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Jacques Ranciere

Una filosofía de la emancipación


Un recorrido por algunos de sus conceptos más
importantes:

Reparto de lo sensible – estética política


Política y policía
Los sin parte – demos
Democracia – an/arkhia
igualdad
Reparto de lo sensible
Bajo este concepto hay que ubicar una serie de categorías que
funcionan estructurando de una manera que es política la percepción
misma del espacio común; las formas de interpretar y sobre todo de
hacer visibles/invisibilizar a los sujetos.

• «…es ese sistema de evidencias sensibles que permite ver al


mismo tiempo la existencia de un común y los recortes que
definen sus lugares y partes respectivas. Un reparto de lo sensible
fija al mismo tiempo algo común repartido y ciertas partes
exclusivas. Esta repartición de partes y lugares se basa en un
reparto de espacios, tiempos y formas de actividad …»(El reparto
de lo sensible)

Lo “Sensible” no es ni el registro de los sentimientos ni la


multiplicidad de los fenómenos. Se vuelve un término encargado de
representar el modo inmanente sobre el que se organiza la
dominación social y política
Dicho de otra forma, hay en la base de la política una estética:

• «el sistema de las formas a priori que determina lo que ha de


sentirse. Es un recorte de los tiempo y los espacios, lo visible y lo
invisible, de la palabra y el ruido que define a la vez el lugar y lo
que está en juego en la política como forma de experiencia» (RdS)

Ranciere ilustra la dimensión estética de la política haciendo


referencia al doble sentido de la palabra “logos”: tanto discurso
como cuenta. Logos es a la vez discurso y distribución de las
posiciones del discurso. Dominación: rehusarse a reconocer al otro
como usuario del discurso.
Antes de que la política pueda entenderse como negociación de
intereses entre partes, el concepto de estética de la política indica
que esa misma escena de la comunidad como partes que negocian
descansa en juicios acerca de lo que se considera «partes» legítimas
de la comunidad, aquello que constituye el discurso (con sentido),
quién es capaz de poseerlo, cuáles son los lugares apropiados para
ello y qué cosa puede ser un problema o asunto político.
Ejemplos de este concepto de reparto de lo
sensible
• División (desigual) del mundo entre ignorantes
y explicadores

• Apólogo de Heródoto
Este relato-apólogo ejemplar está dedicado a la revuelta de los esclavos de los escitas. Los escitas, nos
dice, tienen la costumbre de vaciar los ojos de aquellos a quienes reducen a la esclavitud para mejor
someterlos a su tarea servil, que consiste en ordeñar el ganado. Este orden normal de las cosas resultó
trastornado por sus grandes expediciones. Partidos a la conquista de Media, los guerreros escitas se
internaron profundamente en Asia y fueron retenidos allí a lo largo de toda una generación. Durante
ese mismo tiempo, nació una generación de hijos de esclavos, que crecieron con los ojos abiertos. De
su mirada sobre el mundo, llegaron a la conclusión de que no existían motivos particulares para ser
esclavos, puesto que habían nacido de la misma manera que sus amos distantes y con los mismos
atributos. Como las mujeres que habían permanecido en los hogares les confirmaron esta identidad de
naturaleza, decidieron, hasta que hubiera una prueba en contrario, que eran los iguales de los
guerreros. En consecuencia, rodearon el territorio con un gran foso y se apostaron para esperar a pie
firme el retorno de los conquistadores. Cuando éstos volvieron, creyeron que, con sus lanzas y sus
arcos, acabarían fácilmente con esa rebelión de vaqueros. El ataque resultó un fracaso. Fue entonces
cuando un guerrero más avisado apreció la situación y la expuso a sus camaradas de armas:

Soy de la opinión de que dejemos aquí nuestras lanzas y


nuestros arcos y que los abordemos llevando en las manos el
látigo con que azuzamos a nuestros caballos.
Hasta aquí, ellos nos veían armados e imaginaban que eran nuestros
pares y de igual nacimiento. Pero cuando nos vean con
látigos en vez de armas, sabrán que son nuestros esclavos y,
al comprenderlo, se rendirán.

