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Frutas y verduras
Granos integrales, como avena, pan integral y arroz integral
Leche descremada y queso bajo en calorías, o leche de arroz o de soya
fortificada con vitamina D y calcio
Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos
Frijoles, nueces y semillas
Algunos cambios que ocurren a medida que se envejece pueden hacer más difícil
que se coma saludable. Estos puede incluir distintos cambios que se presenten
dentro del hogar, ya que puede suceder que se esté viviendo solo o se tiene
problemas para moverse, otro aspecto es la salud que puede tener problemas
para cocinar o para alimentarse adecuadamente, los Medicamentos forman parte
de la misma manera porque pueden cambiar la manera de percibir el sabor de la
comida, causando boca seca o reducir las ganas de comer, otro de los problemas
es el Ingresos que puede que no se tengan los recursos suficientes para los
alimentos, como lo es el sentido del olfato y del gusto y los problemas para mascar
o tragar los alimentos.
Es necesario evitar las calorías vacías o huecas, ya que estas son alimentos que
tienen muchas calorías pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces,
productos horneados, bebidas azucaradas y alcohol, es Preferible comer
alimentos bajos en colesterol y grasas, especialmente evitar los que contienen
grasas saturadas y trans, Las saturadas son grasas de origen animal, mientras
que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria, se pueden
encontrar en los productos horneados que se venden en tiendas o alimentos fritos
en los restaurantes de comida rápida, es necesario tomar suficientes líquidos para
no deshidratarse, algunas personas pierden la capacidad de sentir sed a medida
que van envejeciendo, además hay ciertos medicamentos que pueden aumentar
la importancia de beber suficientes líquidos, se debe de hacer ejercicio, ya que si
se ha comenzado a perder el apetito, la actividad física puede ayudar para sentir
hambre.
Existen factores que influyen en el estado nutricional del anciano como son los
cambios en el modo de vida. Se pueden encontrar hasta tres enfermedades y más
concomitantes en un anciano, muchas de las cuales pueden influir de varias
maneras en el estado nutricional, debido además a la polifarmacia que reciben
como tratamiento de las mismas.
La disminución de la actividad física y ejercicio contribuye a la Sarcopenia,
especialmente intensa después de los 60 años y que tiene una gran dependencia
del estado nutricional y relaciones importantes con respecto a potencia muscular,
capacidad funcional, caídas, función respiratoria, sensibilidad a la insulina.
Conclusión
Bibliografía