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Adulto Mayor Sano. Requerimientos nutricionales.

María Isabel Gastelum Vázquez

Dietética, Lic. en Nutrición


Asesor: Lic. Rafael Aguilar Hernández

Zapopan, Jalisco a 8 de mayo de 2022


CUESTIONARIO

1. ¿Cuál es la edad que marca el inicio de la vejez y como se define esta etapa?

Inicia, según algunos autores, a los 65 años.


Se la define así: “el proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar
físico, social y mental de las personas a lo largo de su vida, con el objeto de ampliar
la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”.

2. ¿Qué afecta la nutrición del adulto mayor?

Fisiología y patología propia del anciano


Problemas dentales
Incapacidad física o mental
Deterioro de procesos digestivos
Enfermedades crónicas
Estatus económico y cultural
Aislamiento

3. ¿Cuáles son síntomas de una mala alimentacion?

Pérdida de peso, disminución de masa magra, postración, hinchazón por retención


de líquidos, alteraciones cutáneas y del tracto intestinal y deterioro de las funciones
enzimáticas.

4. ¿Cuáles son los factores que inciden en la alimentacion del adulto mayor?

FÍSICOS: masticación, salivación y deglución.


DISCAPACIDAD: deterioro sensorial en la detección de olores, sabores y sonidos, así
como la función digestiva disminuida.
FACTORES FISIOLÓGICOS: disminución del gasto energético en reposo, cambios en la
composición corporal de la distribución de grasa y musculo en el cuerpo, perdida de
la masa ósea, disminución del agua corporal, modificaciones del tejido conjuntivo
con la perdida de elasticidad, menor actividad física, depresión y anorexia.
Ademas de esto, las secreciones salivales, biliares, digestivas y pancreáticas,
disminuyen. Aparecen cambios en la función motora del estómago, así como del
intestino delgado y grueso. Se ve afectado el peristaltismo, disminuye el moco
intestinal. Esto, en combinación con la falta de actividad física, bajo consumo de
fibra e ingesta de agua insuficiente da lugar al estreñimiento.
FACTORES PSICOSOCIALES: como la pobreza, limitación de recursos e inadecuados
hábitos alimentarios.

Dichos factores aumentan los problemas de que el adulto mayor goce de una buena
nutrición.

5. ¿Cuál es la pérdida de masa magra desde antes de llegar a la edad de adulto mayor?

Es de 2% por década. Esta perdida inicia alrededor de los 30 años.

6. ¿A qué se debe que se presente déficit de magnesio en el adulto mayor?

Al empleo de medicamentos, diuréticos, antibióticos y abuso de alcohol. Se


recomiendan aprox. 350 mg/día.

7. ¿Por qué es común el exceso de sodio en esta etapa?

Es resultado de una ingesta baja de agua. Esto sucede porque en el adulto mayor
disminuye la sensación de sed.

8. ¿En qué casos se presenta la falta de potasio?

Vómitos reiterados, casos diarreicos y tratamientos con diuréticos, ya que se elimina


a través de la orina.

9. ¿Qué puede ocasionar la anemia en los adultos mayores?

Dietas desequilibradas, bajas en calorías, dificultades en la absorción intestinal y


dificultades para consumir carne y alimentos que contienen hierro.

Requerimiento de hierro recomendado es mayor a 10 mg de hierro al día.

10. ¿Qué consecuencia trae la deshidratación en el adulto mayor?

Cualquier problema de salud se exacerba y ocasiona que el organismo retenga


líquidos.

11. ¿Qué problemas provoca la mala absorción en el adulto mayor?


