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1. LA COMUNICACIÓN
2. EL LENGUAJE HUMANO
4. COMUNICACIÓN NO VERBAL
5. LA COMPETENCIA COMUNICATIVA
6. EL TEXTO
- 6.1. El enunciado
- 6.2. La secuencia
- 6.3 Las propiedades textuales
- 6.3.1. La coherencia
- 6.3.2. La cohesión
- 6.3.3. La adecuación
1. LA COMUNICACIÓN
Comunicar es entrar en contacto con otro, hacerlo partícipe de lo que uno sabe. La comunicación
es, pues, un acto social. Una actividad social que consiste en el intercambio intencional de
información con el objetivo de producir en los demás algún tipo de reacción.
Los seres humanos, como los animales, sentimos la necesidad de comunicarnos. Pero mientras
la comunicación animal es restringida: sus señales remiten siempre a los mismos contenidos:
aviso de peligro, comida...; los humanos vivimos enredados en un universo de signos. En todo
momento desciframos señales, que nos permiten comprender y representar la realidad y
organizar nuestra vida social.
Para la comunicación nos servimos de las lenguas naturales, pero utilizamos también otros
procedimientos. Si necesitamos que alguien realice una determinada acción podemos hablarle
o escribirle una carta; en otros casos, bastará con un simple movimiento de cabeza o un gesto
de la mano. Por tanto, en el interior de las sociedades humanas conviven sistemas de
comunicación muy diversos en cuanto a sus características y posibilidades. El más importante
de ellos es, sin duda, la lengua propia de cada comunidad.
Por ejemplo, cuando un profesor explica un ejercicio que figura en el libro de texto a un alumno
que no lo entiende, el descodificador es el profesor y el destinatario, el alumno.
▪ Parte explícita: conjunto de señales y signos verbales y no verbales, que han sido
codificados por el emisor.
▪ Parte implícita: información que el destinatario es capaz de deducir a partir de la
información codificada y las características de la situación comunicativa. (Se me ha
olvidado traer el libro).
La recepción del mensaje puede verse perturbada por ruidos, es decir, por factores que
provocan una pérdida de contenido informativo. Es lo que ocurre cuando un alumno se distrae
en clase, o hay una interferencia en la televisión. Para paliar sus efectos y asegurar la
comunicación, el emisor suele repetir los contenidos y a esto se le llama redundancia.
Ejemplos de ésta son el gesto con la cabeza o con el dedo con el que ratificamos un no verbal, o
las repeticiones con distintas palabras que efectuamos para que nuestro interlocutor se entere
de lo que queremos, verbal.
* Mensajes irónicos (emisor = locutor, figura que corresponde con la voz y pensamiento
de este) (enunciador = posición que finge presentar, punto de vista diferente, irónico,
recriminando lo que realmente piensa).
• El canal: es el medio físico por el que circula el mensaje y que pone en contacto al emisor y al
receptor. El canal condiciona la forma del mensaje; no hablamos igual que escribimos. Los
canales pueden ser: naturales (el aire) y artificiales (el teléfono, el correo, un libro...)
• El código: es el conjunto de signos y de reglas para combinarlos que comparten. emisor y
receptor y que hace posible que la comunicación se produzca (idioma, el código braille, la lengua
de signos…) Recuerda que el emisor codifica y que el receptor descodifica.
a) El contexto lingüístico, que es el texto en el que se incluye el mensaje, las palabras que
enmarcan el mensaje y que determinan su significado concreto. Ejemplo: cojo todos los días el
metro para ir a trabajar. / Hay que medir esa distancia, acércame el metro, por favor. En el
primer caso, el contexto nos indica que se refiere al medio de transporte, mientras en el segundo
alude a la cinta métrica.
En sentido general, el lenguaje tiene una función básica: permitir la comunicación. Pero cuando
nos referimos a un acto concreto de comunicación, debemos tener en cuenta la intención
específica del emisor y hablamos entonces de funciones del lenguaje para referirnos a las que
relacionan la finalidad en un acto comunicativo con los elementos de la comunicación. Éstas,
que no son incompatibles entre sí, aunque suele predominar una de ellas, son seis:
1.3. INTENCIÓN COMUNICATIVA
Es importante que el receptor del mensaje sea capaz de descodificarlo, no sólo a partir del
significado de lo que se dice sino también del sentido con que se dice.
Hay que diferenciar entre el significado constante de un texto (el enunciado llueve, significa que
en este momento cae agua de las nubes) y el sentido de un texto, lo que éste significa en una
situación comunicativa concreta.
En la conversación, nuestras frases no sólo poseen un significado aparente y literal, sino que
además, de ellas pueden desprenderse otros significados que están implícitos o insinuados. La
disciplina lingüística que estudia el lenguaje en su relación con los elementos y las circunstancias
de la comunicación se llama Pragmática.
