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La comunicación interna es esencial para que la compañía comparta la misma misión, visión,
valores y objetivos. Además, se trata de un aspecto clave para poder crear un buen clima
laboral y evitar malentendidos en la compañía y pérdida de talentos. La teoría parece muy clara,
pero es ahora cuando aparece la siguiente cuestión en muchos directivos: “¿Cómo desplegar
eficientemente un plan de comunicación interna?”
Antes de comenzar con ello, se debe tener claro qué es la comunicación interna.
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Hoy en día, nos encontramos en un mundo en el que la globalización está a la orden del día y las
conexiones entre los individuos están más que definidas. No obstante, debido a las nuevas
tecnologías y a la digitalización, recibimos información constantemente sin ni siquiera ser
conscientes de ello y, en muchas ocasiones, estamos sobre informados.
Si a todo ello le sumamos la complejidad y los cambios constantes a los que nos enfrentamos en
nuestro día a día, hay que tener en cuenta que debemos ser rápidos a la hora de comunicar y
establecer una estrategia para intentar controlar que los flujos de comunicación estén alineados
con lo que realmente la compañía desea transmitir a los empleados.
Por otro lado, los cambios contantes hacen que debamos ser rápidos. Lo que hoy es importante,
mañana puede no tener relevancia. Y esto, ha de comunicarse a tiempo.
Si echamos la vista atrás a tan solo hace unos años, nos damos cuenta de que, en muchas
ocasiones, hoy en día pensamos en plataformas. Tanto los negocios como el día a día de las
personas han evolucionado a la digitalización.
“Más del 93% de la población tiene acceso a internet y más de 54 millones de españoles utilizan una
o varias líneas de móvil.” Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y
Transformación Digital.
Sin ir más lejos, miles de persona han experimentado el trabajo desde sus casas, algo que hace
unos años era impensable en muchas oficinas. O, por ejemplo, ya no es necesario salir a la calle con
la cartera para comprar, sino que, a través del smartphone u ordenador, podemos tener al alcance
millones de tiendas y comprar el producto con solo un clic.
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Realizando una correcta comunicación interna, los trabajadores conocen mejor la empresa y son
capaces de entender y transmitir a los clientes los valores, fundamentos y objetivos de la
organización.
La digitalización puede ser un puente para conseguir que esa identidad o personalidad de la
compañía de la que se hablaba anteriormente, llegue a miles de personas a través de distintos
medios. Pero ¡cuidado!, puede tanto beneficiarnos (si tenemos una buena comunicación), como
perjudicarnos (si no comunicamos correctamente lo que somos).
• → El
grado de compromiso de los trabajadores
será mayor, y aumenta su sentimiento de
pertenencia.
• → Favorece la relación
entre los trabajadores.
• → La información
genera tranquilidad. El generar empleados
comprometidos con tu negocio hace que el
desarrollo de este sea más estable.
• → El conocer
las labores de otros compañeros favorece
que un problema que pueda surgir en un
determinado departamento se solucione al
minuto en vez de a las horas.
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Para crear una estrategia adaptada, deberemos de seguir una estrategia de ruta compuesta por 6
fases:
El primer paso a seguir para realizar nuestro plan de comunicación interna es realizar un estudio de
cómo se encuentra la compañía, analizando sus características internas y la situación externa de la
misma.
Con el análisis DAFO analizamos los factores internos y externos que afectan a nuestra
comunicación interna:
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Una vez se conoce la situación de la compañía, pasamos a determinar los objetivos a cumplir, que
identificarán si el plan ha tenido éxito. En muchas ocasiones tendremos gran cantidad de objetivos
que queremos alcanzar, pero debemos centrar el foco en los objetivos principales y más
importantes, para no perder fuerza.
Una vez realizado el análisis de la compañía, y determinados los objetivos que esta quiere alcanzar
con en plan de comunicación interna, se debe fijar cuál es el público objetivo al que debe dirigirse
para hacerlo con éxito. Es decir, a quién le queremos trasladar toda esta información.
A priori, al tratarse de comunicación interna, puede parecer muy sencillo y obvio que nuestro público
objetivo serán las personas de la empresa. Sin embargo, dependiendo del modelo de negocio de la
compañía, debemos estar pendientes de cuáles serán nuestros stakerholders internos.
Bien es cierto que, casi todas las organizaciones, tendrán los siguientes públicos objetivos:
Colaboradores, Managers, Equipo de dirección, Accionistas e inversores, y Partners.
