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El desarrollo psicomotor en los niños y niñas hasta los seis años. La psicomotricidad en el
currículo de la educación infantil. La sensación y percepción como fuente de conocimientos.
La organización sensorial perceptiva. La intervención educativa.
ÍNDICE
- BIBLIOGRAFÍA
0. INTRODUCCION.
1. EL DESARROLLO PSICOMOTOR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS HASTA LOS 6 AÑOS.
1.1. Evolución del desarrollo psicomotor hasta los 6 años: leyes que rigen el
proceso de maduración
1.1. Construcción del esquema corporal:
a) Control tónico o tono muscular.
b) Lateralidad.
c) Coordinación de movimientos.
d) Nociones espacio-temporales.
e) Control postural o equilibrio.
f) Relajación.
g) Control respiratorio.
6. LA INTERVENCION EDUCATIVA.
7. CONCLUSIÓN.
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BIBLIOGRAFÍA
Referencias bibliográficas:
Revistas
1. JUSTIFICACIÓN.
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El tema que nos ocupa: “El Desarrollo Psicomotor de los niños/as de los 0 a los 6 años,
adquiere una especial relevancia en Educación Infantil ya que es precisamente durante esta
etapa cuando el niño toma consciencia de su propio cuerpo y del mundo que le rodea y va
desarrollando su madurez global, tanto intelectual como física y afectivamente.
Como educadores, debemos saber potenciar y desarrollar sus capacidades de forma que el
niño consiga adquirir las destrezas necesarias para lograr un desarrollo integral.
2. INTRODUCCIÓN.
Por tanto, a lo largo del presente tema describiremos la evolución que sigue el desarrollo
psicomotor en los niños y niñas de 0 a 6 años, veremos cómo aparece contemplado en el
actual currículo de Educación Infantil tras la reciente reforma educativa: L.O.E. (Ley Orgánica
2/2006 de 3 de Mayo, de Educación) y analizaremos como influyen la sensación y la
percepción en el desarrollo psicomotor, describiendo en último lugar algunas pautas de
intervención docente a seguir para contribuir eficazmente al desarrollo psicomotor de
nuestro alumnado.
¿Qué entendemos por Desarrollo Psicomotor?, ¿Qué evolución sigue durante el periodo de 0
a 6 años?
El término Psicomotricidad hace referencia al dominio de las diferentes partes del cuerpo, por
tanto, podemos definir el desarrollo psicomotor como la evolución del sujeto para realizar
determinadas acciones y movimientos, así como para la representación mental e
interiorización de los mismos.
Durante los primeros años de vida, el desarrollo motor y el desarrollo mental del niño/a están
íntimamente relacionados. El niño/a va tomando poco a poco a conciencia del mundo que le
rodea y sólo puede hacerlo en relación a su propio cuerpo.
En un primer momento, el recién nacido posee actos motores reflejos que son involuntarios:
reflejo de moro, de succión… posteriormente se va pasando al dominio de movimientos
diferenciados tales como andar, correr, saltar… siendo actos voluntarios hasta que finalmente
llega a controlar músculos específicos que implican un mayor grado de coordinación:
abrochar, desabrochar, escribir, dibujar…
Un aspecto a tener en cuenta es que durante este periodo, la madurez del cerebro sigue una
evolución desde las zonas internas hacía las más externas, a este proceso se le conoce con el
nombre de telencefalización. Debido a este proceso, el desarrollo psicomotor se ajusta a unas
determinadas leyes de maduración:
Ley Céfalo- caudal: el desarrollo sigue una evolución desde la parte superior del cuerpo hacia
la inferior, controlándose antes las extremidades superiores que las inferiores.
Ley próximo- distal: según la cual, el desarrollo sigue una progresión desde el eje central del
cuerpo hacia las extremidades, controlándose antes los músculos más próximos al tronco.
Así, el desarrollo evoluciona desde el control de grandes grupos musculares a la utilización de
músculos más específicos, primero se realizan movimientos bruscos para posteriormente
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pasar a realizar manipulaciones más precisas. Esta ley explica por qué el dominio de la
psicomotricidad fina es posterior al de la psicomotricidad gruesa.
