se puede afirmar que el cerebro es un
sistema complejo con la capacidad de aprender
y adaptarse, con una importante función social y
emocional, que busca “significados” a los estímulos,
transformando las sensaciones en percepciones, y
estas a su vez en aprendizaje, para lo que requiere
de procesos como la atención focalizada, la memoria
de trabajo, todo lo cual va conformando un cerebro
único e irrepetible para cada individuo, basado en sus
propias experiencias y aprendizajes.
Aprendizajes que están fundamentados en las huellas
de memoria que están distribuidas en el cerebro, donde
tiene un papel destacado el hipocampo, como centro de
interconexión de información proveniente de diversas
áreas, y que permite la fijación de la memoria de corto
a largo plazo, siendo estos organizados en redes
neuronales organizados en capas según su antigüedad.
LA NUEVA METODOLOGÍA DESDE
LA NEUROEDUCACIÓN
Las sensaciones transmiten hacia el cerebro,
gracias a la estimulación de los primeros y a las vías
nerviosas de comunicación que con distintas áreas
del encéfalo, información que es analizada y de ser
novedosa, proporciona aprendizaje, por tanto para que
se produzca la experiencia a nivel neuronal es preciso
que exista una estimulación interna o externa y que
esta llegue a ser percibida.
Mucha información va a ser “desechada” en este
proceso, ya sea por ser estímulos que no superan el
umbral, y por tanto, con una escasa saliencia como por
que la persona esté conscientemente ateniendo a un
estímulo, mediante la atención focalizada, pasando el
resto de la estimulación a ser “irrelevante”.
Experiencia que va a ir conformando los nuevos
aprendizajes, tradicionalmente asociados a la
enseñanza en clase, donde el modelo tradicional ha
sido el de la clase magistral, aspecto que ha sido
cuestionado por la neurociencia.
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La neuroeducación por su parte está basado en las
últimas aproximaciones del constructivismo, las
inteligencias múltiples, la inteligencia emocional, el
aprendizaje activo y el basado en el descubrimiento,
todos ellos aportes de los últimos años que han
supuesto un cambio en la concepción en la educación
tradicional, otorgando un mayor protagonismo al
proceso de aprendizaje por parte del alumnado.
El constructivismo, defiende que el conocimiento se
va construyendo por parte de la persona, y que existen
determinadas características que facilitan el aprendizaje,
como es el andamiaje que va a permitir dicho proceso,
lo cual va a generar cambios en las ideas previas del
alumnado incorporando los nuevos aprendizajes.
El modelo de inteligencias múltiples de Gardner
establece siete inteligencias básicas con las que la
persona se relaciona con el mundo: la lingüística, la
lógico-matemática; la corporal-cinética, la espacial, la
musical, la interpersonal y la intrapersonal, pudiendo
tener la persona un mayor o menor desarrollo en cada
una de estas inteligencias.
La inteligencia emocional de Goleman, da cuenta del
mundo emocional de la persona, el cual está muy
relacionado con la relación materno-filial y el estilo
educativo familiar, existiendo personas con un mayor
o menor grado de desarrollo de inteligencia emocional.
El aprendizaje activo, donde el alumno es el
protagonismo de su aprendizaje, gracias a la
motivación y a la curiosidad lo que le lleva a explorar
y buscar la repuesta, superando así el modelo de
alumno pasivo que se limitaba a “coger apuntes” en
clase, aprendérselo y responder adecuadamente a los
exámenes al final del curso.
El aprendizaje basado en el descubrimiento, donde se
sustituye la labor de docente como “poseedor de la
verdad” la cual comparte con sus alumnos, en cambio
a través de esta aproximación es el alumno quien debe
de indagar en distintas fuentes y tratar de obtener sus
propias conclusiones al respecto, descubriendo la
respuesta a las cuestiones planteadas por el docente.
Todas estas aproximaciones de forma individualizada
han mostrado un aumento de la implicación del
alumno en la materia que se imparte, y al final en un
mayor nivel de aprendizaje, aspecto que coincide con
el objetivo de la neuroeducación.

La importancia del cerebro en el aprendizaje, queda
plasmado en cuando se produce el deterioro del mismo,
por ejemplo en el caso del Alzheimer, enfermedad
neurodegenerativa cuyo síntoma principal es la
pérdida de memoria, con lo que se evidencia cómo van
“fallando” los aprendizajes adquiridos durante la vida,
al desconocer cómo se denominan los objetos, cuál
es su funcionalidad o cómo se viste uno, aspectos
que normalmente uno no aprecia como aprendizajes
y que es fundamental para ser independiente y llevar
una buena calidad de vida.
Muchos son los hallazgos que se han realizado
desde las neurociencias que han “estimulado” nuevas
concepciones en la educación tal y como fue en su
momento el modelo de los hemisferios cerebrales, el
cual se basa en las diferencias hemisféricas existentes
dadas por la especialización de determinadas funciones
asociadas a un hemisferio cerebral y no al otro.
Así el hemisferio derecho se encargaría de los
aspectos no verbal, más visual, espacial, musical,
gestáltico e intuitivo.
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Mientras que el hemisferio izquierdo lo haría del
procesamiento verbal, la codificación y descodificación
del lenguaje, el análisis lógico, analítico, racional,
secuencial y temporal.
Basado en estas observaciones en su momento se
propuso un modelo “nuevo” de aprendizaje separando
la forma de enseñar en función de que el alumno tenga
mayor o menor dominancia de un hemisferio.
Así los alumnos con una dominancia del hemisferio
izquierdo, comprenderán mejor las explicaciones
basadas en, reglas guiado por el pensamiento abstracto,
prefiriendo la materia organizada y estructurada,
apoyado con material escrito, donde se reflejen las
ideas principales, orientado al objetivo final, necesitando
comprobar y validar los resultados alcanzados con la
respuesta “correcta”. Estos alumnos son buenos en
oratoria, ortografía, lectura y escritura.
