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Para hablar de los niveles de comunicación tenemos primero que recordar cuáles son
los tipos de comunicación que, en la mayoría de los casos se circunscribe a dos vías:
oral y escrita. Sin embargo, hay que incorporar aquella que está relacionada con los
movimientos corporales los que también transmiten y es denominada como no verbal.
Se han considerado varios códigos que le permiten a la comunicación no verbal ser muy
significativa dentro de un proceso de comunicación. Un gesto con la mano, un guiño,
un movimiento de hombros, pueden transmitir muchas ideas que no se pueden o no se
quieren expresar de forma oral.
Una de las habilidades de comunicativas es la escucha activa, y para ello hay que tener
claro en qué consiste, de manera eficiente, el proceso de escuchar. Hay autores que
consideran que saber escuchar es mucho más difícil que saber decir, por todos los
factores que implican saber cumplir con todo un proceso del que se pueda sacar todo
Hay que recordar que escuchar es una de las actividades fundamentales en el proceso
de compresión y aprendizaje, siendo esta una de las principales ventanas por donde la
información entra de forma abundante, y que está en nosotros el discernir esa
información, rescatando lo que realmente se convierte en un aporte a cada uno de los
receptores.
Hay también otros elementos que pueden condicionar esta interpretación. Por ejemplo,
si usted es un fanático de un equipo de fútbol en particular, cuando escuche un
comentario favorable hacia el otro equipo rival, la interpretación suya se verá afectada
por la simpatía que tiene hacia su equipo. Y esto podemos constatarlo en los temas
mediáticos que se visualiza a través de las redes sociales. La correcta interpretación del
Responder es un factor que no solo se refiere a la respuesta ante una pregunta, sino
a la respuesta natural de un proceso de comunicación. Afirmar con la cabeza se
considera ya una respuesta ante el emisor del mensaje.
De ahí que si usted ha recibido una clase donde el profesor o tutor ha explicado un
contenido, usted ha atendido de manera consciente y centrada en lo que se explicó,
interpretando las ideas que se ha indo plasmando en la clase y lo ha aplicado en los
diferentes entornos que lo exige, finalmente recordando todo lo realizado, con las
suficientes bases de conocimiento para reafirmar lo realizado, seguramente ha hecho
un correcto y eficiente proceso de escucha, que se traducirá en conocimiento valedero
a la hora de ejercer su futura profesión.
• Paralenguaje. El tono de voz que utilizamos puede dar a notar mucho que las
mismas palabras. Muchas veces hemos notado a una persona nerviosa por el
tono de su voz, o incluso podemos notar si nos mienten cuando el volumen y el
tono de la voz no son firmes. También solemos notar preocupación en las
personas por la forma en que se expresa la voz. Es decir, los rasgos de la voz
dado por el tono, volumen o velocidad, nos aportan otro valor más al proceso de
comunicación.
Hay otros dos rasgos que se consideran transversales dentro de los anteriores
que son la cronémica (uso del tiempo) y la oculésica (la mirada).
Ya hemos dejado claro que la comunicación es una función básica del ser humano y
para su desarrollo requiere establecer proceso de intercambio de ideas con sus
entornos. Esa comunicación toma base en la palabra, y su correcto uso para consolidar
las sociedades.
Es el uso de esa palabra la que nos hace diferentes a cada uno de nosotros. Las
personas, de forma individual, tenemos diferentes maneras de pensar, nombrar,
El primer gran paso que debemos dar antes de empezar a practicar la expresión en
público, es hacer un autoanálisis y por supuesto, analizar intervenciones públicas de
personas que nosotros consideramos muy buenas para eso. Tomar apuntes de cómo
nos expresamos, cómo nos escuchamos, cómo nos vemos. La tecnología en la
actualidad nos facilita poder grabarnos y luego revisar para hacernos una crítica
constructiva de nuestras expresiones. La principal barrera que hay que vencer, aún en
este paso, es la vergüenza a vernos, escucharnos y criticarnos a nosotros mismos.
Hay que saber aceptarnos tal y como somos, con nuestra voz, nuestros gestos, nuestra
forma de hablar. No tenemos que fingir la voz de nadie, ni las expresiones de otra
persona, usted es usted y tiene que saber que ese el valor agregado que tiene. Acéptese
tal como es y dese el valor que se merece.
Ahora sí, empecemos a marcar algunos pasos que son necesarios para mejorar nuestra
expresión en público:
1. Pensar antes de hablar. Hay un viejo adagio que dicta “pon la mente a trabajar
antes que la lengua a funcionar”. Es totalmente cierto, antes de expresar
cualquier frase, debemos asegurarnos que todas las ideas están en orden, que
sabemos qué es exactamente lo que queremos decir y, sobre todo, cuál es el
mensaje que queremos dejarle a nuestro público.
2. Terminar las ideas. Tal y como escribimos, no pueden quedar ideas incompletas.
Cuando expresamos nuestro pensamiento en público, no podemos dejar ideas
en el aire, para ello es necesario irnos escuchando mientras hablamos,
asegurarnos que todo lo que estamos diciendo se está expresando de manera
completa.
