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Alimentación

en climaterio
Grupo A

Abril Nichols, Magalí Trubila, Tomas Zigrossi, Antonela García Suarez, Belén Diaz
y Cielo Balladares.
El climaterio es una etapa de la vida de la mujer que se caracteriza principalmente por la
pérdida de la capacidad reproductiva. La OMS lo sitúa entre los 45 y 64 años.
Es un momento de modificaciones paulatinas que confluyen con el cese de la función
menstrual. Es de importantes cambios tanto biológicos (consecuencia de la disminución
de estrógenos circulantes), como psicológicos y sociales.
La sintomatología propia de esta etapa (sofocos, irritabilidad, sequedad vaginal,
ansiedad), los cambios en la composición corporal con aumento de la masa grasa, el
aumento de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular, tales como la
hipercolesterolemia, la hipertensión arterial y la diabetes, y la aceleración de la pérdida
de masa ósea, con el riesgo incrementado de padecer osteoporosis, cuya consecuencia
son las fracturas, hacen del consejo dietético una herramienta importante para prevenir
estas complicaciones y atravesar esta etapa de la vida de manera saludable.

Es fundamental en esta etapa de riesgo metabólico:


- Disminuir progresivamente el aporte de calorías diarias
- Aumentar el aporte de calcio y vitamina D
- Limitar el aporte de grasas saturadas, debido a que está demostrado que empeoran la
resistencia a la insulina
- Correcto aporte de macronutrientes y fibra
- Evitar tóxicos
- Actividad física
- Reducir el consumo de sal y evitar alimentos altos en sodio

VITAMINAS Y MINERALES

El calcio es un importante componente de los


huesos, responsable de la dureza y resistencia
de los mismos. La masa ósea alcanza su
máximo entre los 30 y 35 años de edad, para
lo cual es fundamental asegurar un adecuado
aporte de calcio (1000 mg/día). A partir de allí,
la masa ósea comienza a declinar y, durante el
climaterio disminuye más rápidamente. El
aporte de calcio deberá ser entonces de entre
1200 y 1500 mg/día.
Todas las sales de calcio tienen una eficacia
aceptable y parece que se absorben y toleran mejor cuando se administran junto con
lactosa, disminuyendo su absorción si se administran con exceso de grasa o fosfato.
Alimentos con aporte de calcio:

● Lácteos (leche, yogur, queso fresco). Preferentemente descremados. Es


importante no combinarlos con cereales integrales, que dificultan la absorción de
calcio en el intestino.
● Vegetales
● Cereales como la soja
● Frutos secos

La vitamina E disminuye los calores,


sudoraciones y la sequedad vaginal.
Esta vitamina se encuentra presente en los
aceites de semillas (de germen de trigo, girasol,
maíz, y soja), aceite de oliva, yema de huevo,
algunos vegetales verdes como espinaca, frutos
secos.

La vitamina D es fundamental para la correcta


asimilación del calcio, ya que favorece la
absorción intestinal del calcio. Está presente en
el hígado, pescado, la margarina, los huevos, la
leche y productos lácteos. Además se
recomienda exponerse al sol durante 5-10
minutos al día. Se recomienda 10 microgramos al
día de vitamina D para mujeres de 50 a 70 años
de edad.

CALORÍAS

Durante el climaterio la actividad metabólica disminuye. Esto significa que el organismo


gasta menos energía para mantener su funcionamiento, y es la razón por la cual muchas
mujeres experimentan aumento de peso durante esta etapa.
Cuando no existen complicaciones metabólicas asociadas, la dieta en la menopausia se
suscribe como una alimentación suficiente y equilibrada en función de la edad, talla,
composición personal, clima y actividad física

TÓXICOS

● TABACO: es conocido el efecto perjudicial


del tabaco, no solo en el aparato
respiratorio, sino también en el sistema
cardiovascular, digestivo, cerebro, piel, en
fin, en todo el organismo. El tabaco acelera
el momento de la menopausia, aumenta la
sintomatología climatérica y aumenta el riesgo de osteoporosis, además de ser
un factor de riesgo adicional para enfermedad cardiovascular, aumentando la
frecuencia de infartos y accidentes cerebro-vasculares.

● CAFEÍNA: puede incrementar los síntomas


neurovegetativos y psíquicos del
climaterio, así como la pérdida de calcio
por orina, por lo que se recomienda limitar
su ingesta a dos tazas diarias.