Mientras que a los alumnos con dominancia del
hemisferio derecho, comprenderán mejor con ejemplos
concretos, guiados por un pensamiento concreto.

De forma que el docente debe de variar su forma de
impartir clases para adaptarlo a ambos grupos de
alumnos, para que puedan aprovechar por igual la
enseñanza, explicando las reglas para uno y poniendo
ejemplos concretos para otro, prefiriendo aprender
mediante actividades abiertas, preocupado más
por el proceso que por el fin, guiándose más por las
imágenes y sensaciones que por las explicaciones
verbalizadas. Estos alumnos son buenos en la
expresión artística, el cálculo y la música.
Igualmente el descubrimiento del “cerebro emocional”
permitió un avance más, con la proposición del modelo
de los cuadrantes cerebrales, donde separa en función
de la relación entre la corteza (izquierda y derecha) y el
sistema límbico (izquierda y derecha) dando así origen a
una persona con mayor dominancia de:
• Cortical derecho, sería más intuitivo, integrador,
espacial e imaginativo, decantándose por la
innovación, la creatividad y la investigación.
• Cortical izquierdo, sería más lógico, crítico,
analítico y realista, decantándose por la resolución
de problemas, las matemáticas y las finanzas.
• Límbico derecho, sería más comunicativo, musical,
empático y expresivo, decantándose por el contacto
humano, la enseñanza y la expresión oral y escrita.
• Límbico izquierdo, sería más secuencial,
detallista, administrador y planificador,
decantándose por la administración y gestión,
siendo un buen orador y trabajador.
De forma que el aprovechamiento del alumno será en
función de sus propias inclinaciones, siendo bueno
en aquellos aspectos relacionados con la dominancia
de su cuadrante, y mostrando dificultades e incluso
desinterés por aquellas materias no relacionadas con las
temáticas propias de su dominancia; por lo que, según
este modelo se debería de potenciar las cualidades
y capacidades de cada alumno, consiguiendo así
alcanzar su mayor potencial.
Una enseñanza uniforme para todos los alumnos, no sólo
sería desaprovechado por estos ya que sólo “cultivaría”
parcialmente sus potencialidades, si no que podría
acarrear sentimientos de aburrimiento y de “pérdida de
tiempo” al no atender a las demandas de cada alumno
según su propio cuadrante.
Igualmente se han de tener en cuenta cada uno de los
procesos cognitivos como la memoria, la atención, la
percepción, e incluso otros menos conocidos como la
autorregulación que es la capacidad que tiene la persona
de “controlarse” así mismo, algo que va a afectar de forma
directa o indirecta, en el resto de los procesos cognitivos,
como por ejemplo en la atención, siendo imprescindible
para la atención focalizada; igualmente un desarrollo
adecuados de la autorregulación va a permitir alcanzar
las metas establecidas y guiadas por la motivación.
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El desarrollo de la autorregulación, se va produciendo a
medida que el pequeño va teniendo experiencias, tanto
positivas como negativas, sobre sus actos, y son las
consecuencias directas o vicarias, las que le van a ir
guiando sobre qué es lo “correcto” o no socialmente.
Aspecto que con el tiempo va a ir interiorizando y
asumiendo como propio, como parte de la socialización
del individuo, ajustando los “criterios sociales” a los
individuales, algo que se puede observar entre los
“extranjeros” que muestran un comportamiento en
ocasiones “extraños y desajustados”, cuando en realidad
mantienen la misma conducta que es “esperable” en su
país de origen.
Esta autorregulación se aprende desde pequeño en
la casa y en la escuela, donde se van “imponiendo”
cada vez más normas, reglas y limitaciones al
comportamiento del alumnado, dándose así cierta
homogeneidad a todos los menores.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, son diversos las
actividades sugeridas desde la neuroeducación que
se pueden implementar desde el aula para fomentar el
proceso de aprendizaje entre los menores:
• Realizar evaluaciones periódicas, ofreciendo
Feedback sobre los resultados.
• Ofrecer calificaciones “extras” a la realización de
ejercicios a medio plazo.
• Dar turnos de palabra tras cada explicación, no
permitiendo las interrupciones.
• Proporcionar reforzadores sociales positivos a las
intervenciones en clase.
• Requerir actividades a realizar en casa al día siguiente.
• Facilitar el trabajo colaborativo en el aula, con
exposición final de los resultados.
• Fomentar que todos participen en el aula con sus
intervenciones.
• Evitar las actividades y acciones competitivas
entre alumnos.
• No permitir situaciones de burla o agresiones entre
el alumnado.
• Incentivar la expresión emocional “adecuada” en
clase sin sobresaltos ni “descontroles”
• Procurar evitar las frustraciones del alumnado en
el aula, facilitándoles un material atractivo y una
clase motivadora.
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RESUMEN
La neuroeducación ha supuesto un punto de inflexión
en el aprendizaje, poniendo en evidencia la forma de
incorporar mejoras basadas en los últimos hallazgos de
la neurociencia, implementando para ello cambios en la
forma de afrontar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA
1. REYES, M. RODRIGUEZ Y. Niveles de conocimiento
sobre neurociencia y su aplicación en los procesos
educativos. In Crescendo [Internet] 2015, 6(2):
104-113. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/
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2. RIOS J. A; LOPEZ, C. Neurobiología de los trastornos
del aprendizaje y sus implicaciones en el desarrollo
infantil: propuesta de una nueva perspectiva
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Institución Universitaria de Envigado [Internet] 2017,
11(19): 3- 33.Disponible en: https://dialnet.unirioja.
es/descarga/articulo/6090227.pdf