3. Expresiones cortas y precisas. Las ideas mientras más cortas sean, se entenderán
de mejor manera. Muchas veces intentamos decir todo lo que se nos ocurre, sin
pensar en que muchas ideas pueden aturdir al receptor y no vamos a lograr que
nos entienda una sola cosa de todo lo que estamos diciendo. Así como
Un correcto desempeño delante del público nos puede abrir muchas puertas, algunas
personas nos recordarán por lo que dijimos más que por lo que hicimos. Por ello es
importante que trabajemos este aspecto y lo pongamos en práctica para poder mejorar
este aspecto que, de seguro, tendrá su valor en cada uno de los momentos de su vida
profesional.
La comunicación oral se refiere a la voz y todos los elementos que se incorporan en él,
mientras que la comunicación no verbal incluye todos los movimientos corporales que
acompañan a la comunicación oral.
Es todo el proceso que se lleva a cabo que incluye 4 etapas: atender, interpretar,
responder y recordar.
Las expresiones faciales, los gestos, las posturas, la apariencia, la háptica, la proxémica
y el paralenguaje.
Primero aceptar las características propias de cada individuo, como la voz, los gestos,
etc. Con esta primera etapa superada, hay que tomar en cuenta las siguientes pautas:
pensar antes de hablar, terminar cada idea que se expresa, utilizar expresiones cortas
y precisas, cómo manejar la mirada hacia el público, la gesticulación que utilizamos, el
aprovechamiento de los silencios, y considerar la velocidad ideal para expresarnos.
En las clases anteriores hemos podido revisar la clasificación de los textos, donde la
mayoría de los textos estaban enmarcados dentro del género literario, es decir, que
corresponden al ámbito de la literatura.
Teniendo clara la diferencia, hay que destacar que los textos no literarios pertenecen a
diferentes estilos y géneros, que están dados por el ámbito en que se desarrollan y la
utilidad narrativa del mismo.
1. Textos Expositivos.
Son aquellos que tienen como principal objetivo brindar información sobre un
tema específico. Desarrollan un tema de forma clara y precisa con ese objetivo
de ofrecer todos los detalles que den la idea completa de un hecho o situación a
quien lo lee. También es denominado texto explicativo.
Dentro de este tipo de textos entran las notas periodísticas (noticias, reportajes)
y los artículos de enciclopedia (https://bit.ly/2GCR0x2).
2. Textos Académicos.
3. Textos Normativos.
4. Textos Científicos.
De esta forma se pueden perfilar los textos no literarios. Sin embargo, hay autores como
Ramírez (2016, p.248), quien clasifica a los textos literarios de la siguiente manera:
CARACTERÍSTICA ESTRUCTURA
Utiliza la forma convencional de la
Brinda información acerca del mayoría de los textos:
tema expuesto.
Introducción. Implica la presentación
La redacción se realiza en tercera del tema que se desarrollará a lo largo
persona. del texto.
TEXTO
Las ideas se exponen de forma Desarrollo. Detalles y datos que
EXPOSITIVO
objetiva. ayudan a profundizar en el tema
principal.
Este tipo de textos puede utilizar
y combinar varias formas de Conclusión. Contiene el resumen de
redacción, empelando técnicas las principales ideas expresados a lo
narrativas, descriptivas, largo del texto.
argumentativas, y demás.
En el caso de los textos académicos, las características y estructuras dependen del tipo
de texto que se utiliza.
Los textos normativos se caracterizan por ser apelativos, es decir, buscan condicionar
las acciones o actividades a un proceso o procedimiento a seguir.
Además, las instrucciones suelen ser expresadas a través de gráficos o esquemas que
permitan la fácil comprensión de la instrucción que se quiere compartir.
Por otra parte, los textos científicos se caracterizan principalmente por el lenguaje
técnico y específico que se emplea para su redacción. Incluso, varias expresiones o
contenidos solo pueden ser interpretados por personas que se desarrollan
específicamente en ese campo de la ciencia.
El orden suele ser sistemático, es decir, previo a la exposición de la idea central del
texto, se suele ambientar al lector dando pautas de conocimiento básico para introducir
a la lectura. Luego se incorpora toda la explicación del fenómeno investigado ahondando
en las causas y efectos, para cerrar con unas conclusiones que son personales y
novedosas, como un aporte a quienes investigan en la misma línea, y buscan una
solución a la misma problemática que ha motivado este trabajo.
Los comentarios de textos son orientaciones claves (escritas u orales) que facilitan la
comprensión de un documento. Quien realiza un comentario de texto asume un rol de
“intérprete”, media entre el documento y el lector.
Diferentes textos pueden ser analizados para la elaboración del comentario de texto.
Pueden ser novelas, ensayos, artículos de prensa, poesías, y muchos más. Según el tipo
de documento que se quiera trabajar, las estrategias de análisis van a variar, sin
embargo, el resultado deberá ser el mismo, un juicio crítico expresado en un ensayo o
de forma oral.
Aunque hay autores que relacionan las estructuras con la relación forma – contenido.
