Educación temprana en el desarrollo integral del infante

Los primeros seis años de vida de un niño o niña son primordiales para su

crecimiento y desarrollo, pues, en esta etapa se da una mayor plasticidad cerebral, misma

que favorece la consolidación de habilidades perceptivas, sensoriales, sociales, motrices y

comunicativas. Por ello, es importante la educación temprana, porque no sólo se basa en el

desarrollo de habilidades psicomotrices sino también en el desarrollo cognitivo, psicológico

y socio-afectivo, permitiéndoles adquirir nuevos conocimientos, experiencias y la adaptación

al entorno.

De este modo, la educación temprana constituye una serie de procesos que se

enfocan en el desarrollo integral del ser humano durante la etapa infantil,

beneficiando a las nociones básicas, autonomía, autocontrol, autorregulación,

lenguaje, comunicación y habilidades sociales. Tal como lo mencionan Ramírez, et.

al. (2014)

La educación temprana se orienta a la formación de niños y niñas inmersos en un

contexto que exige que desde pequeños aprendan a explorar, a investigar, a ser

independientes, seguros, confiados; para construir un proyecto de vida en el que se sientan

autorrealizados, felices y plenos con su existencia: esto comienza en esta etapa de la vida

humana. (p. 71)

Por este motivo, la educación temprana facilita y contribuye a la adquisición de

destrezas, funciones ejecutivas y aprendizajes conscientes que posibilitan la resolución de

problemas acorde a la etapa de crecimiento del infante. Así pues, esta debe estar ligada a

la estimulación oportuna para una intervención adecuada en conjunto con la díada (mamá-

bebé) e incluso con el ámbito familiar o social.

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 En definitiva, la educación temprana y oportuna es fundamental para mejorar la

atención, concentración, memoria, creatividad y habilidades sociales de los niños desde

temprana edad, con ello, el infante puede crear su propia personalidad y fortalecer sus

funciones ejecutivas en el transcurso de su crecimiento, llegando a convertirse en un ser

más crítico, reflexivo y capaz enfrentarse a situaciones futuras.

Referencia Bibliográfica:

Ramírez-Abrahams, P., Patiño-Mora, V., & Gamboa-Vásquez, E. (2014). La educación

temprana para niños y niñas desde nacimiento a los 3 años: Tres perspectivas de

análisis. Revista Electrónica Educare, 18(3), 67–90. https://doi.org/10.15359/ree.18-

3.5

Anexos:

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