2. EL LENGUAJE HUMANO
Cada uno de estos términos hace referencia a una faceta del estudio lingüístico. Así, hemos de
distinguir entre:
a) Lenguaje: capacidad humana de comunicarse mediante signos. Todos los humanos poseen
esta capacidad y, gracias a ella, adquieren una determinada imagen del mundo formalizada en
un pensamiento organizado.
b) Lengua: cada una de las manifestaciones concretas del lenguaje, los diferentes códigos o
sistemas de signos: el español, el inglés, el francés, el catalán. Es decir, es el sistema, el código
que todo hablante de una misma comunidad lingüística maneja.
c) Norma: forma de hablar socialmente aceptada que viene establecida por la evolución y el uso
de la lengua a lo largo del tiempo. En España la labor normativa la realiza la Real Academia
Española, en colaboración con las americanas y la de Filipinas. Es deber de todos los españoles
conocer la norma y aplicarla tanto a la expresión oral como escrita.
d) Habla: realización concreta e individual de la lengua. Cada vez que un hablante utiliza la
lengua en una situación determinada estamos ante un hecho de habla. Por ejemplo, la
preferencia al decir ha muerto, ha fenecido, le ha llegado la hora, es un hecho de habla.
Un signo es cualquier realidad que se puede captar por los sentidos y que se refiere a algo que
alguien ha de interpretar. Si no hay alguien que interprete, no hay signo: si suena el despertador
y no se oye su sonido, no hay información, luego no hay signo.
La forma más frecuente de representar el signo es como una entidad formada por tres planos:
C. Referente o realidad: consiste en la realidad a la que remite el signo. Puede existir, como en
el caso de un gato, o puede pertenecer al mundo de lo imaginario, como un unicornio, o de lo
abstracto, como la bondad.
Se distinguen diferentes tipos de signos, atendiendo a tres criterios:
Así, el color blanco de la novia, una imagen, un gráfico, son signos visuales; un ruido, un
grito, una melodía, son signos acústicos; una palabra en Braille, un beso, son signos táctiles;
los olores y perfumes son signos olfativos.
b) Según la estructura que presenta el signo: simples y articulados. Hay signos simples y
signos articulados por unidades menores.
Los primeros constituyen códigos sin articulación. Los signos que los integran no se pueden
descomponer. Por ejemplo, la luz roja de un semáforo es un signo simple, es un todo unitario.
La relación entre el signo y la realidad/referente que evoca puede ser natural (una huella, el olor
a quemado) o convencional (una alianza en un dedo, una señal de tráfico).
En el primer caso hablamos de signos naturales (indicios) y en el segundo, de signos artificiales
(iconos y símbolos). Los signos naturales carecen de intencionalidad, mientras que los artificiales
se emiten con una clara intención comunicativa.
Los indicios mantienen una relación de contigüidad física o conexión causal con el referente: el
humo como indicio de fuego, la fiebre como indicio de infección…
Los iconos mantienen una relación de semejanza con su referente: una fotografía, un dibujo, un
mapa…
Los símbolos guardan una relación convencional con su referente: las banderas, los signos
lingüísticos, los números…
5. Mutabilidad / inmutabilidad
Un signo lingüístico es invariable por la acción de un solo individuo en tanto que la
lengua es propiedad de la comunidad de hablantes. Sin embargo, con el paso del tiempo
se pueden producir casos de mutabilidad del signo lingüístico, tanto en el significante
(dixo>dijo) como en el significado (villano, ‘persona que habita en la villa’ > ‘persona
malvada’ retrete `cuarto pequeño de la casa destinado a retirarse` >. lugar donde se
realizan las necesidades íntimas).
4. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL
La comunicación no verbal tiene que ver con gestos, sonidos, movimientos y otros elementos
paralingüísticos, o sea, que suelen acompañar al uso del lenguaje verbal para matizarlo. Se
articulan en base al contexto y a las circunstancias.
Por otro lado, es una forma de comunicación no discrecional, que depende de la capacidad del
emisor y del receptor de captar e interpretar el mensaje de manera apropiada, ya que no hay
un código común o universal que intermedie.
1) Elementos paralingüísticos:
3) Elementos proxémicos
- El tipo y grado de contacto entre los hablantes depende de los factores del
conocimiento mutuo. Familiar, formal, coloquial…
5. LA COMPETENCIA COMUNICATIVA
6. EL TEXTO
6.2. LA SECUENCIA
Son los requisitos que ha de cumplir cualquier manifestación verbal para considerarse un texto.
6.3.1. LA COHERENCIA
Es la propiedad por la cual el texto se nos muestra como una unidad semántica con significado
global.
Se manifiesta a través del contenido del texto, del tema o temas que trata, y de la organización
de la información.
Los textos se construyen aportando nueva información en cada enunciado, pero una secesión
de enunciados dejará de ser coherente si en ellos no se hace referencia a un tema común.
6.3.2. LA COHESIÓN
Propiedad que facilita que los elementos que conforman el texto puedan relacionarse entre sí
adquiriendo un sentido completo del texto.
La adecuación determina que un texto sea apropiado a una situación comunicativa concreta.
Un texto es adecuado si el registro lingüístico y todas las decisiones discursivas que se tomen
resultan apropiadas a las características de la situación comunicativa y la intención del emisor.