En el plano de la forma podríamos hacer el análisis fónico, morfosintáctico y semántico:
De forma básica, con estos elementos, los pasos para elaborar un comentario de texto
son:
1. Introducción. Debe detallar la actitud del autor, así como su implicación con el
texto, es decir, el documento es muy cercano al autor (si es una experiencia
vivida) o es lejana (no es vivida, es externa al autor).
2. Análisis de contenido. Un análisis de las ideas organizadas, explicando cada
una de ellas, y su relación con la estructura del texto.
3. Análisis de la forma. El tono utilizado por el autor, las ideas expresadas de
forma clara y sin dar rodeos, o no.
4. Conclusión. Punto de vista personal sobre lo revisado, característica del texto
(por ejemplo, si ha sido un texto narrativo, dialogado, expositivo, etc.).
Que no responden a la expresión del arte. Tienen como finalidad transmitir conocimiento
o información apegada a la realidad. Son ideas objetivas y no tienen ningún componente
poético, metafórico o fantasioso.
Informan acerca del tema expuesto, redacción en tercera persona, ideas se exponen de
forma objetiva y puede combinar varias formas de redacción.
Las competencias comunicativas son justamente esas aptitudes que poseen algunas
personas y que les permite establecer un proceso de comunicación de manera
adecuada. Para esta acción, cada persona se vale del sistema de signos que comparte
con una comunidad, que implica cuándo hablar y cuándo no hablar, de qué hablar, con
quién hablar, cuándo hablar, dónde hablar y sobre todo cómo hablar.
Saber interpretar el contexto es el segundo aspecto que debemos considerar. Hay que
tomar en cuenta el lugar y los rasgos culturales que acompañan no solo al entorno físico
sino al que precede a nuestro/s interlocutor/es. Esto implica aprender de cada una de
las personas con las que interactuamos, y adaptarnos a los códigos culturales que utiliza.
Para empezar, debemos de tener claro cuáles son los elementos que intervienen y,
sobre todo, que comunican de forma oral. Además de las expresiones corporales, la voz
y la mirada son los elementos que más comunican en una intervención de orden
fonético.
La voz es el principal elemento que puede llamar la atención del público o, a su vez,
puede alejarlos del contenido que se expresa. A través de la voz acudimos a recursos
que nos permiten enfatizar aquellos puntos que nosotros consideramos de interés.
La mirada es uno de los principales factores que muestran más de lo que a veces
queremos mostrar. La mirada puede denotar nerviosismo, inseguridad o timidez. La
principal recomendación recorrer con la mirada a todo el auditorio – público, dando la
apertura a todos los asistentes para participar del diálogo, aunque no sea tal. Este
ejercicio, si se hace de manera pausada, puede ayudar a tener una retroalimentación
de todas las expresiones que se van realizando, recogiendo las reacciones del público,
identificando el grado de interés que se está provocando.
Cabe mencionar que el manejo del tiempo, como en todo, es fundamental. Controlar
que nuestra intervención no sea demasiado extensa para agotar, como tampoco debe
ser demasiado corta como para que no quede en la memoria de los asistentes la
intervención que realice.
Recursos de expresión
En el lenguaje oral, los recursos de expresión están divididos entre las pausas
gramaticales y los recursos de entonación.
Las pausas gramaticales incluyen en primer lugar los silencios, como producto de las
pausas que ayudan a la completa comprensión del mensaje. Estas pausas pueden ser
intencionalmente emotivas (cuando cargan un significado de emociones como la alegría,
la tristeza o el respeto) o solamente se incorporan como recursos de los enunciados de
puntuación (por el uso de punto, coma y punto y coma).
Estas entonaciones las podemos notar en los tramos finales de cada frase, donde esa
línea melódica proporciona un carácter diferente a las frases, denominados tonemas. Y
estos pueden ser:
Aun cuando podamos visualizar estos recursos, hay que tener claro que hay varios
aspectos que debemos tener en cuenta como recomendaciones que nos van a ayudar
a expresarnos de manera correcta en público.
1. No hay que olvidar la principal normal de convivencia, el saludo. Los modales son
nuestra carta de presentación y de seguro nos ayudará a romper el hielo y a
sentirnos en plena confianza con nuestro público.
2. Hay que ser precisos a la hora de expresar las ideas. Mientras más concreta sea
la idea, más comprensible será para el público.
3. Las expresiones deberán tener como centro de atención al público, evitando así
mensajes dirigidos a quienes no están presentes o a suposiciones que solo el
exponente tiene certeza.
4. Evitar a toda costa las muletillas. Y aquí hay que hacer énfasis en que hay varias,
según el modo de aplicación:
Todas estas muletillas tienen como intención disimular la falta de ideas concretas
del orador sobre el tema que se está explicando.
profesiones, requiere el contacto público con personas, lo que implicará, muchas veces,
Las expresiones que nosotros utilizamos dentro de una comunicación en público, pueden
aportar de manera eficiente a la comprensión del mensaje y todos los factores que
vayan implícitos dentro de él. Hay que recordar que no solo se comunica con lo que se
dice, sino con todos los elementos que ya hemos visto en clases anteriores, como la
comunicación no verbal.
La oratoria es una de las formas de expresión pública que implica la expresión de las
la manera adecuada de utilizar el lenguaje, a través del uso concreto de las palabras y
los conceptos.
