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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN


ENRIQUE GUZMÁN Y VALLE
Alma Máter del Magisterio Nacional
FACULTAD DE EDUCACION INICIAL

Resumen del capítulo VII: Motivación y recompensas

Alumna:

Bossio Torres, Yovanna Xiomara

SECCION-PROMOCIÓN: I3-2018

DOCENTE:

Dra. Lourdes Pareja

LIMA-PERÚ

2022
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Durante los años 50 y 60 el conductismo tenía popularidad por ello las recompensas era usado

como una estrategia de aprendizaje sin embargo las recompensas de estímulo y respuestas eran

eficaces sólo para acciones físicas sencillas y hay una gran diferencia en cómo el cerebro

humano responde a las recompensas para tareas de resolución de problemas sencillos y

complicados.

Hay 3 razones por la que un alumno pueda estar no motivado temporalmente, la primera tiene

que ver con las asociaciones del pasado que pueden provocar un estado negativo o apático, la

voz de un profesor, sus gestos que pueden recordar a un profesor anterior que le desagradaba.

Una segunda razón por la que los alumnos pueden sentirse no motivados es por el estilo de

enseñanza inadecuado sin recursos, prohibiciones culturales, iluminaciones inadecuadas,

etcétera.

Un tercer factor es la relación del alumno con el futuro es decir si tiene presente y claro sus

objetivos, las creencias de alumno y las creencias del contexto también son fundamentales.

El paradigma del conductismo nos dice que para aumentar una conducta hay que reforzar lo

positivo, pero si aparece una conducta negativa se debe ignorar o castigar, los neurocientíficos

adopta un punto de vista diferentes en cuanto a la recompensa, primero el cerebro aplica sus

propias recompensas llamados opiáceos qué se usan para regular el estrés y el dolor ya que

pueden producir un estado natural alto similar al de la morfina, el alcohol, la nicotina, etc. El

sistema de recompensas se encuentra en el centro del cerebro: el sistema de recompensas

hipotalámico.

Las recompensas externas no son adecuadas para el cerebro ya que este varía de un alumno a

otro y la respuesta de cada alumno depende de la genética, su química cerebral particular y las

propias experiencias de vida.


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Las recompensas necesitan 2 elementos: ser predecibles y que tengan valor de mercado.

Aunque aún no han descubierto las correlaciones biológicas de los objetivos y las creencias

sabemos sobre el poder de las emociones por ello los profesores pueden hacer muchas cosas

para ayudar a los alumnos a descubrir su motivación intrínseca.

Lo primero es eliminar la amenaza, fijar objetivos, luego crear un ambiente positivo, activar y

comprometer las emociones positivas, incrementar la retroinformación.

Existe un programa académico llamado el “supercampo” dónde incluyen estas cinco

sugerencias y según los estudios han logrado qué después de asistir solo 10 días los alumnos

se conviertan en aprendices insaciables.

La desmotivación temporal es común y no se le debe considerar como una crisis, pueden tener

muchas causas y la solución es una mejor formación del personal docente, estilos de enseñanza

y gestión y recursos como la ayuda de los compañeros.

Las investigaciones nos llevan a que una parte del problema es la manera en que se trata a los

alumnos no se les debe engatusar mediante sobornos o amenazas ya que se puede fomentar

mejor el aprendizaje.

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