El punto de vista en Lingüística: sistema y estructura
-Nacimiento de la Teoría de F. Saussure en el siglo XX -La propuesta de su obra a través del C.L.C. En la clase inicial se plantean algunas precisiones Saussureanas de los siguientes temas: Punto de Vista Saussure sostiene: “El punto de vista crea el objeto”. Esta afirmación se constituye y da la posibilidad de formular, a partir de fenómenos circunscriptos en el dominio del lenguaje, teorías lingüísticas. Así se produce el corte epistemológico que cuestiona el estatus pre-científico de la diciplina. Se descarta al lenguaje. Se buscan los “datos elementales”; es decir, el punto de vista correcto desde donde abarca el conjunto del campo que se va a explorar y sus determinaciones esenciales. En consecuencia, ya no habrá “las lenguas”, sino “la lengua”. El objeto de la lingüística se configura a partir de la separación de la lengua del lenguaje. (trabajo del lingüista ginebrino). La lengua como sistema Saussure entiende que la lengua no es una nomenclatura (una lista de términos que se corresponden con cosas de la realidad, a la manera de etiqueta) sino un sistema de signos. Sistema: implica una serie de unidades que se encuentran relacionadas entre sí (esta idea tendrá consecuencias importantes en la lingüística posterior a Saussure) y permite ver que los datos de la lengua no valen por sí mismos ya que los elementos deben ser considerados dentro de la totalidad que los contiene y a partir de sus relaciones, oposiciones y diferencias. 1ra dicotomía-lengua/habla: es presentada a partir de la contraposición de estos conceptos considerados partes del lenguaje. De esta contraposición surge que, la lengua se constituye como objeto de estudio de la lingüística ya que puede definirse a sí misma y posee un carácter homogéneo (elementos de dominio psíquico). -El lugar que le da Saussure a la lingüística dentro del campo de las ciencias al entender como parte de una ciencia que aún no estaba efectivizada, la Semiología.
El signo/La lengua como forma/La arbitrariedad/El valor
lingüístico Análisis del signo lingüístico. Signo: es una unidad de carácter doble, balcánica, constituida por un plano relacionado con lo acústico y otro con el pensamiento. De entidad puramente psíquica, en la que no se halla sustancia alguna. Es la resultante entre un concepto y una imagen acústica, conceptos a los que denominará con posterioridad y respectivamente, significado y significante. Entre significado y significante, el nexo que los vincula es la arbitrariedad. Que es la falta de fundamentos naturales o lógicos para relacionar el significado con el significante y, por otra parte, a las distinciones de la lengua entendidas como independientes de las características específicas de las sustancias fónicas y acústicas sobre las que proyecta la lengua. La lengua proyectada en la sustancia fónica y de pensamiento para realizar sus recortes esenciales en Saussure y constituye el argumento por el que la lingüística sostiene que la lengua es forma. La lengua trabaja como intermediaria entre las sustancias de sonido y pensamiento, en las que proyecta: las delimita, las segmenta y las vincula generando unidades, es decir, signos. Los signos están relacionados entre sí, y se definen a partir de las oposiciones y las diferencias. Un signo es lo que otros no son. Un signo podrá definirse a partir de pertenecer a un sistema, por el valor que ocupe dentro de esa totalidad que lo contiene y lo determina. Mutabilidad-Inmutabilidad/Diacronía-Sincronía/Relaciones Sintagmáticas-Asociativas Sincronía: estudiar la lengua en su constitución y funcionamiento. Diacronía: estudiar a la lengua en función de la evolución del sistema, considerando los cambios. Saussure opta por estudiar desde la sincronía. Esta dicotomía constituye una oposición entre “puntos de vista”, ya que es el investigador quien define su mirada sobre el objeto, un objeto que, como también se desarrolla en la clase, tiene la doble condición de ser mutable e inmutable. Relaciones sintagmáticas y asociativas. Son postulaciones acerca de la naturaleza de las conexiones entre signos en un estado de la lengua determinado. Lingüística estructural/Estructura/Nivel/Operaciones/Forma y sentido. La teoría saussureana tiene importantes consecuencias en toda