La oratoria tiene como principal objetivo convencer al público receptor de tomar una
a acometer. En el ámbito literario, hay obras escritas para ser proclamadas de forma
apelando a su conciencia para que sea usted quien tome la decisión de hacer la compra
profesionales de los que se requiere tener dotes de orador para su ejercicio laboral. Los
abogados, los docentes, los comunicadores, los administradores, son muchas las
objetivos laborales.
confianza que se tenga sobre lo que está diciendo, y las destrezas y habilidades
que se tengan para presentar cada uno de los argumentos al público receptor.
» Según el punto de vista físico: la voz debe ser la principal muestra de seguridad
y convicción del tema, así como la postura corporal que asuma el orador.
el público, debe ser impactante para quienes lo escuchen y sobre todo fácil de
quiera apelar) y sobre todo persuasivo. No hay que olvidar que deberá ser
diga el orador.
» El público: son las personas que conforman el público oyente que forma parte
del auditorio.
Los tipos de oratoria se dan según el ámbito profesional donde se aplican, de allí que
tenemos:
científico o literario.
Para la elaboración de un buen discurso, hay que tomar en cuenta las siguientes
recomendaciones:
público una vez que finalice su intervención. Haga que su último aporte sea el
más importante.
que se dirán durante la oratoria, sobre todo aquellas que tienen una difícil
esperaban”,
de las ilustraciones.
- La posición delante del público debe ser centrada, es decir, no pegado a la pared
- Los movimientos de las manos deben ser naturales, no deberán estar guardadas
en los bolsillos.
hecho de que tenga un espacio amplio delante, no quiere decir que deba
recorrerlo todo. Si utiliza alguna pizarra, una vez que haya terminado de hacer
- La voz debe ser lo suficientemente alta como para que lo escuchen. Tener en
cuenta que no es aconsejable gritar, pero sí es necesario que sea lo más firme
posible.
una persona, sino que deberá ir alternando entre diferentes personas del público.
tal, pero deberá hacer pequeños intercambios de miradas con su público, de esa
Recuerde siempre que al final deberá agradecer de manera breve y simpática a todos
La exposición
La exposición oral tiene varios rasgos que la caracterizan, entre ellas la presencia del
público que, a través de actitudes y reacciones, influyen en el proceso de comunicación.
Además, la exposición puede ser interrumpida por un participante para solicitar la
aclaración de un tema en específico. Por esta razón es importante tener conocimientos
profundos sobre lo que se expone.
No hay que confundir una lectura en voz alta con una exposición. Estas se diferencian
en que la exposición consta de argumentos, y suficiente información y datos que
permitirán resolver cualquier tipo de dudas que se generen dentro de la explicación.
La exposición tiene una primera fase que consiste en la preparación. Bajo ningún
concepto una exposición es improvisada. Todo el contenido debe ser minuciosa
preparado y elaborado, tanto en la exposición oral como en todos los recursos que se
vayan a utilizar, como el material de apoyo, recursos audiovisuales y demás.
La preparación deberá constar de un pequeño guion que irá marcando los pasos a
seguir, con los detalles más importantes en el orden que serán presentados, de esta
manera se reduce cualquier probabilidad de olvidar alguno de los pasos. Este guion
debe incluir las ideas principales que se expresarán, de forma ordenada y jerarquizada,
y si se van a utilizar nombres y fechas, deberán estar expresadas de forma que se
puedan expresar de manera literal durante la exposición.
Durante la exposición oral hay que tomar en cuenta los siguientes aspectos:
Toda exposición debe finalizar con una evaluación, que permite saber el alcance que
hemos tenido con la información que se ha presentado. Esta evaluación puede ser un
El discurso
» El tema del discurso, el mismo que debe tener detalles, ilustraciones, ejemplos
en algunos casos, con la intención de que puedan ser expresados de forma
cercana y comprensible.
» El orador, que es la persona que lleva a cabo el discurso.
» El auditorio, que el público que recibirá dicho discurso.
Se pueden considerar varios tipos de discurso, sin embargo, los más utilizados son:
Son las aptitudes que poseen algunas personas y que les permite establecer un proceso
de comunicación de manera adecuada, valiéndose de un sistema de signos que
comparte con una comunidad, que implica cuándo hablar y cuándo no hablar, de qué
hablar, con quién hablar, cuándo hablar, dónde hablar y sobre todo cómo hablar.
Es el principal elemento para llamar la atención del público que nos permite acudir a
recursos para enfatizar los puntos de mayor interés. Las cualidades de la voz son el
volumen, la articulación y la entonación.
Los recursos de expresión son todos aquellos que utilizamos para variar la intensidad o
fuerza del discurso. Los recursos pueden ser pausas gramaticales, que pueden ser
emotivas o de pronunciación; y los recursos de entonación que pueden ser de cadencia,
anticadencia y suspensión.
La oratoria es la forma de expresión pública que implica la expresión de las ideas con
elocuencia, con el objetivo de deleitar, convencer y persuadir. La exposición es la
explicación de determinadas circunstancias que han ocurrido alrededor de un hecho o
la interpretación del mismo. Y, el discurso es un razonamiento extenso dirigido a una o
varias personas con el objetivo de persuadir.
