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1.

 El bienestar

Si pensamos en la construcción del bienestar, nos acercamos a la idea de que es posible

trabajar de manera orientada en el bienestar personal y posiblemente también en lo que

conocemos como “buscar la felicidad”. El término felicidad nos remite a un sentir que

asocia experiencias, juicios, creencias y aprendizajes alrededor de lo que conocemos.

Con la posibilidad de trabajar en la construcción del bienestar personal, es posible

entonces organizar esfuerzos orientados a mejorar también el bienestar en las

organizaciones; es decir, el bienestar impacta en el dominio del trabajo. 

¿La felicidad es una emoción con la que se nace o podemos aprender a ser felices?

Si bien la felicidad no deja de ser una cuestión subjetiva, ya que cada quien contiene una

serie de condiciones que conforman su percepción de felicidad, la ciencia ha demostrado

que la felicidad existe. No se trata de un todo o nada, sino de un continuo que incluye

pequeños detalles que nos acercan a un estado de bienestar. De acuerdo con esto,

podemos revisar cómo tenemos conformada la fórmula individual de felicidad o bienestar.

Si tenemos en cuenta ciertos ingredientes o variables, estaremos más cerca de

experimentarla. Es posible que la cantidad o dosis de estos ingredientes o variables

varíen en cada individuo. Y de acuerdo a cómo las utilicemos, experimentaremos mayor o

menor felicidad o bienestar.

En la lista de variables encontramos: la importancia de la vida social, la familia, los

amigos. Estar en contacto con gente y evitar la soledad es sin lugar a dudas una variable

relevante. También relacionarnos de manera satisfactoria, encontrar pareja, cultivar

relaciones nutritivas, cultivar el optimismo y perdonar; son factores que producen mayor
satisfacción que la acumulación de cosas materiales y la preocupación extrema por el

dinero. Otros elementos que contribuyen de manera significativa son: mantenernos

activos, hacer cosas que nos salen bien, gustarnos a nosotros mismos, tomarnos las

cosas con calma, la libre determinación (sin extremar las opciones de elección para no

caer en la trampa de la presión por la decisión), el bienestar subjetivo.

2. Algunos breves antecedentes teóricos

Warner Wilson realizó una amplia revisión sobre el bienestar subjetivo. Concluyó que una

persona feliz es joven y saludable, educada, bien remunerada, extrovertida, alegre,

casada, con alta moral y autoestima laboral, con aspiraciones modestas y con una amplia

gama de inteligencias. A nivel individual, la psicología positiva se enfoca en aspectos

como: la capacidad para el amor, las habilidades interpersonales, la sensibilidad estética,

la perseverancia, el talento, el perdón, la sabiduría, la espiritualidad. Podemos considerar

todos estos aspectos como fortalezas. A nivel social, explora virtudes como el altruismo,

la civilidad, la tolerancia, el trabajo ético.

Calidad de vida, bienestar subjetivo, bienestar social, satisfacción vital: son términos

relacionados con la felicidad. Diversos consensos científicos parecen concluir que: 

A. El bienestar posee una dimensión básica y general que es subjetiva. 

B. El bienestar contiene dos fases: una centrada en aspectos afectivo-emocionales

(estados de ánimos de las personas); y otra centrada en aspectos cognoscitivos

valorativos (cómo valoramos nuestra propia vida). 

Otros autores (Casullo, por ejemplo) proponen una tercera dimensión que puede

englobar lo vincular.
Comúnmente se denomina felicidad al bienestar subjetivo que experimentamos

cuando sentimos muchas emociones agradables y pocas emociones desagradables.

En una consideración general, cuando nos sentimos satisfechos con la vida.

Podemos decir entonces que una fórmula posible para explicar el bienestar o la

felicidad se puede deducir con un balance entre emociones (+) y (–), en el que exista

un saldo mayormente positivo, además de sentir satisfacción vital, que equivale a

percibir mayor bienestar o felicidad.

3. Expectativas versus felicidad

Pensemos en la siguiente situación: durante el próximo fin de semana alguien te

pregunta “¿Qué harás?”. Si teníamos algo en mente posiblemente lo expresemos,

pero vayamos un poco más allá: imaginemos que nos dicen que en lugar de eso que

planificamos, haremos algo mejor y más especial. ¿Sentimos lo mismo? Posiblemente

las emociones sean más positivas e intensas. Esto ocurre cuando hacemos cosas

novedosas, pero a medida que aumenta su frecuencia, la novedad decae

naturalmente y las emociones que experimentamos no suelen tener la misma


intensidad que al principio. Lo que sentimos en la espera no es igual a lo que sentimos

mientras lo transitamos: podemos vivirlo intensamente, o tal vez no se corresponda a

lo esperado y experimentemos frustración.

El teorema de Thomas explica que las personas no solo reaccionamos a una

situación, sino también al significado que le atribuimos a la situación. Basándonos en

ese significado pensamos lo que puede suceder en el futuro, allí descansan las

expectativas. Si las personas definen las situaciones como reales, estas son reales en

susconsecuencias.

Las expectativas influyen en la felicidad, pero no es el único factor. La diferencia

positiva o negativa es lo que importa de las expectativas. ¿Podemos deshacernos de

ellas? ¿Será que la clave es desprendernos un poco de las expectativas?

La sensación inmediata de felicidad depende de la distancia entre lo que puedo

conseguir y lo que espero. Posiblemente el conflicto radique en las comparaciones

que hacemos. Aprender a regular la imaginación nos ayuda a gestionar mejor las

expectativas. Usar la comparación de una forma funcional, contrastante,

probablemente nos ayude a apreciar lo que experimentamos. También contribuye

estar abiertos a novedades: que el futuro nos traiga aprendizajes con experiencias

agradables y otras no tanto. 

Las 3 c 

Consciencia de nosotros mismos: conocernos y saber cuánto es bueno regular


nuestras ilusiones, nuestros pensamientos, nuestras emociones.

Creatividad: para encontrar el contraste, y descubrir qué brilla más. Como la experiencia


de los colores similares, si colocamos dos colores similares podremos darnos cuenta cuál
es más brillante (en lugar de comparar opuestos como blanco y negro, por ejemplo).
Conexión: la atención lo es todo. Si abordamos con apertura lo que el día nos trae para
descubrir, estamos cercanos a emocionarnos. Si nos emocionamos, aprendemos. Se
trata de permitir que el día cambie a partir de nuestro cambio de actitud, para poder
descubrir.
PERMA
Hemos desarrollado una mirada introductoria sobre algunas inquietudes sobre lo que
postulamos como bienestar subjetivo, o felicidad. También hemos dicho que la psicología
ha incorporado a su disciplina una mirada positiva, con énfasis no solo en mitigar males y
trastornos mentales (aliviando muchos de ellos). Pero además de la psicología, también
un número importante de disciplinas actuales se han ocupado de pensar en la forma de
seres humanos que somos. Sobre todo, se sostiene una mirada atenta a propiciar el
bienestar. A título personal, hace dos décadas emprendí el desafío de pensar en las
cosas que nos hacen bien y potencian nuestro desarrollo o florecer personal.

De lo desarrollado en materia de bienestar, haremos foco en los aportes del


modelo PERMA creado por Martin Seligman quien es considerado el padre de la
psicología positiva. Sus aportes nos permiten descubrir no tanto una definición de
felicidad o de bienestar subjetivo (individual o colectivo), sino las variables implicadas en
el bienestar en términos propios de la psicología. 

El foco está puesto en identificar con énfasis aquellas cualidades positivas o


potencialidades (fortalezas) humanas. Identificar experiencias positivas, rasgos positivos
individuales, institucionales y de organizaciones, que generan ecosistemas de bienestar
P: positive emotion.

E: engagement.

R: relationship.

M: meaning.

A: accomplishment

2. Hablemos un poco de emociones

Podemos decir que las emociones son un proceso altamente adaptativo por dar

prioridad a la información relevante para la supervivencia. Este proceso se

activa cuando detectamos algún cambio psíquicamente significativo. Por ello las

emociones poseen un carácter subjetivo.

La emoción implica un sistema de procesamiento de la información altamente

jerarquizado cuya principal función es la organización de toda nuestra actividad, para


lo que pone a disposición los restantes procesos psicológicos como la percepción, la

atención, la memoria, el pensamiento, la comunicación verbal y la no verbal, y también

la motivación. 

Hemos adquirido a lo largo de la evolución humana un escurridizo método para

configurar nuestras vidas emocionales, y creamos así la comparación entre la

emoción positiva y la negativa. Clasificamos, por ejemplo, emociones negativas como

el temor, la tristeza, la ira, y las colocamos como los primeros alfiles de defensa: las

usamos para afrontar ofensivas o amenazas y hemos sido creativos en la medida que

las condiciones de vida en comunidad fueron cambiando. Es posible que esto nos

resultara una herencia de nuestros antepasados como medio para asegurar la

supervivencia humana. Las emociones negativas suelen ser un repertorio mejor

conocido y usado que las que denominamos positivas. De hecho, si preguntáramos

cuántos tipos de emociones negativas conocemos y cuántas emociones positivas,

para una gran cantidad de personas el listado de emociones negativas sería más

sencillo de completar.

Todas las emociones tienen un componente sentimental, uno sensorial, uno reflexivo y

uno de acción. 

Las emociones positivas tienen un objetivo en nuestra evolución porque aumentan

nuestros recursos intelectuales, físicos y sociales, y los hacen perdurables; de esa

manera generan reservas para afrontar amenazas o peligros. 

P: Positive emotions (emociones positivas)

Las emociones positivas refieren a un conjunto de emociones que tienen la

característica de generar estados subjetivos agradables. Hoy sabemos que las

emociones positivas nos ayudan a transformarnos para mejor. La ciencia nos revela
que las emociones modifican nuestro esquema celular, y con esto también la escritura

de nuestro ADN. 

1998, Bárbara Fredickson publica un artículo sobre la importancia del rol de las

emociones positivas, se vale de grandes aportes como los de Paul Ekman y otros.

Postula que nuestro foco de atención se centra fundamentalmente en aquello que nos

permite asegurar nuestra supervivencia. Sin embargo, las emociones positivas nos

traen un complemento: amplían nuestra atención, en oposición a lo que nos sucede

con emociones negativas como el miedo, por ejemplo. Las emociones positivas suelen

tener una atracción menor, se experimentan como más cortas o de menor duración en

comparación con las emociones negativas. La tendencia a prestar mayor atención a

situaciones menos agradables está más presente en nosotros que prestar atención a

aquellas más agradables. Si, por ejemplo, estuviéramos en una sala de espera de un

consultorio médico con música de fondo agradable y, en un momento dado, la música

dejara de experimentarse como agradable (por haber perdido la novedad) y se

escuchara a una persona expresar dolor, seguramente tendremos mayor tendencia a

enfocarnos en esta situación.

