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Ejercicios de concentración

1. Realizar una sola tarea a la vez

Es posiblemente el ejercicio más sencillo. En lugar de contestar un email mientras atiendes


una llamada telefónica, debes acostumbrarte a enfocar tu atención en una tarea concreta y
no pasar a otra hasta que la hayas terminado.

2. Contar palabras o números

Tan fácil como coger un libro o un periódico y comenzar a contar las palabras de un párrafo
largo. Este ejercicio de concentración es ideal para hacer una pausa y lograr dirigir tu mente
a futuras tareas.

3. Practicar respiraciones de relajación

Si notas que la ansiedad está bloqueando tu mente prueba a sentarte un rato, tranquilizarte y
empezar a hacer respiraciones profundas, sintiendo el palpitar de tu corazón y el aire que
circula por todo tu cuerpo, ¡los resultados te sorprenderán!

4. Practicar la distracción controlada

Aunque suene un poco paradójico, a veces no hay nada mejor que distraer la mente durante
unos minutos, para luego volver a tomar las tareas principales, más descansado y
concentrado.

5. Meditar durante unos minutos

Se trata de lograr la concentración plena escuchándote a ti mismo durante unos pocos


minutos. Meditando conseguirás recuperar esa claridad mental que los quehaceres diarios te
han hecho perder durante la jornada.

6. Permanecer inmóvil (ejercicio antes de iniciar la rutina laboral)

Sentarte durante unos minutos, sin hacer movimientos de ningún tipo es otra práctica
excelente de relajación.

7. Entrena tu atención

Puedes entrenar tu atención mediante ejercicios como sopas de letras y crucigramas. La


atención es como un músculo y, si lo ejercitas adecuadamente, conseguirás que funcione
mejor durante más tiempo.
8. Recuerda momentos agradables (ejercicio antes de iniciar la rutina laboral)

“Recordar” es sinónimo de ejercitar la mente. Por lo tanto, no estaría nada mal que al
despertar o antes de ir a dormir recordaras con mucho detalle el último viaje de vacaciones
o aquella reunión familiar que tanto disfrutaste; sobre todo, momentos agradables que
potenciarán tu concentración de forma positiva.

9. Haz una actividad física

El ejercicio físico, por muy sencillo que sea, mejora la capacidad de concentración y de
memoria. Además, oxigena el cerebro para que este pueda retener mayor información a lo
largo del día.

10. Examina tu día

Antes de finalizar tu jornada es recomendable recordar aquellos momentos y actividades


del día en donde te sentiste productivo. Podrás repetirlo al día siguiente y esto se convertirá
en un hábito que rendirá frutos a tu concentración.

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