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(p. ej., tuberculosis conocida, sarcoidosis sistémica, lesiones en hígados norm ales. Se trata de una lesión localizada, bien
destructivas del conducto en una CBP conocida) que justifica delim itada y mal encapsulada que está constituida por nó
las lesiones dulos de hepatocitos hiperplásicos con una cicatriz central
• Procesos en los que «se sospecha la causa», dado que el fibrosa estrellada. No se trata de una verdadera neoplasia sino
a aspecto de los granulomas o la correlación histopatológica
orienta a un trastorno de base probable, como la presencia
de una respuesta al flujo vascu lar anóm alo a través de una
cilteración vascular congénita o adquirida, que origina áreas de
636 C A P Í T U L O 15 Hígado, vesícula biliar y vía biliar
regeneración del parénquima que alternan con otras de atrofia. es raro malignicen, los adenomas que tienen mutaciones de la
El tam año de una H NF puede oscilar desde 1 cm a m uchos p-catenina tienen im riesgo de evolución a CHC.
centím etros. En general, se encuentra de form a incidental, Los estudios moleculares permiten clasificar estas lesiones
sobre todo en mujeres en edad fértU, en las que puede crecer en tres tipos definidos algo distintos:
en respuesta a los estrógenos, incluidos los que contienen los • El 35-40% de los adenom as m uestran una inactivación de
anticonceptivos orales. Estas lesiones no tienen riesgo de ma- dos alelos por m utaciones som áticas (90%) o en la línea
Ugnizarse, pero pueden producir síntomas por compresión de germinal (10%) del gen H N FIA (que codifica un factor de
la cápsula hepática. tran scripción de hepatocitos) o C Y P IB I (que cod ifica el
citocrom o P-450). Estos adenom as son más frecuentes en
Adenoma hepático mujeres, se asocian a veces al consumo de anticonceptivos
El adenoma hepático es ima neoplasia hepatocelular benigna, orales y, con frecuencia, son am arillos por la presencia de
una esteatosis importímte. El riesgo de que m alignicen es
suele cifectar a mujeres en edad fértil que han empleado ímti-
conceptívos orales y puede resolverse cuando se interrum pe bajo.
el uso de horm onas. Estas lesiones suelen ser tum ores bien • El 10-15% de los adenomas muestran mutaciones activadoras
delimitados, no encapsulados, que pueden ser pálidos, pardo- de la p-catenina. Estas lesiones se asocian a un alto riesgo de
cmiarillentos o m ostrar un tinte biliíir y que pueden alcanzar que malignicen, son más frecuentes en hombres y pueden es
30 cm de diám etro (fig. 15-31). El exam en histológico de los tar relacionadas con el consumo de esteroides anabolizantes
adenom as hepáticos m uestra sábanas y cordones de células, y, posiblemente, con el HGNA.
que pueden recordar a los hepatocitos norm ales o presentar • Más del 50% de los adenomas son inflamatorios y se asocian
una mínima variabilidad del tamaño celular y nuclear. No se a un aum ento de la expresión de las proteínas reactantes
reconocen espacios portales; en lugar de estos, se observan de fase aguda, com o el am iloide A sérico o la proteína C
arterias y venas de drenaje prominentes a lo largo de toda la reactiva, tanto en el tum or com o, en ocasiones, en el suero.
lesión. Los adenomas hepatocelulares son importantes por tres Aproximadamente el 10% de estas lesiones tam bién tienen
m otivos: 1) cuando se m anifiestan com o una m asa intrahe- mutaciones activadoras de la p-catenina y pueden malig-
pática, se pueden confundir con un CH C de mal pronóstico; nizarse. Este tipo es más frecuente en mujeres y, a menudo,
2) los adenomas subcapsulares pueden romperse, sobre todo se asocia a obesidad y a hígado graso. M orfológicam ente,
durante el embarazo (por estimulación estrógena) y ocasionar este subgrupo puede ser idéntico a la HNF y para distin
una hemorragia intraabdominal con riesgo vital, y 3) aunque guirlos se tiene que dem ostrar la presencia de un fenotipo
inflam atorio (como la expresión de la proteína amiloide A
sérica, SAA).
Displasia celular
Se describen dos tipos de displasia hepatocelular, ambos más
frecuentes en presencia de una hepatitis vírica crónica. El cambio
decélubs grand^ corresponde a hepatocitos dispersos, en general de
localización periportal o periseptal, que tien en un tam año
mayor que los hepatocitos normales, y que presentan núcleos
pleomorfos y, con frecuencia, múltiples (fig. 15-32, A). Aunque
son m orfológicam ente atípicas, no se cree que estas células
estén im plicadas en la vía de transform ación m aligna, sino
B que, más bien, se considera que son marcadores de los cambios
Figura 15-31 Adenoma hepático. A. Pieza de extirpación quirúrgica, en la moleculares derivados de una lesión crónica que predispone a
que se reconoce una nnasa delimitada por debajo de la cápsula hepática con los dem ás hepatocitos de m orfología norm al a malignizarse.