En la etapa de Educación Infantil, resulta imprescindible una adecuada educación psicomotriz
que ayude al niño/a a descubrir su cuerpo, sus posibilidades de acción así como sus
limitaciones. Para ello, ha de poseer un adecuado conocimiento y dominio de su esquema
corporal, pero, ¿qué entendemos por esquema corporal?, ¿a qué nos referimos cuando
empleamos este término?
Es esquema corporal puede definirse como la representación mental que tenemos de nuestro
propio cuerpo, de sus diferentes segmentos corporales, de sus posibilidades y limitaciones de
acción y movimiento. Ballesteros. S. (1982). “El esquema corporal”.
Podemos considerar que un esquema corporal bien definido implica:
El tono muscular es el grado de tensión y consistencia de los grupos musculares. Para realizar
cualquier movimiento o acción corporal es necesario que unos músculos alcancen un
determinado grado de tensión y que otros se relajen.
Según M. Stambak (1963) se dan esencialmente en los niños dos tipos de tono: hipertonía e
hipotonía.
- Se entiende por hipertonía el exceso de tensión y defecto de extensibilidad
- Se entiende por hipotonía el defecto de tensión y exceso de extensibilidad
Como característica general, se puede afirmar que los niño/as recién nacidos manifiestan una
hipertonía inicial en las extremidades y una hipotonía en el eje central del cuerpo que
progresivamente se va regulando.
- Y, ¿qué estrategias emplearemos en nuestra labor docente para potenciar el control tónico?
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El término lateralidad hace referencia al predominio o dominancia de un hemisferio cerebral
sobre otro. No se consigue un pleno dominio hasta los 5 o 6 años, ya que requiere un nivel de
maduración.
La clasificación más general con respecto a la lateralidad que:
c) Coordinación de movimientos
d) Nociones espacio-temporales
Las primeras nociones espaciales están centradas en el propio cuerpo (mi cabeza está arriba),
poco a poco, el niño va aplicando estos conceptos a las demás personas y objetos que le
rodean.
- Hasta los 3 años y medio o 4 conviene trabajar el aspecto vivencial en las rutinas
cotidianas, el juego y otras actividades habituales.
- A partir de los 3 años y medio o 4 deben introducirse las primeras nociones espaciales:
arriba/ abajo, dentro/fuera..,
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- Entre los 4 y los 5 años es conveniente introducir las nociones de orientación: de frente/
de espaldas, delante/ detrás, sin hablar todavía de derecha e izquierda.
- Entre los 5 y los 6 años se seguirán trabajando las nociones ya introducidas en
situaciones progresivamente más complejas.
Conviene abordar posteriormente las nociones más relativas (cerca-lejos, entre, hacia,
mediano,...) y las que implican orden espacial: segundo, tercero, cuarto.. a excepción de
primero y último.
La noción de tiempo está ligada a la de espacio. La experiencia cotidiana lleva a los niños de
forma progresiva a la interiorización de las nociones temporales.
La vivencia de los ritmos fisiológicos y de las rutinas cotidianas (comer, dormir, beber, baño,
paseo,...) aportan al niño una primera percepción temporal.
Las nociones temporales que el niño adquirirá primeramente son las más familiares: día-
noche, ayer-hoy-mañana, antes-ahora-después.
El orden y sucesión temporal se pueden trabajar a partir de actividades motrices que luego se
verbalizarán convenientemente en situaciones de la vida cotidiana: canciones, cuentos
motores, juegos motrices...entre otras.
f) La relajación
Se puede definir como el grado de distensión que en un momento determinado es necesario
dar a ciertos músculos. Puede ser global o segmentaria. En las sesiones de relajación se tendrá
en cuenta la ambientación de la sala para proporcionar a los niños una tranquilidad absoluta.
Algunos aspectos a tener en cuenta son: reducir la luz, el ruido, una temperatura agradable,
ropa cómoda, música o voz suave, etc.
g) Control respiratorio
Es necesario que el niño vaya adquiriendo unos hábitos adecuados que le permitan una buena
respiración.
