Contenidos

Ser un maestro de Yoga 4

Elementos clave para la enseñanza 5
Una carta de Larry Schultz 8
Yoga y abundancia 12
Proyecta tu visión 13
Enseña
Impulsa
Instruye
Influencía
Guía
Inspira
Reta
Acompaña
Observa
Escucha
MUKTA YOGA:
FORMACIÓN DE MAESTROS DE YOGA
– 200 horas. MÓDULO 7-

METODOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA

Ser un MAESTRO DE YOGA

Continuar con el PROCESO DE EDUCACIÓN

Quizá el recordatorio más importante que podemos darte antes de comenzar esta lección es que
mantengas tu propia práctica constante. Recuerda, tu eficacia como maestro siempre dependerá del
entendimiento y del desarrollo que logres en tu propia práctica.

Recuerda hacer tu enseñanza segura, efectiva y divertida para ti mismo y tus alumnos. Crea un ritmo
suave, sin interrupciones y mantén en mente que aquello en lo que decidas concentrarte mientras
enseñas tendrá un efecto directo en la calidad de tus clases. Si, como maestro, tu enfoque está en
la ambición y la voluntad, entonces tus clases se tratarán de esas cosas. A la inversa, si tú guías a tus
alumnos con bondad, humor y gracia, entonces crearás un lugar compasivo y divertido en el cual
practicar.

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ELEMENTOS CLAVE para la ENSEÑANZA

Venderte como MAESTRO DE YOGA

1. Explora el campo. Visita todas las escuelas de Yoga en tu
área para reunir tanta información como puedas sobre las
tarifas comunes para clases privadas y los salarios de maestros
en tu zona. Recolecta tarjetas de presentación y folletos de
otros maestros; averigua qué quieres emular de estos artículos
–por ejemplo, diseño, contenido, actitud, etc.

2. Decide los precios de tus clases privadas. Es importante

que mantengas tus precios claros y consistentes para evitar
confusión o situaciones potencialmente incómodas con tus
clientes. Te recomendamos que ofrezcas descuentos por
paquetes de clases, en lugar de clases individuales. Esto evitará
que tengas encuentros de una sola ocasión con las personas,
en lugar de desarrollar relaciones más largas que son necesarias
para los beneficios de largo plazo de la práctica. También
te ayudará a manejar tu tiempo más eficazmente, ya que no
tendrás que viajar a distintos lugares para enseñar.

3. Produce tus propias tarjetas de presentación. Haz tus tarjetas

tan claras y atractivas al ojo como sea posible. Recuerda,
yoga se trata de la paz y la claridad que se logran a través de
la conexión de mente, cuerpo y respiración, y lo que hagas
como maestro debe reflejar tu conocimiento de esta poderosa
conexión. Dado que tus tarjetas te representarán, deben reflejar
tu identidad como yogui. Esto no significa que tus tarjetas
deben ser elaboradas o caras, sino que pongas atención a su
apariencia –su diseño–, para comunicar visualmente una parte
de lo que significa yoga: gracia, claridad, fuerza, etc.

“No hay que apagar la luz del otro

para lograr que brille la nuestra”
Gandhi
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Profesionalismo
Una vez que comiences a enseñar yoga, puede ser que trabajes en ambientes muy distintos:
escuelas de yoga, gimnasios, centros comunitarios, spas, casas. Las siguientes son algunas cosas
que debes mantener en mente cuando lleves el yoga a estos distintos terrenos.

1.- Refleja la gracia del yoga. La práctica regular de yoga crea armonía en tu vida. Dado que
tu actitud como maestro debe reflejar tu práctica, nunca debes llegar tarde a una clase; llega
al menos media hora antes de que comiences a enseñar y siempre preséntate preparado,
organizado y meticulosamente arreglado en tu apariencia personal.