● ALCOHOL: la mujer tiene mayor capacidad


de absorción del alcohol y menor
capacidad de eliminación que el hombre.
Esto se debe a su mayor masa grasa.
Durante el climaterio la masa grasa
aumenta aún más por lo que la ingesta de
alcohol no debe superar los 30 a 60 ml/día.

El diagnóstico de síndrome climatérico/menopausia se debe fundamentar en los


síntomas que tendrá la paciente, por lo que se deberá elaborar una historia clínica
adecuada, abordando específicamente los siguientes puntos:

• Enfermedad cardiovascular: Aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que


en el hígado la disminución estrogénica favorece una disminución del colesterol ligado a
lipoproteínas de alta densidad (HDL) y del catabolismo del ligado a lipoproteínas de baja
densidad (LDL); también se ha visto que existe mayor resistencia a la insulina. Además,
los estrógenos favorecen la liberación de óxido nítrico y prostaciclina, por lo que
favorecen indirectamente la vasodilatación.
 • Osteoporosis: Los estrógenos inhiben la resorción ósea y aumentan la liberación del
factor de crecimiento transformante-beta en los osteoblastos, favoreciendo la
reabsorción ósea, por lo que los estrógenos juegan indirectamente un papel importante
en la regulación del calcio sérico

• Genitourinarios: Por la deficiencia estrogénica, no hay formación de todas las capas


celulares de epitelio vaginal; además hay disminución de colágeno, vascularización y
secreción, lo que hace que exista fragilidad de la mucosa vaginal, alcalinización del pH y
lubricación deciente; también en la uretra y vagina hay cambios citológicos en la
mucosa. Todos éstos cambios conducen a la atroa urogenital, que va a provocar
sequedad y prurito vaginal, dispareunia, disuria, urgencia miccional e incontinencia
urinaria.

• Psicológicos: Los niveles de serotonina disminuyen en la menopausia. La disminución


de este neurotransmisor se asocia con cambios en el estado de ánimo, labilidad
emocional, alteración del ciclo sueño vigilia y disminución de la libido

ESTUDIO

La Revista Chilena de Nutrición, órgano oficial de la Sociedad Chilena de Nutrición,


Bromatología y Toxicología realizó un estudio sobre la adecuación de energía y
nutrientes e índice de alimentación saludable en mujeres climatéricas en el año 2008.

Para describir la calidad de la dieta, se analizó la adecuación de energía y nutrientes y el


Indice de Alimentación Saludable (IAS), en 23 mujeres climatéricas de un universo de
268, de edades entre 47 y 61 años, pertenecientes al estamento administrativo de la
Universidad de Concepción. Se realizó en los años 2002-2004.
Para la evaluación dietética, se utilizó la técnica de encuesta de registro diario de
consumo de alimentos por 7 días consecutivos, separando los registros en dos períodos
del año: Primavera–Verano y Otoño–Invierno.
Los requisitos para participar en el estudio fueron, escolaridad igual o superior a 14
años, disponibilidad para registrar su dieta por 7 días 2 veces en un año y ausencia de
patología diagnosticada por médico, determinante de su alimentación.
Se observó una adecuación normal de calorías en 12 de las 23 mujeres y adecuaciones
significativamente menores en hidratos de carbono, ácidos grasos monosaturados,
colesterol, calcio y fibra. El consumo de fibra se explica debido a que el consumo de
verduras fue significativamente bajo en ambas estaciones y el de frutas
significativamente bajo en primavera verano.
Significativamente mayores en proteínas, vitamina C y hierro. El puntaje promedio del
IAS en ambos períodos fue de 61,8 ± 12,5 (p>0.05) clasificando la dieta en la categoría
“necesidad de cambio” y un cumplimiento de las metas alimentarias inferior al 65 %. Los
puntajes más bajos correspondieron a lácteos y frutas.
Se concluye que las ingestas energéticas de estas mujeres son bajas o adecuadas, que
dos tercios de las mujeres estudiadas necesitan realizar modificaciones en su
alimentación, y la calidad de la dieta medida por el IAS en los días estadísticamente
representativos, refleja que requiere de cambios especialmente en cuanto a aumentar el
consumo de frutas, lácteos, mejorar la variedad de alimentos y disminuir la cantidad de
azúcar y sal, indicando la necesidad de intervención profesional.

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