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Actualización

Colangiocarcinoma hiliar
(tumor de Klatskin)
Abordaje radiológico: diagnóstico, estadiaje y drenaje de la vía biliar pág. 106 Abordaje endoscópico: diagnóstico,
estadiaje y drenaje de la vía biliar pág. 113 Tratamiento quirúrgico pág. 120

Puntos clave
Etiopatogenia y clasificación
Aunque la etiología
del colangiocarcinoma Javier Fernández Castroagudín, Esther Molina Pérez
hiliar es incierta, se y Manuel Bustamante Montalvo
han identificado una Unidad de Trasplantes Abdominales. Hospital Clínico Universitario. Santiago de Compostela. A Coruña. España.
serie de factores de
riesgo que incrementan
significativamente el riesgo
de desarrollar este tipo de
tumor. El colangiocarcinoma es un tumor relativamen- marcadores moleculares se encuentran en fase
te infrecuente, con una incidencia estimada de de investigación, como factores de crecimiento,
La 0,5-1 casos/100.000 habitantes1. Se diagnosti- aneuploidías del ADN, morfometría nuclear y
colangiocarcinogénesis
ca preferentemente entre la sexta y la séptima pérdida de heterocigosidad de microsatélites9.
se considera un proceso
multifactorial que involucra décadas de la vida, con un discreto predominio Aunque la mayoría de los colangiocarcinomas
factores dependientes del del sexo masculino2-4. Constituye menos del diagnosticados en Occidente son esporádicos,
huésped y ambientales. 10% de las neoplasias primarias hepatobiliares. sin identificación de la causa subyacente, existe
Aunque puede originarse a cualquier nivel de un espectro de causas que se han invocado como
Los enfermos con
las vías biliares intrahepáticas y extrahepáti- predisponentes al desarrollo de un colangiocar-
colangitis esclerosante
primaria presentan un cas, su localización más frecuente, entre el 60 cinoma, incluyendo enfermedades adquiridas
riesgo incrementado y el 70%, radica en la bifurcación del conducto (CEP, colelitiasis), congénitas (enfermedades
de desarrollar un hepático (colangiocarcinoma hiliar o tumor de quísticas hepatobiliares), infecciosas (enfer-
colangiocarcinoma. Klatskin)5,6. medades parasitarias de la vía biliar, colangi-
A diferencia del
tis recurrentes, hepatitis virales) y tóxicas. Los
colangiocarcinoma
factores etiopatogénicos del colangiocarcinoma
esporádico, los originados
en el contexto de la Etiopatogenia hiliar se resumen en la tabla 1.
colangitis esclerosante
primaria se presentan a Aunque la etiología del colangiocarcinoma es
una edad más temprana y Tabla 1. Factores de riesgo para
incierta, se ha sugerido que la inflamación cró-
presentan una mayor tasa el desarrollo de colangiocarcinoma
de multifocalidad. nica del árbol biliar o la exposición a agentes
tóxicos concentrados en la bilis pueden condu-
Estudios cir a un incremento en la actividad mitótica y Enfermedades adquiridas
epidemiológicos, a daños en el ADN de las células del epitelio Colangitis esclerosante primaria
experimentales y de
biliar, con la consiguiente transformación malig- Litiasis biliar intrahepática
casos y controles han Enfermedades congénitas
demostrado una asociación na. La hipótesis del daño en el ADN se ve refor-
Enfermedades fibroquísticas hepatobiliares
entre la infestación zada por el hallazgo de una serie de mutaciones
Enfermedades infecciosas
biliar por Opistorchis en oncogenes y genes supresores de tumores7.
viverrini y Clonorchis Enfermedades parasitarias de las vías
En un estudio reciente, el 100% de las mues- biliares
sinensis y el desarrollo de
tras obtenidas de colangiocarcinomas resecados Colangitis recurrentes
colangiocarcinoma hiliar.
mostró positividad para el antígeno nuclear de Virus hepatotropos
Las enfermedades proliferación celular (PCNA)8. Se detectaron Tóxicos
quísticas expresiones anómalas del gen supresor p53 en Thorotrast
hepatobiliares, la el 37-94% de los casos8,9, mientras que en el 21- Dioxinas
hepatolitiasis, las Nitrosaminas
100% se identificaron expresiones anormales Tabaco
infecciones crónicas por
virus hepatotropos, la del proto-oncogen K-ras10. Adicionalmente, se Metildopa
cirrosis hepática y diversos han hallado mutaciones de K-ras y p53 en la Isoniazida
tóxicos y fármacos se bilis y el jugo pancreático de enfermos afectos Asbestos
han asociado con un de colangiocarcinoma9,11. Se han identificado Anticonceptivos orales
incremento en el riesgo de
mutaciones puntuales que promueven la me- Otras
colangiocarcinoma. Papilomatosis biliar
tilación del promotor de p16INK4a y p14ARF en
Adenomas de conductos biliares
colangiocarcinomas asociados a colangitis es- Cirrosis hepática
clerosante primaria (CEP)12. Finalmente, otros