La ampliación: significa que en el momento en el que se experimenta una emoción

positiva, se amplía nuestra capacidad de atención, se amplían recursos cognitivos,

solemos observar más cosas, ya que se establecen mayores conexiones de alto nivel,

se incorporan más conceptos, ideas, etc. Se perciben cosas positivas similares. En

cuanto a la conducta, se amplía el repertorio de cosas pro sociales que podemos

hacer. El efecto inmediato que provoca una experiencia agradable hace que se

disuelvan los efectos fisiológicos experimentados de una emoción negativa. Esta

mirada es una mirada de corto plazo. Sin embargo, podemos incorporar una mirada

de largo plazo. 
La construcción a largo plazo: experimentar emociones positivas permite

experimentar expansión de nuestra conciencia, lo que nos ayuda a modificar quiénes

seremos en el futuro próximo. Vale aclarar aquí que esto no es lo mismo que reducir

emociones negativas. 

Emociones positivas permiten el desarrollo de recursos físicos


Diversos estudios indican que las personas felices o que experimentan mayormente
estados agradables subjetivos, poseen mejores hábitos de salud, padecen menos
trastornos funcionales (por ejemplo, en la presión arterial), mejoran su sistema
inmunológico, y prolongan la vida. 

Productividad

Tal vez la productividad sea considerada el rasgo más importante si se lo considera una
habilidad para el trabajo. Difícil saber si es primero el huevo o la gallina: si las personas
que poseen mayor satisfacción laboral, experimentan mayores emociones positivas y son
más felices; o si son más productivas por ser más felices y experimentar mayormente
emociones positivas. Lo que no podemos desconocer es que las personas que son más
felices claramente están más satisfechas con sus trabajos que aquellas que no lo son.

 E: Engagement

Mihaly Csikszentmihalyi estuvo presente desde los inicios de los estudios de

psicología positiva, en primeras publicaciones junto a Seligman, dejándonos el legado

del fluir que es un estado que mezcla una tarea de absorción y concentración alta:

como la creación de una burbuja que favorece el bienestar. El fluir, según este autor,

es un estado psicológico universal que podemos experimentar todos y está

estrechamente asociado al rendimiento óptimo. 

El estado de fluir es otra forma de construir felicidad.

Una característica de un estado de flow es que no experimentamos conscientemente


ninguna emoción. Nuestra maquinaria de pensamiento se centra de tal forma en lo que
hacemos, que todo lo superfluo queda afuera. Puede ser superfluo: un pensamiento, una
distracción; esto desaparece y así otorga alivio a nuestro cerebro y nuestro estado
emocional.
Se trata de una especie de pacto o acuerdo con nosotros mismos y con nuestras
fortalezas, a fin de alcanzar una sintonía entre ambos que nos sitúe en un estado de
armonía, de afinidad, de flujo de conciencia.

Esto es, el compromiso con la búsqueda de aquellas actividades que nos permitan entrar
en flow, o el estado óptimo de activación. Y es que cuando nos comprometemos con una
tarea o con un proyecto experimentamos un estado de flujo donde el tiempo parece
detenerse y perdemos sentido de nosotros mismos, concentrándonos intensamente en el
presente.
Características del estado de fluir

1. Hay un desafío que está en igualdad con las habilidades de una persona.
2. Hay una absorción en la acción (estoy haciendo algo) y quedó capturado por ella.
3. Hay una meta clara hacia la que avanzo. 
4. Concentración. Estoy con atención plena sin irme por tiempo prolongado.
5. Olvido de uno mismo, se desactivan los pensamientos autorreferenciales. El yo
desaparece, no pienso en mí mismo o en mí misma.
6. El tiempo se transforma, algunas personas sienten que el tiempo se para o vuela.
7. El estado de fluir y el rendimiento
8. Vitalidad percibida + concentración = engagement.

Algunos estudios indicaron que las fortalezas individuales influyen en la pasión


dedicada a la tarea, pero no viceversa. La pasión no es una variable que nos
ayude a entrar en estado de flow, pero sí potencia nuestras fortalezas.

El fluir es un estado de rendimiento óptimo que surge a partir de un reto o una


meta que nos planteamos y que nos motiva. Está en línea con las habilidades que
tenemos.

Es importante comprender que el estado de flow no tiene relación con


el mindfulness. En este último el estado de metacognición está en conciencia con
lo que está sucediendo.

9. R: Relationship (relaciones sanas)

Es el pilar central no solo por estar en el centro del modelo PERMA, sino por lo que

implica para los seres humanos la construcción de relaciones positivas. Los seres

humanos somos seres sociales por naturaleza, y contar con adecuadas relaciones

sociales es indispensable para nuestro bienestar.

En mayor o menor medida todos y cada uno de nosotros tenemos relaciones con los

demás, más o menos intensas, pero que, al fin y al cabo, suponen un factor de

protección y de apoyo extremadamente poderoso y por ende, importante y necesario.

Por ello, fomentar este aspecto puede favorecer de forma sustancial nuestra felicidad.

Así pues, este factor hace referencia a mejorar nuestras relaciones personales, lo que

también implica la mejora de nuestras habilidades personales.


Una de las grandes contribuciones en relación con pensar nuestros vínculos llegó de

la mano de Christopher Peterson. Su frase más reconocida es sobre la importancia de

hacerle saber a las personas que nos importan, que realmente nos importan. Él decía

que podemos saber que determinadas personas son importantes, pero ellos lo ignoran

hasta que se lo decimos de manera explícita. Hacerlo trae enormes beneficios.

 Tener muchas relaciones sociales;


 Tener relaciones de pareja sólidas.
Cuántas veces nos pasa que estamos hablando con alguien que es muy importante

para nosotros, pero no estamos conectados. Si miramos los ejes de la figura anterior,

nos damos cuenta qué nos sucede. En el margen superior izquierdo: en el eje activo

constructivo, podemos juntos profundizar y experimentar algo agradable en el

intercambio; sin embargo, en el eje pasivo constructivo, el interés por el otro es

breve y no logramos profundizar demasiado: la posibilidad de intimar, de lograr

mejores resultados, es pobre.

En el cuadrante izquierdo inferior: activo destructivo, cuando una conversación se

centra en indicar lo destructivo, por ejemplo, cuando ponemos foco en lo que no

conseguimos. 

En el eje pasivo destructivo directamente ignoramos al otro o nos sentimos

ignorados, sin poder producir cambios positivos en una relación.


La importancia de conectar con algo superior a uno mismo es un tipo de valor que
conecta con el sentido de trascendencia. 

La felicidad, en ocasiones, está sobrevalorada. No todas las personas que viven una vida
con sentido buscan la felicidad, y viceversa. Buscar con tanto fervor la felicidad puede
generar una expectativa acerca de ser feliz todo el tiempo y esto puede hacernos
infelices. En especial porque todos lidiamos con algún tipo de sufrimiento. 

Una vida plena y con sentido es de alguna manera una alternativa a la comprensión de
felicidad. La idea de sentido guarda relación con algo que trasciende a nuestra
individualidad y nos ayuda a poner orden en nuestra vida.

Algunas coincidencias en investigaciones indican que existe un sentido si, por ejemplo,
tenemos:

1. consideración de que la vida es significativa y tiene valor;


2. un propósito que nos encamina hacia el futuro;
3. coherencia en nuestra historia, elecciones y sentido que le damos al mundo. 

Así como felicidad y sentido no necesariamente deben estar disociadas, también es

cierto que no siempre se dan juntas. Por ejemplo, hacer cosas que me hagan sentir

feliz no necesariamente tiene sentido: tomar un trago con amigos, ir a la manicura, o

jugar un partido de fútbol. En otras ocasiones, pensar en hacer un determinado

esfuerzo (estudiar para una materia, por ejemplo) supone algo que me da sentido,

pero no necesariamente felicidad.

Hacer ciertas actividades nos otorga más sentido. Piensa ¿Qué le da sentido a la
vida de la gente? Varias investigaciones han intentado dar respuesta a esta inquietud.
Emili Esfahani, filósofa y escritora, rescata 4 elementos que están implicados en dar
sentido a la vida:

 Pertenencia.
 Propósito.
 Transcendencia.
 Narrativa.

La pertenencia tiene que ver con el tipo de relaciones que tenemos. Como hemos

mencionado anteriormente las relaciones sanas contribuyen a nuestro bienestar, pero

la pertenencia tiene que ver con un tipo de relación en la que nos sentimos valorados

por ser quienes somos, de manera intrínseca, al igual que valoramos a la persona con
la que nos relacionamos. No siempre que nos encontramos en una relación nos

sentimos valorados por quienes somos, sino más bien por aquello que conseguimos o

aparentamos.

El propósito: es un componente del sentido, el que nos guía hacia el futuro. Tiene

como implicancia hacer un aporte para alguien más. No necesariamente está ligado a

grandes aportes, sino por el contrario una suma de pequeñas cosas conectadas a

algo más global; son ellas las que nos dotan de propósito.

La trascendencia: son esas experiencias explicadas en conexión con algo superior,

un ejemplo es cuando contemplamos un cielo con estrellas y percibimos la sensación

de ser una parte pequeña de algo inmenso. Son las más cercanas a nosotros, las

experiencias de naturaleza sublime, inspiradora. Otras formas de transitar

experiencias de trascendencia se dan con la práctica de la meditación o la oración,

también con movimientos colectivos. Básicamente disminuimos nuestra individualidad

y sentimos que estamos conectados a algo más grande que nosotros mismos. Cambia

nuestra perspectiva de las cosas, nos compendia con el todo. Junto a la trascendencia

experimentamos admiración, reorganizamos la forma en la que estamos en el mundo.

La narrativa: la historia que nos contamos de nosotros mismos. Cómo llegamos a ser

quienes somos, y quiénes somos en el presente. 

1. Educación positiva
Para comprender el concepto de educación positiva, repasemos qué es un

ecosistema. Podemos explicarlo como un sistema natural formado por un conjunto de

organismos vivos y el mundo físico donde estos se relacionan. A los factores vivos los

denominamos factores bióticos y a los factores no vivos, abióticos.


Respecto de los factores bióticos no solo consideramos cada uno de ellos, sino

también las relaciones que establecen. Los factores abióticos son aquellos que

conforman las condiciones físicas del ecosistema, aquellos que completan un contexto

de interrelaciones bióticas. Si a estos conceptos le añadimos el de bienestar, entonces

podemos pensar en interrelaciones entre factores de diversa naturaleza que

promueven un bienestar para los seres implicados en el ecosistema.

