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Introducción al curso
Las pruebas psicológicas suministran datos que permiten generar diagnósticos
confiables, herramientas de intervención y visiones más claras y objetivas de los
consultantes. El dominio de estas pruebas se ha convertido en una exigencia cotidiana
para los psicólogos y establece una ventaja competitiva para quienes desean mantenerse
actualizados en el manejo de los instrumentos propios de la profesión.
Conscientes de la importancia de dichos instrumentos, en adición a la necesidad de
certificar la destreza en su aplicación y manejo; se ha desarrollado el Diplomado en
Pruebas Psicológicas, cuyo contenido responde a las exigencias de la labor de los
psicólogos a nivel clínico, educativo, social-comunitario y organizacional, entre otros;
revisando las principales pruebas de los distintos procesos psicológicos simples y
complejos que son susceptibles de medida en el ser humano.
análisis e interpretación
Cuando a un individuo se le pide que dibuje una persona completa, este se no escapa a
los impulsos, ansiedades, conflictos y compensaciones característicos de ese individuo.
De alguna manera, la figura dibujada es la persona, y la hoja corresponde al medio
ambiente. Dibujar la figura humana es para el sujeto una situación que implica la
proyección de sí mismo en el conjunto de los significados y actitudes del cuerpo que
han llegado a quedar representados en la imagen de éste. En el análisis también se da
importancia a otros aspectos como: las proporciones de las partes del cuerpo, los rasgos
incompletos, los detalles, los refuerzos, los borrones y cambios de líneas, el grado de
simetría, la representación de la línea media y, sobre todo, la disposición de ánimo
expresada en la cara o en la postura del dibujo.
La cabeza Machover plantea que es el centro importante de la localización del propio
"yo". Generalmente se hace énfasis en las cabezas, excepto en los dibujos de los
individuos neuróticos, deprimidos o socialmente retraídos. La cabeza es esencialmente
el centro del poder intelectual, del dominio social y del control de los impulsos
corporales. Es la única parte del cuerpo que está expuesta a la vista y, de esta forma,
envuelta en las relaciones sociales.
La cara Es la parte más expresiva del cuerpo, el centro más importante de la
comunicación. La cabeza o la cara son las partes que se acepta dibujar de mejor gana y,
subjetivamente, las más fáciles, y en los dibujos más toscos, a menudo las representadas
con mejor habilidad. La cara puede considerarse como el rasgo social del dibujo.
La boca Esta aparece en los dibujos de los niños casi tan pronto como la cabeza. La
boca, a semejanza de los otros rasgos faciales, ofrece un vasto campo para la proyección
del dibujo. El énfasis en la boca puede expresarse mediante su omisión, refuerzo,
tamaño especial, forma particular, sombreado, borrones o colocación fuera de sitio. El
énfasis oral se nota en los dibujos de niños de poca edad, y en los individuos primitivos,
regresivos, alcohólicos y deprimidos. Puesto que a menudo la boca es la fuente de
satisfacción sensual y erótica, ella se destaca notablemente en los dibujos de individuos
con dificultades sexuales.
Los ojos Una parte considerable de la función de comunicación social que se atribuye a
la cabeza se halla concentrada en los ojos del individuo. El ojo no solamente ha sido
considerado como la "ventana del alma", que revela la vida interior del individuo, sino
también como órgano básico para el contacto con el mundo exterior. "Ver para creer" es
solo uno de los numerosos dichos que atestiguan la función central del ojo en la
aceptación o el rechazo del mundo que nos rodea. Los ojos son el punto principal de
concentración del sentimiento del "yo" y de su vulnerabilidad.
El cuello Estructuralmente el cuello es el nexo entre el cuerpo y la cabeza. La
representación de conflicto en el cuello que implica la falta de coordinación entre el
impulso y el control racional, aparece en muchos dibujos, ya que el equilibrio entre la
expresión de la individualidad y las restricciones impuestas por la sociedad es
especialmente precario en un medio cultural contradictorio y complejo. La omisión del
cuello se considera como un factor de inmadurez en los dibujos de los niños, de adultos
deficientes e individuos regresivos.