Así se hizo, y con pleno éxito: sorprendidos por ese espectáculo, los esclavos huyeron sin combatir.
Política y policía
En principio, hay que entender que estos términos no
designan formas institucionales (ni estatales ni de ningún
tipo) sino lógicas del reparto de lo sensible

Policía:

“primeramente un orden de los cuerpos que define las


divisiones entre los modos del hacer, los modos del ser y los
modos del decir, que hace que los cuerpos sean asignados
por su nombre a tal lugar y a tal tarea; es un orden de lo
sensible y lo decidible.” (El desacuerdo)
• Es una distribución de lo sensible en la cual el todo de la
comunidad coincide con la suma de las partes reconocidas.
Niega la habilidad de la parte de los sin parte para
suplementar la polis con su reclamo de igualdad.
• Es una configuración de lo sensible que intenta limita la
participación política ¿Cómo? Operaciones sobre lo sensible
que delimitan lo concebible y lo posible.
• No es un programa conspirativo. Es una lógica de la
inequidad que crea formas de exclusión/inclusión mediante
particiones de lo sensible. Las divisiones de la policía
distribuye cuerpos y voces, define lo visto y no visto; traza
límites.
• Puede decirse que la policía refiere a una serie de
presuposiciones que estructuran la vida en común con la
finalidad de evadir la política. Intenta despojar lo sensible
de su carácter litigioso.
Política
• La política comienza con el rechazo de los mismos
sentimientos, deseos, formas de relación y
expectativas impuestas por la oligarquía. Es un
proceso de subjetivación, un movimiento por el
que los hombres y mujeres se ven alejados de sus
parcelas “naturales” de capacidades, con el
propósito de habitar nuevos cuerpos en diferentes
tiempos y espacios.
• La política supone la producción de un cuerpo y
una capacidad de enunciación que no se
identifican con un campo de experiencias
previo/dado.
• La noción de política en Ranciere depende de y se basa
en el uso que hace de la distinción entre ruido y
discurso (la producción del otro como sujeto apto para
el diálogo, como vida valiosa o precaria y eliminable).
Procede mediante una crítica del marco estético
general en el que esas distinciones operan (…) y que
es fundamentalmente un conflicto en torno a la voz,
entre las interpretaciones policiales de sentido que
categorizan a unos como bestias y a otros como seres
parlantes.
• No todos los actos disruptivos son políticos. Debe
haber una oposición de dos lógicas, una creación de
un espacio de experiencias donde esas lógicas puedan
ser expuestas en su oposición, enfrentadas. Se trata de
la oposición de dos lógicas de dos mundos opuestos,
que postulan dos formas de entender lo común…
Ejemplos:
• participación ciudadana
• Olympe de Gouges: en la Francia
revolucionaria de la declaración universal de
los derechos del hombre y el ciudadano decía
«Si la mujer puede subir al cadalso, también se
le debería reconocer el derecho de poder subir a
la Tribuna.»
política – los sin parte – demos
• El proceso de la política comienza con la identificación de un
daño (tort) torsión / injusticia, una disputa fundamental
sobre diferentes cuentas de la comunidad. Ese daño o
torsión constituye para Ranciere la estructura fundamental
de toda la política.
• Es, en primera instancia, una inequidad en la parcelación de
los roles. Y también, ese daño hace referencia a una torsión
de la igualdad que subyace a las relaciones humanas.
• El daño hace referencia a una torsión o giro de la igualdad
que fundamenta toda relación social. De acuerdo a esto, la
inequidad social es una torsión de esa igualdad más
primordial en la que se apoya la desigualdad…
La política rompe con la supuesta naturalidad de la cuenta inicial con la
emergencia de una nueva parte, el demos, que manifiesta este daño y lo
vuelve contra el orden policial.
La presencia del demos:
• Impacta en toda la comunidad, por el hecho de que no puede tomar parte
sin alterar la distribución de lo sensible que se concibió a su costo.
• Su existencia transforma la ciudad de jerárquica en política
• Su principal desafío consiste en asumir la visibilidad en una distribución
policial de lo sensible.
• La parte de los sin parte es el sujeto de la política en un doble sentido: a)
es el agente cuya emergencia convierte la comunidad consensual en
comunidad litigiosa b) su existencia como posible “participante” es el
objeto mismo de la confrontación.
• Hace explícita la diferencia entre el orden del daño/torsión y aquel basado
en la igualdad.
• La política es el medio por el cual los sin parte contestan las categorías,
divisiones, identificaciones y medios de integración social que intentan
reducirlos a la no existencia.
(ejemplo: ver pp sobre mundo griego)
Democracia – an/arkhia
• La “lógica del arkhé” consiste en la selección de ciertos
elementos –riqueza o nacimiento – y su ubicación como
fundamento del derecho a gobernar. Es la disimulación u
ocultamiento de la esencialmente no-fundada naturaleza del
hombre.
• La democracia es an –arkhica: fundada en oposición a la
actividad que consiste en determinar la pertenencia en base a
principios. Su proclama – la libre ciudadanía – crea un reclamo
polémico por las partes y reparto de la comunidad porque no
corresponde a ninguna de las funciones o distinción
reconocida de la igualdad (aristoi/oligoi). El demos propone
otro título basado en la afirmación/suposición de que todos
son iguales, y por eso mismo, otra forma de relacionar las
varias partes de la comunidad.
Igualdad
¿cómo se constituye ese reclamo de igualdad? Anudando la
cuestión de la igualdad a la de la universalidad de la libertad.
Esta última es el título de quienes no tienen ningún título,
ninguna calificación específica más allá de su “libertad”.
El concepto de igualdad debe ser comprendido junto a los
procedimientos de verificación que actúan como los medios
para crear su universalidad.

