A partir de los 6 años, y dependiendo del desarrollo cognitivo, se alcanza la

conciencia de la constancia del sexo, de que ser niño o ser niña es un estado
permanente.

La tipificación sexual es el proceso a través del cual niños y niñas adquieren la

identidad de género, es decir, el conocimiento de las pautas de conducta que la
sociedad asigna a cada uno de los sexos.

Hay toda una gama de conductas, actividades y actidudes que la sociedad liga al
sexo, tales como roles o profesiones, que son reproducidas a través de la presión
social. Algunas son claros estereotipos y otras son más sutiles que, en todo caso,
tienden a debilitarse en las sociedades occidentales.

Los niños/as de hasta 3 años son bastante transigentes con las desviaciones de
género, pero a partir de esta edad y hasta los 8-9 años se vuelven bastante
críticos/as con las faltas a los convencionalismos. Sus conductas son
estereotipadas y adoptan actitudes de ridiculización y rechazo hacia las que
consideran impropias del género, lo que se observa especialmente en el caso de
los varones.

Entre las explicaciones a este fenómeno está la presión social y la necesidad de

apoyarse en estereotipos para fortalecer la identidad sexual.

3. PROCESOS MENTALES, AFECTIVOS Y CONDUCTUALES EN LA

SOCIALIZACIÓN.

La socialización es un proceso interactivo entre el individuo y la sociedad,

necesario para que el niño/a satisfaga sus necesidades y asimile la cultura del
grupo social en el que nace y para que la sociedad se perpetúe y se desarrolle.

La socialización supone la adquisión de conocimientos, conductas, normas,

costumbres, valores que la sociedad transmite y exige. Félix López las resume en
3:

- Procesos mentales: adquisición de conocimientos.

- Procesos afectivos: formación de vínculos.
- Procesos conductuales: conformación social de la conducta.

Los 3 procesos se relacionan íntimamente entre sí y no existen de forma

separada.

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 3.1. PROCESOS MENTALES.

Implican la adquisición de conocimientos y experiencias referidos a:

- Personas: familiares, extraños, roles, relaciones…

- Sociedad: conocimientos sociales, valores, instituciones…

Según Félix López, los procesos mentales que llevarán al niño/a a la socialización
tienen una especial relevancia entre los 0-3 años y siguen la siguiente evolución:

- 0-3 MESES:

o Capacidad de percibir expresiones emocionales y reaccionar ante

ellas, probablemente como efecto del contagio emocional.
o Aprendizaje de indicios sociales a través de contignecias (postura de
amamantamiento, repertorio verbal de la madre cuando se
despierta el/la bebé).

- 3-6 MESES:

o Discriminación de personas y reacción consecuente con su presencia

(mirada, sonrisa, llanto…).
o Reconocimiento de las personas significativas.
o Experimentación de angustia de separación ante la ausencia de la
madre.

- 6-12 MESES:

o Adopción de una posición de cautela o miedo ante los/as

desconocidos.
o Reacciones diferenciadas en conductas visuales, sonoras y motoras
(mirada huidiza, vocalizaciones o llanto, abrazos u ocultamiento de
la cara, aceptación o rechazo).

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 o Reconocimiento de sí mismo/a (10 meses).

- 12-18 MESES:

o Reconocimiento de sí mismo/a sin contingencias.

- 18-24 MESES:

o Uso de pronombres.
o Reconocimiento conductual de la existencia de dos tipos de
vestidos, juguetes…
o Sentido de pertenencia a una de las categorías sexuales que implica
el conocimiento de la identidad sexual y de género de sí mismo/a y
de los/as demás.
o Elección de ropas apropiadas a su sexo.
o Colaboración al vestirse, desvestirse, control de esfínteres, hábitos
de mesa, comunicación por turnos…
o No conoce o no comprende la norma social, lo que da lugar a
rabietas.

- 2-3 AÑOS:

o Conocimiento de la identidad sexual y de género suficiente para

definir con claridad las preferencias.

Los procesos mentales de socialización son amplios y diversos: valores,

constumbres, normas, personas, instituciones y símbolos sociales, así como el

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