Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CUENTA: 318500001.
Según Freud la personalidad humana surge del conflicto entre nuestros impulsos instintivos
tendentes a la agresividad y a la búsqueda del placer, por un lado y los limites sociales que
se le impone por otro. La personalidad se construye como un intento de conciliar estas dos
instancias buscando la satisfacción de nuestros instintos sin ser víctimas de los
sentimientos de culpa o castigo. Para explicarle este conflicto Freud construyo unos
conceptos teóricos que interactuaban entre sí: el ello, el yo y el super yo. Estos conceptos
no tienen que considerarse como poseedores de una verdad objetiva sino más bien como
herramientas útiles para la comprensión de la dinámica de nuestro psiquismo.
El ello.
El yo.
El super yo.
EL ELLO.
Freud proponía que el Ello o Id es la estructura de la psique humana que aparece en primer
lugar. A diferencia de lo que ocurre con el Yo y el Superyó, está presente desde que
nacemos, y por lo tanto durante los primeros dos años de nuestras vidas es la que manda a
lo largo de ese periodo de tiempo.
El ELLO se mueve a partir del del principio del placer inmediato, y por eso lucha por
hacer que las pulsiones primarias rijan la conducta de la persona, independientemente de
las consecuencias a medio o a largo plazo que eso puede conllevar. Por ello se suele
considerar que el Ello es la parte animal o instintiva del ser humano.
El Yo.
Esta instancia psíquica surgiría a partir de los dos años y, a diferencia del Ello, se regiría
por el principio de la realidad. Eso significa que el Yo esta más enfocado hacia el exterior,
y nos lleva a pensar en las consecuencias practicas de lo que hacemos y los problemas que
puede generar una conducta demasiado desinhibida. Esto hace que se enfrente al Ello
para aplacar las pulsiones que emanan de él, para lo cual utiliza los mecanismos de defensa.
En definitiva, el Yo es, según la teoría de Sigmund Freud, la instancia psíquica que se
encarga de hacer que la fuerza del Ello no tome el control del cuerpo llevándonos a
situaciones catastróficas a corto plazo, y que la del Superyó no llegue a asfixiarnos por su
carácter restrictivo. No es simplemente una entidad que limita la influencia de las otras dos,
sino que tiene su propia agenda e intereses y se rige por una lógica distinta: la de lo
pragmático y la supervivencia.
EL SUPERYO.
El Superyó aparecería según Freud a partir de los 3 años de vida, y es consecuencia de la
socialización (básicamente aprendida a través de los padres) y la interiorización de normas
consensuadas socialmente. Es la instancia psíquica que vela por el cumplimiento de las
reglas morales. Es por eso que el Superyó presiona para realizar grandes sacrificios y
esfuerzos con tal de hacer que la personalidad de uno mismo se acerque a lo máximo
posible a la idea de perfección y del bien.
Como el Ello rechaza totalmente la idea del sometimiento a la moral y el Yo, a pesar de
tratar de frenar las pulsiones, también se mueve por objetivos egoístas centrados en la
supervivencia y lo pragmático de adaptarse al entorno, El Superyó se enfrenta a ambos. Para
el padre del Psicoanálisis, es Superyó tiene sentido en un contexto en el que la influencia
de la sociedad nos obliga a adoptar conductas de vigilancia de uno mismo para evitar las
confrontaciones con los demás, aunque a la larga esta influencia vaya mucho más allá de
esta lógica orientada a la socialización y pase a construir un elemento fundamental de la
creación de la identidad del individuo.
FASES PSICOSEXUALES SEGÚN FREUD.
Oral (0 a 1, años)
Anal (1,5 años a 3 años)
Fálica (3 años a 6 años)
Latente (6 a 12 años)
Genital (a partir de los 12 años)
Etapa Oral.
A lo largo de este periodo (desde el nacimiento hasta los 18 meses), el bebe depende por
completo de alguien que le cuide y la zona oral es la que mas asocia a la satisfacción
de las necesidades biológicas y los sentimientos placenteros.
El principal reto que se enfrenta el bebe durante el periodo de dependencia oral es la el
de consolidar actitudes básicas: dependencia, independencia, confianza y apoyo en los
demás.
Al principio, el bebe no es capaz de distinguir su propio cuerpo del pecho de su madre
y esto le permite experimentar la ternura y el amor hacia si mismo. Sim embargo, con el
tiempo el pecho será sustituido por una parte de su propio cuerpo: el bebe se chupará el
dedo o la lengua para reducir el estrés causado por la falta de atención, por eso es tan
importante no interrumpir la lactancia.
La fijación del comportamiento en esta etapa puede ocurrir por dos razones.
1.Fustracion o bloqueo de las necesidades del niño.
2.sobreproteccion, el niño tiene muchas oportunidades de manejar sus propias funciones
internas. Esto hace que el niño desarrolle un sentimiento de dependencia e incompetencia.
Etapa anal.
La etapa anal comienza alrededor del año y medio hasta los tres años de edad. En este
periodo, el niño aprende a ir al baño por si mismo. Este control le produce una gran
satisfacción, ya que es una de las primeras funciones que le exigen ser conscientes de
sus actos.
Freud estaba convencido de que la forma en que los padres habitúan al niño a ir al bano
influye en su posterior desarrollo personal. Todas las formas futuras de autocontrol y
autorregulación se originan en la etapa anal.
Lo ideal es que los padres animen a sus hijos a ir al baño con regularidad y elogiarlos por
ello. Desde la perspectiva de Freud, este enfoque, que apoya los esfuerzos del niño por
controlarse así mismo, alimenta la autoestima positiva y puede incluso fomentar la
creatividad. Por el lado contrario, si se le fuerza puede afectar comportamientos del niño,
desarrollando un tipo de personalidad anal retentiva. Estos adultos son particularmente
tercos, tacaños, sistemáticos y específicos.
Los problemas no resueltos del complejo de Edipo fueron considerados por Freud como
una fuente importante de comportamientos neuróticos posteriores, especialmente los
relacionados con la impotencia y la frigidez.
Etapa latente.
A partir de los 6 y 7 años y hasta el inicio de la adolescencia, la libido del niño se dirige
hacia el exterior mediante la sublimación (reorientación hacia la actividad social). En
esta fase, el niño se interesa por diversas actividades intelectuales, por los deportes y por
socializar con sus compañeros. El periodo de latencia puede considerarse como una
época de preparación para la edad adulta, que se da en la última etapa psicosexual.
En la personalidad del niño aparecen estructuras como el ego y el superego. Son los
principios básicos de la teoría de la estructura de la personalidad de Freud, a
continuación, se presenta un esquema.