Principalmente se presentan problemas en la absorción del calcio y el hierro. Este
problema parece deberse a que, con la disminución de las secreciones gástricas, en
el tubo digestivo se pierde acidez, lo que permite el crecimiento de determinada
flora bacteriana que secuestra minerales como el calcio o el hierro, y vitaminas (B12)
de forma que no pueden ser absorbidos. También se ha comprobado que a cierta
edad disminuye la motilidad intestinal, la superficie intestinal útil para la absorción y
la capacidad de transporte de nutrientes desde el intestino hasta los tejidos. Todo
esto eleva mucho el riesgo de trastornos de la salud que se traducen en anemias,
diarreas, mala absorción, etc.

12. ¿En qué consiste la intolerancia a la glucosa en personas mayores que no han
presentado un cuadro de diabetes?

La intolerancia a la glucosa en personas que no han sido diabéticas. Esto se traduce


en una alteración en el metabolismo de los hidratos de carbono. Se ha comprobado
que los niveles de glucemia en ayunas aumentan en 2 mg/dl cada diez años a partir
de los cuarenta y la glucemia postprandial (elevación de la glucosa en sangre
después de una comida), en 8-15 mg/dl también cada 10 años. Esta alteración,
muchos autores la atribuyen a una disminución en la producción de insulina por
parte del páncreas. Además, pueden estar implicados factores como los cambios
dietéticos y la disminución del ejercicio físico, por lo que esta alteración puede
acabar en una diabetes de tipo II (Rudman, 1989).

13. ¿En qué consiste la disminución del metabolismo basal en el adulto mayor?

Cambios en la composición corporal: es conocida la disminución de la masa magra,


de forma que se reduce el gasto correspondiente a renovación proteica. Descenso
de actividad de muchos tipos celulares, con lo que el gasto de energía disminuye.
Descenso de la actividad física, con la consecuente disminución de gasto de energía.

14. ¿Cuál es el cambio en la función renal?

La función renal disminuye aproximadamente en un 50% entre los 30 y los 80 años.


Este problema afecta aproximadamente a un 75% de la población adulta. La
consecuencia más directa es la excesiva excreción de proteínas y electrolitos por
orina, de forma que el equilibrio hidro salino se altera, se producen edemas y
además la pérdida proteica lleva, en muchos casos, a malnutrición proteica.
15. ¿En qué consiste el cambio musculoesquelético?

Ya ha sido comentada la tendencia a sustituir la masa magra (músculo), por masa


grasa y que es consecuencia de la edad. Hay una pérdida global de proteínas que se
manifiesta tanto a nivel muscular como visceral. La función renal acusa también
estos cambios. Otro grave problema es la pérdida de la densidad ósea y el
consecuente aumento del riesgo de osteoporosis, enfermedad muy frecuente entre
la población femenina de cierta edad.

16. ¿Cuál debe ser la ingesta proteica para estos adultos?

El mantenimiento del equilibrio de nitrógeno es muy importante para el organismo,


y marca la pauta para establecer los requerimientos y las raciones de proteínas. La
ración proteica está relacionada con la energética, podría parecer que, debido a la
reducción de contenido proteico en la masa corporal, las necesidades son menores,
pero no es cierta esta premisa. Hay que asegurar el aporte adecuado sobre todo en
los portadores de enfermedades crónicas y en los ancianos que viven solos. La
recomendación es la habitual 0,75 g/kg de peso/día, al igual que para los demás
adultos. Los estados carenciales en proteínas pueden causar graves trastornos:
alteraciones cutáneas, edemas, fatiga etc., que pueden empeorar o alterar el estado
de salud de los ancianos.

17. ¿Como debe ser el consumo de carbohidratos?

La Asociación Americana de Cardiología y Cáncer recomienda aportar en forma de


carbohidratos del 55-60% del valor calórico total de la dieta. Un aporte de hasta 200
g diarios de estos nutrientes, es bien tolerado por el anciano. Se aconseja dietas con
alto contenido en carbohidratos complejos y fibra (cereales integrales y verdura),
hay que evitar el consumo excesivo de sacarosa y de lactosa, si hay intolerancia.

18. ¿Qué sucede si la ingesta de hidratos de carbono es insuficiente?

