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INTEGRANTES:

• CACHIQUE COQUINCHE KATE DALESKA


• FREITAS GARCIA JADE NAZZIRA
• GRANDEZ IBAÑEZ LEYLY
• REATEGUI NORIEGA ANAMELVA
• RENGIFO MONTES MARCIA JANINA
• WONG QUEIJA DAYSI
DOCENTE:
JORGE CUEVA PIÑA
CURSO:
EDUCACIÓN ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL.
ALIMENTACIÓN EN LA TERCERA
EDAD
Es de suma importancia, ya que unos nutrientes inadecuados o una
alimentación incorrecta puede acarrear la aparición de algunas
enfermedades nada interesantes en este tramo de edad.
A medida que los años pasan, las necesidades nutricionales van cambiando. Es necesario
llevar una dieta equilibrada en la tercera edad en la que se deben reducir las calorías y
potenciar el consumo de proteínas, fibras, vitaminas, además de asegurar que la comida
provea de calcio, hierro y demás minerales esenciales para la buena salud.

Con el paso de la edad, vienen asociados varios cambios, como son los fisiológicos y
sociales que afectan considerablemente el estado nutricional de las personas mayores, y por
ende sus pautas alimenticias.

Por ejemplo, cuando se pierden piezas dentales se reduce la salivación y se hace más
difícil masticar bien los alimentos; también, los sentidos ya no son iguales, se van
debilitando, y por tanto existe la posibilidad de que se pierda el interés por las comidas.

A lo anterior se le suma la pérdida progresiva de masa muscular que va ligada a menor


demanda energética. Además, no podemos olvidar que durante esta etapa es usual la toma de
medicamentos que podrían dificultar la absorción de nutrientes, por lo tanto, se triplica el
riesgo de que un adulto mayor no esté bien alimentado si no se toman en cuenta todas
estas condiciones y alteraciones que se viven durante la vejez.
Cambios Fisiológicos
Los cambios fisiológicos más importantes tienen que ver con los ritmos fisiológicos, la
capacidad homeostática del organismo y los mecanismos de defensa contra infecciones.

*Ritmos fisiológicos: Alteración y disminución de amplitud de los ritmos de cortisol plasmático.

*Homeostasis: Hay mayor susceptibilidad a la hipo o hipertermia.

*Barreras de defensa: La disminución de acidez de la piel altera la flora bacteriana, que junto
al adelgazamiento facilita pequeñas erosiones y favorecen las infecciones de piel.

Cambios Anatómicos:

• Estatura: En general, crecemos hasta los 40 años y luego comenzamos a perder 1,25 mm
• Piel: La dermis se adelgaza y baja la irrigación.
• Músculo esqueleto: A los 80 años hay una pérdida de hasta 40% de masa muscular y los
tendones se rigidizan.
• Sistema nervioso: El peso del encéfalo disminuye.
• Visión: Los tejidos peri orbitales se atrofian, produciendo la caída del parpado superior y
eversión del parpado inferior.
• Audición: Atrofia del canal auditivo externo con cerumen más denso y pegajoso.
• Cardiovascular: Hay un leve aumento de tamaño de la aurícula izquierda-Respiratorio:
Hay disminución de la superficie alveolar
• Gastrointestinal: Las encías se atrofian y se expone el cemento de los dientes,
• Renal: Se pierden nefrones de la corteza renal con caída de la función de hasta un 30% a
los 80 años
Necesidades nutricionales especiales en los
ancianos.
Necesidades energéticas

Las necesidades calóricas de los ancianos disminuyen con la edad. Las recomendaciones
dadas por un comité de la OMS aconsejan una administración de 2300 kcal. para varones de
70 kg. de peso a partir de los 60 años de edad, y unas 1.900 kcal. para mujeres de 55 kg. de
peso y la misma edad.