Los rasgos del contacto Forjamos nuestra imagen del "yo" debido a nuestros impulsos,
nuestra conducta y la realidad que nos rodea; y la representación de la imagen del
cuerpo en los dibujos tiende a provocar la expresión gráfica de cualquier conflicto que
pudiera experimentarse en cualquiera de estas esferas. La imagen del cuerpo cambia con
las enfermedades físicas y mentales, con las frustraciones y las alteraciones de la
adaptación. Los brazos y las manos Funcionalmente considerados, los brazos y las
manos están cargados de significados psicológicos que se refieren primordialmente a la
evolución del ego y a la adaptación social. Con los brazos y las manos nos alimentamos,
nos vestimos, realizamos nuestros oficios, exploramos nuestro cuerpo y nos ponemos en
contacto con las personas que nos rodean. Teniendo en cuenta estas implicaciones de
mucho alcance en cuanto al papel de los brazos y las manos, no es de extrañar que
tantos sujetos tengan dificultades en la proyección de tales partes en los dibujos.
Las piernas y los pies Ya se ha mencionado que las piernas, y especialmente los pies,
son fuentes de conflictos y dificultades en muchos dibujos. Examinando estas partes del
cuerpo por su significado funcional, podemos comprender por qué, literalmente
interpretada, la inseguridad en los pies se muestra en la mayoría de los dibujos con
problemas.
El tronco A menudo el tronco se reduce a una simple unidad oblonga, cuadrada o
circular. La figura redonda se ha asociado a los dibujos menos agresivos, menos
desarrollados y más femeninos, en tanto que la figura que incluye ángulos se considera
más masculina, conforme a los principios del movimiento expresivo que conciernen a
toda clase de proyecciones creativas. Es la sede o asiento principal de los estados
emocionales y de los impulsos que experimenta el sujeto.
Los hombros El ancho y la solidez de los hombros se consideran la expresión gráfica
más común de la fuerza física y de la perfección del cuerpo. En los dibujos de varones
los hombros sólidos, relievados a expensas de otras partes de la figura, se observan en
los adolescentes y con frecuencia en los individuos sexualmente ambivalentes a manera
de super-compensación por los sentimientos de insuficiencia corporal.
*Aspectos formales y estructurales *Tema Comprobar si la figura dibujada es un
estereotipo, una persona específica o una imagen de sí mismo. * Tamaño y colocación
Si está a la derecha es que se halla orientado por el entorno, indica que está del lado del
futuro. Si está a la izquierda, es que se halla orientado por si mismo. Indica que está del
lado del pasado. En la parte alta del dibujo se relaciona con el optimismo. Indica que
está del lado de los ideales. En la parte baja indica depresión. Abajo primitivo lo
materno.
*El tipo de línea Las áreas de conflicto suelen destacarse por un cambio brusco de la
línea. La línea confusa la dan los individuos tímidos o inseguros y dicha línea es
frecuentemente fragmentada. El contorno de la cabeza dibujado con una línea fuerte y
con rasgos confusos demuestra un fuerte deseo de participación social y timidez ante
ello. Sombreado El sombreado se considera como una expresión de ansiedad. Sombrear
con vigor puede sugerir agresividad y/o ocultamiento.
PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD
Introducción al estudio de la psicología de la personalidad
La teoría de la personalidad de Sigmund Freud fue variando a medida que avanzaba en
su desarrollo teórico. Para Freud, la personalidad humana es producto de la lucha
entre nuestros impulsos destructivos y la búsqueda de placer. Sin dejar a un lado los
límites sociales como entes reguladores.
personalidad es Freud, que aportó numerosas teorías sobre el desarrollo de esta en las
personas. En ellas hablaba de diferentes etapas por las que pasaba el niño hasta poder
desarrollarse como un individuo adulto que iba adquiriendo las herramientas necesarias
para su formación integral. En esa teoría establecía que la personalidad de un ser
humano se dividía en tres sistemas:
Inconsciente: incluye los instintos y los elementos reprimidos.
Preconsciente: engloba procesos psíquicos no evidenciados pero que se pueden traer a
la consciencia.
Consciente: lo constituyen elementos que podemos evidenciar.