Una dieta con un contenido en hidratos de carbono de menos de 50 a 100 g/día es


probable que derive en una cetosis, al producirse de forma rápida la metabolización
de las grasas almacenadas, dando lugar a la aparición y acumulación de metabolitos
intermedios o cuerpos cetónicos. Además, se puede producir la pérdida de proteínas
tisulares, al utilizarse éstas como fuente energética, pérdida de sodio y otros
cationes, y deshidratación involuntaria. En este sentido, en las Ingestas dietéticas de
referencia (2002) se establece un requerimiento medio estimado de 100 g y una
ingesta dietética recomendada de 130 g, considerada como la cantidad mínima de
hidratos de carbono para mantener la función del cerebro.

19. ¿Cuáles son los hidratos de carbono más recomendables para este grupo de
personas?

Los hidratos de carbono más adecuados para los mayores son los complejos,
presentes en legumbres, hortalizas y verduras. La digestión es mucho más lenta;
aportan sobre todo almidón, liberan la energía de forma gradual y por tanto no se
producen altibajos de hiper e hipo insulinemia.

20. ¿Por qué es importante que no se disminuya la ingesta de grasas, y cuáles son las
mejores opciones?

Aunque son las enfermedades coronarias las que causan una de las mayores tasas
de mortalidad en la sociedad actual, y se asocia directamente con los elevados
niveles de colesterol en sangre, no es aconsejable reducir totalmente el aporte de
grasa en la dieta. Además, a partir de los 65 años, se discute la eficacia de las dietas
altamente restrictivas en grasa para prevenir el riesgo cardiovascular. Hay que elegir,
como en las dietas en todas las edades, aquellos alimentos que aportan ácidos
grasos monoinsaturados (aceite de oliva y vegetales en general), entre otros motivos
para asegurar el aporte de vitaminas liposolubles.

La calidad de la grasa es también un factor muy importante. Se recomienda que un


10-15% de la grasa que se consuma sea monoinsaturada. Este tipo de grasa está en
mayor proporción en productos como el ácido oleico, que es el componente
fundamental del aceite de oliva, así como el de soja y maíz, también en la carne de
ternera. Otro 10% puede darse en forma de ácidos grasos saturados, que se pueden
obtener de los aceites de semillas y de la carne de ternera, y aproximadamente un
8% de ácidos grasos poliinsaturados que están bien representados en alimentos
como el aceite de girasol y aceite de palma.

21. ¿Cuál es la importancia del fosforo con respecto al calcio y cuál es el requerimiento
de calcio en esta edad?

Es importante asegurar las cantidades adecuadas de minerales en general y en


especial de hierro, zinc y calcio. Parece estar justificado un aumento en el aporte de
calcio debido a los problemas de mala absorción de este mineral, comentados en el
epígrafe anterior, y para la prevención de la osteoporosis. Se recomiendan 800
mg/día para mujeres a partir de los 51 años. Parece importante también la relación
calcio/fósforo en la dieta. Las recomendaciones establecen una relación 1/1 y por
tanto un total de fósforo de 800mg/día.

22. ¿Cuál es la influencia mutua del calcio y la proteína?

Una ingesta excesiva de proteínas podría aumentar la excreción urinaria de calcio y


contribuir de esa forma al desarrollo y progresión de la osteoporosis. Esto se refiere más en
concreto a las proteínas animales, que en su metabolismo son precursoras de ácidos en
mayor grado que las vegetales. Por eso se recomienda que se incremente el consumo de
proteína vegetal con respecto a las de origen animal, para reducir la perdida ósea y el
riesgo de fracturas. Sin embargo, investigaciones muy recientes indican que proteínas y
calcio tienen un efecto sinérgico sobre el hueso cuando ambos están presentes en
cantidades adecuadas en la dieta, y sólo cuando el consumo de calcio es bajo las proteínas
muestran un efecto antagonista.