2.- Prepárate para enseñar. Es importante detenerte completamente y prepararte (mental, física
y espiritualmente) antes de enseñar. Enseñar yoga es un intercambio concentrado de energía
entre el maestro y los practicantes. Ayuda sentarse en meditación silenciosa antes de enseñar.
Este proceso te centra, permitiéndote estar presente en el proceso. Arregla el cuarto en el que
vas a enseñar para que sea conducente a la práctica de yoga: si enseñas en un lugar preparado,
no te tendrás que preocupar por crear un espacio pacífico donde llevar tu clase. Pero, si enseñas
en un ambiente que no es de yoga (por ejemplo, un gimnasio o un centro comunitario), deberías
llevar algunos artículos que te puedan ayudar a darle al lugar una identidad de yoga. Esto no
tiene que ser una producción elaborada: lleva música y una campana para ayudar a las personas
a volver de savasana. Aunque algunos lugares pueden no permitir el uso de velas e incienso,
puedes llevarlos a lugares que sí los permiten (por ejemplo, un centro comunitario).

3.- Sigue siendo un facilitador. Como maestro te encontrarás con una amplia variedad de
estudiantes, necesidades, preocupaciones y actitudes. En ocasiones esta diversidad puede
confundir al nuevo maestro. Recomendamos que sigas siendo un facilitador en todo momento.
Esto significa mantener una actitud alegre pero neutral hacia todas las personas. No es poco
común que los estudiantes tengan ataques emotivos en la clase o que muestren una clara
frustración con los desafíos físicos. Recuerda, yoga puede conectar a las personas a sus seres
físicos y emocionales, y esto puede hacer surgir algo de ansiedad, dolor o confusión. Aunque
debes esperar esto, no debes sentir que es tu responsabilidad cuidar a las personas cuando
se enfrentan a sentimientos incómodos; puedes mostrarles una modificación si están teniendo
dificultades con una postura o darles algunos ajustes leves verbales o físicos, pero no te debes
sentir responsables de ellos. Si te das cuenta que una clase se está frustrando por intentarlo
demasiado, puedes hacer un recordatorio con humor para permitirles relajarse. Enseñar yoga no
se trata sólo de enseñar la práctica de las asanas, sino también de saber cómo leer los estados
de las personas y cómo honrarlos.

4.- Prepárate para las posibles interrupciones a tu enseñanza. Las personas que llegan tarde
no son poco comunes en las clases. Quizá ya casi terminas con los saludos al sol antes de que
una persona que llegó tarde esté lista para comenzar; asegúrate de decirle a ese estudiante
que haga calentamiento antes de empezar, pero mantén el ritmo de tu clase fluyendo. Algunas
veces para incorporar a una persona que llega tarde a una clase que está llena requiere que le
ayudes a encontrar un lugar; hazlo, pero mantén tu guía de enseñanza pareja y constante. Los
estudiantes también pueden irse temprano, en ocasiones. De nuevo, permite que eso suceda
sin interrumpir el flujo de tu enseñanza.

5.- Puedes esperar un amplio rango de respuestas a tu enseñanza. Al final de una clase quizá
te encuentres con un alumno que está encantado con tu clase y te agradece efusivamente.
También te puedes encontrar con un alumno que está enojado y decepcionado de que la clase

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no sucedió como él o ella lo esperaba. Debes saludar a ambos estudiantes con una actitud
calmada y relajada. Conserva tus límites como maestro; esto no significa que debas crear un
muro que te aleje de tus estudiantes pero sí significa que recibes tanto los halagos como las
críticas con ecuanimidad. Tu alumno entusiasta puede decepcionarse la siguiente clase, así
como el alumno triste puede rebosar de alegría en otra ocasión. Siempre debes permanecer en
equilibrio a lo largo de estos cambios.

