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Elementos de Lingüística y Semiótica

Segundo Cuatrimestre 2007

Alumna: Laura Soledad Vilas


DNI: 27.225.871
Comisión: 7
Profesora: Nora Rigonatto

Tema: Worf, B. (1971) “Ciencia y lingüística”. En: Pensamiento, lenguaje y realidad.


Barcelona.

Whorf comienza su artículo haciendo referencia a algunos postulados acerca del lenguaje
desde la Lógica natural. Desde esta lógica se plantea que el habla o la utilización del
lenguaje únicamente “expresa” lo que ya ha sido esencialmente formulado de una manera
no lingüística. Por lo tanto se supone la formulación es un proceso independiente,
llamado pensamiento y se supone que éste es bastante indiferente a la naturaleza de cada
lengua. Desde este punto de vista, el pensamiento no depende de la gramática sino de las
leyes de la lógica y de la razón, que se supone son las mismas para todos. O sea que las
lenguas diferentes serían esencialmente métodos paralelos para expresar lo racional del
pensamiento.
Whorf plantea entonces que la lógica natural contiene dos apariencias engañosas, por un
lado no ve que los fenómenos de una lengua tienen con respecto a sus propios parlantes
un amplio carácter relacionado en el fondo de experiencia, de modo que se encuentra
fuera de la conciencia crítica del parlante. Y por otro lado, confunde el acuerdo sobre la
cuestión tratada, logrado mediante la utilización del lenguaje, con el conocimiento del
proceso lingüístico mediante el que se consigue tal acuerdo.
El complejo sistema de modelos lingüísticos y clasificatorios que dos personas que
hablan, tienen que tener en común antes de que uno y otro se puedan entender
mutuamente, representa todo el fondo de experiencia de ambos. Estos fenómenos de
fondo de experiencia son el ámbito de trabajo del gramático o del lingüista científico,
quien ya ha comprendido que la habilidad para hablar con fluidez una lengua no
proporciona necesariamente un conocimiento lingüístico de ola misma, o sea una
comprensión de sus fenómenos de fondo de experiencia, de sus procesos sistemáticos y
de su estructura.
Ali donde los asuntos humanos se llega a un acuerdo o asentimiento ya están presentes o
no como parte del procedimiento de cualquier clase de simbolismo especializado, este
acuerdo se consigue mediante procesos lingüísticos y no de otra forma.
Se descubrió que el sistema lingüístico de fondo de experiencia (la gramática) de cada
lengua, no es simplemente un instrumento que reproduce ideas, sino que es más bien en
sí mismo el verdadero formador de ideas, el programa y guía de la actividad mental del
individuo que es utilizado para el análisis de sus impresiones y para la síntesis de todo el
almacenamiento mental con el que trabaja. La formulación de ideas no es un proceso
independiente, estrictamente racional , sino que forma parte de una gramática particular y
difiere, desde muy poco a mucho entre las diferentes gramáticas.
Nosotros dividimos la naturaleza, la organizamos en conceptos, y adscribimos
significados, principalmente porque hemos llegado al acuerdo de hacerlo así, un acuerdo
que se mantiene a través de la comunidad que habla nuestra misma lengua y que está

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codificado en los modelos de nuestro lenguaje, este acuerdo es implícito, pero sus
términos son absolutamente obligatorios. Este hecho resulta significativo para la ciencia
moderna, ya que significa que ningún individuo es libre para describir la naturaleza con
absoluta imparcialidad, sino que está constreñido a utilizar ciertos modos de
interpretación para describir la naturaleza, aún cuando generalmente el mismo individuo
suele pensar libremente.
Whorf finaliza diciendo que las lenguas diseccionan la naturaleza de muchas formas
diferentes, y que allí se pone de relieve la relatividad de todos los sistemas conceptuales
incluidos el nuestro, y su dependencia del lenguaje.

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