23. ¿Cuál es la recomendación de fibra para adultos mayores?

En el caso del mayor esto está aún más justificado ya que en él, por disminución de la
actividad física, una hidratación insuficiente y pérdida de motilidad intestinal, tienden a
presentarse con mucha frecuencia problemas de estreñimiento o diverticulosis, como se ha
visto anteriormente. Estos problemas mejoran aumentando la cantidad de fibra de la dieta,
además de hacerlo también otros trastornos propios de la edad como gastritis, hernia de
hiato, ulcera péptica, etc. Se recomienda una Ingesta Adecuada (AI) para ambos grupos de
edad de 30 g para el hombre y 21 g para la mujer.

En cuanto al tipo de fibra, es recomendable equilibrar el consumo de fibra soluble (frutas,


frutos secos, leguminosas), con el de fibra insoluble (cereales integrales o verduras). Hay
que acompañar la ingesta de fibra con un consumo de agua abundante y tener en cuenta
que a veces la adaptación a este incremento de fibra puede ir acompañada de molestias
abdominales o flatulencia; por ello, la adaptación debe hacerse paulatinamente y a lo largo
de varias semanas.

24. ¿Cuáles son las necesidades de vitaminas?

Se han establecido dos clasificaciones conforme a la edad


51 a 70 años
Mayor de 70
VITAMINA REQUERIMIENTO

Tiamina Mismas que para el adulto.

Riboflavina Mismas que para el adulto.

Igual que para adultos.


B6 1.7 mg/día, hombres,
1.5 mg/día, mujeres
Algunos autores sugieres 2mg/día
ambos.

B9 (acido fólico) 400 μg/día


B12 Misma que para los adultos. *

Vitamina C Hombres, 90 mg/día

Mujeres 75 mg/ día.


10 μg/día para los que tienen entre 51 y 70
Vitamina D años, y de 15 μg/día para los mayores de 70
años, siempre que la exposición al sol no
sea adecuada.

Vitamina E Misma recomendación del adulto.

*Las ingestas de referencia para esta vitamina son las mismas que para los adultos, pero el
Comité recomienda que estas pueden ser cubiertas tomando suplementos o alimentos
enriquecidos, ya que en este caso la vitamina no está unida a las proteínas y su absorción es
mayor.

25. ¿Cuál es la importancia de la vitamina B6 en adultos mayores?

El papel de la vitamina B6, junto con el ácido fólico y la vitamina B12, en la regulación de los
niveles de homocisteína hace que deficiencias de estas vitaminas produzcan un aumento en
los niveles séricos de homocisteína y, por tanto, un aumento del riesgo cardiovascular. Otros
estudios también han puesto de manifiesto el mantenimiento de la función cognitiva con la
vitamina B6 en mayores.

26. ¿Cuál es la importancia de la vitamina B 12 en los adultos mayores?


Esta vitamina, que no presenta déficit en situaciones normales, merece una especial
atención en dos situaciones concretas: las de ingesta deficiente o de mala absorción en
personas que padecen gastritis atrófica.

Éstas tienen problemas de absorción de la vitamina, en primer lugar, porque se libera poca
vitamina de las proteínas de los alimentos, debido a una deficiencia de pepsina y, en
segundo lugar, porque la hipoclorhidria que se produce en el estómago da lugar a una
mayor proliferación bacteriana en el propio estómago y en el intestino delgado, que va
captando las pequeñas cantidades de vitamina que se van liberando e impiden su absorción.
Este hecho tiene particular interés, ya que una deficiencia en vitamina B12 produce, entre
otros efectos, una alta concentración de homocisteína en plasma con el consiguiente riesgo
de enfermedad cardiovascular, daños neurológicos y disfunción cerebral.

27. ¿Qué sabemos de las implicaciones del calcio en la poblacion de adultos mayores?

