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El síndrome de Cushing refleja una constelación de características clínicas que son resultado de la
exposición crónica al exceso de glucocorticoides de cualquier causa. La enfermedad puede ser
dependiente de ACTH (p. ej., adenoma hipofisario corticotrofo, secreción ectópica de ACTH por
tumores no hipofisarios) o independiente de ACTH (p. ej., adenoma corticosuprarrenal, carcinoma
corticosuprarrenal, hiperplasia suprarrenal nodular), así como yatrógena (p. ej., administración de
glucocorticoides exógenos para tratar diversas enfermedades inflamatorias).
Etiología
En al menos el 90% de los pacientes con enfermedad de Cushing, el exceso de ACTH es ocasionado
por un microadenoma hipofisario corticotrofo, con frecuencia de tan sólo pocos milímetros de
diámetro. Los macroadenomas hipofi sarios (p. ej., tumores >1 cm de tamaño), se identifi can
solamente en el 5 al 10% de los pacientes. Los adenomas hipofi - sarios corticotrofos por lo general
ocurren en forma esporádica, sin embargo, en raras ocasiones se pueden identifi car en el
contexto de la neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (MEN1, multiple endocrine neoplasia type 1)
(cap. 351).
Etiología y prevalencia
Los adenomas hipofisarios corticotrofos son la causa de 70% de los casos de síndrome de Cushing
endógeno. Sin embargo, debe recordarse que el hipercortisolismo yatrógeno es la causa más
frecuente de manifestaciones cushingoides. El resto de las causas son los tumores productores de
ACTH ectópica y los adenomas, carcinomas e hiperplasias suprarrenales productores de cortisol;
los tumores secretores de CRH ectópica son raros. Los adenomas productores de ACTH
representan 10 a 15% de todos los tumores hipofisarios. Suelen diagnosticarse pronto a causa de
las manifestaciones clínicas del síndrome de Cushing y la mayor parte de ellos son pequeños
microadenomas. Sin embargo, también se observan macroadenomas y algunos adenomas
productores de ACTH cursan asintomáticos. La frecuencia de la enfermedad de Cushing es cinco a
10 veces más frecuente en las mujeres que en los varones. Estos adenomas hipofi sarios secretan
cantidades ilimitadas de ACTH, con la consiguiente hipercortisolemia. Sin embargo, las dosis altas
de glucocorticoides los inhiben parcialmente, lo que proporciona la base para las pruebas
dinámicas que permiten distinguir entre las causas hipofi sarias y no hipofi - sarias de síndrome de
Cushing.
Cuadro clínico y diagnóstico
El diagnóstico de síndrome de
Cushing se enfrenta a dos grandes
retos:
Estudios de laboratorio
A menudo la concentración plasmática basal de ACTH permite distinguir a los pacientes con
síndrome de Cushing independiente de la secreción de ACTH (glucocorticoides suprarrenales o
exógenos) de los enfermos con la variedad supeditada a la ACTH (ACTH hipofi saria o ectópica).
La concentración basal media de ACTH es unas ocho veces mayor en los pacientes con secreción
ectópica de ACTH que en aquellos con adenomas hipofisarios secretores de dicha hormona. Sin
embargo, la amplia superposición de la concentración de ACTH entre estas dos situaciones impide
utilizar este dato para distinguirlas. En su lugar, se utilizan las pruebas dinámicas basadas en la
sensibilidad diferencial a la retroalimentación ejercida por los glucocorticoides o el estímulo de la
ACTH en respuesta a la CRH o la reducción del cortisol para discriminar entre la fuente hipofi saria
o ectópica del exceso de ACTH (cuadro 339-13). En raras ocasiones, la concentración circulante de
CRH se eleva como consecuencia de la secreción ectópica de CRH y, a menudo, de ACTH a través
de tumores no hipofi sarios. Para obtener una descripción de las pruebas dinámicas del síndrome
de Cushing, véase el capítulo 342. La mayor parte de los tumores hipofisarios secretores de ACTH
tiene un diámetro menor de 5 mm y aproximadamente la mitad no se puede detectar por medio
de una MRI. Además, la frecuencia tan elevada de microadenomas hipofi sarios encontrados de
manera casual en la MRI reduce la posibilidad de distinguir con exactitud los tumores hipofi sarios
secretores de ACTH por medio de este estudio.
TRATAMIENTO
El cetoconazol es un antimicótico derivado del imidazol que inhibe a diversas enzimas del
citocromo P450 y disminuye con eficacia la concentración de cortisol en la mayoría de los
pacientes con enfermedad de Cushing cuando se administra dos veces al día (600 a 1 200 mg/día).
Algunos efectos adversos comunes son elevación de las transaminasas hepáticas, ginecomastia,
impotencia, molestias digestivas y edema.
El mitotano (o,p′-DDD a la posología de 3 a 6 g/día por vía oral repartidos en cuatro dosis) suprime
la hipersecreción de cortisol al inhibir a la 11β-hidroxilasa y a las enzimas que desdoblan la cadena
lateral del colesterol y al destruir a las células adrenocorticales.
Entre los efectos adversos del mitotano están síntomas digestivos, vértigo, ginecomastia,
hiperlipidemia, exantema y elevación de las enzimas hepáticas. Puede producir también
hipoaldosteronismo
. Otros fármacos son aminoglutetimida (250 mg tres veces al día), trilostano (200 a 1 000 mg/día),
ciproheptadina (24 mg/día) y etomidato por vía IV (0.3 mg/kg/h).