6.- Enseñar una clase cuando no estás en tu mejor momento. Durante tu carrera como maestro
puede que tengas que enfrentar a una clase en un momento de estrés extremo, fatiga o
desestabilidad emocional. ¿Cómo puedes cumplir como maestro de yoga durante un periodo
difícil? La mejor opción es enseñar una rutina que conozcas bien y enseñarla al pie de la letra.
Esto te ayudará a mantener tu atención enfocada y alejar la ansiedad sobre guiar a tus alumnos
también. Puede que quieras asumir una actitud más desapegada hacia la clase; es decir, quizá
prefieras hablar lo menos posible, señalando solamente las instrucciones necesarias. Mejor,
permite que la respiración de la clase llene el salón. En otras ocasiones puede ser que prefieras
estar todavía más involucrada con la clase, ya que esto te permitirá concentrarte en yoga en
lugar de los problemas que estás experimentando. La realidad es que debes tener un plan de tu
comportamiento antes de que comience la clase –en un día en el que sabes que no estás en tu
mejor momento, piensa en tu enfoque de la clase todavía más de lo que lo haces usualmente.
Esta preparación te permitirá mantener tu aplomo mientras enseñas.

En días que son personalmente difíciles, mantén estas sugerencias en mente:

• Presta atención a tu conducta: tu estado emocional no debe afectar tu compostura física.
• Presta atención a tu voz: como sabes, la entonación de tu voz tiene mucho que ver con el tipo
de energía que creas en una clase.
• Asegúrate de que tu voz permanezca uniforme a pesar de la turbulencia que puedas estar
sintiendo.
• Mantén tu concentración: cuando un maestro se olvida constantemente de cambiar de lado
o pierde la cuenta de las respiraciones, los alumnos saben que algo está mal. Aunque puedes
fallar en un momento u otro durante un día difícil, presta mayor atención a tu concentración y
también te beneficiarás. La atención que des a tu clase puede ayudarte a desapegarte un
poco de tus problemas y así lograr algo de perspectiva.

Podrías acortar la rutina que estás enseñando y permitir a los alumnos realizar una meditación
más larga en savasana. Esto mantendrá el énfasis de la práctica en los alumnos y no en ti.

7.- Mantén tu enseñanza limpia. Los estudiantes tendrán distintas ideas de lo que son sus límites
personales; algunos pueden sentir que está bien que les hagas pequeños ajustes y otros pueden
preferir que no los toques para nada. Como regla, no toques a nadie en zonas donde está
expuesta la piel y evita por completo tocar a un alumno nuevo. Estarás protegiéndote y siendo
inteligente si estableces un límite respetuoso y definitivo entre tú y tus alumnos.

8.- Mantén tu enseñanza fresca e interesante. Debes también mantener en mente, no obstante,
que puedes desarrollar instrucciones que después de cierto tiempo suenen viejas. Sigue
creando nuevas guías conforme avanza tu carrera de maestro. Siempre toma notas sobre
distintos estilos de enseñanza (ya sea al observar, por las clases que tomas o por leer revistas
de yoga, etc.), y modifica tu propio estilo de enseñanza de acuerdo a ellas. Sigue siendo un
estudiante activo de yoga mientras enseñas, busca conocimiento nuevo y estarás dando vida a
tu estilo de enseñanza.

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UNA CARTA DE LARRY SCHULTZ:

Mi pronunciamiento sobre la filosofía de enseñanza

Para esta última lección, sentí que sería apropiado compartir con
ustedes algo que he desarrollado durante los últimos diecinueve
años y que continúo revisando: mi pronunciamiento sobre la filosofía
de enseñanza. Aunque puede que te lleve algo de tiempo explorar
y definir para ti mismo los tipos de creencias y entendimientos que
quieres impartir cuando enseñes Ashtanga Yoga, tú y tus estudiantes
se beneficiarán mucho si comienzas ese camino en cuanto antes.
Recuerda, enseñar yoga no se trata sólo de enseñar los movimientos
físicos, sino también de saber cómo guiar a las personas a través de su
autoexploración interna.