Y estos tres sistemas, a su vez, en tres estructuras:
El ello: la parte más profunda que alberga los instintos y se rige por el placer.
El yo: la parte que se forma a partir del contacto con la realidad.
El superyó: se rige por el principio del bien y es casi totalmente inconsciente.
Skinner desarrolló una teoría basándose en nuestra tendencia a repetir aquello que nos
provoca estímulos positivos y a evitar los negativos. Según la teoría, el individuo
modifica su entorno, aprendiendo como consecuencia de las experiencias exista o
no un refuerzo (positivo o negativo)
Para Bleger la “personalidad es una organización en la que interactúan estructuras
de distinto nivel evolutivo” (Bleger, 1973, p. 231). Como sabemos propone un estudio
de la misma basado en un diagnóstico pluridimensional, funcional y dinámico.
Gordon Willard Allport (1897–1967), considerado el padre de la teoría psicológica de
la personalidad, empezó su actividad profesional realizando tareas sociales con el
objetivo de fomentar el carácter y la virtud.
Definía la personalidad como “la organización dinámica, en el interior del individuo, de
los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento
característicos”. El objeto de estudio es la personalidad, la cual se va formando
paulatinamente en las personas. En este proceso de formación hay que tener en cuenta
las variables que intervienen en su desarrollo desde la infancia. Serían:
La autoestima del niño en el momento en que comienza a desarrollar su
personalidad.
Los modelos sociales a los que este tiene acceso.
Las relaciones familiares, tanto con él como con los demás miembros de la
familia.
La adquisición de hábitos sociales.
La relación con los iguales.
La adquisición de autonomía.
Los factores que determinan la personalidad
Estas variables, a su vez, están condicionadas por tres factores de naturaleza genética y
ambiental, y que determinan la formación de la personalidad cuando el niño se está
desarrollando y que son:
La maduración: las características propias de cada individuo determinadas por la
herencia, así como por factores prenatales y perinatales constituyen el temperamento,
que no es educable. Al contrario que el carácter, formado por un conjunto de conductas
adquiridas por modelación social.
La experiencia: en este punto es donde actúa el ambiente por medio de las
experiencias. Estas pueden ser comunes, es decir, compartidas por la gente de un grupo
social, y únicas, que son las vivencias propias de cada individuo.
El adulto, el grupo de iguales y la actividad: influirán en mayor o menor medida
dependiendo de la edad del niño.
Características, comportamiento
la personalidad en términos de cinco características nucleares, que se pueden considerar
como disposiciones estables que se relacionan con diferencias en el comportamiento. El
modelo de personalidad en cinco factores engloba estas características extensas, cada
una de las cuales engloba a características más específicas:
Apertura a experiencias (aspectos que incluyen curiosidad intelectual e imaginación
creativa)
Escrupulosidad (organización, productividad, responsabilidad)
Extroversión (sociabilidad, asertividad; opuesto a la introversión)
Amabilidad (compasión, acatamiento, confianza en otros)
Neuroticismo (tendencias hacia la ansiedad y depresión)
Estas características, con frecuencia son consideradas como "las cinco grandes". Se cree
que los individuos presentan cada una de las cinco dimensiones de la personalidad hasta
cierto punto, algunas personas califican más alto en algunas características que en otras.
La variedad infinita de maneras en las que difieren los individuos en cuanto a la manera
en la que expresan las características es parte de lo que hace tan fascinante al estudio de
la personalidad.
El modelo de cinco factores es ampliamente utilizado entre investigadores de la
personalidad, pero no es el único modelo. Recientemente se introdujo un modelo de seis
factores que añade el factor de honestidad-humildad a las cinco características
originales.
Se trata de uno de los autores que considera que la personalidad que trabaja la
personalidad a partir de elementos estructurales y estables, los rasgos. Para él,
intentamos que nuestro comportamiento sea consistente y actuamos de tal manera que
creamos un sistema a partir del cual podemos hacer equivalentes diferentes conjuntos
de estímulos, de manera que podemos responder de forma parecida a distintas
estimulaciones.
