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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DE

CHIMBORAZO
FACULTAD DE CIENCIAS PECUARIAS
FCP
INMUNOLOGÍA

Tolerancia de Linfocitos T y B

MEDICINA VETERINARIA
CUARTO A

Integrantes:
Victor Alexander Aguiar Armas

Dayann Brithney Achance Chávez

Daniela Carolina Villacres Escudero

Hareth Bereniz Guzmán Cifuentes

Kenia Mayerli Espinosa Lucas

Docente:
MVZ. Pamela Vinueza
TOLERANCIA DE LINFOCITOS T
Tolerancia central de linfocitos T

Selección negativa

Una tolerancia se podrá dar por la falta de linfocitos T cuyos receptores no puedan
reconocer antígenos, el organismo debería contener gran cantidad de TCR, pero los
linfocitos T maduros ya no contienen muchos receptores.

Para obtener la diversidad de TCR contiene también receptores no funciones, estos que
no contienen cuyos receptores morirán por apoptosis

Al tener la maduración en el timo, la selección positiva permite que existan dos clases de
células, las que sobreviven y las que se eliminan, las sobrevivientes significa que
reconocerán moléculas propias de CMH, al eliminar dependerá de la afinidad del TCR
por el autoantígeno, esto da como resultados que linfocitos T salgan totalmente limpios
de células autorreactivas peligrosas, ahora tenemos la selección negativa que también
eliminara linfocitos T.

Los tejidos tienen sus propios antígenos específicos, esto como ejemplo podremos decir
que antígenos de la pie no podrán expresarse en el hígado, aunque las células epiteliales
de medula tímica son diferentes, estas pueden tener una expresión génica promiscua, estas
células tienen un regulador de transcripción, que se llama regulador autoinmune que
promueve la existencia de la expresión de proteínas diferentes que estén restringidas a
otros tejidos, como la insulina, la tiro globulina y la proteína básica de la mielina así estas
células podrán garantizar que los linfocitos T autorreactivos contengan en el timo
antígenos tisulares normales, para poder lograr su eliminación, por otra parte macrófagos
realizan la transportación de antígenos tisulares normales al timo para ayudar a la
eliminación de linfocitos T autorreactivos.

Inicialmente se seleccionan los linfocitos T que se unen a las moléculas propias del CMH,
experimentando selección positiva, y posteriormente se eliminan aquellos que se unen a
las moléculas del CMH con afinidad muy baja o muy alta (selección negativa). Esto
conlleva que solo los clones de afinidad moderada sobrevivan y sean capaces de
reconocer antígenos extraños. Un factor adicional que probablemente determina si una
célula vivirá o morirá es la dosis de antígeno presentado a las células en el timo. Así, si
la cantidad de un antígeno específico es elevada (como cabe de esperar para un auto
antígeno), se ocuparán múltiples TCR en cada timocito, y esto puede disparar la
apoptosis. Por el contrario, si solo hay una pequeña cantidad de antígeno, este ocupará
solo unos pocos TCR en cada timocito, y este nivel de señal puede inducir la selección
positiva y la proliferación de las células.

Edición del receptor

Cuando los receptores de antígeno de un linfocito T en desarrollo se unen a auto


antígenos, otra estrategia para evitar autoinmunidad es la edición de receptor. En este
proceso se detiene la maduración celular, pero los genes que activan la recombinasa
permanecen activos y continúa la recombinación V (D) J. Como resultado, la cadena Alfa
del TCR se sustituye por otra cadena Alfa. Si una célula tiene éxito al editar sus
receptores, produciendo proteínas que reúnan los requisitos de estar en el marco de lectura
correcto y reconocer el CMH con avidez moderada, su maduración puede proseguir, pero
el fracaso significará apoptosis.