Una vez definidos los objetivos de la campaña y a quién va a ir dirigida, se ha de decidir cuál es la
idea que se quiere transmitir. Para cumplir con los objetivos que hemos establecido, debemos
plantear una estrategia que responda a 4 preguntas:
Es conveniente reflexionar sobre el mensaje que quiere transmite la entidad. Podemos encontrar
varios estilos de comunicación hacia los que tienden las organizaciones:
Una vez que tenemos clara la estrategia a llevar a cabo y los puntos clave de planificación de esta,
hay que reflejarlo con acciones reales que pongan de manifiesto que se está poniendo en práctica
y que no son acciones puramente teóricas. Y esto, debe ejecutarse siendo fieles a la estrategia.
No obstante, también hemos de tener en cuenta que un plan de comunicación está expuesto a
cambios constantes del entorno y, los contenidos y la planificación pueden cambiar, por lo que
debemos hacer que sea flexible y adaptable a dichos cambios.
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En función de los objetivos que se han fijado, se deberá medir los KPIs o indicadores de desempeño
correspondientes. Alguna de las prácticas más frecuentes son:
• Comprobar si los canales utilizados para comunicarte son los correctos o cuál de ellos resaltan
más sobre los otros.
1. Comunicación individualista: que esté delegada en una sola persona y no haya participación.
4. No contar con una estrategia: lanzar comunicaciones sin criterio y sin planificar.
10. No segmentar: no el mismo contenido interesa a todos los colectivos, si no que deben
adaptarse y no sobre informar.
11. No flexibilidad: la organización evitará actuar con una política conservadora que estanque su
avance.
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Una vez definida la estrategia y las acciones a llevar a cabo en el plan de comunicación interna
de la compañía, debemos elegir qué herramientas utilizaremos para ello.
Las nuevas tecnologías y la digitalización global que nos rodea, nos aporta gran cantidad de
herramientas que benefician la interacción con los equipos y personas de la compañía y su
feedback.
• App interna para la compañía con información relevante para los empleados → favorece el
feedback del usuario y facilita el acceso a noticias y enlaces destacados, chat entre empleados,
etc, permitiendo categorizar por departamentos.
• Redes sociales externas → son un escaparate de la compañía. Pero ¡cuidado!, no todo vale. Se
han de tener en cuenta varios aspectos a la hora de elegir las redes sociales que utilizaremos:
• Cuidar el contenido de las redes en la que se está presente: es preferible mantener pocas
redes pero de forma adecuada, que muchas con bajo esfuerzo.
• Blog interactivo → comunicar contenido que puede ser interesante para el usuario relacionado
con el ámbito de trabajo o más allá de este. Con ello conseguiremos crear un lugar interactivo de
conversación.
• Revista interna → conseguir que las personas integrantes de la compañía se sientan parte de
ella, informándoles de manera interna de las novedades, logros, nuevos proyectos, etc.
• Chat → Es una vía de comunicación entre las personas de la compañía que hace posible la
comunicación bidireccional en tiempo real en toda la organización y el feedback continuo. ¿Qué
beneficios tiene el chat frente al correo electrónico para comunicarnos entre los compañeros de
la compañía?
• Mayor agilidad y práctica.
• Permite una colaboración fluida y colaborativa entre equipos.
• El 40% del tiempo de los empleados se invierte en la gestión del correo. El chat nos
permite liberar parte de ese porcentaje, reducirlo, y mejorar la productividad de los
compañeros.
• Nos permite centralizar la planificación y discusiones de un proyecto a tiempo real.
• Favorece el feedback constante entre el equipo → permite tratar aspectos que, a priori,
son insignificanticos o de menor importancia para comentar por correo electrónico.
Recurrir al chat siempre es mucho más fácil.
• Aplana la estructura de comunicación.
• Encuestas que nos permitan:
• Conocer la opinión de todas las personas de la compañía.
• Realizar un seguimiento y explotación de los resultados.
• Tomar decisiones y elaborar un plan de acción en función de los resultados.
• Buzón de sugerencias → En muchas ocasiones, los empleados tienen ideas o sugerencias que
pueden resultar beneficiosas para la compañía, pero no llegan a expresarlas por “miedo” o
“rechazo” a no ser entendido. Un buzón de sugerencias anónimo solucionaría esta cuestión.
• Encuentros periódicos → Es importante reunirse con el equipo físicamente (o remotamente si la
situación asó lo requiere) de forma periódica, para cohesionar, ponerse al día y generar
sentimiento del equipo.
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Ahora que ya conocemos la teoría sobre cómo realizar un plan de comunicación interna, quizá
nos preguntamos: ¿es buena la comunicación interna de mi compañía?
Pare ello, es necesario tener herramientas que permitan medir cómo se está compartiendo la
información entre los miembros de la organización (encuestas, evaluaciones, diagnósticos,
etc.).
Un buen software de comunicación interna puede facilitarte el trabajo y permitir tener todo lo
que necesitas en un solo lugar, recopilar los datos de los empleados, sus evaluaciones,
opiniones, y toda la información y procesos que esto conlleva.
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