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COMUNICACIÓN

La comunicación
La Comunicación es un proceso de intercambio de información, en el que un
emisor transmite a un receptor algo a través de un canal esperando que,
posteriormente, se produzca una respuesta de dicho receptor, en un contexto
determinado.

Elementos de la Comunicación
– Emisor: es el que emite el mensaje. Ejemplos: un sujeto individual o un grupo de
personas, pero también un mecanismo que nos avisa de que algo falla o un
elemento de la naturaleza que nos alerta de que el tiempo va a cambiar.

– Receptor: es el que recibe el mensaje y lo interpreta. Ejemplos: un sujeto concreto


o un grupo, así como, también, puede serlo un mecanismo que actúa cuando otro
le manda una señal.

– Mensaje: es la información que se quiere transmitir. Ejemplos: puede encontrarse


codificado en uno de los diferentes tipos de código: puede ser un mensaje hablado,
escrito, dibujado, grabado en cd, etc).

– Canal: es el medio a través del cual se transmite el mensaje. Ejemplos: puede ser
un medio artificial, como las cartas o un cd, o uno natural, como el aire.

– Código: Conjunto de signos y reglas que, formando un lenguaje, ayudan a


codificar el mensaje. Podemos encontrar lenguajes simples, como la luz roja sobre
la puerta de un estudio de revelado, o más complejos como los distintos idiomas del
mundo.

– Contexto: Conjunto de circunstancias (lugar, hora, estado anímico de los


interlocutores, etc) que existen en el momento de la Comunicación. Es importante
a la hora de interpretar correctamente el mensaje.

Elementos de la comunicación en distintos actos comunicativos


El emisor:
Es aquella persona que inicia el mensaje en un acto de comunicación. En un acto
comunicativo el emisor debe trasmite el mensaje en un código que sea entendido
por el receptor.
El emisor no tiene que ser especialmente un ser humano sino que también pueden
ser objetos, como puede ser una máquina.

El receptor:
Es aquella resonancia a la que va dirigida el mensaje en un acto comunicativo. El
receptor tiene la función de descodificar el mensaje del emisor para poderlo
comprender, por ello, es básico que el emisor y el receptor usen el mismo código
para comunicarse.
El mensaje:
Contiene la información que el emisor envía al receptor. Es una de las partes
fundamentales del mensaje ya que contiene toda la información del acto
comunicativo, que es trasmitida al receptor mediante un canal.
Como curiosidad, según estudios realizados, el emisor a la hora de trasmitir el
mensaje lo divide de la siguiente manera:
10% del mensaje: nuestras palabras
20% del mensaje: nuestra voz y entonación
70% del mensaje: comunicación no verbal

El código:
Características que tiene el mensaje para poder ser entendido por el receptor.
Emisor y receptor deben de hablar el mismo código para poder entender el mensaje.

El medio:
Se puede definir como el medio físico por el que va el mensaje.
El medio por el que se difunde el mensaje puede modificar de manera significativa
su significado.

Contexto o situación comunicativa:


Podemos definir como situación comunicativa como la serie de circunstancias de
carácter externo que rodean el acto comunicativo. Según el lugar o el contexto
donde se desarrollen los actos el mensaje puede variar su significado.

Funciones del Lenguaje


Se denominan funciones del lenguaje aquellas expresiones del mismo que pueden
trasmitir las actitudes del emisor (del hablante, en la comunicación oral y del escritor,
en la comunicación escrita) frente al proceso comunicativo.
El lenguaje se usa para comunicar una realidad (sea afirmativa, negativa o de
posibilidad), un deseo, una admiración, o para preguntar o dar una orden. Según
sea como utilicemos las distintas oraciones que expresan dichas realidades, será la
función que desempeñe el lenguaje.
El lenguaje tiene seis funciones:
1. Función emotiva o expresiva: El mensaje que emite el emisor hace referencia
a lo que siente, su yo íntimo, predominando él, sobre todos los demás factores que
constituyen el proceso de comunicación.
Las formas lingüísticas en las que se realiza esta función corresponden
a interjecciones y a las oraciones exclamativas.
Ejemplos:
– ¡Ay! ¡Qué dolor de cabeza!
– ¡Qué gusto de verte!
– ¡Qué rico el postre!
2. Función conativa o apelativa: El nombre conativa deriva del latín “conatus” que
sigifica inicio. En ella el receptor predomina sobre los otros factores de la
comunicación, pues la comunicación está centrada en la persona del tú, de quien
se espera la realización de un acto o una respuesta.
Las formas lingüísticas en las que se realiza preferentemente la función conativa
corresponden al vocativo y a las oraciones imperativas e interrogativas.
Ejemplos:
– Pedro, haga el favor de traer más café
– ¿Trajiste la carta?
– Andrés, cierra la ventana, por favor