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Colangiocarcinoma hiliar (tumor de Klatskin)
Etiopatogenia y clasificación
J. Fernández Castroagudín, E. Molina Pérez y M. Bustamante Montalvo

La colangiocarcinogénesis se ha interpretado un tercio de los enfermos con colangiocarcino-


Lectura rápida como un proceso multifactorial en el que se ve- ma en el contexto de una CEP es diagnosticado
rían involucrados factores genéticos del huésped en los primeros dos años desde el diagnóstico
y factores ambientales. Se ha propuesto que cier- de la enfermedad colestática, pero el riesgo de
tos polimorfismos genéticos en las enzimas del carcinogénesis parece ser independiente del
citocromo p450 y las proteínas transportadoras tiempo de evolución de la enfermedad19,27. Asi-
de sales biliares impedirían un adecuado con- mismo, no se ha demostrado relación entre el
La etiología del trol de las toxinas ambientales o xenobióticos riesgo de colangiocarcinoma y la presencia, ex-
colangiocarcinoma hiliar por parte del sistema hepatobiliar. El desarrollo tensión y gravedad de la colitis ulcerosa asocia-
o tumor de Klatskin es
final del colangiocarcinoma precisaría, no obs- da a la CEP19,22.
incierta. No obstante, se ha
sugerido que la inflamación tante, de un “segundo impacto” (infecciones para-
crónica del árbol biliar o sitarias, colangitis recurrente, inflamación crónica, Infecciones parasitarias de las vías biliares
la exposición a agentes etc.) para la exposición de un epitelio biliar “pre- Existe evidencia de una asociación patogénica
tóxicos concentrados en la dispuesto” (mutaciones en enzimas reparadoras entre el colangiocarcinoma y la infestación por
bilis pueden conducir a un
de ADN y factores de crecimiento, defectos en Opisthorchis viverrini y Clonorchis sinensis28, que
incremento en la actividad
mitótica y a daños en el ADN oncogenes, genes supresores y genes controlado- se puede producir tras la ingesta de pescado in-
de las células del epitelio res del ciclo celular y apoptosis) a los xenobióticos suficientemente cocinado que contenga parási-
biliar, con la consiguiente con el consiguiente daño celular y del ADN y, fi- tos adultos, los cuales depositan sus huevos en
transformación maligna. nalmente, la transformación maligna13,14. el árbol biliar. La inflamación y la obstrucción
biliar crónicas conducen a la formación de es-
La colangiocarcinogénesis
estaría constituida por un Colangitis esclerosante primaria tenosis, hiperplasia ductal, producción local de
proceso multifactorial en el La CEP es una enfermedad hepática crónica de óxido nítrico, lesiones en el ADN y, finalmente,
que se imbricarían factores tipo colestático, de etiología presumiblemente al desarrollo del cáncer29.
genéticos del huésped -que autoinmune, caracterizada por la existencia de La relación patogénica entre la infestación bi-
condicionarían una respuesta
fenómenos inflamatorios y fibrosantes del árbol liar y el colangiocarcinoma proviene de datos
anómala a determinadas
toxinas ambientales- y biliar intrahepático y extrahepático. Estos con- epidemiológicos y de estudios de casos y con-
factores ambientales ducen a la aparición de estenosis y dilataciones troles, en su mayor parte obtenidos en el Sureste
(xenobióticos con potencial irregulares y segmentarias de los conductos bi- Asiático, donde el colangiocarcinoma presenta
carcinógeno, parásitos, liares, pudiendo progresar hacia la obliteración una elevada prevalencia. Se estima que 7 millo-
colangitis de repetición),