El conjunto de rasgos se integraría en el propium o sí mismo, el cual se deriva de la
autopercepción y autoconciencia generadas y compuestas por de la experiencia de
identidad, percepción la corporalidad, los intereses y la autoestima, la racionalidad y la
intencionalidad.
6. Teoría de la personalidad de Cattell
La teoría de la personalidad de Raymond Cattell es una de las más famosas y
reconocidas teorías factoriales de la personalidad. Estructuralista, correlacional e
internalista al igual que Allport y partiendo del análisis del léxico, considera que la
personalidad puede entenderse como función de un conjunto de rasgos, los cuales se
entienden como la tendencia a reaccionar de determinada manera a la realidad.
Estos rasgos pueden dividirse en temperamentales (los elementos que nos indican cómo
se actúa), dinámicos (la motivación de la conducta o actitud) o aptitudinales (las
habilidades del sujeto para llevar a cabo la conducta).
Los más relevantes son los temperamentales, de los cuales Cattell extraería los dieciséis
factores primarios de la personalidad que se miden en el 16 PF (que harían referencia a
afectividad, inteligencia, estabilidad del yo, dominancia, impulsividad, atrevimiento,
sensibilidad, suspicacia, convencionalismo, imaginación, astucia, rebeldía,
autosuficiencia, aprehensión, autocontrol y tensión).
7. Teoría de la personalidad de Eysenck
Desde una posición internalista y factorial centrada en lo biológico, Eysenck genera una
de las hipótesis explicativas de la personalidad más importantes desde un enfoque
correlacional. Este autor genera el modelo PEN, el cual propone que las diferencias de
personalidad se basan en elementos biológicos que permiten procesos como la
motivación o la emoción.
La personalidad es una estructura relativamente estable del carácter, el intelecto, el
temperamento y el físico, aportando respectivamente cada uno de ellos la voluntad, la
inteligencia, la emoción y los elementos biológicos que los permiten.
Eysenck encuentra y aísla tres factores principales en los cuales pueden agruparse todos
los demás, siendo estos el psicoticismo o tendencia a actuar con dureza, el neuroticismo
o estabilidad emocional y la extraversión/introversión o focalización en el mundo
exterior o interior.
El autor consideraría que el nivel de extraversión dependía de la activación del sistema
de activación reticular ascendente o SARA, el neuroticismo del sístema límbico y el
psicoticismo, si bien no se ha identificado un correlato claro, tiende a vincularse al nivel
de andrógenos o la relación entre dopamina y serotonina.
Los tres factores del modelo PEN integran los diferentes rasgos de personalidad y
permiten que el organismo reaccione de determinadas maneras a la estimulación
ambiental a partir de respuestas conductuales más o menos específicas y frecuentes.
8. Teoría del Big Five de Costa y McCrae
Otra de las grandes teorías factoriales y basadas en un enfoque léxico (partiendo de la
idea de que los términos con los que explicamos nuestro comportamiento permiten tras
un análisis factorial establecer la existencia de agrupaciones de características o rasgos
de personalidad), el Big Five o teoría de los cinco grandes de Costa y McCrae es uno de
los modelos de personalidad más extendidos.
Mediante el análisis factorial este modelo indica la existencia de cinco grandes factores
de personalidad que todos tenemos en mayor o menor grado. Se trata del neuroticismo o
ajuste emocional, la extraversión como cantidad e intensidad de relaciones personales,
la cordialidad como las cualidades vertidas en la interacción, la responsabilidad o toma
de conciencia, organización, control y motivación hacia las metas y la apertura a la
experiencia o interés en experimentar.
Cada uno de dichos grandes factores se compone de rasgos o facetas. Los diferentes
rasgos están relacionados entre sí, y en conjunto dan cuenta de la manera de percibir el
mundo y reaccionar ante él.
9. El modelo BIS Y BAS de Gray
Gray propone un modelo factorial y de carácter biológico en el que considera que
existen dos dimensiones que permiten elementos como la emoción y el aprendizaje,
partiendo de la combinación de los factores extraversión y neuroticismo de Eysenck.