 Una alta ingesta de calcio aumenta la densidad ósea durante el crecimiento, retarda la perdida
ósea asociada a la edad y reduce las fracturas óseas osteoporóticas.
• Las fuentes lácteas de calcio son más beneficiosas que los suplementos farmacológicos.
• Altas ingestas de calcio son importantes como terapia auxiliar en pacientes
osteoporóticas que reciben terapia hormonal substitutiva en la menopausia
(estrógenos).
 Por otro lado, hay que recordar que la absorción de calcio puede estar disminuída en los
mayores por déficit de vitamina D y/o por la aclorhidria estomacal, que permite la formación de
sales de calcio poco solubles.

28. ¿Cuáles son las necesidades de minerales?

MINERAL REQUERIMIENTO

Calcio 1200 mg/día

Hierro 8 mg/día, misma que adulto.

Zinc Igual que la poblacion adulta.

Fosforo 700 mg/día RDA., misma que adulto.


8 mg/día para mujeres
Magnesio 11 mg/día para hombres
Mismas que adulto

Yodo 150 μg

Cobre 900 μg

Selenio 55 μg

29. ¿Cómo afecta la deficiencia de zinc en el organismo de cualquier persona?

Debido a que el zinc está ligado a numerosas enzimas y participa en numerosas funciones,
entre ellas inmunológicas, es posible que un déficit de este elemento esté relacionado con
una cierta depresión de la función inmunológica en el mayor. Por otra parte, la deficiencia
de este elemento se ha relacionado con una menor capacidad de cicatrización de las
heridas, y con pérdida de sensibilidad gustativa y olfativa (hipogeusia, hiposmia).

30. ¿Cómo se interpreta la perdida de talla en el adulto mayor?

La pérdida de talla (1-2 cm/década), consecuencia de los cambios en la altura y forma de los
discos vertebrales, de la pérdida de tono muscular y de cambios en la posición estática del
sujeto, hace que esta medida pueda no ser fiable. Se puede recurrir a las ecuaciones de
Chumlea, que, a partir de la medida de la altura de rodilla (cm), estiman la talla corporal.

Talla (hombres) = (2,02 x altura rodilla) - (0,04 x edad) + 64,19 Talla (mujeres) = (1,83 x altura
rodilla) - (0,24 x edad) + 84,88
Se mide con el sujeto en decúbito, con la rodilla formando un ángulo de 90º.

31. ¿Cuáles son algunas circunstancias que aumentan el riesgo de vitaminas y


minerales?
32. ¿Qué fármacos aumentan el requerimiento de vitaminas y minerales?

33. ¿Qué nos dice el índice cintura-cadera?

El aumento del índice cintura/cadera está asociado con un aumento del riesgo de diabetes y
enfermedad cardiovascular: se considera que existe un riesgo bajo cuando este índice es <
0,73; riesgo medio entre 0,73 y 0,80, y riesgo alto > 0,80. Algunos autores manejan el índice
mayor que 0,86 para indicar que hay riesgo.

34. ¿Qué es una situación de riesgo nutricional?


Es el cuadro en el que las reservas fisiológicas de nutrientes pueden ser bajas, aunque el
rendimiento, la salud o la longevidad pueden no estar todavía deteriorados. Los riesgos se
presentan cuando los adultos mayores son sometidos a eventos de estrés físico, psíquico o
social, que aumenten sus necesidades de nutrientes y /o agoten sus reservas.

35. ¿Cuál es una definición de dieta saludable?

La dieta saludable es aquella que permite el mantenimiento óptimo de un estado de salud


(tanto físico como psíquico) y, por tanto, tiene que satisfacer las necesidades nutricionales,
psicológicas y sociales del mayor; es decir, la dieta debe alcanzar y cubrir los requerimientos
de energía y de nutrientes, debe ser apetecible, y debe tener un valor social. Por tanto, en la
planificación de una dieta hay que considerar aspectos nutricionales, aspectos sensoriales y
aspectos sociales.