biliar con desaparición de los conductos biliares nes de personas se encuentran infestadas por O.
conduciendo a la lesión
del epitelio biliar, daños intrahepáticos y el desarrollo de cirrosis15. La viverrini en Tailandia, presentando este país la
en el ADN y, finalmente, la CEP se asocia a enfermedad inflamatoria in- tasa de colangiocarcinoma más alta del mundo,
transformación maligna. testinal crónica, principalmente colitis ulcerosa, con 87 casos por 100.000 habitantes30,31. Estu-
en el 70-80% de los casos. Por el contrario, solo dios experimentales han mostrado, asimismo,
Aunque la mayor parte de los
el 5% de los enfermos con colitis ulcerosa tiene la transformación maligna del epitelio biliar
colangiocarcinomas hiliares
diagnosticados en Occidente una CEP, o la presentará en el curso evolutivo en hámsters infestados con O. viverrini, sobre
son esporádicos, se dispone de su enfermedad16,17. todo si son alimentados con nitrosaminas, las
de evidencia basada en Se ha demostrado que los enfermos con CEP cuales pueden constituir un cofactor en la co-
estudios experimentales, presentan un riesgo incrementado de desarro- langiocarcinogénesis32.
epidemiológicos y de casos
llar un colangiocarcinoma, y que esta enferme-
y controles que demuestra
la existencia de una serie dad constituye la entidad predisponente para Enfermedades fibroquísticas hepatobiliares
de factores de riesgo este cáncer más común en Occidente. Aunque Las enfermedades fibroquísticas hepatobiliares
predisponentes al desarrollo la incidencia global no se ha determinado exac- (síndrome de Caroli, fibrosis hepática congéni-
de un colangiocarcinoma. tamente, se estima que el 6-14% de los pacientes ta, quistes de colédoco) presentan un riesgo in-
Estos incluyen enfermedades
con CEP desarrollará un colangiocarcinoma18-20. crementado de colangiocarcinoma estimado en
adquiridas (colangitis
esclerosante primaria, Sin embargo, este porcentaje puede alcanzar el un 10-15% a partir de la segunda década de la
colelitiasis, cirrosis hepática), 30-42% en estudios necrópsicos2,21,22. En el vida, con una edad media de presentación de 34
congénitas (enfermedades 9-35% de los pacientes trasplantados por CEP años. La prevalencia global de colangiocarcino-
quísticas hepatobiliares), se detecta un colangiocarcinoma en la pieza de ma en pacientes con quistes no tratados hasta la
infecciosas (enfermedades
hepatectomía, situación que ensombrece el pro- edad adulta alcanza el 28-30%33-35.
parasitarias de la vía biliar,
colangitis recurrentes, nóstico de la enfermedad debido a la posibili- Aunque el mecanismo carcinogénico no está
hepatitis virales) y tóxicas dad de recurrencia tumoral postrasplante23-25. claro, se ha atribuido a la inflamación crónica, la
(nitrosaminas, dioxinas, A diferencia de los colangiocarcinomas esporá- activación de ácidos biliares y la desconjugación
asbestos y fármacos). dicos, los desarrollados en el seno de la CEP de carcinógenos secundarios al estasis biliar y al
presentan un riesgo incrementado de enfer- reflujo intrabiliar de secreciones pancreáticas36,37.
medad multifocal a lo largo del árbol biliar in-
trahepático y extrahepático, lo que dificulta el Litiasis biliar intrahepática
abordaje quirúrgico26. Asimismo, tienden a pre- Aunque se identifica colelitiasis en el 30% de
sentarse más tempranamente, entre la tercera y los enfermos con colangiocarcinoma y existe
la quinta décadas de la vida. Aproximadamente una relación patogénica entre el carcinoma de