Uno de los grandes problemas a los que tenemos que enfrentarnos en determinados
momentos de la vida estudiantil, es a la “hoja en blanco”. Seguramente más de una vez
le ha tocado intentar a empezar a escribir, una tarea, una reseña, una carta o cualquier
texto, y su primer obstáculo es no saber por dónde empezar. Pues ese es el miedo de
hacer cara a la hoja en blanco.
No es para nada fácil dar inicio a una redacción, sea el formato que fuera, cuando no
se tiene claro qué es lo que se tiene qué hacer, ni mucho qué se tiene que decir. En
esos momentos son muchas las ideas que rondan nuestras cabezas, y tendremos un
torbellino de pensamientos que nos harán escribir una y otra vez la primera línea.
Estas situaciones son más comunes de lo que parecen y pueden tener un origen muy
simple y a la vez muy complejo. La clave es el hábito de lectura, tan escaso en nuestro
entorno, que nos afecta directamente a la hora de intentar plasmar una idea por escrito.
Y es que la lectura es tan enriquecedora que no solo nos aporta el conocimiento sobre
aquello que nos genera dudas e inquietudes, sino que también es una puerta a nuevas
ideas y sobre todo estímulo a la creatividad a la hora de escribir o desarrollar un texto.
Esto es muy fácil de comprobar, si ahora le pongo una tarea que consista en escribir
una historia, probablemente usted empiece a describir un lugar o unos personajes que,
si lo verifica, tendrán una similitud (en forma o redacción) a alguna historia que haya
leído en algún momento de su vida.
Muchas de los errores ortográficos que solemos cometer, o las dudas que se nos suelen
presentar, sobre todo en palabras de uso cotidiano, surgen por la falta de identificación
visual que tenemos por la escaza lectura que abordamos en nuestro diario vivir.
Técnicas ortográficas
Las normas ortográficas son, probablemente, una de las mayores falencias en casi todos
los estudiantes de niveles básicos e intermedios. A pesar de ser uno de los contenidos
más abordados desde nuestros primeros niveles de educación, no se evidencia una
apropiación de este conocimiento y dominio en los niveles posteriores de formación, y
menos aún en los entornos profesionales y laborales.
En este apartado haremos una pequeña revisión de las normas que necesitamos para
aclarar las dudas más comunes que solemos presentar en nuestras actividades
cotidianas y, sobre todo, en su vida formativa – profesional.
Normas de acentuación.
El uso de la tilde es uno de los mayores problemas que solemos tener a la hora de
escribir. Siempre nos asaltan las dudas al no saber si una palabra u otra lleva tilde o no.
Trataremos de visualizar de manera precisa y breve las normas mínimas que nos
permitirán mejorar un poco esta falencia. Sin embargo, debemos tener claro que solo
podremos mejorar si es que lo practicamos y los vamos incorporando en cada
oportunidad que se nos presente.
Tilde en polisílabos
Entendiendo como polisílabos a las palabras que son conformadas por dos o más sílabas,
recordemos que según la silaba donde recae la mayor fuerza de voz, se dividen en
palabras agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas.
Con este recordatorio, veamos cuáles son las normas básicas de puntuación:
Ejemplos:
Todas deben llevar tilde. Cántaro, exámenes, cuéntamelo, permíteselo,
pídeselo, experiméntelo, cándida.
Estas normas básicas son fundamentales para la comprensión de las demás reglas
ortográficas de acentuación. Así que hay que recordarlas siempre, de esta manera se
hará más fácil a la hora de decidir, mientras escribe, si una palabra lleva o no lleva
acento.
Tilde en monosílabos
Las palabras que son compuestas por una sola sílaba, no deberán de llevar acento, con
excepción de que se trate de una tilde diacrítica.
La tilde diacrítica es aquella que nos permite diferencias una palabra de otro que tiene
la misma escritura, pero con significados diferentes. Por ejemplo: de (cuando es usada
como preposición – voy de camino a casa) y dé (del verbo dar – vaya y dé la comida a
los demás).
Los diptongos se conforman con la combinación de una vocal abierta tónica (con fuerza
de voz) y una vocal cerrada átona (sin fuerza de voz). Por ejemplo: adiós. La vocal
abierta O es la que tiene la mayor fuerza de voz. La vocal cerrada I no lleva la fuerza
de voz. En estos casos, siempre llevará la tilde la vocal abierta.
Otra forma de diptongo es la unión de dos vocales cerradas. En estos casos, solo llevará
tilde si el acento recae sobre la segunda vocal. Por ejemplo: acuífero, casuística,
interviú.
En el caso de los hiatos, recordemos que está conformado por dos vocales abiertas.
Para tildarlo, se tomarán en cuenta las normas básicas de puntuación que hemos visto.
Por ejemplo: creó (lleva tilde porque es una palabra aguda que termina en vocal), Páez
(lleva tile porque es una palabra grave que termina en otra consonante que no es n ni
s), océano (lleva tilde porque es una palabra esdrújula). Hay que destacar que el hiato
separa las vocales en dos sílabas. Por eso, océano se divide de la siguiente manera: O-
CÉ-A-NO.