Para propiciar un modelo replicable y sustentable es necesario diseñarlo, por este motivo
adherimos a un modelo de educación positiva (EP) con la pretensión de otorgar igual
importancia al desarrollo de habilidades académicas y humanas. A lo largo de las lecturas
revisamos los aportes de la literatura científica al respecto; ahora buscamos explicar cómo
en Siglo 21 todo eso se traslada a la vida académica. Partimos de premisas que orientan
esos esfuerzos con sentido de trascendencia.

Todas las personas tenemos derecho a ser felices, y las instituciones educativas tienen el
deber moral de promover el bienestar de las personas y no solo sus aptitudes
académicas. 
Entre otras de las propuestas, la Educación Positiva plantea que los entornos educativos
deben brindar espacios y experiencias que promuevan el bienestar personal y social. Este
lineamiento no se reduce simplemente en incluir actividades adicionales al plan de
estudio, sino que conlleva un cambio cultural que ubica al bienestar como un factor
estratégico y que motiva el desarrollo del Ecosistema de Bienestar.
En el ecosistema de bienestar, el conjunto de agentes que forman parte de la

comunidad universitaria actúan de forma sinérgica e interdependiente para potenciar

el bienestar de las personas. 

Tomando en consideración el modelo PERMA, propuesto por el investigador Martin

Seligman, se han definido las siguientes dimensiones para desarrollar el ecosistema

de bienestar de la Universidad Siglo 21. Se incorporan así no solo el modelo PERMA,

sino
también los aportes de Tal Ben Shahar sobre salud física y atención plena.

En el gráfico se puede identificar cómo comienzan a introducirse distintos factores de

la vida académica que pretenden impactar en la comunidad Siglo 21. Se busca una

armonía entre actividades curriculares y no curriculares, y se incluyen la comunidad de

alumnos, la de docentes y la de no docentes. 

Los ecosistemas, al ser considerados interacciones de factores vivos y no vivos,

evolucionan e introducen cambios de manera dinámica. Cuando se trata de un modelo

adoptado, como en el caso de la comunidad Siglo 21, se toman los aportes científicos

y las experiencias de bienestar subjetivo de la propia comunidad.

La ciencia y la tecnología son aliadas claves en el desarrollo del ecosistema de

bienestar. La evidencia científica permite diseñar intervenciones y acciones eficaces

que nutran un ecosistema de este tipo. Asimismo, la mediación tecnológica favorece la

accesibilidad a este, ya que, por ejemplo, permite que estudiantes de todo el país
puedan formar parte de él, y de esa manera transforma sus vidas y las de su entorno

inmediato. 

Hemos hecho un recorrido con foco en el bienestar subjetivo. Partimos del hecho de

que, como individuos, tenemos la responsabilidad de hacer cosas para alcanzar el

bienestar, y desmitificamos que se trate de una práctica superficial o negacionista de

problemas; por el contrario, hemos identificado variables claves que contribuyen al

bienestar. El estudio del bienestar constituye una ciencia aplicada a personas y

organizaciones que se vale de los aportes de la psicología positiva.

Una organización sana y plena incluye la práctica de políticas que promuevan el

bienestar de sus empleados. La proporción de bienestar es importante: no es lo

mismo, en una escala de 0 a 10, tener 1 que tener 5, o tener 8, o 10. Hoy sabemos

que, a mayor bienestar positivo percibido, las empresas poseen mejor producción,

rendimiento y crecimiento creativo disponible. También se reducen dificultades

tradicionales relacionadas con los recursos humanos: desde el mal clima,

ausentismos, violencias, falta de involucramiento o falta de compromiso, solicitudes de

licencias, altos niveles de rotación, etc.

Veamos un listado de cuáles son los problemas más frecuentes en las organizaciones

de cara a la salud mental de los trabajadores.


Las mediciones del mundo actual indican que, a mayor esfuerzo por trabajar las

fortalezas de las personas en una organización, se da menor burnout y menos

enfermedades mentales que derivan en pedidos de licencias, en errores, etc. Por esto

se concluye que propiciar fortalezas para abordar las problemáticas cotidianas

favorece el engagement (compromiso o implicancia) y, por lo tanto, favorece un mejor

desempeño. 

En muchos casos, la tendencia a pensar que podemos hacer poco para modificar lo

que nos desagrada en organizaciones de cualquier tipo suele desalentar las


posibilidades de cambio, ya que se piensa que solo aquellos que poseen poder

efectivo son capaces

de realizar modificaciones. Esto produce paulatinamente una anestesia emocional que

nos limita a repetir conductas cínicas, inclusive un agotamiento y desmotivación

personal.

Aprender sobre nosotros mismos es una forma de identificar distinciones que nos

habiliten a poder intervenir primero en lo individual y, luego, en lo sistémico, para

procurar cambios duraderos, saludables y efectivos. Ello depende también de las

personas que conforman el sistema organizacional: el sistema es, en última instancia,

el resultado de la interacción de las personas que lo componen.

¿Cómo sacamos el mejor provecho de ser como somos?

En infinitas oportunidades hemos condicionado nuestras posibilidades de cambio por

relacionarlas a la forma particular de ser que somos, a nuestro carácter. Decimos que

una persona tiene mucho carácter, o que otra persona tiene buen carácter. Sin

embargo, el carácter guarda mucho más de lo que vemos, ya que contiene muchos

rasgos: el sentido del humor, la integridad, la confianza, la moderación, la

responsabilidad, el respeto. La combinación de nuestras virtudes y defectos es lo que

conforma nuestro carácter.

La realidad es que, en esta época, tenemos el privilegio de vivir. Además, la ciencia

nos arroja luz, con datos, y verifica nuestras intuiciones. Los seres humanos

poseemos en potencia todas las virtudes humanas, esto quiere decir que necesitamos

desarrollarlas; eso dependerá de nuestra experiencia, trayectorias, etc. Así se

desarrollarán unas más que otras, de acuerdo a lo que hagamos.

En general, todos los seres humanos poseemos alrededor de 4 o 5 virtudes mejor

trabajadas: a ellas las llamamos fortalezas del carácter y son las virtudes que más nos
describen. Si alguien nos describiera, de alguna manera revelaría estas virtudes más

fuertes. Así como tenemos esos rasgos más fuertes, también tenemos 2 o 3 rasgos

que es más necesario trabajar: nuestros defectos; todos los tenemos y son los actores

principales de nuestros problemas en la vida.

Así se conforma nuestro carácter. Cuando una persona tiene muchas fortalezas

desarrolladas y pocos defectos, entonces decimos que posee un buen carácter. 

Para lograr este desarrollo es necesario conocernos a nosotros mismos. Como dijo

Aristóteles, es importante conocerse a sí mismo pues, de lo contrario, seremos

desconocidos en nuestro propio cuerpo.

Para devenir un agente de cambio es importante concentrarse en uno mismo para

producir los mejores frutos individuales, de manera que el intercambio con otros dé

como resultado una interacción virtuosa. Luego devendrán aprendizajes de técnicas y

herramientas que nos ayudarán a alcanzar mayor o menor impacto en lo que

emprendamos. Descubrir quiénes somos es comprender quienes somos y, por lo

tanto, saber qué propósito tenemos.

Aprender de nosotros mismos para diseñar en quién queremos convertirnos:

ese es realmente el desafío que afrontamos.

Si los individuos emprendemos mejoras en nosotros mismos, entonces la sociedad se

vuelve mejor. Hoy sabemos que la plasticidad neuronal nos permite aprender y

cambiar, hasta que morimos.

2. Características de la sociedad actual

Lo que le sucede a María Sol, la incertidumbre frente a lo nuevo y cómo afrontarlo, es


algo que le ocurre a la totalidad de las personas que dejan el nivel secundario y quieren
emprender una carrera universitaria. Para tratar de entender lo que está pasando, primero
vamos a caracterizar el contexto en el cual vivimos y sus demandas. Para esto nos
remitiremos a Moravec y su diferenciación entre sociedad 1.0, 2.0 y 3.0 
La sociedad 1.0 refleja las normas y prácticas que prevalecieron desde la sociedad
preindustrial hasta la sociedad industrial. Por su parte, la sociedad 2.0 hace referencia a
las enormes transformaciones sociales que están teniendo lugar en la sociedad actual y
que encuentran su origen, principalmente, en el cambio tecnológico. Por último, la
sociedad 3.0 alude a la sociedad de nuestro futuro más inmediato, para la que se
pronostican enormes transformaciones producto del cambio tecnológico acelerado. (Cobo
y Moravec, 2011, p. 48)
Esta sociedad 3.0 es muy similar a lo expresado como modernidad líquida por Zygmunt
Bauman. La modernidad líquida representa la transitoriedad, la falta de certezas de (o en)
los tiempos, como así también la precariedad en los vínculos dado el proceso de
individualización que presenta la sociedad en la que vivimos. Por ello, desde la metáfora
de lo líquido, este sociólogo y filósofo polaco-británico nos invita a pensar(nos) hoy
(considerando también –en forma comparativa- aquellas continuidades y rupturas de la
sociedad capitalista) en el marco de lo dinámico, lo contingente y la inmediatez. En tal
sentido, Bauman plantea: 
Contexto VUCA
La sociedad 3.0 y la modernidad líquida tienen como común denominador un contexto
efímero. Para caracterizar esta situación se utiliza el acrónimo VICA (o VUCA en inglés). 
El acrónimo VUCA se utiliza en muchos contextos, incluyendo el de la estrategia y las
organizaciones. La V, viene de la volatilidad, de la dinámica, de transformación; la U viene
de la palabra uncertainty, de la incertidumbre, de la falta de predictibilidad; la C viene de la
complejidad, de la ruptura de la causa-efecto; y la A viene de ambigüedad.” (Avellana,
2012, https://bit.ly/3XzwEd5)
 Figura 1: Contexto VUCA

Fuente: Avellana, 2012, https://bit.ly/3XzwEd5. 


El contexto VUCA tiene las siguientes características: 1) volátil; 2) incierto; 3) complejo; y
4) ambiguo. 

1. Volátil: se refiere a lo cambiante que es la dinámica del contexto. 


2. Incierto: tiene relación con la dificultad de establecer la dirección de la evolución. 
3. Complejo: hace relación a que el contexto es entendido como un sistema, es
decir un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, cuyo comportamiento es
difícil de describir. 
4. Ambiguo: las características del contexto son inciertas y dudosas, y pueden ser
interpretadas de distintas maneras. 