Para lograr el control respiratorio utilizaremos diversos ejercicios de inspiraciones y
expiraciones tanto bucales como nasales por medio de actividades tales como: soplar
papeles, velas imaginarias, globos,...
Se trata de lograr que el niño llegue a un control adecuado de su respiración para que
llegue a convertirse progresivamente en un proceso automático.
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- El R.D. 1630/2006 de 29 de Diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas del
segundo ciclo de Educación Infantil (L.O.E.), determina en su artículo 2, la finalidad primordial
de la Educación Infantil: contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños
y las niñas. Para lo cual resulta imprescindible una adecuada Educación psicomotriz.
Para analizar cómo queda reflejada la Educación Psicomotriz en nuestro Decreto 428/2008,
de 29 de julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a
la Educación Infantil en Andalucía y la ORDEN de 5 de agosto de 2008, por la que se
desarrolla el Currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía, tendremos en
cuenta los 4 elementos básicos del mismo:
- Objetivos
- Contenidos
- Criterios metodológicos y
- Criterios de evaluación.
2.1. OBJETIVOS:
Asimismo, la consecución de las capacidades descritas tiene lugar a través de los contenidos
propuestos para su desarrollo. En este sentido, la Educación Infantil se estructura en torno a 3
áreas, debiendo ser concebidas con un criterio de globalidad y mutua dependencia entre
ellas, tal y como se establece en el artículo 8 del Decreto 428/2008 y en el anexo de la Orden
de 5 de Agosto de 2008.
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Del mismo modo, dentro del Área III. Lenguajes: Comunicación y Representación,
destacamos el siguiente bloque de contenido:
Bloque 1. Lenguaje corporal
Sin olvidar que el área de Conocimiento del entorno implica una actuación de la persona que
pone en juego procedimientos de observación y exploración.
Y en cuanto a la metodología, ¿cuáles son los criterios metodológicos a seguir para potenciar
un adecuado desarrollo motor?
- Para estimular el conocimiento del mundo que les rodea se deben presentar las actividades
motrices a modo de juegos elegidos por los/as niños/as o propuestos por el/la docente,
acompañadas de incentivos que potencien su motivación.
En toda actividad se deberán tener presentes las condiciones ambientales, procurando
espacios amplios, un material adecuado como aros, pelotas, cuerdas..., y, sobre todo, una
buena ventilación y un clima cálido, acogedor y seguro.
Se adecuarán las actividades a las características de los alumnos prestando ayuda individual a
quien lo necesite, así como fomentando actividades en grupo donde los niños se tengan que
ayudar, compartir, colaborar,...
En definitiva, se deberá seguir una metodología basada en los principios de actividad,
socialización, individualización, aprendizaje significativo, globalización, siempre con carácter
lúdico, motivando el interés de los niños.
Y por último debemos tener en cuenta que es fundamental una estrecha colaboración entre
familia y escuela con el objetivo de establecer unas pautas de actuación comunes.
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La percepción es la actividad mental que permite el reconocimiento de la sensación recibida,
es decir, la interpretación y comprensión de la experiencia sensorial.
En definitiva, hay que enseñar al niño desde muy temprano a mirar, a observar, a escuchar, a
descubrir, apropiándose de todo lo que los sentidos le pueden proporcionar, se trata de que
el niño sea capaz de interpretar, juzgar y disfrutar con las sensaciones recibidas haciendo de
ellas un uso apropiado y creativo.
Para ello, resulta necesaria una adecuada y completa educación sensorial.
En el siguiente epígrafe del tema, nº 4, daremos respuesta a esta cuestión a partir de:
La gradación sensorial no irá del umbral máximo al umbral mínimo, sino de los dos extremos
al punto intermedio.
Ejemplo: El niño distingue claramente lo muy caliente de lo muy frío, las dificultades
comienzan cuando las temperaturas son templadas o tibias.
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Las actividades para favorecer la estimulación visual irán dirigidas al reconocimiento,
identificación y diferenciación de los objetos en cuanto a la percepción de sus cualidades:
forma, tamaño, color, posición y utilidad.
