Un activo fijo es un bien de la empresa que no puede convertirse en liquidez a corto plazo y que normalmente es necesario para el funcionamiento de la empresa como, por ejemplo, esa máquina con la que fabricas tus productos, o el camión que utilizas para transportarlos. Otros ejemplos de activos fijos en la era digital podrían ser: muebles, equipo de oficina, maquinaria, inmuebles, inversiones, derechos de patente, equipos de transporte, etc. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL CONTROL DE LOS ACTIVOS FIJOS? Llevar un control de los activos fijos es un asunto tan serio como importante, pues implica conocer dónde y en qué estado están los objetos de propiedad de la empresa. Puede que en una empresa hacer un inventario de los activos no sea una tarea demasiado engorrosa, pero esta es una actividad que mal efectuada puede acarrear consecuencias negativas, como por ejemplo la pérdida o deterioro de la maquinaria. Cuando una empresa lleva un correcto control de activos fijos obtiene ventajas como: Capacidad de llevar adelante información cruzada con los estados financieros Conocimiento sobre el valor de cada activo y su respectiva vida útil, ubicación estado y personal responsable a su cargo. Capacidad para tomar mejores decisiones en cuanto a inversión de activos Mayor aprovechamiento de sus activos fijos Conocimiento de los periodos de mantenimiento, transferencias y cualquier movimiento que se haya realizado con cada activo fijo.
PROCESO DE CONTROL DE ACTIVO FIJO
Para poder realizar un control de activo fijo de manera adecuada existen una serie de procedimientos o etapas que se realizan a partir del momento en que se solicita el servicio, dichas etapas son: I. Etapa de control de inventario de activo fijo Busca reunir de manera detallada toda la información que exista de los activos, esto de manera detallada y con el propósito de que se puedan tomar decisiones dentro de la empresa. II. Etapa de Integración Documental Este punto busca que se genere una base en la cual se identifiquen los registros contables que tengan soporte documental, dicho soporte puede incluir: facturas, órdenes de compra, entre otros. Esto se divide en las siguientes etapas:
III. Etapa de Conciliación Físico – Contable
Busca y localiza la correspondencia de los registros pertenecientes a la base de datos que resulta del inventario físico y la coteja contra uno o más registros del listado contable, esta actividad es un punto indispensable ya que culmina con el control de los activos.