• Dos afirmaciones:
a) la igualdad es un hecho irreductible de la existencia social
b) la igualdad descansa sobre su verificación/demostración
• Para Ranciere, la política es una actividad más normativa
que a lo que los detractores de la ilustración les gustaría
asumir. En ella, no se trata simplemente de afirmar
diferencias o interrumpir la dinámica del poder. Se trata de
generar la obligación a reconocer la existencia de un mundo
compartido a través de la creación de lugares polémicos
donde la igualdad pueda ser reconocida.
• Decir que la igualdad es el único universal, significa que esta
universalidad no está derivada de otros conceptos, como
Humanidad o Razón.
• La igualdad se desprende de una demostración, tanto en el
sentido lógico como performativo, pero no reside en los
términos utilizados para efectuar esas demostraciones.
• Igualdad universal no quiere decir “a priori”. La creación de
casos de la igualdad es activa, local y reservada.
• Ranciere llama la atención sobre el contenido
normativo de la política: a las específicas formas
de universalidad que la acción política puede
crear. En este sentido, rechaza las teorías
tradicionales de la universalidad: invierte la
dirección tradicional. El universal no es lo que se
pone a prueba en casos particulares, sino que el
universal es el resultado de una demostración,
esto es, de las prácticas políticas mismas.
• De acuerdo a esto, la política debiera entenderse
como la presentación y prueba de la igualdad; una
norma que emerge de un contexto local, y que
solo tiene el espectro de aplicación que un grupo
está dispuesto a reclamar.
• Para Ranciere esto le permite romper con el debate entre
universalidad e identidad. Nos permite describir cómo en
política, algo contingente, insustancial y sin fundamento puede
no obstante funcionar como fuente de obligación.
• Por eso Ranciere habla del “universal polémico” en oposición
al “abstracto”: en tanto tal, está siempre anclado a un
particular; emerge sólo del trabajo de un particular. Nos
interpela a considerar si hay o no una capacidad compartida
que pueda contestar la configuración jerárquica de la
comunidad, y que provea una lógica diferente del “tomar
parte”.
• La universalidad no reside en categorías como “Humanidad”,
“ciudadano” o “razón”, sino en el “qué se sigue”, en su puesta
en acto práctica y discursiva. Por eso también, en El maestro
ignorante dice que “nuestro problema no está en probar que
todas las inteligencias son iguales. Sino en ver qué es lo que se
puede hacer partiendo de esta presuposición”

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