En relación a la educación de las Sensaciones auditivas, hemos de destacar que este aspecto
resulta fundamental puesto que sin ellas no podría darse la comunicación oral.
Los ejercicios que se deben practicar con frecuencia son los que consisten en expresar a través
de otros sentidos y códigos lo que se percibe a través del oído, bien mediante la expresión
corporal (movimientos rítmicos, danza,...), la expresión plástica (pintura, dibujo,...), la
expresión oral: (explicaciones, descripciones..)
Algunas actividades para la estimulación auditiva consistirían en:
- Identificar ruidos hechos por el cuerpo (palmas, pitos, taconeo...)
- Ruidos de diferentes materiales (metal, cristal, madera...)
- Sonidos de diferentes fenómenos naturales atmosféricos.
- Diferenciar sonido fuerte del suave.
Con respecto a las Sensaciones olfativas, durante el primer año de vida el niño, está
espacialmente sensibilizado hacia los olores propios del ambiente donde crece, siendo muy
distintos en un medio rural, urbano, industrial, marítimo, le son muy familiares los olores de
los alimentos que toma, los de las colonias que le aplica su madre o los de los productos
higiénicos que utiliza.
Podemos distinguir entre olores agradables y desagradables. Las sensaciones olfativas se
nombran de acuerdo a las sustancias que las produce: a flores, frutas, quemado, basura,...
Algunas actividades a llevar a cabo para estimular las sensaciones olfativas consistirían en:
- Reconocer los alimentos más frecuentes por el olor.
- Diferenciar olores: colonia, vinagre, alcohol,...
- Clasificar olores agradables y desagradables.
Y finalmente, con respecto a las Sensaciones táctiles, podemos decir que el tacto es el sentido
a través del cual el niño establece los primeros contactos con el mundo.
Las sensaciones táctiles incluyen: las sensaciones térmicas, la blandura o dureza de los
cuerpos, su grado de elasticidad, la suavidad o aspereza, su pesadez o ligereza,...
Las actividades que propongamos irán encaminadas a:
- Reconocer diversas cualidades de los objetos: blando, duro, suave, áspero,...
- Distinguir al tacto diversas formas: redondeadas, cuadradas, triangulares...
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- Diferenciar la textura de distintos materiales continuos y discontinuos: agua,
arena, tierra, garbanzos, plastilina…
En definitiva, es necesaria la educación de cada uno de los sentidos ya que todos colaboran en
el conocimiento del medio y del propio cuerpo.
5. LA INTERVENCION EDUCATIVA
En definitiva, se debe motivar a los niños partiendo de sus intereses y conociendo sus ideas y
conocimientos previos para presentar actividades adecuadas a sus posibilidades. Las
actividades deben tener una duración adecuada a la edad, ser variadas, estimulantes, que
inciten a la experimentación y manipulación.
El profesor debe observar a los niños en sus juegos y actividades para detectar posibles
anomalías que pudieran producirse, valorando aspectos tales como:
- Si el niño identifica las partes de su cuerpo y el de su compañero.
- Si identifica objetos por el tacto.
- Si distingue olores diferentes.
- Si realiza movimientos torpes.
- Si tiene buena coordinación óculo-manual.
- Si coordina adecuadamente sus movimientos para evitar obstáculos.
- Si oye correctamente.
- Si tiene una lateralidad bien definida... entre otros.
7. CONCLUSION
En definitiva, hemos visto que la educación psicomotriz es fundamental para el desarrollo del
niño, ya que es la base de todos los aprendizajes. El niño a través de su cuerpo va a conocer el
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mundo que le rodea y para ello utiliza todos sus sentidos, por lo que debemos potenciar el
desarrollo adecuado de cada uno de ellos.
El/la docente estará atento a las posibilidades y limitaciones que va mostrando el alumnado
en su proceso de desarrollo con el fin de detectar posibles dificultad que pudieran surgir y
tomar las medidas oportunas para subsanarlas lo más tempranamente posible.
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