Está en la página 1de 1

Hemos realizado una visita al club Atalaya con el fin de hacer una crítica hacia las clases dadas,

entrenadores, padres y otras cuestiones sobre las categorías mini, pre-mini y escuelita.

Para comenzar, el entrenamiento de escuelita nos pareció ser un poco repetitivo para niños de
entre 7 y 8 años. Para nosotras, a nuestro parecer hubieramos implementado otras técnicas y
elementos para enseñar ya que durante toda la hora hicieron un partido y lo que notabamos
era que algunos de los niños no estaban 100% concentrados o con ganas de jugar, estaban
dispersos, se alejaban de la práctica.

Creemos también que, al ser niños muy pequeños y que se requiere una gran atención porque
andan por todos lados y pueden golpearse, es necesario la presencia de al menos dos
profesores y así poder dividirlos en dos grupos y asi poder trabajar tranquilamente como
también crear distintos ejercisios tanto técnicos y cognitivos para que estos vayan
familiarizandose con el juego.

Por otro lado, sobre la categoría pre-mini pensamos que a pesar de que los chicos no hubo una
variedad de ejerciosos. Aunqu pudimos ver que el entrenador interactuaba con sus alumnos
durante el entrenamiento, el estaba presente y jugaba con ellos, los ayudaba. A su vez, cuando
un equipo entrenaba con el, otros niños hacían ejercisios coordinativos. Eso lo pudimos ver
como algo positivo aunque nadie los estaba viendo ni les corregía. Por todo esto, pudimos
deducir que es importante que al menos hayan dos profesores por categoría para que se pueda
trabajar de una mejor manera tanto como para ayudar a los niños como también los profesores
no se sientan cansados al momento de tener que controlar tantos alumnos pequeños.

Finalmente, vimos la categoría mini. Acá los niños ya son mas grandes entonces facilitaba a los
dos profesores un entrenamiento mas tranquilo. Nos pareció buena la entrada en calor que
utilizaron ya que era tanto física como técnica. Además, dividieron al grupo en dos realizando
distintos ejercisios cada grupo. Estuvo buena porque los niños practicaron una variedad de
ejercisios para progresar en la defensa y el ataque.

Para concluir, queremos resaltar algo que nos llamó la atención y nos pareció algo negativo. Los
chicos en ninguna de las tres categorías tenían una rutina de elongacíon, ni bien terminaba la
práctica iban corriendo a saludar a sus padres. Creemos que es importante fomentar el
momento de elongar en edades tempranas para poder seguir haciéndolo en cada práctica, y así,
evitar las lesiones.

También podría gustarte