En este caso, se propone que la ansiedad, como combinación entre introversión y
neuroticismo, actuaría como mecanismo inhibidor de la conducta (BIS o Behaviour
Inhibition System), mientras que la impulsividad (que equivaldría a una combinación
entre extraversión y neuroticismo) actuaría como mecanismo de aproximación y
motivación a la acción (BAS o Behaviour Approximation System). Ambos sistemas
actuarían en conjunto para regular nuestra conducta.
10. Modelo de Cloninger
Este modelo contempla la existencia de elementos temperamentales, siendo estos la
evitación del dolor, la dependencia a la recompensa, la búsqueda de novedades y la
persistencia. Estos elementos de carácter biológico y adquirido darían cuenta del patrón
conductual que aplicamos en nuestra vida, y dependen en gran medida del equilibrio
neuroquímico del cerebro en lo que se refiere a los neurotransmisores.
11. Teoría del aprendizaje social de Rotter
Este autor considera que el patrón de conducta que empleamos habitualmente es un
elemento derivado del aprendizaje y la interacción social. Considera al ser humano un
elemento activo y utiliza un enfoque cercano al conductismo. Actuamos en base a la
existencia de necesidades y de la visualización y valoración tanto de éstas como de las
posibles conductas que hemos aprendido a llevar a cabo. Aunque cercano al
interaccionismo, se sitúa en una perspectiva situacionista
El potencial de conducta es la probabilidad de realizar determinada conducta en una
situación concreta. Este potencial depende de elementos como las expectativas (tanto de
la capacidad de influir en los resultados como en el propio resultado y la posible
obtención de beneficios tras la conducta) y la consideración o valor otorgado a las
consecuencias de realizar la conducta en cuestión, así como de la manera en que la
persona procesa y valora la situación (conocida como situación psicológica).
12. El enfoque interaccionista
A lo largo de la historia han sido muchos los autores que han una de dos posturas: que
la personalidad es algo innato o bien que se deriva del aprendizaje. Sin embargo existe
una tercera opción, defendida por autores como Mischel, en la que la personalidad es
formada por la interacción entre elementos innatos y los fenómenos que vivimos.
Esta postura explora las características de personalidad a través del estudio de la
existencia de consistencia de la conducta a través de las situaciones, la estabilidad
temporal y la validez predictiva de los rasgos. Las conclusiones indicaron que deberían
emplearse otro tipo de categorizaciones diferentes de los rasgos, pues estos no reflejan
un modelo predictivo totalmente válido al ser de carácter más innatista. Defiende que
resulta más eficiente hablar de competencias, valores, expectativas, constructos y
autocontrol.
Otros autores como Allen reflejan que la consistencia puede variar según la persona, así
como los valores principales y los aspectos que mejor predicen la conducta. De este
modo, los rasgos sí serían consistentes pero solo si se tienen en cuenta aquellos que
resultan más relevantes para cada persona.
Los tests proyectivos tienen como objetivo explorar la personalidad o algún aspecto
específico de ésta en su relación al contexto global, pero con el claro propósito de llegar
a los niveles más profundos de la misma, incluido el inconsciente.
El análisis factorial se utiliza para identificar factores que expliquen una variedad de
resultados en diferentes pruebas. Por ejemplo, investigación en inteligencia halla que la
gente que obtienen una nota alta en una prueba de habilidad verbal también se
desempeña bien en pruebas que requieren habilidades verbales.
Habilidades motoras
La destreza motora es fundamental a la hora de poder actuar.
2. Información verbal
Este tipo de capacidad o aprendizaje es el que se refiere al proceso de transmisión de
información y a la retención de datos concretos como nombres o recuerdos.
3. Habilidades intelectuales
Se trata de las capacidades que permiten captar, interpretar y utilizar elementos
cognitivos con el fin de interpretar la realidad, incluyendo la capacidad de
simbolización. Este tipo de habilidades son de gran utilidad para discriminar estímulos y
asociar simbología y realidad.
5. Actitudes
Se consideran actitudes a los estados internos que influyen a la hora de elegir las
conductas y comportamientos hacia situaciones, personas u objetos concretos. Son, en
definitiva, predisposiciones que nos inclinan más hacia una opción o hacia otra y que
moldean nuestra manera de comportarno