3. Función referencial: El acto de comunicación está centrado en el contexto, o


sea, en el tema o asunto del que se está haciendo referencia. Se utilizan oraciones
declarativas o enunciativas, pudiendo ser afirmativas o negativas.
Ejemplos:
– El hombre es animal racional
– La fórmula del Ozono es O3
– No hace frío
– Las clases se suspenden hasta la tercera hora

4. Función metalingüística: Se centra en el código mismo de la lengua. Es el


código el factor predominante.
Ejemplos:
– Pedrito no sabe muchas palabras y le pregunta a su papá: ¿Qué significa la
palabra “canalla”?
– Ana se encuentra con una amiga y le dice: Sara, ¿A qué operación quirúrgica te
refieres?

5. Función fática: Consiste en iniciar, interrumpir, continuar o finalizar la


comunicación. Para este fin existen Fórmulas de Saludo (Buenos días, ¡Hola!,
¿Cómo estai?, ¿Qui ´hubo?, etc), Fórmulas de Despedida (Adiós, Hasta luego, Nos
vemos, Que lo pases bien ,etc.) y Fórmulas que se utilizan para Interrumpir una
conversación y luego continuarla ( Perdón….., Espere un momentito…, Como le
decía…, Hablábamos de…, etc).

6. Función poética: Se utiliza preferentemente en la literatura. El acto de


comunicación está centrado en el mensaje mismo, en su disposición, en la forma
como éste se trasmite. Entre los recursos expresivos utilizados están la rima, la
aliteración, etc.
Ejemplos:
– “Bien vestido, bien recibido”
– “Casa Zabala, la que al vender, regala”
Relación de los elementos de la comunicación con las funciones
del lenguaje
La estructura verbal del mensaje depende, básicamente, de la función
predominante. En verdad, cualquier tipo de oración puede cumplir cualquiera de las
funciones básicas del lenguaje, pues éste ofrece múltiples posibilidades. Por lo
tanto, el reconocimiento de cuál será la función principal de un discurso no es algo
que pueda realizarse aplicando reglas fijas; se debe estar atento al contexto, a los
interlocutores, y a la riqueza y complejidad del lenguaje.

La función referencial: el uso informativo del lenguaje se caracteriza por su


orientación hacia el contexto. En un discurso predominantemente informativo, un
hablante (1ª persona) se dirige a un oyente (2ª persona) para referirse a algo o a
alguien (referente). Así, los discursos informativos (referenciales) suelen describir
objetos, relatar acontecimientos, explicar y predecir hechos. Los textos que
vehiculizan predominantemente esta función son los científicos y expositivos.

La función emotiva: un discurso es emotivo si traduce la actitud del hablante hacia


aquello a lo que se refiere, si sus emociones o sentimientos constituyen el contenido
fundamental de su lenguaje, o si es usado para despertar estados afectivos en el
oyente. Dice Marta Marín refiriéndose a la función emotiva: "los textos portadores
de esta función no son los literarios, sino que aparecen corrientemente en cualquier
texto cotidiano: conversación, carta familiar o íntima donde se manifiesten
sentimientos, sensaciones o pensamientos."

La función poética: la función poética del lenguaje, caracterizada por su


orientación hacia el mensaje como tal, no es sólo propia de la poesía sino que puede
ser reconocida en la literatura en general, en los textos de anuncios publicitarios, si
están bellamente compuestos, en ciertos títulos de películas, etc.

La función conativa: esta función aparece cuando se desea promover ciertas


conductas del oyente o impedir la realización de determinadas acciones. Como este
influir sobre el otro es una apelación al interlocutor, esta función también se conoce
como apelativa. El propósito del discurso recae en el receptor y el lenguaje tiene
una función directa; por lo general, este discurso se estructura con oraciones con
verbo en imperativo.

La función fática: aparece en aquellos mensajes que son formulados con el


propósito de establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, comprobar que el
canal está abierto, despertar y atraer la atención del oyente, confirmar que sigue allí
o dar señales de que el contacto no se ha perdido. En la apertura y clausura de una
comunicación, en las presentaciones y las despedidas, las formas de comunicación
fática se hallan ritualizadas.

La función metalingüística: esta función aparece cuando el discurso está centrado


en el código. Es decir, cuando el lenguaje se emplea para hablar o escribir sobre el
lenguaje.
Podemos definir, entonces, las funciones del lenguaje como el uso de la lengua que
hace el hablante según sus intenciones.

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