36. ¿Cómo se deben distribuir las comidas para el adulto mayor?

Se sugiere la distribución de la comida en 5-6 tomas a lo largo del día, sobre todo en
mayores sin apetito, con lo que se evita la sensación de saciedad. La última toma del día,
colación o “re-cena”, contribuye a que el mayor esté un menor tiempo en ayunas antes del
desayuno. Las guías alimentarias (se hace una propuesta en la Figura 2) proporcionan una
información fácilmente comprensible sobre cómo planificar una dieta, utilizando el
concepto de grupos de alimentos y número de raciones al día.

37. ¿Qué aportan los cereales y tubérculos y cuantas raciones al día se recomiendan?

Cereales y tubérculos. Alimentos tales como el pan, el arroz, la pasta o las patatas deben
constituir la base de la alimentación, y deben consumirse más de seis raciones al día. Los
cereales integrales son una buena fuente de fibra y de vitaminas; simplemente sustituyendo
el pan blanco por pan integral se duplica el aporte de fibra, magnesio, hierro y zinc,
minerales cuyas ingestas generalmente son bajas en los mayores.
38. ¿Cómo se deben incluir las hortalizas y verduras en la dieta alimentaria?
Verduras y hortalizas. Se recomienda un consumo diario de al menos dos raciones, una de
ellas en forma cruda (p. ej., ensalada variada con los ingredientes bien troceados). Se
recomienda la inclusión de zanahoria rallada y de tomate maduro pelado acompañando a
otros ingredientes clásicos. En caso de existir dificultad en la masticación o deglución, puede
ofrecerse en forma de zumo vegetal. La otra ración diaria de verduras será preferentemente
en forma de verduras cocidas y presentadas en forma de puré. Estos alimentos tienen un
importante aporte de fibra, minerales y vitaminas.

39. ¿Cómo debe ser el aporte de frutas y frutos secos?

Diariamente deben consumirse tres raciones de fruta, algunas crudas para que se conserve
completamente su aporte vitamínico, y se pueden presentar troceadas, en zumo, como
macedonia, o bien asadas o cocidas. • Frutos secos. Son una buena fuente de energía y de
micronutrientes: tienen un alto contenido en grasa (grasa cardiosaludable), fibra, calcio,
magnesio, hierro, zinc y vitamina E. Son un excelente complemento en periodos de inapetencia,

Y contribuyen a aumentar la densidad nutricional de la dieta. Por tanto, se aconseja su inclusión


en la dieta, siempre que no resulten indigestos.

40. ¿Cuántas raciones de lácteos y derivados y de carnes se recomiendan para el adulto


mayor?

Leche y derivados lácteos. Son el grupo de alimentos que aportan una mayor cantidad de
calcio a la dieta, y también una fuente importante de vitaminas A y D. Su contenido en grasa
(grasa saturada) es muy variable, y por tanto se aconseja la utilización de leche
semidesnatada, yogures y queso fresco. La leche enriquecida en calcio es una buena
alternativa para incrementar la ingesta de este elemento. Si por alguna causa no se toman
las tres raciones recomendadas al día, el calcio hay que aportarlo a partir de otros alimentos
y/o suplementos.

Carnes y derivados. Se recomienda el consumo de carnes magras (2-3 raciones a la


semana). Hay que elegir preparaciones culinarias de fácil masticación (albóndigas, filetes
rusos, croquetas de carne, etc.). Aunque las vísceras tienen un alto contenido en colesterol,
se puede incluir una ración de hígado cada 15 días, ya que proporciona vitaminas A, D, B12,
ácido fólico y hierro de alta biodisponibilidad. Se debe restringir el consumo de embutidos
grasos, que son una fuente importante de grasa saturada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Nutrición y envejecimiento María Dolores Ruiz López Reyes Artacho Martín-Lagos

Alimentación durante la tercera edad L. N. Rafael Aguilar

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