Para ser exitosa en este contexto, y volviendo al ejemplo de punto de partida, es


necesario que María Sol desarrolle una serie de capacidades que le permitan adaptarse a
este entorno VUCA. Podemos destacar las siguientes: 1) Agilidad; 2) Visión; 3)
Comprensión; y 4) Claridad. 

1. Agilidad: es la capacidad de cambiar la postura, de adaptarse al entorno volátil en


el cual está inmerso la persona. 
2. Visión: se refiere a la capacidad de generar alternativas para poder anticipar los
posibles cambios que se puedan dar en un entorno incierto.
3. Comprensión: posibilita apreciar la interrelación entre las variables del sistema
complejo en el cual la persona está inmersa, y permite orientar la planificación
estratégica.
4. Claridad: es la capacidad de comprender el entorno ambiguo e identificar y
aprovechar las oportunidades dadas.

En general todos los estudiantes universitarios deberían desarrollar lo que Moravec


denomina un knowmad. Con el término knowmad, este autor se refiere a

aquellos trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación. Un knowmad es


alguien innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar con prácticamente
cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Un knowmad es
valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja
competitiva con respecto a otros trabajadores. (Cobo y Moravec, 2011, p. 56)

Ciberespacio
Pierre Levy, nacido en 1956, doctor en sociología, se hizo conocido por sus
investigaciones sobre cultura y tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Levy define ciberespacio (que llamaremos también la red) como 
el nuevo medio de comunicación que emerge de la interconexión mundial de los
ordenadores. El término designa no solamente la infraestructura material de la
comunicación numérica, sino también el oceánico universo de informaciones que
contiene, así como los seres humanos que navegan por él y lo alimentan. (Levy, 2007, p.
1)
El ciberespacio se configura y crece de la mano de los avances tecnológicos. Se
distinguen tres grandes momentos: primero se inventó la computadora, luego su uso se
hizo masivo y, en un tercer momento, se creó una red de ordenadores interconectados
que comenzó a crecer de manera exponencial en los años 80. 
Levy (2007) explica las condiciones que permitieron la emergencia del ciberespacio (Levy,
2007) y marca 4 grandes hitos que se detallan a continuación: 

1. 1945: primeros ordenadores en EE.UU. Computadoras para uso militar.


2. 1970: primeros microprocesadores y chips electrónicos. Computadoras para uso
Estatal, grandes empresas y universidades.
3. 1980: ordenador personal. Multimedia. Las computadoras empiezan a achicar su
tamaño para ser utilizadas en telecomunicaciones. Crece la industria de la
televisión y el cine.
4. 1990: aumento de las conexiones entre ordenadores mediante grandes redes de
información.

Este proceso fue posible también en tanto ocurrieron los siguientes tres elementos: “la
interconexión, la creación de comunidades virtuales y la inteligencia colectiva” (Levy,
2007, p. 99).

1. Interconexión. Gracias al avance tecnológico, la totalidad de los dispositivos


informáticos actuales tienen conexión mediante internet y crean la sensación de
comunicación interactiva. Este listado incluye computadoras, celulares, tabletas y
también otros dispositivos, por ejemplo, autos eléctricos, artefactos del hogar
mediante domótica e internet de las cosas por ejemplo, que hasta hace unos años
parecía impensado.
2. Comunidades virtuales: las comunidades virtuales se construyen más allá de la
cercanía geográfica. Su base se encuentra en un proyecto e intereses en común.
“Una comunidad virtual se construye sobre afinidades de intereses, de
conocimientos, compartiendo proyectos, en un proceso de cooperación o de
intercambio, y esto independientemente de las proximidades geográficas y de las
pertenencias institucionales” (Levy, 2007, p. 100). La creación de comunidades
virtuales están basadas en la posibilidad de interconexión antes mencionada. Las
comunidades virtuales tienen lógicas de funcionamiento similares a las otras
comunidades, donde muchas veces el conflicto y las luchas de poder es parte de
su dinámica. El funcionamiento de las comunidades virtuales genera una serie de
códigos compartidos, que empiezan a configurar una determinada cibercultura. 
3. Inteligencia colectiva. El mejor uso que se debería hacer del ciberespacio, es la
aspiración a generar una inteligencia colectiva. Sin embargo, este planteo se trata
de un campo lleno de controversias (qué significa la inteligencia colectiva, para
quién, quién la define y demás), por ende, muchas veces no se sabe cómo llevar a
cabo este objetivo aspiracional. 

Levy (2007) plantea, además, que los principales modos de comunicación y de interacción
que ocurren en el ciberespacio son cuatro: 

1. Acceso a distancia y transferencia de ficheros: mediante el ciberespacio, es


posible que desde una computadora se pueda acceder a un contenido, o una
memoria de otro ordenador, que esté en cualquier lugar del planeta, siempre y
cuando esa información sea pública. También se puede acceder a material
multimedia, como imágenes, videos, audios, textos, etc. y se puede manipular,
copiar, descargar, replicar, editar, etc. De esta manera, una comunidad dispersa
geográficamente puede compartir material digital disponible en la red y modificar
mutuamente ese material, sin importar que compartan espacio geográfico, ni que
estén conectados al mismo tiempo, lo cual es una innovación importante con
respecto a la tradicional manera de relacionarse entre personas, que debían
compartir tiempo y espacio físico para interactuar. 
2. Correo electrónico: mediante el correo electrónico, se pueden enviar y recibir
mensajes que, a su vez, contengan archivos adjuntos. Es una poderosa
herramienta de comunicación digital que, además, permite la mensajería a
numerosos destinatarios en simultáneo.
3. Conferencias electrónicas: mediante esta herramienta, grupos de personas
pueden intercambiar distintos puntos de vista sobre diversas temáticas en
simultáneo, sin importar su ubicación geográfica. 
4. La comunicación a través del mundo virtual compartido. Las distintas herramientas
digitales permiten almacenar y compartir información. Además,  posibilitan la
comunicación entre grupos de personas sin necesidad que compartan el mismo
espacio geográfico, ni tampoco el mismo tiempo sincrónico. La comunicación en el
mundo virtual, gracias al correo electrónico por ejemplo, puede ser asincrónica. 
Estos cuatro modos de comunicación posibilitan una dinámica de interrelación
entre comunidades virtuales que construye un determinado conjunto de
significados mutuamente compartidos, con lo cual se gestando una determinada
cibercultura.
Cibercultura
Tal como hemos visto en esta lectura, el mundo actual se caracteriza por un alto nivel de
desarrollo tecnológico y universalización de protocolos informáticos de comunicación.
Este fenómeno da lugar a una creciente interacción entre las personas en tiempo real,
mediatizada por artefactos tecnológicos y derriba las barreras espacio-temporales a una
velocidad cada vez mayor. 

Este proceso de virtualización y masificación en su uso, no solo genera interacción, sino


que además, viene acompañado de la creación de una serie de códigos compartidos que
le dan sentido a las interacciones, y que se sostienen en el tiempo. Esto es lo que Levy
define como cibercultura, es decir “el conjunto de las técnicas (materiales e intelectuales),
de las prácticas, de las actitudes, de los modos de pensamiento y de los valores que se
desarrollan conjuntamente en el crecimiento del ciberespacio”

La cibercultura (o también denominada cultura digital) tiene sentido en


tanto se observa una creciente actividad de intercambios entre las
personas en el ciberespacio. Se ve, entonces, que los conceptos de
cibercultura y ciberespacio están íntimamente ligados. La cibercultura
incluye el conjunto de valores y significados compartidos, que le dan
sentido a ciertas conductas del ciberespacio, por lo cual ciberespacio y
cibercultura se retroalimentan mutuamente. Este doble juego va de la
mano de la consolidación de comunidades virtuales, donde las personas
participan de maneras similares con la vida real. “Una comunidad virtual
se construye sobre afinidades de intereses, de conocimientos,
compartiendo proyectos, en un proceso de cooperación o de intercambio,
y esto independientemente de las proximidades geográficas y de las
pertenencias institucionales” (Levy, 2007, p. 100). 
Ciudadanía digital

La retroalimentación mencionada entre cibercultura y el ciberespacio, es un proceso que


va de simultáneo con la conformación de comunidades virtuales, es decir, espacios
virtuales donde las personas participan, muchas veces de manera similar a como lo hacen
en la vida real, pero sin las limitaciones espacio temporales de esta. 

María Sol (y todos los estudiantes universitarios en general) debería ser capaz de
aprovechar estas comunidades virtuales para aprender en red (Rex, 2015). Para lograrlo,
es clave que adquiera ciertas competencias propias de la cultura digital o cultura TIC
(Lugo y Kelly, 2011). 

De esta manera, se familiarizará con el manejo de las aplicaciones y recursos


tecnológicos, mientras fortalece y consolida códigos compartidos y forja una determinada
ciudadanía digital. Esta última es definida por Agudo como
persona que utiliza las tecnologías de la información para contribuir en su sociedad, el
gobierno de su ciudad o de su país y en la política. Un ciudadano digital es una persona
que usa Internet de forma activa y efectiva. Para que a una persona se la considere como
tal debe tener habilidades y experiencia usando la red ya sea en ordenadores, teléfonos
móviles y dispositivos pensados para interactuar con organizaciones públicas y privadas.
(Agudo, 2016, https://bit.ly/3IYDiFA)
Agudo plantea que “existen nueve elementos que definen la ciudadanía digital”
(Agudo, 2016, https://bit.ly/3IYDiFA). Estos nueve elementos son: 1) acceso al
mundo digital, 2) comercio digital, 3) comunicación digital, 4) alfabetización digital,
5) etiqueta digital, 6) leyes digitales, 7) derechos y responsabilidades digitales, 8)
salud digital, y 9) seguridad digital.