Otra forma de hiato es con la unión de una vocal cerrada tónica y una vocal abierta
átona. En este caso todas se tildarán sin excepción. Por ejemplo: cafeína, raíz, egoísmo,
oír. De igual forma los hiatos que tienen una h en medio de las vocales. Por ejemplo:
búho, prohíbe.
Tilde diacrítica
• Preposición: Hace
Forma del verbo dar: Si no
figuras de papel.
de dé estudió, mejor no dé el
• Sustantivo (Letra):
examen.
Señale la letra de.
• Conjunción de
distintos valores: Si
• Adverbio de afirmación: Sí,
estudias, sacarás
estoy preparado para el
buena nota. Dime si
segundo parcial.
si estudiaste. sí
• Sustantivo (aprobación o
• Sustantivo (nota
asentimiento): Tardó varios
musical): Compuso
días en dar el sí al proyecto.
una melodía en si
mayor.
• Pronombre
personal: Te
agradezco que Sustantivo (planta e infusión):
hagas silencio en Vamos a tomar un té para
te té
clases. conversar de las notas del
• Sustantivo (letra): examen.
Aquí la te parece
una ele.
Otros casos de tilde diacrítica son los pronombres y adjetivos que ya no se deben tildar.
Es el caso de este, esta, aquel, eso, esto, aquello. Mientras que hay palabras que,
mientras se usen como expresiones exclamativas o interrogativas, deben llevar tilde,
como es el caso de qué, quién, cuándo, dónde, cuál, cuánto. Por ejemplo:
En el caso de que no estén unidas por un guion, se comportan como las palabras simples
y siguen las reglas de acentuación, independientemente de cómo se acentúen por
separado. Por ejemplo:
Si son palabras separadas con un guion, conservan la tilde que corresponde a cada uno
de los términos que lo componen. Por ejemplo: Sánchez-Cano, germano-soviético,
teórico-práctico.
En el caso de los adverbios que terminan en mente, conservarán la tilde en el caso que
el adjetivo del que deriva lo llevara. Por ejemplo:
Hay que recordar que, aunque hay cierta libertad para escribir los nombres propios, la
recomendación de la Real Academia de la Lengua Española es que se apliquen las
normas en la medida de lo posible. Así, los nombres o apellidos deberán de llevar tilde
según las normas: José, Luís, María, Álex, Rodríguez, León, etc.
El relato
Los relatos son muy relacionados con los cuentos, dado que estos poseen las mismas
características temporales, aunque en el desarrollo espacial los cuentos son mucho más
limitados.
Si bien es cierto, son uno de los textos literarios, hablar de relatos se puede desarrollar
en cualquier contexto no literario. Si en estos momentos le pidiera que explique qué
actividades ha realizado el día de hoy, probablemente usted recurra a un relato para
narrar todo lo que le ha sucedido con los detalles que esto implica.
Para Ucha (2009) “el relato consiste en contar una determinada historia, pero sin
reflejarla en toda su extensión, sino más en bien presentarla compactada y solamente
haciendo hincapié en algunos detalles y momentos que serán en los que más énfasis el
autor o relator pondrá a la hora de contar la misma porque se considera que son los
más decisivos”.
Así, podemos enmarcar a este recurso como una de las herramientas más solicitadas al
momento de explicar detalles específicos de una acción o situación, aportando con las
ideas y acciones relevantes.
La planificación es el primer paso que se debe dar frente a una redacción. Conocer los
elementos que van a ser desarrollados dentro del texto. Visualizar de manera gráfica
los argumentos, personajes o conceptos, puede ayudar a esquematizar el trayecto que
se puede construir como hilo conductor.
Una vez planificado, hay que reunir y organizar las ideas. Recabar todas las ideas que
se quieren plantear en el texto. Jerarquizarlas dando mayor prioridad a la idea central,
acompañando los detalles de forma ordenada, de manera que cada uno de ellos sume
y aporte a la comprensión general de texto.
Esta etapa debe contemplar todos aquellos aportes que validen una teoría o idea,
organizados de una forma secuencial que permita ir construyendo línea por línea, la
intención del autor.
A la hora de escribir, hay que tener presente que cada idea debe de ir enmarcada dentro
de un solo párrafo. No podemos complicar un párrafo con la intención de querer decir
más de dos ideas a la vez. Cada uno de ellos debe contener al menos una idea principal,
o el argumento claro que sirva de soporte a cada una de las afirmaciones y tesis que se
van tejiendo dentro de una redacción.
Una vez que haya realizado la escritura, va nuestra primera corrección. La revisión es
el paso que nos permitirá detectar inconsistencias o frases que han quedado
incompletas. Es importante aquí tratar de leer en voz alta, para comprobar que las ideas
se han ido presentando de forma coherente y con sentido común. Esta revisión debería
incluir solamente el sentido del texto, no debería embarcar correcciones ortográficas y
de pausas gramaticales para poder centrar la atención en la coherencia y cohesión.
Con esta revisión ya puede hacer una redacción final que ya será versión definitiva, no
sin antes hacer una última revisión, esta sí, en búsqueda de errores de orden
ortográfico, acentuación o de pausas gramaticales.
