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EL ESTUDIO DE LA LENGUA

GENERALIDADES
De dos modos se plantea el estudio de una lengua: como actividad encaminada a
dominar su funcionamiento (perceptivo y activo) y como esfuerzo tendente a reconocer
su estructura, forma de funcionamiento, etc. Ambas cosas, desde luego, se
interrelacionan.
El estudio del fenómeno lingüístico conecta, no obstante, con tal cantidad de cosas
-fisiología, física acústica, sicología, etcétera- que por estudiar una lengua debemos
entender restringidamente estudiar la competencia de una lengua, de los hablantes de
una lengua, a través de sus actuaciones y de los modos de inducción y deducción que
nos pueden llevar a ella. Llamaremos al estudio de la competencia lingüística gramática.
¿Y en qué consistirá realmente esta competencia? Parece sencillo enunciarlo si se tiene
en cuenta lo dicho en el capítulo 3 sobre el funcionamiento del acto de comunicación
lingüística: al modo de asociación entre significantes y significados produciendo signos y
cadenas de signos que vamos a llamar en adelante sintagmas.
Pero estos sintagmas no son cadenas de signos incoherentes, sino que tienen
significado, coherencia, son capaces de establecer la comunicación. Llamaremos a
estas cadenas de signos o sintagmas coherentes oración. La competencia de un
hablante es la capacidad que tiene dicho hablante para emitir oraciones mediante la
aplicación de una serie de reglas que:
Relacionan los sonidos con los significados? es decir, relacionan las i. conceptuales de
los significados con las i. conceptuales de los significantes.
Relacionan unos signos con otros.
Al estudio de los significantes y su modo de combinarse con las i. c. de los significados
se suele llamar Fonología. Semántica se reserva como nombre de la ciencia que se
refiere a las i. c. de los significados y su modo de combinarse entre si a través de los
significantes. La Morfología y la Sintaxis se ocupan tradicionalmente del modo de
relación entre los signos de un mismo lenguaje.
La actuación lingüística es el acto complejo por el que se ponen en juego todos estos
elementos y sus combinaciones. En la actuación no es posible discernir si la fonología
es anterior a la semántica o viceversa. El acto del habla es, seguramente, unívoco.
Pero, por comodidad y claridad, al referirnos a la competencia lingüística disociamos
estos aspectos como si se tratara de componentes diversos que entran a formar parte
en distintos momentos del proceso.
Esta disociación nos permite suponer:
Que existen una serie de signos mínimos que, al combinarse de modo complejo,
producen las oraciones.
Que esos signos mínimos pueden a su vez descomponerse en unidades distintivas
mínimas o fonemas.
Que la combinación de formas de modo arbitrario, pero también tradicional (cfr. cap. 3),
produce significantes.
En realidad, el camino correcto es el inverso:
Un hablante produce oraciones o unidades superiores formadas de oraciones.
Analizando las oraciones encontramos que se componen de signos y sintagmas.
Analizando los signos aprendemos que algunos de ellos son mínimos, es decir:
unidades indivisibles.
Analizando los signos mínimos llegamos a la conclusión de que están formados por
fonemas, unidades que ya no son signos -no tienen significado-, pero que sirven para
distinguir -a unos signos de otros («bala» de «pala», «mala», «sala», «tala», etcétera).
Lo que la gramática, según todo ello, tendría que estudiar y analizar es, volviendo a
recorrer el camino:
Cuáles son las formas de una lengua.
Cómo se combinan entre si para formar sinos.
Cuáles son los signos mínimos, sus clases.
Cómo estos signos relacionan el significante y el significado, es decir, qué
correspondencia hay entre el significante y el significado a nivel de signo mínimo.
Cómo los signos mínimos se asocian entre si para formar sintagmas.
Clases de sintagmas.
Relación significante-significado en los sintagmas.
Como los signos y sintagmas se combinan entre si para formar oraciones.
Clases de oraciones.
Significado de las oraciones, o relaciones significante-significado en las oraciones.
Cómo las oraciones se combinan entre si para formar unidades mayores.
Unidades lingüísticas supraoracionales, sus clases.
Significado de las unidades supraoracionales.
Ordenamos todo ello agrupando los estudios similares:
1° Cuáles son los fonemas de una lengua (1); como se combinan entre si para formar
signos (2); valor y características del significante a nivel de los signos mínimos (4, en
parte); valor de los significantes y sus características a nivel de sintagmas (7, en parte).
Valor y características de los significantes a nivel de oración (10, en parte); valor y
características del significante a nivel supraoracional (12, en parte). De todos estos
aspectos se ocupará la FONOLOGIA.
2° Significados de los signos mínimos (4, en parte); valor de los significados a nivel
sintagma (7, en parte); significado de oración (10, en parte); significado de las unidades
supraoracionales (13, en parte). De todos estos aspectos se ocupará la SEMANTICA.
3° Identificación y categorización de signos mínimos (3); combinaciones de signos
mínimos para formar sintagmas (5); combinaciones entre signos y sintagmas para
formar oraciones (8); combinación de oraciones para formar unidades mayores (11). De
todos estos aspectos se ocupa la MORFOSINTAXIS.

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