Ashtanga Yoga, como sabes, depende de la constancia de la práctica,

de la concentración y del control de la respiración. También depende de
la consistencia en la enseñanza. Si creas para ti una buena comprensión
de quién eres como maestro, serás capaz de mostrar esta consistencia
a tus estudiantes. Un alumno mío un día me dijo que siempre puede
depender de que en mi enseñanza estarán presentes cuatro elementos
básicos: humor, generosidad, disciplina y bondad. Aunque estos
elementos puedan no estar ahí en el mismo orden o en el mismo nivel
de intensidad, siempre están ahí. Y esta consistencia permite a tus
estudiantes que vayan más allá en su práctica porque les recuerda que
mantengan esos elementos en sus movimientos físicos e internos, en
su respiración y, en última instancia, en sus vidas. Como maestro de
Ashtanga Yoga, yo busco guiar a las personas hacia el fluir Vinyasa de la
vida y mantenerlos conectados con su ritmo; es un ritmo que se trata de
moverse, respirar, divertirse, disfrutar y ser constante con el propósito
propio.

Mi propia práctica de Ashtanga tiene un efecto directo en la manera que

enseño y vivo mi vida en general. A menudo a Ashtanga Yoga se le llama
Yoga del Poder, porque es físicamente desafiante. Pero, en realidad, el
verdadero poder de Ashtanga está en el hecho de que las extensiones
físicas que requiere pueden volverse extensiones de un tipo más
importante y profundo: pueden volverse la extensión de los horizontes
propios al nivel del cuerpo, la mente y las emociones. Es por esto que
yo animo a los que practican conmigo a que cultiven la consciencia de
sus cuerpos. Es a través del cuerpo, les recuerdo, que pueden alcanzar
la inteligencia sobre sus paisajes internos. Les pido que observen cómo
se sienten al entrar y salir de las posturas y que observen qué tipo de
lenguaje le ponen a esos movimientos. Un gran desafío para la gente
es comprender cómo leer sus cuerpos; en ocasiones son los últimos en
saber qué les está ocurriendo en el cuerpo (como es el caso en algunas
enfermedades) y a menudo interpretan mal los mensajes que les da.

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La mayoría de las veces, la gente lee el cuerpo desde una perspectiva

occidental que considera a las incomodidades, la frustración, la ira, el
miedo y el dolor como esencialmente malos y no deseables. Estos son
los sentimientos y sensaciones de los cuales las personas se quieren
alejar y, sin embargo, estos son también los sentimientos que son parte
del cambio, la evolución, la transformación y el crecimiento. Las personas
frecuentemente quieren cambiar pero no quieren experimentar dolor y,
por ende, se mantienen hechos bolita, en sus cuerpos, en sus mentes y
en sus emociones. Conforme los guío por su práctica de Ashtanga, las
personas aprenden a escuchar a sus cuerpos y a interpretar sus mensajes
con una perspectiva más amplia y más abierta. Lo que es más importante,
aprenden a dejarse desenvolver, extender, mover y crecer.

Es aquí donde entran los cuatro elementos de mi enseñanza.

Conforme la gente se desapega de los miedos y se permite extenderse
completamente, necesitan mantener sentido del humor, bondad y
generosidad hacia sí mismos, ya que pueden ver sus limitaciones. Al
mismo tiempo, necesitan tener la suficiente disciplina para mantener
su práctica constante, concentrada y tan fuerte como sea posible.
Pero, aunque yo estoy ahí para recordarle a la gente a mantener estos
elementos vivos y activos en su práctica, siempre enfatizo al maestro
que existe dentro de cada estudiante. Así como las personas hacen una
mala lectura de sus cuerpos, a menudo pueden equivocarse en la lectura
de la fuente de poder en Ashtanga. En ocasiones pueden confundir
los intensos poderes transformativos de la práctica con el maestro que
dirige la clase, con el maestro que está fuera de ellos. Lo que yo busco es
conectar a las personas con su maestro interior, el Ser Superior que dirige
sus movimientos y crecimiento de la manera que ningún otro maestro
puede hacer.

