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Daniela Rangel Rojas

Filosofía del Lenguaje

31 de agosto de 2021

A. Si se entiende este mundo como lo que acaece, podría afirmarse, entonces, que este
mundo es la única idea de mundo que tenemos y que, por tanto, el pensamiento se
adhiere a esta idea como cierta. En este orden de ideas, se podría afirmar que existe
certeza sobre la existencia de este mundo, pero es imposible tener certeza acerca de
que éste sea el único de los mundos posibles. Pues, así como a nuestra experiencia
se le presenta que este mundo es y que lo que me acaece hace parte de ese mundo,
somos conscientes de que, mientras esto me acaece a mí, a otros, muchas otras
cosas acaecen. De modo que, no resulta posible que haya una total certeza de que
éste sea el único mundo posible. Además, si se considera que no hay acceso directo
a la verdad, se admite necesariamente que hay un sinnúmero de posibilidades que
escapan de nuestra consideración. Es decir, si no hay un acceso directo a la verdad,
tampoco puede haber una certeza con respecto a la existencia de varios mundos
posibles. Porque, si la verdad no es inmediata, necesariamente es mediada y
alcanzada por la experiencia. Y a la experiencia se le escapa contrastar, en un
mismo momento, que acaecen varios mundos totalmente separados e
independientes. Esto, sin embargo, no niega la posibilidad, solo niega la necesidad
de que así sea.

B. Desde el pensamiento de Wittgenstein se podría decir que no se puede hablar de


aquello que queda por fuera de lo fáctico, de “esta realidad” porque esto sería
transgredir los límites del lenguaje. Sin embargo, en mi opinión, y también teniendo
en cuenta el pensamiento de Wittgenstein, considero que la posibilidad de otros
mundos no traspasa los límites del lenguaje, sino que, antes bien, desplaza las
posibilidades del lenguaje. Esto porque lleva el lenguaje a otros campos, a otros
mundos, sin que éste, en sí mismo, pierda su sentido o significación. Por ejemplo, si
se habla de varios mundos posibles e imaginamos cómo podría ser la vida,
paralelamente, en cada uno de ellos, es algo que se aleja y escapa de “esta realidad”.
Sin embargo, el lenguaje, en sí mismo, no pierde su sentido, porque se han descrito
otros mundos, otras realidades, con el mismo lenguaje que se describe éste. Y eso es
posible porque cada una de las palabras conserva un sentido y hace referencia a una
cosa, que, ordenadas de manera distinta, pueden significar (dar sentido) a otras y
nuevas cosas. Así pues, en este sentido, considero que como tal no sería pasar los
límites del lenguaje, sino desplazar sus posibilidades a otros ámbitos. Pues ¿Acaso
el mismo Wittgenstein del Tractatus no afirma que todo cuanto se puede decir tiene
sentido? ¿Acaso no hablamos de otros mundos afirmando, de antemano, la
posibilidad de su existencia? ¿Esto, entonces, no es darle ya un sentido?

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