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Aspectos generales
El hígado es uno de los órganos más afectados tanto en los traumatismos penetrantes
como contusos.Los traumatismos torácicos penetrantes, que se caracterizan por la
perforación por arma de fuego y / o cuchillo, y el segundo órgano más afectado por los
traumatismos abdominales cerrados, como accidentes automovilísticos, golpes directos y
caídas. Su lesión grave es uno de los factores responsables de la mortalidad prehospitalaria
en aquellos pacientes que no dan tiempo a prestar atención médica y fallecen en el lugar del
accidente o en camino al hospital por hemorragias masivas.
Para evaluar la respuesta del paciente a las medidas iniciales, orientar las estrategias
terapéuticas y señalar la necesidad de cualquier medio adicional de diagnóstico, se utiliza la
escala ABCDE en los primeros 15 minutos de observación del paciente, siendo A para vía
aérea y columna cervical, B para respiración y ventilación, C para circulación con control de
hemorragias, D para evaluación neurológica y E para exposición con control de
hipotermia.Para que el paciente se caracterice como hemodinámicamente inestable, debe
tener presión arterial sistólica (PAS) <90 mmHg y frecuencia cardíaca> 100 lpm; si hay
irritación peritoneal, debe ser derivado al quirófano (quirófano) para una laparotomía
exploradora. Los pacientes inestables no pueden ser sometidos a medios de diagnóstico
complementarios tras el manejo de reanimación (2 litros de solución cristaloide y
transfusión de sangre).
Exámenes complementarios
Para buscar líquido libre en 4 puntos específicos (espacio hepatorrenal, espacio
esplenorrenal, fondo de saco de Douglas y saco pericárdico) se utiliza la Sonografía de
Evaluación Focused para Trauma (FAST), que permite el diagnóstico de hemoperitoneo o
hemopericardio.La ecografía es un procedimiento que utiliza el sonido para recolectar
imágenes y ayudar en el diagnóstico de enfermedades, hoy en día reemplaza al lavado
peritoneal diagnóstico (LPD) por ser menos invasivo y casi siempre se encuentra en los
centros de trauma.La tomografía computarizada se utiliza en pacientes
hemodinámicamente estables con sospecha de lesión intraabdominal, y permite evaluar el
tipo y grado de lesión, siguiendo la AAST-OIS, el volumen de hemoperitoneo y la distinción
entre sangre coagulada y hemorragia activa
Diagnóstico
Se debe sospechar la posibilidad de una lesión hepática en todos los pacientes sometidos a
mecanismos de desaceleración brusca, fundamentalmente accidentes vehiculares o caídas,
en aquellos que presentan fracturas costales bajas del lado derecho o heridas en la región
torácica inferior. Más raramente se describe la evolución en dos tiempos, caracterizada por
una descompensación inicial ante la formación de un hematoma parenquimatoso o
subcapsular, la recuperación transitoria del paciente, y un segundo episodio de
descompensación volémica, más grave que el primero, por la ruptura de la cápsula hepática
y la producción abrupta del hemoperitoneo. La lesión puede afectar también la vía biliar con
el consecuente coleperitoneo, que empeora el pronóstico y la recuperación del paciente. El
diagnóstico presuntivo se basa en la certificación del hemoperitoneo o la presencia de un
cuadro peritonítico por sangre y/o bilis. Tanto la ecografía como la tomografía computada
pueden demostrar e incluso cuantificar el daño.
Tratamiento conservador
CRITERIO DE SELECCIÓN
El TNO del traumatismo hepático cerrado comenzó en la década de 1980 con los cirujanos
pediátricos14-16. Al ser un comportamiento revolucionario, es natural que su aplicación en
adultos, inicialmente, estuviera rodeada de estrictos criterios de selección. De hecho, los
protocolos enfatizaron los siguientes criterios para TNO: estabilidad hemodinámica al
ingreso; pacientes con lesiones grado 1, 2 y, posteriormente, 323,25; integridad del sistema
nervioso evidenciada por el estado de alerta; hemoperitoneo limitado a 125 a 250 ml;
seguimiento en la UCI; límite de dos unidades de sangre para cubrir la pérdida de sangre de
origen hepático; disponibilidad de TC para valorar la lesión durante la estancia hospitalaria y
posingreso. Con el aumento de la experiencia y la aparición de la TC de alta resolución, los
criterios de selección se volvieron menos rígidos, permitiendo que un mayor número de
pacientes aprovecharan el nuevo abordaje. Los nuevos escáneres de TC permitieron una
definición más precisa de la lesión y una mejor valoración de su extensión, identificación de
la presencia de hemorragia activa, mejor cuantificación del hemoperitoneo y valoración
precisa de órganos intraperitoneales y retroperitoneales 29,37.
Actualmente, los criterios de inclusión para el tratamiento no operatorio son:
1. Estabilidad hemodinámica al ingreso o adquirida tras la reanimación inicial,
independientemente del grado y extensión de la lesión31,34,38.2. TC inicial para definir el
grado de lesión y cuantificar el hemoperitoneo. Estos datos son importantes a efectos de
comparación si el paciente tiene una evolución complicada11,37,39.3. ausencia de lesión
intra y retroperitoneal (páncreas y / o vísceras huecas).4. Transfusión de sangre limitada a
cuatro unidades, específicamente para controlar hemorragias de origen hepático. Cuando el
sangrado requiere un mayor número de transfusiones, se recomienda la hemostasia
quirúrgica o la angioembolización11,40.5. lugar adecuado para su realización y cirujano
disponible las 24 horas del día para actuar, en caso de ser necesario.La incidencia actual de
pacientes sometidos a TNO varía del 50%, 57% al 80% 25,27,28, con éxito del 89% al 96% en
series grandes25,28,40. Más de dos tercios de los pacientes con lesiones de grado 4 y 5
inicialmente sometidos a TNO pueden eventualmente necesitar algún tipo de tratamiento
intervencionista.
Complicaciones
Conclusión
El compromiso hepático en las injurias toráco-abdominales es alto, la mortalidad global fue
de 13.6 por ciento, de estas el 70 por ciento por trauma cerrado y el 30 por ciento por
trauma abierto. La resucitación, el soporte vital, la intervención quirúrgica oportuna y rápida
, cualquiera sea la técnica usada para amainar el sangrado hepático, de buenos resultados.
Muchas veces las lesiones acompañantes determinan la evolución del paciente. Los
mecanismos de la lesión hepática son predecibles en los casos de trauma directo o
desaceleración. En las lesiones por proyectiles o punzo penetrantentes, la trayectoria define
el daño anatómico.
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