Yo aliento a las personas a reconocer que su práctica de yoga física,

cuando se dirige con consciencia y a través de la respiración, puede
llevarlos a través del camino del auto despertar y la transformación. A lo
largo de los diecisiete años de enseñanza, he encontrado que la gente
realmente quiere cambiar y crecer pero no sabe cómo hacer surgir
la transformación y tiene miedo de lo que puede traer. El cambio es
deseable pero da miedo y es impredecible. El cambio positivo está en
algún lugar, fuera, en el reino de las apariencias –en el empleo correcto,
la pareja correcta, la casa adecuada– y debe propiciarse de manera
controlada y medida. El yoga que yo enseño desafía directamente estas
suposiciones. Yo aliento a las personas a experimentar la transformación
desde dentro, a través de sus cuerpos y su respiración. Los guío a
descubrir que es a través de la respiración que podemos conectarnos con
nuestro Ser Superior y así realizar nuestro potencial más íntimo. Cuando el
cambio viene de este Ser, se manifiesta intuitivamente, naturalmente, sin
esfuerzo.

Pero debemos mantener nuestra práctica constante y concentrada si

hemos de permanecer conectados con nuestro Ser y crecer, extendernos
y florecer. Es por esto que yo recomiendo una práctica diaria para todos.
Entre más practiquemos más perderemos nuestras inseguridades sobre

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quiénes somos en nuestro ser físico y más comenzaremos a poner

atención a nuestra intuición. Entonces, comenzamos a escuchar al
cuerpo y sus mensajes; comenzamos a saber cuándo no estirarnos
demasiado, cómo divertirnos, cómo permitirnos estar confundidos o
frustrados; en última instancia, comenzamos a permitirnos vivir en lo
desconocido. Cuando esta consciencia física se extiende a nuestra vida
diaria, entonces el poder de Ashtanga realmente brilla. En lugar de
querer controlar el cambio, aprendemos a controlar nuestra respiración
y así permitimos que la transformación se manifieste ante nosotros.
Cuando practiqué Ashtanga con Pattabhi Jois, él decía frecuentemente:
“todo llegará, todo llegará”; y en la misma respiración también decía:
“mantén tu práctica constante”.

Entonces, ¿cómo podemos, como maestros de Ashtanga, guiar a las

personas por este conocimiento? Cuando enseño, me aseguro de dar el
apoyo, la nutrición y el cuidado que los alumnos necesitan para volverse
conscientes de sus cuerpos, sus limitaciones y posibilidades, y para
desafiarse para ir hacia nuevos estados del ser.

Mi intención es dar a las personas la mejor clase que puedan recibir,

sin importar su avance en la práctica. A mi no me preocupa si la gente
puede hacer cada postura perfectamente o no; lo que busco en lugar
de eso es que la gente se mueva desde dentro. En una clase específica,
presto particular atención a los que son nuevos a la práctica y los motivo
a no imprimir demasiado esfuerzo y voluntad a sus movimientos, y a
disfrutar de la práctica en el nivel en el que están. De hecho, a menudo
estructuro mis clases alrededor de las necesidades de los practicantes
principiantes. Si puedo lograr que tengan una clase positiva, entonces
los practicantes avanzados también la tendrán porque pueden
experimentar la práctica a distintas esferas y capas; pueden observarse
en su práctica desde un punto de vista de principiante en lugar de con el
ego. El desafío para aquellos que pueden hacer físicamente las posturas
de Ashtanga, después de todo, es cómo ir más profundo y más adentro
en la práctica sin que se vuelva un tipo de espectáculo del ser, del ser
temporal.