necrosis hemorrágica (áreas rojas oscuras). B. Microfotografía que muestra El cambio de célula pequeña se caracteriza por hepatocitos más
un adenoma, con cordones de hepatocitos de aspecto normal, ausencia de pequeños de lo norm al, pero con núcleos de tímiaño normal,
espacios portales y llamativa neovascularización (asteriscos). Se reconoce ovalados o angulados y, con frecuencia, hipercrom áticos. El
una extensa zona de tumor infartado. cam bio de célula pequeña puede apíirecer en cualquier área
(A. por cortesía de la Dra. Pauleae Bioulac-Sage. Unmrsity o f Bordeaux, Bordeoux, Flanee.) del lobuUllo hepático, a menudo formando cúmulos vagímiente
Tumores y nodulos hepáticos 637
1 ,1
nodulares. Este tipo de displasia se considera premaligna de
forma directa (fig. 15-32, B).
Nodulos displásicos
Los nódulos displásicos posiblemente representen la principal
vía de desarrollo del CH C en la hepatopatía crónica. En los
hígados cirróticos, los nódulos displásicos se distinguen por
su mayor tamaño. La mayoría de los nódulos cirróticos tienen
•S tam años de entre 0,3 y 0,8 cm, mientras que los displásicos a
menudo alcíuizan l-2 c m (fig. 15-33, A). Se trata de crecimientos
(b neoplásicos que íifectan a muchos lobulillos hepáticos adyacen
I tes, sin que todos los espacios portales sean desplazados. Estas
lesiones tienen un riesgo elevado de transform ación maligna
y, en ocasiones, contienen, incluso, subnódulos frím camente
3(S malignos (fig. 15-33, B).
C
■B B
Carcinomas hepatocelulares
Figura 15-33 A. Cirrosis por hepatitis C con un nodulo claramente
! Epidemiología
A escala mundial, el CH C (tam bién llam ado, erróneam ente,
más grande (flechas). Este crecimiento de un nodulo dentro de otro en
este nodulo displásico es sugestivo de una lesión de alto grado. B. Histo
lógicamente, la región del recuadro marcado en A muestra un carcinoma
hepatoma) representa aproximadamente el 5,4% de todos los hepatocelular (CHC) bien diferenciado (lado derecho) y un subnódulo del
a cánceres, pero la incidencia es muy variable según las regiones
del mundo. Más del 85% de los casos aparecen en países con una
CHC moderadamente diferenciado en su interior (centro, izquierda).
(A y B, por cortesía del Dr.Mosomichi Kojiro, Kururne Umersity, Kurume,Jopan.)
638 C A P Í T U L O 15 Hígado, vesícula biliar y vía biliar
RESUMEN
Características clínicas
Tumores hepáticos
Aunque el CHC puede cursar con una hepatom egalia silente,
en general aparece en pacientes con una cirrosis sintom ática. Los tumores hepáticos malignos más frecuentes son las
En estos su jetos, un rápido au m en to del tam año h epático, un metástasis de carcinomas, sobre todo con origen en el
deterioro súbito de la ascitis o la aparición de una ascitis hem o- colon, los pulmones y las mamas.
rrágica, la fieb re o el dolor hacen sospechar el tumor. N o se d is El principal tumor maligno primario es el CHC. Es frecuente
pone de buenos m arcadores serológicos para detectar CHC. en algunas regiones de Asia y África, y su incidencia está
El más em pleado de ellos es la concentración de la a-proteína aumentando en EE. UU.
sérica, pero únicam ente aum enta en tumores m uy avanzados Los principales agentes etiológicos del C H C son las hepa
y solo en el 50% de los casos. Adem ás, se encuentran falsos
titis B y C, la cirrosis alcohólica, la hemocromatosis y, con
resultad os positivos en los tum ores del seno endodérm ico
menos frecuencia, la tirosinemia y la deficiencia de AAT.
(saco vitelino) y en muchos procesos no neoplásicos, como la
cirrosis, la hepatitis crónica, embarazos normales y la necrosis En las poblaciones occidentales, el 90% de los C H C se
hepática masiva. Por este motivo, se trata de una prueba ines- desarrollan sobre hígados cirróticos, mientras que en Asia
pecífica y poco sensible. El cribado radiológico de los pacientes ci- casi el 50% lo hacen en hígados sin cirrosis.
rróticos cada 6 meses, para tratar de identificar nódulos displásicos o La inflamación crónica y la regeneración celular asociadas
pequeños CHC en un estadio precoz, es la fron tera clínica actual. a hepatitis vírica pueden ser fectores predisponentes para
El pronóstico global del CHC avanzado es muy malo. La re el desarrollo del carcinoma.
sección o la ablación puede ser curativa en las lesiones pequeñas Los C H C pueden ser unifocales o multifocales, suelen
solitarias (sobre todo en las infrecuentes formas fíbrolamina- invadir los vasos y pueden recordar, en grado variable, la
res), pero no previene la aparición de nuevas lesiones de CHC arquitectura del hígado normal.
sobre un hígado con lesiones crónicas. El tríisplante puede ser
RESUMEN
Enfermedades de la vesícula biliar y de la vía biliar
extrahepática
Entre las enfermedades de la vesícula se encuentran la
colelítíasis y la colecistitis aguda y crónica.