1. Acceso al mundo digital. Este es el requisito más fundamental para convertirse


en un ciudadano digital. Debido a dificultades como el estatus socioeconómico o la
localización algunos individuos pueden no tener acceso de forma regular. Las
escuelas y las bibliotecas públicas pueden ayudar a paliar este problema.
2. Comercio digital. Este concepto hace referencia a la capacidad de los usuarios
para reconocer que una buena parte de la economía se regula online. También
tiene que ver con la comprensión de los peligros y los beneficios de la compra en
la red, usando tarjetas de crédito y demás.
3. Comunicación digital. Este elemento trata con la comprensión de los distintos
medios de comunicación online, que abarcan del correo electrónico a la
mensajería instantánea.
4. Alfabetización digital. Con esto se hace referencia al conocimiento sobre cómo
usar distintos dispositivos digitales. Un ejemplo de esto sería aprender a usar
correctamente un motor de búsqueda dependiendo del contexto —no se busca lo
mismo en Google que en una base de datos—.
5. Etiqueta digital. Hace referencia a saber cómo comportarse a la hora de utilizar la
comunicación digital. Cada medio cuenta con sus propias normas.
6. Leyes digitales. En este contexto se mueve la legislación aplicada a la descarga
ilegal de contenidos, plagio, hacking, creación de virus, campañas de spam, robo
de identidad, ciberacoso y etcétera.
7. Derechos y responsabilidades digitales. Con este concepto se hace referencia
a los derechos del ciudadano digital, como la privacidad o la libertad de expresión.
8. Salud digital. Los ciudadanos digitales deben conocer el estrés físico que produce
el uso de Internet, así como saber qué hacer para no crear adicción al medio.
9. Seguridad digital. El noveno elemento hace referencia a que los ciudadanos
deben tomar las medidas de seguridad necesarias para poder moverse por la red
con tranquilidad. (Agudo, 2016, https://bit.ly/3IYDiFA)

Como se puede ver, es tan importante el acceso a internet como el acceso a otros
recursos culturales para que los ciudadanos tradicionales se conviertan en ciudadanos
alfabetizados digitales y, de esta manera, sean capaces de afrontar con éxito los
desafíos que les demanda la sociedad del siglo 21. 
2. Nativos versus inmigrantes digitales

Comenzaremos con una distinción clave para caracterizar la generación de María Sol:
los nativos digitales (Prensky, 2010) son aquellas personas que, desde el momento de
su nacimiento, han convivido con tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Se podría decir que son los nacidos a partir de 1980 y que han crecido con las
tecnologías digitales. Son contemporáneos con el desarrollo de las TIC y están
habituados a relacionarse con el lenguaje de las computadoras, los videojuegos e
internet. Están acostumbrados a la inmediatez en el acceso de la información y a trabajar
en equipos y redes. Esta generación, siguiendo a Carrillo (2019), se
denomina millennials (también denominados generación Y). Tienen seis características
propias que se detallan a continuación: 1) son nativos digitales, 2) poseen mayor
capacidad multitarea, 3) tienen mayor nivel de formación académica, 4) son ciudadanos
del mundo, 5) tienen mayores niveles de exigencia, 6) buscan un trabajo que los defina. 

 Son nativos digitales: 

    Los miembros de esta generación interactúan con los medios digitales desde su
infancia, y en su adultez llegan a un mundo lleno de tecnologías interrelacionadas con
Internet. 
        Por lo tanto, en su proceso natural de desarrollo se encuentra muy internalizado el
manejo y la comprensión de estas nuevas tecnologías; en unos casos más que otros, eso
está claro.

 Poseen mayor capacidad de multitarea

        Debido a que han crecido en un mundo en el que la inmediatez cada vez se hace
más habitual, y con los smartphones se pueden realizar diversas tareas a la vez,
los millennials tienen una gran capacidad para abordar múltiples tareas con un buen
nivel de atención para cada una de ellas.
        Esta capacidad no necesariamente se limita a los aparatos electrónicos; es decir,
un millennial no tiene que ser dependiente de un teléfono inteligente para realizar
múltiples tareas, sino que es capaz de extrapolar dicha capacidad a otros aspectos de su
vida.

 Mayor nivel de formación académica

        En términos generales, la generación Y ha tenido mayores oportunidades en lo


referente a la preparación académica.
        Los procesos de formación poco a poco fueron trascendiendo las aulas para
convertirse en estilos personalizados de aprendizaje. En estos nuevos estilos, cada
persona tiene mayor control sobre los temas en los que profundiza, y no depende
únicamente de lo que imparte el docente durante las horas de la asignatura.
        Aparte de todo eso, ahora existen modelos de educación a distancia con los que las
personas pueden cómodamente instruirse desde sus hogares, frente al ordenador. Esto
ha hecho que una de las características de la generación millennial sea su capacidad
para aprender por su cuenta, muchas veces sin necesidad de un maestro.
 Son ciudadanos del mundo

        A pesar de que no salga de su país de origen, la generación millennial está formada


en gran parte por sujetos que conocen y se sienten identificados con personas y
culturas distintas a las de su país natal.
        Por ejemplo, alguien nacido en Venezuela puede conocer a través de internet a una
persona de Argentina, y comenzar a sentirse identificado con las costumbres y, en
términos generales, con el estilo de vida de ese país.

 Tienen mayores niveles de exigencia

        Los millennials son personas con tendencia a buscar los buenos resultados, son
conscientes de que en la actualidad existen los recursos necesarios para que las cosas se
hagan de la mejor manera.
        Esta tendencia no se da únicamente en el momento de adquirir un producto, sino
que también son exigentes con ellos mismos cuando toca realizar una determinada
actividad.

 Buscan un trabajo que los defina

        Otra de las características más distintivas de la generación millennial es que busca


sentirse identificada con su trabajo. Esto es algo que no ocurría con las generaciones
anteriores, en las que lo importante era más bien mejorar económica y profesionalmente.
(Carrillo, 2019, https://bit.ly/2TJOYjc)
Los inmigrantes nacieron y fueron criados en un mundo distinto, donde no existía la
inmediatez de lo digital, donde había otras formas de comunicarse (sin celular, sin redes,
sin tabletas y sin pantallas). 
Prensky sostiene que los nativos digitales se diferencia de los inmigrantes por las
siguientes características:

 Quieren recibir la información de forma ágil e inmediata.


 Se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos.
 Prefieren los gráficos a los textos.
 Se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos).
 Funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en red.
 Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y
recompensa inmediatas.
 Prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional.
(Prensky, 2010, p. 6)

Residentes versus visitantes digitales


El manejo de los códigos propios de la cultura digital depende, muchas veces, de la
calidad de las interacciones en el mundo virtual. Así es como cobra sentido el planteo de
White y Le Cornu, que en 2011 hicieron un planteo que se complementa con los
conceptos de nativo e inmigrante digital. Ellos plantean la existencia de residentes y
visitantes digitales. 
Los residentes utilizan la web y el resto de las herramientas digitales como una extensión
de su cuerpo. Son muy activos con sus redes porque estas son parte de sus vidas.
Manejan los códigos de cómo, cuándo y qué publicar. Generan una red de contactos y se
puede identificar un determinado perfil a partir de sus posteos y contactos. Utilizan los
recursos de la red para alimentar un determinado perfil.

Los visitantes, por su parte, si bien utilizan las herramientas digitales, lo hacen de manera
diferente. No difunden cuestiones de sus vidas en las redes y son más cuidadosos, no
dejan rastro. Son exclusivamente consumidores de algunos contenidos puntuales, por
ejemplo, información diaria. No interactúan con otras personas en las redes ni son
proactivos. 
Tabla 1: Visitantes y residentes

Fuente: Ortoll Espinet, s.f., https://bit.ly/3ITOt2k. 


La distinción entre visitantes y residentes radica en que los visitantes entran a
internet, toman lo que necesitan y se marchan, sin dejar huella. No interactúan, no
tienen una identidad en internet de acuerdo a las fotos e interacciones. Los
residentes, en cambio, viven en ese entorno, desarrollan allí parte de su actividad
diaria y, en muchas ocasiones, sus relaciones online (virtuales) son tan importantes
como las personales. 
Brecha digital
Para definir el concepto de brecha digital, recurrimos a Borghi: 
En líneas generales, este fenómeno puede ser definido como la separación que existe
entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las TIC como una parte
rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que, aunque las
tengan, no saben cómo utilizarlas. (Borghi, 2012, p. 269)
Como se puede observar, entonces, la brecha digital tiene dos aspectos: el acceso a las
TIC y el uso de las mismas. 

1. El acceso a las TIC: dentro de un contexto de sociedad de la información donde


progresivamente la vida social se traslada cada vez más a internet. El acceso a
internet se convierte en un derecho de los ciudadanos. A medida que pasa el
tiempo, esto se hace más evidente. Como se puede observar, muchos nativos
pueden ser analfabetos digitales, con lo cual es importante aclarar que el solo
hecho de haber nacido en un ambiente rodeado de herramientas digitales, no
asegura que estas personas puedan manejarse con destreza en la cultura digital. 
2. Utilización de las TIC: los ciudadanos deben tener acceso a internet como primer
paso. Sin embargo, el acceso es solo el primer paso. A continuación, se debe
prestar atención al uso que hacen de las TIC y sus lenguajes. 

La cultura digital, caracterizada por su dinamismo, cambio permanente y su multiplicidad


de fuentes y de información, demanda de los miembros una serie de capacidades, por
ejemplo, ser capaces de realizar una “búsqueda selectiva y eficaz de la información o el
hecho de compartir información y contenidos, así como de relacionarse con otros
mediante las redes sociales” (Ortoll Espinet, s.f., https://bit.ly/3ITOt2k). Esto muchas
veces no se logra simplemente con ser nativo digital. 

Ser parte de un ambiente enriquecido con TIC es una condición necesaria, pero no es
suficiente para ser parte de la cultura digital. Es importante que María Sol sea parte activa
de una nueva cultura del aprendizaje donde ya no tiene sentido repetir conceptos de
memoria, sino que se requiere generar una verdadera estrategia de aprendizaje en
contextos VUCA (volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos) antes mencionados.
Características del aprendizaje en la sociedad actual

El aprendizaje es el proceso mediante el cual se adquiere información (externa), que se


convierte en conocimiento (interno). Existen dos tipos de aprendizaje: 1) aprendizaje
memorísticos, y 2) aprendizaje significativos. 

 Aprendizaje memorístico: consiste en aprender y repetir de memoria de manera


arbitraria, información sin una conexión o un sentido entre sí, por ejemplo, un
número de teléfono, un listado de nombres al azar, etc. Las estrategias de estudio
que acompañan aprendizajes memorísticos son de repetición y repaso de
memoria. Utilizar pura y exclusivamente este tipo de estrategias simples en la vida
universitaria es insuficiente, tal como se vio en la lectura 3 del módulo 2. El
aprendizaje memorístico por sí solo es bastante limitado en un contexto VUCA y
una sociedad 3.0, donde la cantidad de información es infinita y cambia todo el
tiempo, tal como lo hemos desarrollado anteriormente. 
 Aprendizaje significativo: es un tipo de aprendizaje donde se asimila lo nuevo,
se hace parte de la mente, mediante la reestructuración de la estructura cognitiva
del sujeto aprendiz. Además, en los aprendizajes significativos, esta
reestructuración mental se logra sostener en el tiempo, lo cual permite tener la
nueva información disponible para utilizarla allí cuando la persona lo requiera.
Para lograrlo, la estructura cognitiva del sujeto y la estructura conceptual del objeto
que se aprende se vuelven una sola. Este tipo de aprendizaje incluye tres
momentos: comprender, usar activamente el conocimiento y memorizar.