la lingüística del siglo XX. Su principal influencia puede reconocerse en la aparición del Estructuralismo. Los estructuralistas se ocupan de analizar las relaciones en el interior del sistema; su estructura. Y recurre a dos operaciones específicas: la segmentación y la sustitución. Con este análisis es posible determinar que los elementos lingüísticos son recombinables y establece niveles en la estructura de la lengua: nivel de la frase (categoremático), nivel de los signos, nivel fonemático, nivel merismáticos. Las unidades pueden reagruparse para formar unidades nuevas, después de ser separadas y distinguidas unas de otras, que son susceptibles de formar otras más complejas. La sustitución: es el proceso inverso y complementario de la segmentación y consiste en el remplazo de una unidad por otra equivalente. Se puede identificar la influencia saussureana ya que esta permite explicar la relación de un elemento con los demás elementos presentes en la cadena (relaciones sintagmáticas); por otra parte, la sustitución que descubre el vínculo entre un elemento y los demás elementos no presentes, pero mutuamente sustituibles (relaciones asociativas). La segmentación: aparece en concurso con otra operación que reúne estas unidades en un nivel superior. Estas se configuran en lo que Benveniste denomina forma y sentido: -La forma de una unidad lingüística se define como su capacidad de disociarse en constituyentes de nivel inferior. -El sentido de una unidad lingüística se define como su capacidad de integrar una unidad de nivel superior (Benveniste, 2001) Jakobson – El doble carácter del lenguaje Jakobson define las nociones de código y mensaje. Código: es como un repertorio de unidades léxicas, un fichero de representaciones prefabricadas, un conjunto de posibilidades que el código brinda. Así en la actividad de hablar, el hablante selecciona palabras y las combina en niveles de complejidad cada vez más elevados (recordar niveles del análisis lingüístico). Doble carácter del lenguaje Entiende que toda actividad verbal se lleva a cabo dos operaciones: La de seleccionar determinados signos lingüísticos y la de combinarlos en oraciones, lo que implica la concurrencia de entidades simultaneas (como en los fonemas a partir de la concurrencia de rasgos distintivos) y la concatenación de entidades sucesivas (como en la oración). Entonces todo signo lingüístico se dispone según dos modos de relación: selección y combinación. La selección: Es posible la sustitución como opción o selección entre dos posibilidades lo que supone que es factible sustituir un signo por otro que forme parte del mismo paradigma. La combinación: implica considerar el contexto, entendiendo por tal a la ocurrencia de un signo en la cadena sucesiva, en tanto signo (ejemplo, fonema) está formado de otros signos constitutivos y también aparece en combinación con otros signos de la frase. Un signo sirve de contexto para las unidades mínimas y, a la vez, encuentra su propio contexto en una unidad lingüística de nivel superior, como frase. Combinación y contextura forman parte de la misma operación. Combinación: depende de los niveles del análisis lingüístico, sigue un orden de libertad creciente: va desde los rasgos distintivos – libertad nula – al nivel de la frase – donde la libertad es mucho mayor. Un tema puede suceder a otro a causa de su semejanza (desarrollo metafórico) o merced a su contigüidad (desarrollo metonímico). La metáfora: es una transposición fundada en la semejanza. De este modo, en la metáfora “su corazón saltó de felicidad” significa “se puso muy contento”. Hay distintas esferas y la similitud permite asociarlas. (relación de ausencia). La metonimia: es una trasposición por contigüidad. Existe un vínculo existencial entre la expresión y el significado literal. Si leemos “le hizo daño el sol” quiere decir “el calor del sol le hizo daño”; “el calor del sol”. La relación se produce entre dos objetos vinculados existencialmente. La metonimia es una relación “en presencia”, una relación sintagmática. Lo metafórico (sobre el eje de lo paradigmático o asociativo) y lo metonímico (sobre el eje de lo sintagmático) son, para Jakobson los procesos generales y básicos del lenguaje para representar lo real, los modos primitivos del ordenamiento verbal.