Necesidades estructurales

1.Necesidades hídricas: La importancia del agua en la dieta aumenta con la edad y


depende del ambiente y funcionamiento renal y digestivo. Puesto la capacidad funcional del
riñón disminuye con la edad, Por otro lado la falta de tono del aparato digestivo predispone al
estreñimiento y una ingesta adecuada de agua favorece su tratamiento. Un anciano debe
tomar unos 8 vasos de líquidos, en forma de agua.
2. Necesidades proteicas: En el anciano un aumento del consumo de
proteínas por encima de ciertos límites, no sería útil y además podría ser
perjudicial por la sobrecarga renal que esta ingestión supone y que debe
tenerse en cuenta por la mayor frecuencia de enfermedades renales o
hepáticas.
El 60% proteínas de origen animal, carnes magras a la plancha,
pescados cocidos o al vapor y una cantidad orientativa de 3 huevos a la
semana (cocidos o pasados por agua).
El 40% restante aportado por proteínas de origen vegetal, combinando
legumbres y verduras, o legumbres y cereales para mejorar la
digestibilidad y completar la tasa de aminoácidos esenciales.
3. Necesidades de lípidos: Lo que hay que evitar es tomar alimentos
grasos excesivos fundamentalmente por sus consecuencias sobre el
aparato cardiovascular .
4. Necesidades de hidratos de carbono: Se recomienda la ingestión de los hidratos de
carbono en forma de almidón o glucógeno en vez de mono o disacáridos. Necesidades
de minerales Las necesidades de hierro son similares que en los adultos. La ingesta de
calcio debe ser la adecuada para prevenir o mejorar la osteoporosis.

5. Necesidades de vitaminas: En diversos estudios se ha podido comprobar que la


ingestión de vitaminas en ancianos es menor de la recomendada.
Alimentos que se deben evitar en la
tercera edad
Factores que influyen en una buena
alimentación en la tercera edad:
 Seleccione alimentos ricos en fibra como panes y cereales integrales, frijoles, nueces y
semillas sin sal, verduras y frutas.
 Evite los alimentos fritos.
 Tome leche baja en grasa o descremada fortificada con vitamina D; productos lácteos o
leche de soya, almendras, arroz, u otras bebidas con adición de vitamina D y calcio
agregados para ayudar a mantener los huesos fuertes a medida que envejece.
 Tome líquidos durante todo el día. Es posible que a medida que envejece sienta menos
sed, pero el cuerpo necesita líquidos para mantenerse sano y con buena digestión. Si
tiene un problema de control de la vejiga, consulte con su médico sobre los líquidos que
debe tomar, así como la cantidad y cuándo tomarlos.
 Consulte con su profesional de atención médica si es recomendable que se vuelva activo
o incremente su actividad física y cómo hacerlo de manera segura.
 Elija actividades físicas que disfrute y pueda hacer solo o con un amigo o grupo.
Factores no físicos que influyen en la
alimentación en la tercera edad.
 Una actividad física menor. Esto implica una menor ingesta energética y, por
tanto, la menor absorción de vitaminas y minerales.
 La interacción entre nutrientes y fármacos. La utilización crónica de
medicamentos puede provocar pérdida de apetito o, directamente, alterar el
sentido del gusto o provocar náuseas y vómitos, lo que lesiona la superficie de
absorción intestinal.
 Factores sociales, psíquicos y económicos. El abandono de la actividad laboral,
la pérdida de poder adquisitivo al comenzar a percibir una pensión e, incluso, el
aislamiento y la soledad, pueden inducir al anciano a consumir comidas
precocinadas o a omitir algunas de ellas.
 Las enfermedades. El retraso en la curación de una herida, la aparición de
anemia u otras patologías, o las enfermedades degenerativas propias del
envejecimiento pueden causar malnutrición.
LAS ENFERMEDADES MÁS
COMUNES EN LA VEJEZ
Para llegar a la tercera edad de forma sana y sin percances, es necesario conocer los primeros signos
y síntomas de las condiciones más comunes en personas mayores con el fin de detectarlas a tiempo y
evitar su progresión.

Artritis,Cáncer, Hipertensión, Enfermedades respiratorias(asma, neumonía,


Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) Enfermedad de Alzheimer, Osteoporosis,
Diabetes, Obesidad, Depresión, y otras.
Gracias

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