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¿Estás de acuerdo en que se legalice la eutanasia en el Perú para casos de pacientes con

enfermedad terminal?

La Constitución Política del Perú (1993), señala en su artículo 1 que la defensa de la persona

humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del estado. En el

siguiente artículo, la constitución señala que toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad

moral, psíquica y física, así como a su libre desarrollo y bienestar, siendo estos inherentes del ser

humano, por consiguiente, las personas que poseen una limitación física que las conlleva a vivir

bajo sufrimiento no pueden renunciar a estos derechos. Así mismo, el Código Civil del Perú

(1984) reafirma en su artículo quinto el derecho a la vida, la integridad física, la libertad y el

honor, señalando que son derechos irrenunciables de la persona, pero existen excepciones en el

código civil, donde en su sexto artículo señala que el ser humano tiene disposición de su propio

cuerpo y al bienestar de éste, cuando se encuentre ante un estado de necesidad, orden médica,

quirúrgica o humanitaria, es decir sometido al dolor y sufrimiento frente a una enfermedad

terminal. Ante esta situación, existen personas que, ante un acto de humanidad hacia el prójimo

por ver su dolor y sufrimiento que le ocasionan las enfermedades graves e incurables, se

encuentran a favor de la eutanasia, considerándolo un acto piadoso. No obstante, existen

personas que opinan de manera distinta, manifestando que sólo Dios es quien decide sobre la

vida y la muerte en las personas. Frente a este contexto, surge la siguiente interrogante: ¿Se debe

aplicar la eutanasia en el Perú en casos de pacientes con enfermedades terminales? En cuanto a

esta interrogante, podemos considerar que sí se debe aplicar la eutanasia en pacientes con

enfermedades terminales. A continuación, defenderemos nuestra postura frente a la legalización

de la eutanasia en el Perú, para casos de pacientes con enfermedades terminales.

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Sí se debe aplicar la eutanasia en el Perú en pacientes con enfermedades terminales, la eutanasia

es un acto piadoso y no es posible tener una vida digna o de calidad cuando no se tiene una vida

normal, porque el ser humano no puede desarrollar su proyecto de vida. Con el objetivo de

justificar nuestros argumentos, se presentarán las siguientes informaciones importantes: En

primer lugar, La Constitución Política del Perú (1993), señala que la defensa de la persona

humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del estado, así mismo

señala que toda persona tiene derecho a la vida, a su integridad moral, psíquica y física, así como

a su libre desarrollo y bienestar. Al respecto, es claro que la Constitución Política del Perú

enfatiza el respeto, la vida y bienestar hacia la dignidad de las personas, además reafirma que la

vida es un derecho inherente de la persona, pero, de ninguna manera tener una vida limitada

físicamente expuesta al sufrimiento constante puede ser visto como un desarrollo normal hacia el

ser humano. En la actualidad, la señora Ana Estrada, por tener un caso de enfermedad

degenerativa, es la primera persona en el Perú que lucha para tener una muerte digna, en su caso

existen argumentos jurídicos y políticos considerando que el argumento central es la autonomía

de la voluntad y el principio de Mill, pero la penalización de la eutanasia como homicidio

piadoso no le permite decidir tener una muerte digna como fase final de su vida. En segundo

lugar, El Código Civil (1984), señala que las personas pueden tener disposición de su propio

cuerpo cuando las exigencias de este corresponden a un estado de necesidad médica o si están

inspirados por motivos humanitarios. En relación con esto, la señora Ana Estrada fue

diagnosticada de polimiosis desde los 12 años, lucha que lleva desde el 2019, por lo que, la

disposición de su propio cuerpo debe hacer referencia a la disponibilidad de su vida con un

bienestar de su propio cuerpo. Por consiguiente, para este caso no se tiene en cuenta los

principios de autodeterminación, dignidad humana y bienestar del cuerpo. En tercer lugar, La

Defensoría del Pueblo defiende el derecho a una muerte en condiciones dignas. Para empezar, la

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falta de intervención para acceder a una muerte digna provoca una sensación de precariedad en

quien exige el respeto del derecho a la vida, la integridad física, la libertad y el honor. Para Ana

Estrada que no reconozcan su derecho a tener autonomía de su cuerpo y poder decidir cómo

terminar con su dolor es vulnerar su derecho a tener una vida digna y de desarrollo personal.

Frente a lo expuesto, el derecho a la muerte en condiciones dignas es la libertad de decidir en

qué condiciones una persona pondrá fin a su vida, por lo que consideramos que sí se debe aplicar

la eutanasia en pacientes con enfermedades terminales.

En conclusión, consideramos que, si se debe aplicar la eutanasia en pacientes con enfermedades

terminales, debería ser un derecho indiscutible por la persona afectada indistintamente quien sea

el autor, ya que tener una enfermedad terminal no es tener a una vida digna y de calidad,

tampoco permite una vida normal con proyectos. Con la finalidad de evitar estas circunstancias

se comparten algunas sugerencias: En primer lugar, el paciente tiene que presentar un informe

médico sustentado su condición de salud, por lo cual su voluntad debe estar respaldada por un

notario. Por consiguiente, su voluntad por no aferrarse a la vida en condiciones no saludables

permitirá que las autoridades competentes consideren viable su decisión. En segundo lugar, la

decisión del paciente deberá contar con un informe psicológico donde especialistas en la materia

confirmen que está en pleno uso de sus facultades mentales para tomar dicha decisión. En ese

sentido, reforzará su decisión en no continuar con su vida.

“Vivir con dignidad es un derecho, morir con dignidad también”

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INTEGRANTES:

1. Sheyla Paola FERNANDEZ RODRIGUEZ

2. Luis Augusto PANTOJA CASABONA

3. Crhistian CONDORI WILCA

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