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Colangiocarcinoma hiliar (tumor de Klatskin)
Etiopatogenia y clasificación
J. Fernández Castroagudín, E. Molina Pérez y M. Bustamante Montalvo

I II IIIa
Lectura rápida

Los enfermos con colangitis


esclerosante primaria
presentan un riesgo
incrementado de desarrollar
un colangiocarcinoma
IIIb IV IV
en el curso clínico de la
enfermedad. A diferencia
de los colangiocarcinomas
esporádicos, los
desarrollados en el seno de
la colangitis esclerosante
primaria presentan un
riesgo incrementado de
enfermedad multifocal y
tienden a presentarse más
tempranamente, entre la
tercera y la quinta décadas
de la vida.
Figura 1. Clasificación según Bismuth-Corlette de la afectación de la vía biliar por el colangiocarcinoma
hiliar o tumor de Klatskin. Los tumores de Klatskin se
han clasificado a partir de la
extensión de la afectación
de los ductos biliares
(clasificación de Bismuth) en
vesícula biliar y la colecistolitiasis, la asociación Tóxicos tipo I (tumores que afectan
entre la litiasis de la vía biliar extrahepática y el La exposición al Thorotrast, un contraste radio- al conducto hepático común
distalmente a la confluencia
desarrollo de colangiocarcinoma hiliar no está lógico empleado en los años cincuenta, se ha
de los conductos hepáticos
clara. Sin embargo, la enfermedad litiásica biliar asociado con un riesgo incrementado, de hasta derecho e izquierdo); tipo
crónica (hepatolitiasis, colangiohepatitis orien- 300 veces, de desarrollo de colangiocarcinoma, II (tumores que alcanzan
tal, colangiohepatitis piogénica recurrente), co- incluso varios años después de la exposición44. la confluencia pero no
mún en los países asiáticos, presenta un riesgo Adicionalmente, se ha intentado establecer una afectan a ninguno de los
conductos hepáticos); tipo
incrementado de neoplasias del epitelio biliar, relación entre el colangiocarcinoma y carcinó-
III (tumores que afectan al
sobre todo de colangiocarcinoma intrahepático genos como el alcohol, el tabaco22,27, asbestos45, conducto hepático común
periférico38,39. Las consecuencias de los cálculos dioxinas y nitrosaminas46, así como con fárma- y el conducto hepático
son la obstrucción ductal, el estasis biliar, las in- cos como la metildopa47, la isoniazida48 y los derecho -IIIa- o izquierdo
fecciones bacterianas con colangitis recurrente y anticonceptivos orales49. No obstante, todavía -IIIb-) y tipo IV (tumores que
afectan al conducto hepático
la formación de estenosis, que conducen a infla- se carece de resultados consistentes que apoyen
común y a ambos conductos
mación crónica y a la malignización ulterior13. una relación patogénica del colangiocarcinoma hepáticos derecho e
con los mismos. izquierdo, o bien aquellos
Infecciones que son multifocales).
Varios estudios de casos y controles han mos-
trado una asociación entre la infección por los Clasificación
virus de la hepatitis B y C (VHC) y el desarrollo
de colangiocarcinoma40,41. Un estudio prospec- Los colangiocarcinomas se han clasificado clá-
tivo japonés estimó el riesgo de colangiocarci- sicamente a partir de criterios topográficos. Las
noma en pacientes con cirrosis por VHC en primeras clasificaciones subdividían a los co-
el 3,5% a los 10 años, 1.000 veces superior al langiocarcinomas del árbol biliar extrahepático,
de la población general42. La cirrosis hepática, según la localización, en tercio proximal (co-
independientemente de la etiología, también langiocarcinomas hiliares o tumor de Klatskin),
ha mostrado un incremento del riesgo de co- que comprendía hasta el origen del conducto
langiocarcinoma de hasta 10 veces4,43. Sin cístico; de tercio medio (desde el origen del con-
embargo, la ausencia de distinción en los re- ducto cístico hasta la entrada del colédoco en
gistros entre colangiocarcinoma intrahepático el páncreas), y de tercio inferior o del colédoco
periférico y colangiocarcinoma hiliar no permite intrapancreático. Por su parte, los colangiocar-
establecer una clara asociación patogénica entre cinomas periféricos o intrahepáticos se clasi-
los virus hepatotropos, la cirrosis y el tumor de ficaban como tumores primarios del hígado.
Klatskin. Una clasificación posterior simplificó la topo-