1. Comprender: la comprensión es el primer momento del aprendizaje significativo.


Ocurre cuando se logra “el establecimiento de relaciones significativas entre la
información nueva y la que ya se sabe” (Carretero, 2005, p. 60). El fenómeno de la
comprensión ocurre cuando el alumno dice ajá, o eureka; es decir, cuando toma
conciencia de lo que sabe y cómo se hizo para saberlo.
2. Uso activo del conocimiento: una vez que la persona comprende, ocurre el
segundo momento, que Perkins lo define como poder pensar y actuar con
flexibilidad a partir de lo que uno sabe. Ese nuevo conocimiento es utilizado por el
aprendiz para resolver desafíos de manera creativa y novedosa. Si no se utiliza, al
poco tiempo se olvida.
3. Memorización: en un tercer momento, se consolida lo nuevo en la memoria.
Recién aquí tiene sentido utilizar técnicas de repaso y memorización,
entrenamiento y práctica, pero siempre se agrega alguna novedad o algún nuevo
elemento superador. 

Figura 1: Aprendizaje significativo y su relación con los procesos de comprensión,


memorización y uso activo del conocimiento

Fuente: elaboración propia.


Durante el aprendizaje significativo, estos tres elementos se interrelacionan entre sí, de
manera sinérgica. La comprensión posibilita un uso activo del conocimiento, el cual
favorece la memorización. Mientras más comprendemos, más podemos usar activamente
el conocimiento y, por lo tanto, más memorizamos. Y así vuelve a empezar el círculo
virtuoso. Son tres elementos interrelacionados íntimamente entre sí, tal como se muestra
en la figura 2. 
Aprendizaje memorístico versus significativo. Ventajas y desventajas

El aprendizaje memorístico tiene dos grandes problemas: conocimiento frágil y


pensamiento pobre.

 Conocimiento frágil (Perkins, 1992). El aprendizaje memorístico fomenta un tipo


de conocimiento particular denominado por Perkins como frágil, que se caracteriza
por ser 

1. Olvidado: cuando el conocimiento desaparece.


2. Inerte: es un tipo de conocimiento que solamente puede ser repetido, pero no es
útil para resolver situaciones problemáticas novedosas.
3. Ritual: es un tipo de conocimiento que sirve solamente en las escuelas para tener
éxito en su paso por ellas. 

En otras palabras, los alumnos que estudian exclusivamente de memoria y generan un


conocimiento frágil, son incapaces de recordar información a largo plazo y, cuando lo
pueden hacer, la usan de manera limitada, sin aplicar estrategias poderosas de resolución
de problemas relevantes.

 Pensamiento pobre: se presenta cuando los alumnos no pueden pensar


mediante los conocimientos que tienen almacenados. Se podría decir que es lo
mismo que no los tengan. 

Estos dos conceptos, conocimiento frágil y pensamiento pobre, están íntimamente


relacionados entre ellos, se potencian mutuamente, son consecuencia directa de
estrategias de aprendizaje exclusivamente memorísticas y, por lo tanto, deben ser
evitados por los estudiantes universitarios. 
El aprendizaje significativo, al contrario del aprendizaje memorístico, promueve: un
conocimiento generador y un pensamiento de orden superior. 

 Conocimiento generador, es decir, “conocimiento que no se acumula, sino que


actúa enriqueciendo la vida de las personas y ayudándoles a comprender el
mundo y a desenvolverse en él” (Perkins, 1992, p.18). con las siguientes cuatro
características:

1. Duradero: no desaparece con el tiempo, sino que queda sostenido en la memoria


a largo plazo de la persona. 
2. Creativo: es utilizado de manera novedosa para solucionar nuevos desafíos.
3. Complejo: permite abordar un sistema y entender sus elementos, las relaciones
entre ellos y su funcionamiento en profundidad.
4. Trascendente: puede ser aplicado no solamente al mundo académico, sino
también al mundo laboral, profesional y personal.
 Pensamiento de orden superior: Perkins lo define como “la capacidad de
razonar, argumentar, resolver problemas, etc.” (Perkins, 1992, p. 41). Se trata de
un tipo de pensamiento muy poderoso, que puede ser usado para hacer
actividades claves, por ejemplo, razonar, argumentar, resolver problemas, aplicar
lo aprendido, etc. 

Figura 2: Aprendizaje memorístico versus aprendizaje significativo

Fuente: elaboración propia.


Retomemos el caso de María Sol. Se podrá observar que, para tener éxito en el segundo
semestre, no tiene mucho sentido que desarrolle estrategias de aprendizaje superficiales,
basadas exclusivamente en repetir conceptos que son efímeros, cambiantes y que serán
obsoletos en poco tiempo. Al contrario, deberá generar estrategias profundas de estudio
que favorezcan el aprendizaje significativo y le permitan jerarquizar la información,
ordenarla, dotarla de sentido, mediante las siguientes cuatro estrategias: 
1. Lectura comprensiva. 
2. Resumir información.
3. Representaciones gráficas.
4. Toma de apuntes en clase. 

Personal learning environment (PLE)

Tal como se viene trabajando a lo largo de la materia, estamos inmersos en


ambientes VUCA muy competitivos, donde la necesidad de capacitación se ha
estirado en dos sentidos: a lo largo del día y a lo largo de la vida. Las propuestas
académicas, tan necesarias e importantes, deben ser complementadas, además,
con instancias de formación adicional, personal de cada uno, de acuerdo a lo que
se necesita.

Si bien el primer año le fue bien, es importante que María Sol sea consciente de la

necesidad de empezar a gestionar un recorrido de aprendizaje que complemente lo

aprendido en la universidad, es decir un PLE (personal learning environment, o

entornos personales de aprendizaje en castellano), una estrategia, un recorrido de

autoformación, una forma concreta de entender cómo se aprende, en qué contexto,

donde aprendo, qué cosas hago y con quien. Adell Segura y Castañeda Quintero la

definen como “conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y

actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender” (Adell Segura y

Castañeda Quintero, 2010, p. 7). 

1. Dónde acceder a la información. Hay sitios donde se puede acceder a


información, por ejemplo, blogs, wikis, repositorios y bases de datos de audios y
videos (YouTube, Vimeo), multimedia (Slideshare, National Geographic, BBC),
sitios de noticias, portales de información específica, etc.
2. Dónde modificar la información. Sitios que permiten la creación y edición de
información: wikis, GDocs, mapas mentales, edición de audio, de vídeo, creación
de presentaciones, cronogramas y en general cualquier tipo de artefacto
informacional.
3. Donde relacionarse con otros. La herramienta por excelencia son las redes
sociales. Se conforma una red de personas con las que mantenemos contacto,
que nos comunicamos mediante objetos mediadores tecnológicos. También nos
podemos comunicar mediante foros o espacios donde intercambiar información y
comunicarnos directamente.

Para poder desarrollar su PLE, María Sol deberá desarrollar las siguientes cuatro
capacidades digitales básicas: poseer estrategias para acceder a información válida,
poseer nuevos vestidos de razonamiento y conocimientos, transformarse de visitantes a
residentes digitales, y desarrollar la capacidad metacognitiva. 

1. Poseer estrategias para acceder a información válida. Este punto es clave para


los aprendices del siglo 21. En un mundo donde la información es abundante,
cambiante y atomizada, es necesario saber buscar información adecuada,
pertinente y relevante.
2. Poseer nuevos estilos de razonamiento y de conocimiento. Además de
acceder a información, es clave contar con un proceso de razonamiento correcto,
que permita transformar esa información, muchas veces atomizada, en
conocimiento coherente.
3. Transformarse de visitantes a residentes digitales. No alcanza solamente con
entrar a internet, tomar lo que se necesita y marcharse sin dejar huella ni
interactuar. Al contrario, se debe tener una postura más proactiva (propia de los
residentes) que desarrollan parte de su actividad diaria en la red, tienen una
identidad, generan y mantienen una serie de herramientas, recursos y redes
idóneos.
4. Desarrollar la capacidad metacognitiva: cada uno es responsable de su PLE, lo
cual implica ser capaces de autoevaluarse y usar esos insumos para modificar (o
no) su recorrido.
5. El modelo de aula invertida
6. Los pioneros en esta nueva modalidad, también conocida como flipped classroom,
son dos maestros llamados Jon Bergmann y Aaron Sams. En el año 2013, Jon
Bergmann fue nombrado como una de las 10 personas más influyentes en la
categoría de tecnologías y educación del Premio Internacional Brock en
Educación.

El modelo pedagógico de aula invertida es un modelo pionero, utilizado en la


Universidad Siglo 21 que busca “dar vuelta la clase”, superar el tradicional modelo
de clases puramente teóricas, magistrales, con un docente protagonista absoluto;
y estudiantes pasivos, que solamente escucha, no interviene, reciben la
información que indica el profesor y la repiten de manera memorística. Por el
contrario, en el modelo de aula invertida, el estudiante se valdrá del material
teórico previamente disponible de manera asincrónica y luego, en clase (de
manera sincrónica), usar la teoría para resolver actividades o proyectos
desafiantes. 

Para que el aula invertida ayude a los estudiantes en su formación académica, es clave
que se convierta en una verdadera comunidad de aprendizaje para que el alumnado
resuelva una multiplicidad de desafíos mediante el uso de los aportes teóricos de la
materia. Es decir, debería convertirse en lo que Bedoya González define
como comunidad de práctica, en la cual los alumnos puedan interactuar “virtual o
personalmente para la búsqueda y la construcción de conocimiento” (Bedoya González,
2018, p. 123). 

Bedoya González plantea que las comunidades de prácticas tienen tres tipologías: 1)
comunidad centrada en la realización de una tarea, proyecto o producto; 2) comunidad
centrada en la mejora de una práctica concreta académica; y 3) comunidad centrada en la
producción de conocimiento válido: 
1. Comunidad centrada en la realización de una tarea, proyecto o
producto: grupos que tienen que realizar un producto final que sea resultado del
trabajo en equipo que se realice. 
2. Comunidad centrada en la mejora de una práctica concreta académica o
laboral: son grupos con un lenguaje en común que interactúan y experimentan en
un proceso de mejora continua.
3. Comunidad centrada en la producción de conocimiento válido: caracterizadas
por “tener una estrecha relación con el objeto de estudio; sus actividades y
organización están dadas en función de la producción intelectual y evolucionan en
la medida en que el conocimiento es producido y acumulado” (Bedoya González et
al., 2018, p. 124).

