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PIURA - 2022
ANTECEDENTES DE LA CRISIS FINANCIERA DEL 2008
La floja política monetaria seguida por la Reserva Federal y la expansiva política fiscal
instrumentada por el Departamento del Tesoro desde el año 2001.
Los cambios legales que aceleraron la desregulación e innovación financiera y sus consecuencias
prácticas.
El funcionamiento de los derivados puede llegar a ser muy complejo. En términos simples, un derivado es un producto
financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo llamado subyacente permitiendo a los banqueros apostar a
cualquier cosa.
Con la aprobación por parte del Congreso de los EE. UU. del Commodity Futures Modernization Act (CFMA) en el
año 2000, el mercado de derivados dejó de estar bajo la regulación de futuros y se prohibía toda regulación sobre el
mismo, limitando aún más el poco control existente. Tras la aprobación de este Acta, el uso e innovación sobre los
productos financieros complejos aumentó considerablemente. (Stout, 2009)
Titulización de la cadena
La bajada de los tipos de interés provocó que cientos de millones de dólares entraran cada año en la cadena de
titularización. Con la facilidad para conseguir la concesión de una hipoteca, junto a la bajada de tipos de interés,
comenzó un proceso que haría cada vez más atractivo comprar una vivienda. Esto provocó que entre 2001 y 2006, el
porcentaje de hipotecas formalizadas con créditos subrprime (sobre el total de hipotecas concedidas cada año) se
cuadriplicara (alcanzando el 23,5% en 2006). (Menezes y Rodil, 2012)
La última gran burbuja inmobiliaria data de finales de los años 80, que ya provocó una recesión relativamente grave,
aunque el aumento de los precios en términos relativos fue bastante inferior.
Con el repunte de la percepción del riesgo, el mercado de las CDOs colapsó (los
activos financieros bajaron bruscamente de precio), dejando a los bancos de
inversión con miles de millones de dólares y euros en créditos, CDOs y bienes
inmuebles a los que eran incapaces de dar ninguna salida.
El PIB mundial sufrió un retroceso del 0,1% (3,4% en países desarrollados), el más
grave desde la Segunda Guerra Mundial. Al igual que con el desempleo, las
2009 políticas adoptadas por el Gobierno de EE. UU. permitieron que, a partir del 2010,
el PIB creciera positivamente. Mientras tanto, los países de la Unión Europea
sufrieron posteriores involuciones en el crecimiento de este indicador.
Desde 2008, las medidas que se adoptaron con el fin de aliviar la situación se podrían resumir en
tres grandes frentes:
Paralización de embargos.
la Reserva Federal adoptó una medida histórica rebajando de nuevo, y por última vez, los
Diciembre
tipos de interés hasta un rango de 0-0,25%.
2008
cuando Obama llegó a la presidencia de EE. UU., decidió introducir nuevas medidas.
Apoyado sobre la base del TARP, elaboró un Plan de Estabilidad Financiera (FSP, por sus
Febrero siglas en inglés), con el objetivo de seguir reforzando el mercado financiero y aumentar el
2009 flujo de crédito. Asimismo, aprobó un rescate (con parte del dinero restante del TARP)
por el valor de 800 mil millones de dólares
Para continuar con la recuperación y favorecer la entrada en una fase de crecimiento económico, en
diciembre de 2010, el Congreso aprobó el Tax Relief, Unemployment Insurance Reauthorization, and
Job Creation Act, cuyo objetivo principal era fortalecer la recuperación y el crecimiento de la
economía con nuevos recortes de impuestos y aumento de las prestaciones por desempleo. Asimismo, a
través de este programa se extendieron algunas medidas del ARRA que acababan a finales de 2010.
Una de las causas de esta crisis fue también la mala política monetaria expansiva que llevó a cabo
Estados Unidos durante esos años, ya que quizá por esa posible arrogancia americana de querer ser los
primeros en todo, indujo a experimentar un desarrollo sin límite, cegados por la codicia.
Además, a lo anterior se le suma la mala actuación de entidades altamente relevantes como son los
bancos o entidades crediticias que se centraron únicamente en sus objetivos, lo cual los llevó a realizar
actividades de dudosa ética donde los favorecidos fueron unos pocos y los damnificados muchos. Y
finalmente la aparición de nuevos productos, cada vez más complejos que requerían una regulación
más estricta y profunda.