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Colangiocarcinoma hiliar (tumor de Klatskin)
Etiopatogenia y clasificación
J. Fernández Castroagudín, E. Molina Pérez y M. Bustamante Montalvo

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En este artículo se
analizan 23 enfermos
con colangiocarcinoma
sometidos a resección tumoral
simple (43%) o asociada a
resección hepática (57%).
Los autores analizan Figura 2. Imágenes de colangiografía por resonancia magnética (A) y colangiografía retrógrada
los diferentes abordajes endoscópica (B) en las que se identifica una estenosis de aspecto neoplásico a nivel de la confluencia
quirúrgicos en función de la
clasificación topográfica del hiliar que afecta al conducto hepático derecho, y que corresponde a un colangiocarcinoma tipo IIIa de la
colangiocarcinoma (Bismuth- clasificación de Bismuth-Corlette.
Corlette).

A B

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11.
Estudio de casos y controles
realizado en ocho centros
de los Estados Unidos,
en el que se analizan 26
enfermos con colangitis
esclerosante primaria (CEP)
y 87 controles con CEP sin
colangiocarcinoma. No se
observaron diferencias en Figura 3. Imágenes de colangiografía por resonancia magnética (A) y colangiografía retrógrada
parámetros demográficos, endoscópica (B) en las que se identifica una estenosis filiforme a nivel de la confluencia hiliar que afecta
tabaquismo, complicaciones a la confluencia y a ambos conductos hepáticos, y que corresponde a un colangiocarcinoma tipo IV de la
de la CEP, índices de
gravedad de la enfermedad
clasificación de Bismuth-Corlette.
ni frecuencia y duración
de las complicaciones de la
enfermedad inflamatoria
intestinal. Por el grafía del colangiocarcinoma dividiendo estos –IIIb-) (fig. 2); tipo IV (tumores que afectan al
contrario, en el grupo con en proximales (tumor de Klatskin) y distales, conducto hepático común y a ambos conductos
colangiocarcinoma se observó exceptuando los tumores del área periampular. hepáticos derecho e izquierdo, o bien aquellos
un mayor consumo de alcohol Sin embargo, en muchos registros de tumores, que son multifocales) (fig. 3).
y niveles más elevados de
CA19.9. la tendencia actual es a agrupar los colangiocar-
cinomas en intrahepáticos (colangiocarcinomas
periféricos y tumor de Klatskin) y extrahepáti-
cos (colangiocarcinomas distales)13,14. Bibliografía
Dada la mayor complejidad del área de la con-
fluencia, los colangiocarcinomas hiliares se han
clasificado tomando como base la extensión de
la afectación de los ductos biliares, acorde con la
clasificación de Bismuth50 (fig. 1). Esta subdi-
vide a los tumores de Klatskin en tipo I (tu- • Importante •• Muy importante
mores que afectan al conducto hepático común n Epidemiología
distalmente a la confluencia de los conductos 1. Carriaga MT, Henson DE. Liver, gallbladder, extrahepatic bile
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Colangiocarcinoma hiliar (tumor de Klatskin)
Etiopatogenia y clasificación
J. Fernández Castroagudín, E. Molina Pérez y M. Bustamante Montalvo

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