El aula como espacio de construcción colectiva del conocimiento


Tal como se ha explicado, el aula invertida es una comunidad de práctica enriquecida con
el uso de la tecnología. Se trata de un elemento clave para favorecer procesos
constructivos en los estudiantes. Es importante que María Sol aprenda estos nuevos
códigos de funcionamientos y desarrolle las estrategias necesarias para tener éxito en
este entorno. En un aula invertida, los tradicionales roles de alumno, docente y contenido
de aprendizaje cambian: 

1. El docente se convierte en un verdadero guía de este proceso, responsable de


“crear un clima de confianza en el aula para que los estudiantes experimenten,
indaguen, reflexionen, asuman riesgos y responsabilidades sobre sus
aprendizajes. También resulta fundamental promover estrategias que estimulen un
ambiente de cooperación y la solidaridad [que permita a los alumnos planificar y
organizar sus actividades, tanto en el transcurso del día de clase o de la semana
que transcurra el proyecto]” (Organización de Estados Iberoamericanos, 2016, p.
2). El docente pasa de una postura de ejecutor a un rol mucho más activo,
facilitador de los procesos constructivos de los alumnos, partiendo de la
particularidad de cada uno, facilitando en ellos la posibilidad de llevar a cabo
procesos de aprendizajes. El docente aparece como un profesional reflexivo,
capaz de pensar no solamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje, sino
también capaz de modificar la forma en que realiza estos procesos, en una
constante retroalimentación entre su formación teórica, sus creencias y la práctica.
2. El alumno cobra un rol activo, constructor de su propio proceso de aprendizajes.
Se pasa de un sujeto que repite conceptos elaborados por alguien más a uno que
posee estrategias y capacidades determinadas para seleccionar y operar el
conocimiento. 
3. El conocimiento también se resignifica, pasando de algo acabado que debe ser
repetido, a un constructo mutable personal de cada alumno, que toma la
información, la reestructura y la convierte en contenido significativo e
internalizado. 
4.
El alumno como protagonista: la cultura maker
5. Tal como hemos mencionado, en el modelo de aula invertida, el alumno adopta un
rol protagónico para tener éxito en su vida universitaria. El modelo de aula
invertida se inserta dentro de la denominada cultura maker que es “resultado de
las ideas y conocimiento que han trascendido alrededor del mundo del
movimiento Maker, que surge en Estados Unidos, con la idea de que cualquier
persona pueda realizar sus propios proyectos y productos, con la ayuda de la
tecnología” (Domínguez González et al., 2022, https://bit.ly/3GO8FAa). 

Desde la perspectiva maker, el foco está puesto en la actividad del alumno. Si los


alumnos llevan a cabo aprendizajes basados en proyectos motivadores, que
conecten con su realidad, demandarán de ellos un fuerte compromiso intelectual,
con lo cual podrán asociar (de manera no arbitraria) los nuevos conocimientos con
sus esquemas cognitivos previos. Así, se favorece el aprendizaje significativo; es
decir, estará en condiciones de realizar distintas actividades con ese conocimiento,
actuar flexiblemente con él y, por lo tanto, solucionar problemas reales.

Si bien a María Sol le fue bien en su primer año universitario, deberá desplegar
nuevas competencias para asegurar un desempeño exitoso en el segundo año
que tiene por delante. Para lograrlo, debe ir más allá de los aprendizajes
memorísticos, de las estrategias de estudio simples; y fomentar aprendizajes
significativos y estrategias complejas de estudio, que mejoren su capacidad de
comprensión y un uso activo del conocimiento. De esta manera, será capaz de
autogestionar su aprendizaje, lo cual es clave en propuestas como la Universidad
Siglo 21, fundamentadas en la cultura maker.
6. 2. Neuropedagogía: historia, evolución
7. Como se puede ver en el caso de análisis, María Sol ha tenido algunos
inconvenientes con su desempeño académico en el segundo año y le han
quedado tres materias pendientes de rendir para el siguiente año. Esto es
comprensible en estudiantes novatos, ya que convertirse en un estudiante
universitario experto demanda saberes específicos y mucha práctica. Uno de los
saberes más importantes es conocer los principios básicos de funcionamiento del
órgano del aprendizaje: el cerebro. Para ello, vamos a recurrir a los aportes de la
neuropedagogía.

La neuropedagogía es una ciencia relativamente nueva, ya que si bien el origen


del estudio del cerebro comienza a fines del siglo 19, recién a finales del siglo 20
se comenzó a comprender su funcionamiento gracias al avance de las
neuroimágenes. En consecuencia, los años 90 se denominaron la década del
cerebro. La neuropedagogía como disciplina surge de los aportes de tres ciencias:
1) la neurociencia, área de la ciencia que estudia las bases neurológicas del
funcionamiento del cerebro; 2) la psicología cognitiva, que estudia las funciones
mentales superiores; y 3) la pedagogía, disciplina científica que estudia el
fenómeno educativo. Su objeto de estudio consiste en desarrollar al máximo el
potencial cognitivo, intelectual y emocional del cerebro, que se ocupa de funciones
muy importantes del cuerpo humano, entre ellas el conocimiento y el aprendizaje.
Tal como dicen Rueda et al. (2016) “el cerebro es el órgano de la cognición, por lo
que resulta de gran utilidad estudiar su funcionamiento y su desarrollo para
entender el funcionamiento y desarrollo de las distintas funciones cognitivas” (p.
4).

El cerebro es una máquina predictiva que busca reducir la incertidumbre del


entorno y tiene una clara finalidad: asegurar su supervivencia. Muchos autores
coinciden en que es la creación más compleja y maravillosa del universo, el único
órgano que intenta explicarse a sí mismo. Está conformado por células
especializadas muy particulares llamadas neuronas que pueden conectarse y
desconectarse entre ellas, a través de la sinapsis. Las funciones de las neuronas
son: 1) recibir estímulos, 2) procesarlos, 3) almacenar información y 4) conducir el
estímul
8. Teoría de los tres cerebros
9. Hace millones de años tenían mucho sentido las respuestas inmediatas en una
selva llena de peligro de muerte a cada paso, porque frente a un león hambriento,
un segundo podía ser la diferencia entre la vida y la muerte. Con el paso del
tiempo, la vida del ser humano evolucionó y si bien se siguen utilizando las
respuestas inmediatas (por ejemplo, para ser capaces de sacar inmediatamente la
mano al entrar en contacto con agua hirviendo), empezaron a tener cada vez más
relevancia las decisiones tomadas a partir de una elaboración racional.
Principalmente, aquellas las decisiones vinculadas con la planificación de
estrategias, tan necesarias en la vida universitaria. 

Para lograr que las respuestas que damos en nuestra vida sean
predominantemente racionales, tenemos que entender, primero, qué pasa en
nuestro cerebro cuando capta un estímulo y cómo lo procesa. Para esto
emplearemos la teoría de los tres cerebros, creada en 1970 por el neurocientífico
norteamericano Paul MacLean. En ella se postula que los seres humanos tienen
tres cerebros que conviven en uno, por orden de aparición a lo largo de la historia
evolutiva: 1) El cerebro reptil; 2) el cerebro emocional (o límbico) y 3) el cerebro
racional (o neocórtex).
10. Figura 1: Modelo de los tres cerebros
11.
12. Fuente: Castillero Mimenza, 2016, https://bit.ly/2Rvh5B3. 
13. 1) El cerebro reptil
14. Es el cerebro más primitivo de todos, encargado de los instintos y la supervivencia
básica. Funciona por estereotipos. 
15. 2) El cerebro emocional (o límbico)
16. Es una evolución del cerebro reptil, donde se permiten interacciones con el mundo
exterior. Está especializado en la supervivencia de la especie. Hace miles de
millones de años, era clave para la supervivencia en la vida salvaje contra otras
especies. Su función es evaluar el grado de placer o de dolor. Aquí surgen las
emociones, es decir una predisposición a la acción: cuando el estímulo genera
placer, se produce una acción de acercamiento, motivación, entusiasmo y, muchas
veces, adicción. En cambio, cuando el estímulo genera una situación de dolor, las
conductas que dispara son de fuga, lucha, evitación, inhibición, sumisión o
agresión. En puntos de vista extremos, aquí residen los traumas y lo patológico. 
17. 3) El cerebro racional (o neocórtex)
18. Es el cerebro más reciente en términos evolutivos, por eso se denomina
neocórtex. Es una capa externa que se encuentra en ambos hemisferios del
cerebro humano y ocupa la mayor superficie del cerebro. El neocórtex realiza
funciones relacionadas con el razonamiento humano, las funciones psicológicas
superiores, la conciencia, la capacidad de discernir, evitando respuestas
estereotipadas del cerebro reptiliano, y respuestas emocionales del cerebro
irracional. Se ocupa también de las habilidades de cálculo y lenguaje. 
19. Como ya dijimos, en la gran mayoría de los casos de la vida académica, es muy
importante tener la capacidad de suspender la respuesta del cerebro emocional,
para dar lugar a la respuesta racional. Si bien es fácil decirlo, no es tan fácil
hacerlo, ya que es un hábito que demanda mucha práctica y toma de conciencia.
Este movimiento lleva tres pasos: 1) suspender la respuesta irracional 2)
mantenerse ecuánimes y 3) procesar correctamente la respuesta racional. 
20. 1) Suspender la respuesta irracional
21. Significa que debemos frenar la reacción del cerebro emocional. Volviendo al caso
de María Sol, frente a una situación que le puede generar enojo, por ejemplo, una
discusión con un compañero de estudio, debe ser capaz de no reaccionar de
manera violenta. Para lograrlo, es importante que María Sol aumente el tiempo
entre el estímulo y la respuesta. En la lectura 2 del módulo 2, se explicaron
algunas técnicas útiles para aumentar el tiempo entre un estímulo y una respuesta,
y se mencionaron las técnicas de relajación, meditación, respiración consciente y
yoga. 
22. 2) Mantenerse ecuánimes
23. Una vez que logramos suspender la respuesta irracional, arranca la segunda
etapa racional, que consiste en identificar en qué emoción nos encontramos.
Siempre los estímulos generan una emoción, están teñidos de una emoción o
acompañadas de una emoción, nunca están solos. Tal como se mencionó en la
lectura 2 del módulo 2, debemos identificar en qué emoción nos encontramos, y
movernos hacia la emoción de ecuanimidad, de serenidad, hacia el centro, hacia
el eje. Para esto la clave es el autoconocimiento para tomar conciencia de en qué
emoción nos encontramos y saber cómo abandonar esa emoción para
encontrarnos con la serenidad y paz interior. 