De esta forma podría usted diseñar un proceso de redacción. Aunque suene algo
metódico o muy formal para seguir, estos patrones podrán ayudarlo a centrar sus ideas
y a que su texto exprese lo que realmente usted quiere, y que, además, pueda ser de
fácil comprensión para cualquier lector.
La estructura de todas las redacciones responde al orden lógico de todo texto, es decir,
palabras – enunciados – párrafos - texto. Si nos enfocamos en esta estructura, responde
a un encadenamiento necesario para alcanzar una coherencia en el texto. Los
El interior del texto, como mínimo, deberá tener una idea principal que es la intención
comunicativa planteada por el autor. El cuerpo que se convierte en el desarrollo temático
y argumentativo a la hora de redactar. Contiene el eje temático sobre el cual giran todas
las expresiones e ideas que se justifican dentro de un texto. Finalmente debe contener
una conclusión que debe sintetizar toda la información que se ha proporcionado a modo
de recordatorio para quien haya abordado el texto.
Otra estructura que se puede tomar en consideración, si es que la complejidad del texto
lo requiere, sería:
» Título
» Introducción
» Desarrollo
» Conclusiones
Esta estructura concede mucha importancia al título, ya que este es el que abre la puerta
para acceder a un documento, es la carta de presentación de una redacción antes de
cualquier argumento suficientemente sustentado. El título puede hacer que nos
sumerjamos en una lectura, como puede hacer que no accedamos a una sola página.
La conclusión deberá marcar el final del camino, es decir, deberá exponer los frutos
recogidos a lo largo del recorrido de los argumentos utilizados y presentados en el
desarrollo. La conclusión debe estar orientada también por el objetivo que se verbalizó
en la introducción.
Como se puede ver, esta estructura incorpora más elementos, pero que, a su vez, deben
estar cohesionados lo suficiente para permitir llegar a una o algunas ideas específicas
sobre la temática que ha tratado la redacción.
Cabe destacar que todo texto debe cumplir una función comunicativa, dado que el
principal objetivo de todo texto es persuadir al lector.
A pesar de esa libertad para esquematizar una redacción, se pueden sugerir dos
esquemas. El primero, uno numérico que permita ordenar cada apartado, por ejemplo:
1. Introducción.
− Antecedentes generales del nombre
− Ubicación geográfica
− Presentación del tema que se desarrollará
2. Etapas históricas del Ecuador.
2.1 Etapa prehistórica
Este ejemplo muestra cómo se fue organizado todos los contenidos de manera
esquemática – numérica. Como si fuera un índice, señalando incluso la subordinación
de ideas (jerarquización).
Este mismo contenido puede ser esquematizado de manera gráfica. Con esta opción, el
mismo ejemplo quedaría de la siguiente manera:
Época Floreana
Etapa
Revolución marcista
prehistórica
La conquista
Época Garciana
española
Etapas históricas
del Ecuador
La
Independencia y Alfarismo
la Gran Colombia
Vida de
Velasquismo
República
Dictaduras
Retorno a la democracia
La dolarización
Actualidad
Conclusión
Con este esquema usted podrá visualizar todos los elementos que serán desarrollados
a lo largo del texto.
Así como son las paredes a la casa, son los párrafos a un texto, sin ellos no existiría.
Son los párrafos los que cimientan todos los argumentos que se esgrimen dentro de un
texto. Sirven para organizar la información tomando en consideración la extensión y la
importancia de su contenido.
Gráficamente se lo identifica por el espacio generado una vez finalizado con el signo
ortográfico “punto y aparte”. Estructuralmente está compuesto por una o varias
oraciones que transmiten las ideas del autor.
El párrafo constituye la columna vertebral sobre la que giran todas las ideas o
pensamientos que el autor expone a lo largo del texto, permitiendo al lector ir sumando
todas esas ideas para alcanzar la comprensión toda de un texto.
Los párrafos se convierten en una herramienta que debe respondes a las preguntas
básicas qué, quién, dónde, cuándo, cómo, por qué y/o para qué. Es el escritor quien
decide qué preguntas son las que se van a ir contestando en cada uno de los párrafos.
Las características que deben tener cada uno de ellos son la unidad y la coherencia. Por
una parte, la unidad se refiere a que cada párrafo debe contener una idea principal, que
es la que plantea varios elementos que giran a su alrededor y ayudan a consolidar la
idea principal. Esos elementos pueden ser las ideas secundarias o las ideas derivadas.
Por otra parte, la coherencia es otra de las características y está dada por la relación
lógica entre las ideas que conforman el párrafo, tomando en consideración los nexos
que se utilizan y que permiten que todo vaya adquiriendo sentido y significado en el
lector.
Cada autor decide qué tipo de párrafos utiliza, y cómo los articula de mejora manera,
no hay una fórmula establecida. Incluso un autor puede usar un solo tipo de párrafo
dentro de todo un texto, o puede ir haciendo una combinación de varios de ellos según
su interés.
La lectura nutre nuestras ideas con palabras y recursos narrativos, lo que nos permite
no solo ampliar nuestra visión imaginativa, sino que nos permite visualizar cómo
queremos escribir y explicar las ideas que se quiere transportar a la redacción.