Para ayudar a los practicantes a mantenerse conectados al Ser que está

más allá del ego, yo aíslo y enfatizo distintos aspectos de la práctica.
Algunos días pongo un énfasis adicional a sus conexiones bandha,
mientras que otros días me concentro en su drishti. Algunas veces
desafío su resistencia al acelerar las rutinas, mientras que en otras
ocasiones los guío en movimientos más lentos. Encuentro que el cambio
en enfoque y ritmo mantiene a los practicantes alerta y abiertos a nuevas
experiencias en su Yoga. Los alienta a ver cada asana por separado.
Cada clase es distinta y nuestros cuerpos están en distintos estados cada
día de nuestras vidas. Algunos días nuestros cuerpos están más fuertes,
más flexibles y más potentes que otros, y uno de los beneficios más
grandes de Ashtanga es que nos permite conocer las diferencias.
Las personas llegan a permitir este conocimiento cuando pueden
practicar en un ambiente relajado y divertido. En mis clases, no hago
énfasis en las reglas. Las personas pueden moverse a su propio ritmo,

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tomar descansos cuando así lo quieren y hacer las posturas que

desean. Yo no trato de controlar el salón. Si alguien siente de pronto la
necesidad de pararse de manos, que así sea. En lo que a mi concierne,
sus cuerpos realmente lo necesitan. Algunas veces las personas
necesitan la motivación de hacer lo que quieran en mis clases, así es que
pueden. En lugar de intentar controlar el salón, yo guío a la gente para
que navegue por los altibajos de sus cuerpos y sus seres. Los motivo
a experimentar sus cuerpos profundamente y a integrar la vitalidad de
sus alientos. A lo largo de la clase, les recuerdo conservar su sentido
del humor conforme se mueven, en ocasiones con gracia y en otras
no. Al final de la clase, los alumnos llegan a una postura sentados para
atestiguarse de manera silenciosa y serena; la navegación llega a un final
suave y yo, como maestro, puedo atestiguar los efectos de mi guía.
No hay nada más satisfactorio para mí como maestro que observar el
brillo con el que las personas se levantan de savasana. Frecuentemente
las personas llegan con preocupaciones, estrés y cansancio que se
muestra en sus rostros, pero cuando se van, muestran los efectos de
Ashtanga Yoga: se sienten mejor y tienen mejor apariencia, más ligeros,
más libres, más relajados y con energía. Esta es la razón por la que, para
mí, enseñar Ashtanga Yoga es un tipo de autorrealización; cada vez que
guío una clase, yo, como maestro, crezco y expreso los conocimientos
de mi propio yoga. Veo que las personas absorben la práctica desde
distintos ángulos y desarrollan, cambian y trascienden sus limitaciones;
realizan sus posibilidades. A través de mi guía, expreso mi propia
comprensión de mí mismo en la práctica y, mientras atestiguo los efectos
que Ashtanga Yoga tiene en los otros, comprendo más y más su poder y
potencial en mi vida y en las vidas de todas las personas.

Puede ser que te tome algún tiempo desarrollar un sentido de ti

mismo como maestro. Al principio, los maestros tienden a guiar de
manera segura, apegándose a las reglas y estableciendo patrones de
enseñanza; esto está perfectamente bien. Con el tiempo, adquirirás la
confianza y la comprensión de la práctica necesaria para que se vuelva
un vehículo de tu auto expresión. Así como con tu propia práctica,
permítete desenvolverte y florecer como maestro. Recuerda, tienes
toda una vida para explorar tu propio potencial de enseñanza. En los
próximos años espero enseñar más de 15,000 clases y quiero que cada
una de esas clases me lleve, y a los que las hagan conmigo, más y más
profundamente en la absorción con el Universo.

Larry Schultz

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YOGA y ABUNDANCIA
Ahora que estás enseñando yoga eres una pequeña empresa. Esto significa que serás capaz de declarar
tus gastos en tus impuestos.
Mantén una contabilidad separada de tu negocio. Esto permitirá una cotabilidad más fácil y te permitirá
llevar mejor tus libros. Necesitarás registrar tu empresa con el servicio de administración tributaria local.
Este registro te dará un certificado de negocio y lo puedes usar para abrir una cuenta de negocios en un
banco local. Una vez que tengas una cuenta, estarás listo para operar tu propia empresa de yoga.
Ahora puedes deducir todos los gastos relacionados con manejar y mantener el negocio.