Recordemos que las emociones son predisposiciones para la acción, y no es


recomendable tomar decisiones estratégicas importantes si nos encontramos
enojados, tristes, eufóricos, o alguna otra emoción que no sea la ecuanimidad, que
nos va a permitir analizar fríamente la situación y tomar la decisión correcta. Este
proceso necesita tiempo, pero es necesario para volver a la serenidad. Algunas
técnicas que podemos desplegar son respirar profundo, sacar el foco de
pensamientos negativos, evitar la rumiación o pensamientos catastróficos, pensar
en positivo, poner en perspectiva, caminar, etc. Es importante que aprendamos a
volver al eje lo más rápido posible. Esta habilidad se logra con la práctica. 
24. 3) Procesar correctamente la respuesta racional
25. Finalmente, una vez que nos encontramos en una emoción de serenidad, es el
momento de activar el análisis racional de la situación. Aquí juegan un rol
fundamental las estructuras mentales que tengamos en ese momento y que nos
van a permitir interpretar la situación de manera correcta. Es muy importante
distinguir lo que pasó, de la interpretación que se le dio a la situación, para poder
resolver la situación de la mejor manera posible. Por ejemplo, en la lectura 3 del
módulo 2, se ha explicado que los estudiantes deben poseer pensamientos
antídotos que combatan a los pensamientos permisivos (que acompañan la
procrastinación hedonista), y los pensamientos amenazantes (que acompañan la
procrastinación ansiosa). 
26. Aportes de la neuropedagogía para mejorar el proceso de aprendizaje
27. Hemos visto que la neuropedagogía tiene mucho para aportar a la hora de mejorar
los procesos de aprendizaje y estudio de María Sol. Una de las cuestiones básicas
a tener en cuenta es que el cerebro aprende si está atento, concentrado,
conectado con las necesidades de la persona, emocionado y en plena actividad de
generación de modelos mentales. Es clave que el cerebro piense, analice e
investigue, desarrolle su capacidad reflexiva y su protagonismo en el planteo y la
resolución de problemas. 
Para ayudar al cerebro a que aprenda de manera óptima, es clave contar con
espacios de aprendizaje que lo estimulen, que sean compatibles con el
funcionamiento del cerebro, donde los estudiantes sean protagonistas de los
aprendizajes y logren conectar con los procesos de construcción de conocimiento
que allí se generan. 

1) El alumno pone atención en el exterior. La capacidad atencional es una sola, es


como una linterna en la oscuridad que ilumina y pone el foco en un elemento por vez. Es
necesario que los estudiantes entrenen y mejoren su capacidad de concentrarse en lo que
sucede en el aula y evitar distracciones. Como dicen Rueda et al. (2016): 
La atención y la capacidad de autorregulación son clave para el aprendizaje escolar.
Optimizar y promover el adecuado desarrollo de la atención debe ser uno de los objetivos
principales de los educadores y psicólogos educativos, ya que los problemas atencionales
constituyen una de las principales causas del fracaso escolar. (p. 13)
2) El alumno pone atención al interior. Muchas veces el alumno vuelve su atención a
los estímulos internos, por ejemplo, cuando tienen insatisfechas sus necesidades
fisiológicas. En consecuencia, es muy importante que estén cómodos en una silla
confortable, que no tengan dolor de espalda, que haya buena iluminación, que no haga
frío ni calor, que el alumno no esté con sueño o hambre, etc.

Para activar la red atencional y entrenarla para que se sostenga en una actividad exterior
(por ejemplo, una clase), es importante que el alumno esté motivado. Esto se logra
cuando el cerebro entiende que la actividad que está en ejecución tiene relevancia para
su supervivencia. Pero eso muchas veces no ocurre, porque los estudiantes no
consideran que los estudios sean una herramienta para la vida. La actividad que realizan
parece desconectada de su futuro laboral y profesional. 

María Sol muchas veces tiene este mismo problema: no le encuentra mucho sentido a
algunas materias o las considera inútiles. Frente a esto, el desafío es cambiar estas
estructuras de pensamiento erróneas. También es importante, en paralelo, que el
estudiante suspenda la gratificación de una actividad que se realiza por una recompensa
mayor el día de mañana, tal como se trabajó en la lectura 1 del módulo 2 sobre
autogestión emocional. En el caso de María Sol sería, por ejemplo, la búsqueda por
trabajar en un ambiente libre de agresiones, haciendo lo que le da placer.
Estilos de aprendizaje y recomendaciones para diseñar aulas inclusivas de calidad
Para facilitar los aprendizajes de los alumnos es muy importante diseñar aulas inclusivas
que estimulen la mayor cantidad de estilos de aprendizajes de los alumnos. Construir un
aula inclusiva de calidad compatible con el funcionamiento del cerebro es responsabilidad
de todos (docentes y alumnos) que deben trabajar en equipo para convertir el aula en una
verdadera comunidad de práctica, llena de desafíos cognitivos indispensables para la
supervivencia de los futuros profesionales en la selva del siglo 21. Para lograrlo, la
neuropedagogía recomienda lo siguiente: 1) un ambiente agradable, 2) utilizar recursos
multimedia, 3) trabajar en equipo, 4) fomentar un aprendizaje activo, 5) fomentar la
curiosidad e incertidumbre, y 6) usar el cuerpo.

1. Ambiente agradable: es importante que los alumnos cuenten con un ambiente de


aprendizaje emocional y físicamente adecuado, resonante, con temperatura y luz
adecuada, lleno de emociones positivas, donde los alumnos se puedan reír y
disfrutar. Las emociones positivas, mejoran la atención, cognición y acción,
ampliando la gama de percepciones, procesos, pensamientos y acciones. En
cambio, las emociones negativas disminuyen la atención, cognición y acción,
disminuyendo la gama de percepciones, procesos, pensamientos y acciones. Es
recomendable que María Sol tenga un espacio específico en su hogar destinado a
tal fin, con elementos agradables que la inviten a permanecer allí: cuadros,
elementos decorativos, una silla cómoda, buena iluminación, etc. 
2. Utilizar recursos multimedia. La memoria visual es la más importante de todas
las memorias, ya que somos seres predominantemente visuales. Al momento de
estudiar, las neurociencias nos invitan a utilizar recursos multimediales más allá
del texto, por ejemplo, dibujos, videos y sonidos. Las imágenes mentales son la
clave del recuerdo, y los estudiantes deben saberlo y aprovecharlo. Resulta
importante también la toma de apuntes exhaustiva, en carpetas de su agrado,
llenas de información, dibujos, esquemas, resúmenes, mapas mentales,
anotaciones, subrayado y mucho color. Antes de comenzar una materia, se
recomienda que los alumnos se tomen el tiempo de preparar su carpeta y
cartuchera con los elementos necesarios. 
3. Trabajo en equipo. Conformar un buen grupo de estudio y de amigos es esencial
para generar un buen clima en el aula, donde se pueda interactuar, preguntar y
contestar entre todos, libremente. El grupo que asiste a clase debe favorecer la
confianza de sus integrantes y dejar de lado juicios infundados o situaciones de
acoso (bullying). Se debe generar un clima de confianza, para que los estudiantes
no sientan miedo a participar y equivocarse, favorezcan su participación,
autoestima y creatividad.
4. Aprendizaje activo. Somos seres motores multisensoriales y realistas, por lo
tanto, se deben evitar posturas pasivas del alumno. Es necesario fomentar un
aprendizaje activo que permita el libre movimiento, recorrer la totalidad del espacio
y así involucrar al cuerpo en los aprendizajes y motivar los distintos canales
sensoriales VAK (visual, auditivo y kinestésico-corporal). Este tipo de actividades
son integradoras, y en su resolución involucran tanto del hemisferio izquierdo
(razonamientos deductivos, lógico-matemáticos) como el hemisferio derecho
(creatividad, arte). 
5. Fomentar la curiosidad e incertidumbre. Los aprendizajes significativos incluyen
procesos de comprensión, memorización y uso activo del conocimiento. Para ello
es necesario emplear actividades que generen curiosidad y motivación intrínseca,
que ayuden a controlar su atención por largos periodos de tiempo, ejercitar la
memoria y el monitoreo metacognitivo constantemente, con lo cual aumentan las
probabilidades de éxito académico. 
La incertidumbre (curiosidad y sorpresa) despierta al cerebro. El cerebro tiene por
función garantizar la supervivencia de la persona. El cerebro tiene un
funcionamiento más parecido a un león en la selva que lucha por su vida, que a
una computadora que hace cálculos lógicos. El cerebro está monitoreando
permanentemente los estímulos que recibe y cuando identifica fluctuaciones o
cambios, lo primero que hace es analizar si son positivas o negativas y, en función
del resultado de esa evaluación, genera una reacción de acercamiento o
alejamiento. Se recomienda, entonces, utilizar en el aula elementos que despierten
estos dos elementos (curiosidad y sorpresa agradables) para que los alumnos se
acerquen motivados al estudio. 
6. Uso del cuerpo. Cuando se usa el cuerpo, se activan cuatro elementos claves
para lograr aprendizajes significativos: atención, motivación, entendimiento y
felicidad. En el aula María Sol tiene que estar contenta, con ganas de permanecer
allí. Si se involucra al cuerpo en el aprendizaje, se interactúa con el objeto de
estudio de manera eficaz, lo cual es muy distinto a solamente mirarlo. Es decir, no
se puede captar la atención de un alumno, sin involucrar el cuerpo. El cuerpo y el
cerebro se hallan inmersos en una danza interactiva continua. La danza entre
cuerpo y cerebro debe ser perfecta para lograr una educación de calidad: pensar,
sentir, actuar. Por ejemplo, caminar y repasar es una muy buena idea. Reír
despierta la atención, motiva y mejora aprendizajes. Además despierta las redes
neuronales y deja el sistema atencional activo. Tocar sigue siendo una de las
principales y más intensas vías de aprendizaje. Aprender con eficacia requiere
rechazar la pasividad, ya que al cerebro le encanta el realismo (o lo más parecido
a la realidad). 

Las aulas inclusivas están pensadas para el ambiente universitario, pero también hay que
tener en cuenta que, cuando se estudia en el hogar, se debe armar un espacio de
aprendizaje compatible con el cerebro, siguiendo las recomendaciones antes
mencionadas. Esperemos que María Sol ponga en marcha estas sugerencias lo antes
posible, para que cumpla con todas su metas propuestas. 

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