La formación de cálculos es frecuente en los países occi
dentales. La inmensa mayoría de los cálculos están cons
tituidos por colesterol. Los cálculos pigmentados contienen
Figura 15-37 Adenocarcinoma de vesícula biliar. La vesícula abierta
bilirrubina y calcio, y son níiás frecuentes en los países contiene un gran tumor exofítico, que prácticamente ocupa toda la luz.
asiáticos.
Entre los factores de riesgo para el desarrollo de cálculos
de colesterol están la edad avanzada, el sexo femenino, el
uso de estrógenos, la obesidad y la herencia. similar a una coliflor, pero, al mismo tiempo, infiltra la pared
La colecistitis se produce casi siempre en relación con una subyacente (fig. 15-37). La m ayoría son adenocarcinom as,
colelitiasis, aunque aproximadamente en el 10% de los casos que pueden ser papilares o poco diferenciados. Aproximada
no existe esta asociación. mente el 5% son carcinomas epidermoides o muestran una
La colecistitis aguda calculosa es la causa más frecuente de diferenciación adenoescamosa y también existen infrecuentes
colecistectomía de urgencia. tumores neuroendocrinos. Cuando se descubren los cánceres
La£ lesiones obstructivas de la vía biliar extrahepática en de vesícula biliar, la mayor parte de ellos han infiltrado el hígado
adultos pueden causar una infección ascendente (colangitis) o alcanzado los conductos biliares o los ganglios de la porta
y una cirrosis biliar secundaria. hepática.
El motivo de consulta de los lactantes que nacen con una
atresia biliar congénita es una colestasis neonatal, cuya
curación requiere un trasplante hepático.
Características clínicas
El diagnóstico preoperatorio de carcinom a de la vesícula es
excepcional y se ha descrito en menos del 20% de los casos. Los
TUM O RES síntomas aparecen de forma insidiosa y las manifestaciones de
presentación no se pueden distinguir de las ocasionadas por
una colelitiasis: dolor abdominal, ictericia, anorexia, náuseas y
Carcinoma de la vesícula biliar vómitos. Los pacientes más íifortunados sufren una obstrucción
precoz con una colecistitis aguda o se someten a una colecis
Aunque es infrecuente, el carcinom a de la vesícula biliíir es el
tectomía por cálculos sintomáticos coexistentes antes de que el
tum or m aligno más frecuente de la vía biliar. Es de dos a seis
tumor se extienda a otras localizaciones.
veces más frecuente en mujeres y se produce, sobre todo, en
la séptim a década de la vida. El carcinom a vesicular es más
frecuente en las poblaciones mexicana y chilena, posiblemente
por la m ayor incidencia de cálculos en estas regiones. En EE. Colangiocarcinomas
UU., la incidencia es máxima en hispanos y nativos am erica
nos. Es raro descubrir este tum or en un estadio resecable, y la Los colangiocarcinomas son adenocarcinomas origiriados en los
supervivencia m edia a los 5 años es de un deprim ente 5%. Se colangiocitos que revisten los conductos biliares intrahepáticos
reconocen cálculos en el 60-90% de los casos. En Asia, donde y extrahepáticos. Los colangiocarcinom as extrahepáticos re
son más frecuentes las enferm edades piógenas y parasitarias presentan aproxim adam ente dos tercios de estos tum ores y
de la vía biliar, los cálculos tienen m enos im portancia. Parece pueden originarse en el hilio (los denom inados tum ores de
posible que las vesículas que albergan cálculos o agentes infec Klatskin) o en zonas más distales de la vía biliar. Los colangio
•S
ciosos desarrollen un cáncer como consecuencia de traumatis carcinom as son más frecuentes en personas de 50 a 70 años.
mos repetidos y de la inflam ación crónica. N o está claro el Dado que tanto los colangiocíu'cinomas intrahepáticos como
los extrahepáticos son asintomáticos, en general, hasta que se
i papel de los derivados carcinógenos de los ácidos biliares.
encuentran en estadios avímzados, el pronóstico es malo y la
mayor parte de los casos no son susceptibles de resección. Entre
3«3 los factores de riesgo se encuentran una CEP, las enfermedades
^ MORFOLOGÍA fibropoliquística de la vía biliar y la infestación por Clonorchis
•iñ sinensis u Opisthorchis viverrini.
Í3 Los cánceres de la vesícula biliar pueden tener un crecimien
to ex o fítico o in filtra n te . El patrón infiltrante es el más Todos los factores de riesgo de colangiocarcinom a produ