todo lo siguiente se relaciona con gastos de negocios

• Guarda todos tus recibos

• Libros relacionados con yoga
• Entrenamiento, talleres, cursos para maestros, etc
• Ropa para yoga
• Diseño
• Publicidad

marketing

• Página web
• Redes sociales: Instagram, Facebook, Twitter
• Publicidad
• Fotos profesionales
• Relaciones públicas
• Entrar en la lista de distintos estudios para ser maestro sustituto en varias clases
• Base da datos: recolectar direcciones de correo electrónico (esto es muy importante)
• Enviar e- mails a tu lista de yoga sobre tus clases y talleres.
• Karma Yoga (enseñar gratuitamente)

para abrir un estudio

• Necesitas capital (dinero para invertir)

• Encontrar un lugar - recuerda: UBICACIÓN, UBICACIÓN, UBICACIÓN
• Renta
• Marketing para tu negocio
• Anuncios
• Promociones
• Tener habilidades para dirigir un negocio
• Buscar un equipo o STAFF en el que te puedas respaldar

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 PROYECTA TU VISIÓN
VISIÓN

1.- Definir tu visión

2.- Cómo te ves en los próximos 3 años en los aspectos de:
• Trabajo y expresión creativa
• Salud y Bienestar
• Relaciones
• Tiempo libre y Dinero

Escribir la visión en tiempo presente como si ya estuviera sucediendo.

MOMENTO DECISIVO

1.- ¿Cuál fué esa experiencia en tu vida que te definió como maestro?
2.- ¿Qué pasó en tu vida que te hizo querer transformarte?

Este momento es básico que lo tengas claro y posiblemente va a ser una situación en tu vida muy dificil
que te llevo a buscar algo espiritual como camino.

RECONOCE A TUS CLIENTES

1.- Busca la relación de tu momento decisivo con tus clientes potenciales, ¿qué relación tiene tu historia y
tus alumnos?
2.- ¿Qué características tienen tus alumnos y por qué crees que les atraen tus clases?

COMUNICACIÓN EFECTIVA

Si yo sé cuales son mis clientes ideales, busco un lugar en donde pueda comunicarme con muchos de
ellos.

1.- ¿Qué medio me va a permitir comunicarme con ellos y cómo?

2.- ¿Qué quiero proyectar con mi publicidad?
3.- ¿Qué quiero proyectar? ¿Una clase muy técnica o muy dinámica, o algo más suave y terapéutico?

Tener muy claro qué quiero proyectar, para saber qué quiero comunicar.

¿QUÉ NECESITO HACER?

1.- Crear una página web con fotos padres que expresen quien soy.
2.- Crear una biografía corta y otra más larga que contenga mi momento decisivo, escrita en primera o
tercera persona; eso al gusto.
3.- Pensar cuales son los programas que voy a ofrecer.
4.- Con quién quiero trabajar
5.- Hacer alianzas
SOCIEDADES Y ALIANZAS

• Haz una lista de 10 gentes que admires y que tengan algo que tú no tengas que juntos podrían
complementarse.
• Escribe una idea de lo que te gustaria hacer con esa o esas personas.

MANOS A LA OBRA

Plan de trabajo:

• ¿Quién invierte y quién lo trabaja?

• ¿Qué locación?
• Página Web, tarjetas de presentación, fotos

¿DEJO MI TRABAJO DE MITAD DE TIEMPO?

La respuesta es NO.
Hasta que se eche andar bien el nuevo plan y estés seguro de poder reemplazar tu economía con el nuevo
trabajo.

tips de productividad

• ¡No trates de hacer muchas cosas al mismo tiempo! Es poco productivo.

• Planea tus tareas y pendientes 1 día antes.
• No te distraigas con el celular ni otras cosas cuando estas llevando a cabo una tarea.
• Haz bloques de 2 horas ininterumpidos hasta que acabes la tarea.
• Piensa en que puedes delegar o eliminar para ganar más espacios libres en tu día.
• Haz tiempo para crear proyectos y estrategias nuevas.
Notas finales: