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Diferentes perspectivas
Todas las respuestas anteriores coinciden con una perspectiva occidental sobre
la felicidad, que ha sido la más utilizada hasta ahora en los estudios científicos.
Según esta perspectiva, el modo de alcanzar la felicidad se obtiene a través de la
experimentación de emociones positivas sobre el pasado, el futuro y el presente.
Un enfoque diferente de la felicidad es el que tiene que ver con deshacerse de algo
que resulta perjudicial o doloroso, para dejar paso a estados de calma y
equilibrio. Precisamente, esta idea es la que representa la perspectiva oriental
de la felicidad .
Delle Fave et al. (2016) exploraron el concepto de felicidad a través de diversas
naciones y dimensiones culturales, y encontraron que la mayoría de las personas a
lo largo de todos los países y culturas, entendían la felicidad como un estado o
dimensión interior en el que se experimenta armonía y equilibrio. Mientras que
un menor número de personas aludían a la felicidad como emociones positivas,
satisfacción, conciencia, optimismo o autonomía.
En este estudio las personas procedentes de países occidentales, como EEUU,
concebían la felicidad con palabras como satisfacción o emociones positivas.
Mientras que las personas de países orientales, como la India, tendían a definir la
felicidad con términos como armonía o paz.
La fórmula de la Felicidad
Martin Seligman y su grupo de investigación, en 2002, trataron de explicar las
variables que influyen en la Felicidad mediante la siguiente fórmula:
F = R + C + V
Según esta fórmula, la felicidad (F) depende de tres factores:
Herencia genética (rango fijo R) : características personales que llevamos
grabadas en los genes y no se pueden modificar.
Contexto social y geográfico (C) : dónde nacemos, dónde vivimos, con quién y
cómo nos relacionamos…
Voluntad de la persona (V): actividades intencionadas que dependen de
nosotros/as.
Sonja Lyubomirsky (2008) plantea que el factor “V” es más sencillo de modificar
y encuentra en sus estudios que explica hasta un 40% de la felicidad de las
personas. Dicho de otra forma, cambiando nuestra manera de actuar y de
pensar tenemos la posibilidad de ser un 40% más felices .
El porcentaje restante depende del entorno (10%) y de la predisposición genética y
biológica (50%) y, a priori, no es tan fácil de cambiar o no siempre está en nuestra
mano.
REFERENCIAS
Delle Fave, A., Brdar, I., Wissing, M. P., Araujo, U., Castro Solano, A., Freire,
T., ... & Soosai-Nathan, L. (2016). Lay definitions of happiness across nations:
The primacy of inner harmony and relational connectedness. Frontiers in
psychology, 7, 30.
Gable, S. L., & Haidt, J. (2005). What (and why) is positive psychology?. Review
of general psychology, 9(2), 103-110.
Lyubomirsky, S. (2008). The how of happiness: A scientific approach to getting
the life you want. penguin.
Seligman, M. (2002). La auténtica felicidad. Ed. Byblos, Barcelona, España.