Tolerancia periférica de linfocitos T


Energía clonal
Algunos linfocitos T auto reactivos que poseen una afinidad baja pueden salir desde el
timo, pero para que no se produzca una anomalía se deben suprimir mediante tolerancia
periférica. Como un ejemplo de esta tolerancia se puede mencionar a la energía clonal,
cuya dependencia se da a partir de las señales que llegan al linfocito T. Para generar una
respuesta al antígeno los linfocitos T necesitan recibir señales específicas originarias de
diversas fuentes, pero si son inapropiada o insuficientes se convertirán en linfocitos T
inactivos.
Un claro ejemplo son las soluciones proteicas que normalmente cuentan con algunas
moléculas agregadas, que son posteriormente procesadas por las células dendríticas,
haciendo que sean altamente inmunogénicas. Si se ultracentrífuga una solución de estas
proteínas, un modelo que se podría utilizar para entenderlo mejor puede ser la bulina
bovina, logrando que eliminen los agregados provocando que las moléculas no agregadas
produzcan energía. Esto sucede porque los LT colaboradores se exponen a antígenos
solubles en ausencia de señales coestimuladoras, usualmente contribuidas por la célula
presentadora de antígeno.
La ocupación de los TCR unido por un antígeno en ausencia de la coestimulación crea
tolerancia; además de desencadenar la activación de las terosin quinasas, la fosfolipasa C
del LT y aumentando su Ca+2 intracelular.
Esto favorece a la producción de IkB que funciona como inhibidor del factor nuclear
kappa beta e inactiva a la célula, solamente si la interleuquina-12 (IL-12) se une a su
receptor y CD28 se una a CD 80, se bloqueara la producción del represor y la célula se
activara.
Los linfocitos Th1 solamente logran producir IL-2 en un porcentaje entre 1 a 3% y
cantidades inferiores de interferón –y (IFN-y).
Inducir dosis muy grandes de antígeno pueden ocasionar una forma de energía clonal
llamada “parálisis inmune” tal vez esto se dé por la gran cantidad de antígeno inducido
no hay suficientes células presentadoras de antígeno, alcanzando a los receptores de LT
colaboradores directamente, ya que en ausencia de coestimulación se vuelven anérgicos.
Tolerancia de linfocitos B
La diversidad de anticuerpos en los linfocitos B se genera en dos fases.
1. Tiene lugar en los órganos linfoides primarios por reorganización de VDJ que
consiste en el ensamblaje de los segmentos génicos presentes en los genes de las
cadenas variables de los receptores de antígeno para generar la diversidad del
reconocimiento antigénico en linfocitos.
2. Involucra la mutación somática al azar en los órganos linfoides secundarios.
Es decir, (1) los linfocitos B pueden generar varias veces receptores para los auto
antígenos.
El 55 al 75% de los linfocitos B inmaduros tienen receptores auto reactivos, por lo que su
supresión debe comenzar en una etapa temprana del desarrollo animal. Y si la edición del
receptor es incapaz de generar un linfocito B no auto reactivo, morirá.
Los linfocitos B inmaduros presentes en la medula ósea pueden volverse tolerantes ya
una vez que han organizado los genes de su región y se dirigen a expresar moléculas de
inmunoglobulina IgM en su superficie.
Los linfocitos inmaduros se unen al antígeno, el BCR transmite una señal que detiene el
desarrollo celular e induce la apoptosis.
La dosis de antígeno para volver tolerante a una población de linfocitos B inmaduros es
inferior a la necesaria para el mismo fin en los linfocitos B maduros. Los linfocitos B
inmaduros pueden sustituir la cadena ligera por otra diferente.
Tolerancia periférica de los linfocitos B
La tolerancia puede inducirse por apoptosis, anergia, agotamiento clonal y bloqueo de
los BCR, estos receptores experimentan una mutación somática dentro de los centros
germinales y también pueden generarse los linfocitos B auto correlativos en los órganos
linfoides periféricos. Estas células no forman auto anticuerpos en ausencia de las células
que presentan el antígeno y de los LT colaboradores o reguladores están activos.
Esto permite prevenir la auto reactividad, no es infalible. Si los LT colaboradores están
ausentes, los LB reciben una segunda señal a través de los TLR a partir de
lipopolisacáridos bacterianos, flagelinas o ADNcpG no metilado. Además de recibir esta
segunda señal los LB se activan por epítopos entrecruzados o por una molécula portadora
que estimule al LT colaborador no tolerante. Los LT la anergia en los linfocitos B
producen cuando se expone a un antígeno en ausencia de la estimulación
Los LB auto reactivos deben unirse a un umbral critico de un auto antígeno para que el
LB sea tolerante. Esto produce un silenciamiento selectivo de estos linfocitos de alta
afinidad. Mientras que en los linfocitos de baja afinidad tiene anti-moléculas propias para
que se vuelva tolerante. Pero lo mencionado anteriormente desarrolla enfermedades
autoinmunes, esto se debe por que los anticuerpos de baja afinidad no ocasionan una
destrucción tisular.
Los LB que están sometidos a una estimulación antigénica exhaustiva se diferencian hacia
las células plasmáticas de vida corta, por ende, todos los LB que pasen por este proceso,
no quedaran LB de memoria para que puedan responder a un antígeno por lo cual
desencadena la tolerancia
Existen algunos antígenos poliméricos un ejemplo de ello es el polisacárido del
neumococo, este se une a los BCR lo cual bloquea la membrana de linfocitos B e impide
cualquier respuesta posterior de estas células.
Los Linfocitos B se recuperan del estado de pseudotolerancia cuando el antígeno se haya
eliminado. Para que se pueda inducir a tolerancia suelen utilizar la administración oral de
proteínas o mecanismos que dependen de la cantidad del antígeno ingerido. Si las dosis
son elevadas da un resultado de deleción clonal y anergia mientras que si las dosis son
bajas inducen el desarrollo de los LT reguladores
Duración de la tolerancia
Esta depende de la persistencia del antígeno y de la capacidad de la medula ósea para
generar linfocitos T o B de reemplazo.
El antígeno cuando no se metaboliza en su totalidad la tolerancia decae, pero si el antígeno
persiste la tolerancia también. En presencia continua de un antígeno, los linfocitos nuevos
sensibles al mismo tiempo se eliminan tan pronto sus receptores lo reconozcan.
Los tratamientos donde se encuentra la actividad de la medula ósea a dosis bajas aceleran
el decaimiento de la tolerancia, mientras los tratamientos inmunosupresores tienen el
efecto contrario.
Bibliografía y referencias:
Tizard IR. Inmunología veterinaria. España: Elsevier, 2018.

1. Superior C. Inmunología. 2012;2(2):57–69.

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