Las normas básicas de acentuación es ideal aprenderlo por lo más elemental: el tipo de
palabra según la división de palabras por el acento: palabras agudas, graves y
esdrújulas. A partir de allí es más fácil aprenderse las normas y las excepciones. Luego
aclararse las normas complementarias como el acento de monosílabos, palabras
compuestas, y el uso de la tilde diacrítica.
¿Qué es el relato?
En las clases anteriores hemos podido revisar la clasificación de los textos, donde la
mayoría de los textos estaban enmarcados dentro del género literario, es decir, que
corresponden al ámbito de la literatura.
Teniendo clara la diferencia, hay que destacar que los textos no literarios pertenecen a
diferentes estilos y géneros, que están dados por el ámbito en que se desarrollan y la
utilidad narrativa del mismo.
1. Textos Expositivos.
Son aquellos que tienen como principal objetivo brindar información sobre un
tema específico. Desarrollan un tema de forma clara y precisa con ese objetivo
de ofrecer todos los detalles que den la idea completa de un hecho o situación a
quien lo lee. También es denominado texto explicativo.
Dentro de este tipo de textos entran las notas periodísticas (noticias, reportajes)
y los artículos de enciclopedia (https://bit.ly/2GCR0x2).
2. Textos Académicos.
3. Textos Normativos.
4. Textos Científicos.
De esta forma se pueden perfilar los textos no literarios. Sin embargo, hay autores como
Ramírez (2016, p.248), quien clasifica a los textos literarios de la siguiente manera:
CARACTERÍSTICA ESTRUCTURA
Utiliza la forma convencional de la
Brinda información acerca del mayoría de los textos:
tema expuesto.
Introducción. Implica la presentación
La redacción se realiza en tercera del tema que se desarrollará a lo largo
persona. del texto.
TEXTO
Las ideas se exponen de forma Desarrollo. Detalles y datos que
EXPOSITIVO
objetiva. ayudan a profundizar en el tema
principal.
Este tipo de textos puede utilizar
y combinar varias formas de Conclusión. Contiene el resumen de
redacción, empelando técnicas las principales ideas expresados a lo
narrativas, descriptivas, largo del texto.
argumentativas, y demás.
En el caso de los textos académicos, las características y estructuras dependen del tipo
de texto que se utiliza.
Los textos normativos se caracterizan por ser apelativos, es decir, buscan condicionar
las acciones o actividades a un proceso o procedimiento a seguir.
Además, las instrucciones suelen ser expresadas a través de gráficos o esquemas que
permitan la fácil comprensión de la instrucción que se quiere compartir.
Por otra parte, los textos científicos se caracterizan principalmente por el lenguaje
técnico y específico que se emplea para su redacción. Incluso, varias expresiones o
contenidos solo pueden ser interpretados por personas que se desarrollan
específicamente en ese campo de la ciencia.
El orden suele ser sistemático, es decir, previo a la exposición de la idea central del
texto, se suele ambientar al lector dando pautas de conocimiento básico para introducir
a la lectura. Luego se incorpora toda la explicación del fenómeno investigado ahondando
en las causas y efectos, para cerrar con unas conclusiones que son personales y
novedosas, como un aporte a quienes investigan en la misma línea, y buscan una
solución a la misma problemática que ha motivado este trabajo.
Los comentarios de textos son orientaciones claves (escritas u orales) que facilitan la
comprensión de un documento. Quien realiza un comentario de texto asume un rol de
“intérprete”, media entre el documento y el lector.
Diferentes textos pueden ser analizados para la elaboración del comentario de texto.
Pueden ser novelas, ensayos, artículos de prensa, poesías, y muchos más. Según el tipo
de documento que se quiera trabajar, las estrategias de análisis van a variar, sin
embargo, el resultado deberá ser el mismo, un juicio crítico expresado en un ensayo o
de forma oral.
Aunque hay autores que relacionan las estructuras con la relación forma – contenido.
En el plano de la forma podríamos hacer el análisis fónico, morfosintáctico y semántico:
De forma básica, con estos elementos, los pasos para elaborar un comentario de texto
son:
1. Introducción. Debe detallar la actitud del autor, así como su implicación con el
texto, es decir, el documento es muy cercano al autor (si es una experiencia
vivida) o es lejana (no es vivida, es externa al autor).
2. Análisis de contenido. Un análisis de las ideas organizadas, explicando cada
una de ellas, y su relación con la estructura del texto.
3. Análisis de la forma. El tono utilizado por el autor, las ideas expresadas de
forma clara y sin dar rodeos, o no.
4. Conclusión. Punto de vista personal sobre lo revisado, característica del texto
(por ejemplo, si ha sido un texto narrativo, dialogado, expositivo, etc.).
Que no responden a la expresión del arte. Tienen como finalidad transmitir conocimiento
o información apegada a la realidad. Son ideas objetivas y no tienen ningún componente
poético, metafórico o fantasioso.
Informan acerca del tema expuesto, redacción en tercera persona, ideas se exponen de
forma objetiva y puede combinar varias formas de redacción.