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EL TELETRABAJO EN INMENOSA

La secretaria de Juan Humanes, Director de Recursos Humanos de


INMENOSA (Industrias Metalú rgicas del Noroeste, S.A.) telefoneaba al Restaurante
Sabelkoi, para reservar una mesa para las 2 de la tarde. Juan Humanes almorzaba
con Felipe del Duro, Director Financiero de la misma empresa.
Los dos directivos conservaban la costumbre de invitarse mutuamente a
almorzar en un buen restaurante cada dos o tres meses. Juan y Felipe se dieron
cuenta de que estos encuentros al margen de la empresa eran muy gratificantes a
la par que ayudaban a solucionar los problemas entre los titulares de dos
departamentos con una gran interrelació n.
Esta vez le tocaba invitar a Juan, y había seleccionado el lugar y el menú y
también los vinos. Los dos compañ eros acudieron juntos, dieron buena cuenta del
menú , mientras se sucedían las bromas de costumbre sobre los méritos y
deméritos respectivos de sus equipos de fú tbol favoritos, y después de los postres,
iniciaron el acostumbrado repaso a la situació n de la empresa:

Juan Humanes: ¿Qué te pareció la reunión del miércoles sobre el traslado a la nueva
factoría?
Felipe del Duro: Que si se llega a hacer será un follón insigne, pero que es necesaria.
Ahora estamos bastante estrechos. Los talleres están viejos; las oficinas se han
quedado pequeñas, además están anticuadas. Hoy en día el tener aire acondicionado
no es un lujo, sino una necesidad; el aparcamiento es notoriamente insuficiente…
J.H.: ¿Y eso justifica la inversión (yo mejor diría gasto) que se va a realizar?
F.D.: Vaya, hombre, esa observación es más propia de mí que de ti ¿Desde cuando te
preocupan los gastos? Tu departamento es el que más presupuesto maneja. La
nómina se lleva un buen pellizco del presupuesto anual, eso sin contar la formación,
los planes de pensiones, los servicios sociales,…
J.H.: ¡Ya estamos en la misma de siempre Felipe! Tu problema es que encuentras
normal enterrar dinero y más dinero en ladrillos o tornillos, y parece que te duele
invertir en personas…
F.D.: No sigas que me sé la canción. En este caso el traslado el necesario, todos lo ven
así y yo también.
J.H.: ¿Y si yo te dijera que si aplicáramos una fórmula secreta, que de momento me
reservo, no sería necesario trasladarnos y que bastaría con remodelar los talleres y
las oficinas, poner aire acondicionado donde sea menester y que, incluso estos gastos,
necesarios como tú dices, los íbamos a financiar con los ahorros que nos iba a
producir mi fórmula secreta?
F.D.: Ya, lo que tú propones es reducir la plantilla. Despedir a la mitad o como decís
los de Recursos Humanos, “descontratar”, “downsizing” ¡Qué hipócritas! Despedir,
lisa y llanamente…
J.H.: Que no, que no hablo de despedir.
F.D.: ¿Entonces?
J.H.: ¿Qué te parecería si una parte de los administrativos que tenemos actualmente y
casi todo el personal comercial, que son los que utilizan el espacio en las oficinas y
que aparcan su coche en el parking insuficiente que me comentas, en lugar de
trabajar aquí lo hicieran en sus casas?
F.D.: ¿Trabajo domiciliario? No funcionaría
J.H.: ¿Por qué dices de entrada que no?
F.D.: ¡Menudos gastos! Habría que montarles un lugar de trabajo en su casa,
formarlos… además, ¿Cómo los controlas si no los ves? Y, por otra parte, a la gente no
le gusta eso de quedarse en casa. Se sienten aislados y eso de trabajar en el mismo
lugar en el que vives lleva a una confusión entre la vida privada y la actividad
laboral. Por ejemplo: un empleado está en su casa y llega una visita. ¿Qué hace, la
recibe o sigue currando?
J.H.: Eso que dices es cierto pero no es insalvable. Mira: yo te aseguro que por cada
empleado que pusiéramos en teletrabajo conseguiríamos un ahorro anual
importante.
F.D.: Suena bien pero no sé porqué no me acaba de gustar…
J.H.: Mira el tema es demasiado complejo para resolverlo ahora además hablar de
cifras es fatal para la digestión. Te propongo una cosa, este fin de semana lo piensas y
el lunes próximo nos vemos por la tarde en tu despacho o en el mío y comentamos los
pros y contras de la cuestión.
F.D.: Te advierto que yo no le veo más que contras. Aunque con pensar en ello no se
pierde nada. Pero sí que es cierto, que deberíamos de darle forma a la idea contando
con el servicio de prevención, pues va a suponer un cambio sustancial en las
condiciones de trabajo de los empleados.
J.H.: Por supuesto, el lunes lo vemos sin falta y convocamos una reunión con el
servicio de prevención y los representantes de los trabajadores.

PREGUNTAS

Como jefe del servicio de prevenció n de la empresa, te piden consejo sobre la


implantació n del teletrabajo en INMENOSA.

1. Piensa sobre las ventajas e inconvenientes del teletrabajo para los empleados
desde el modelo de Demandas-Control-Apoyo Social de Karasek: ¿Qué ventajas e
inconvenientes va a suponer la implantació n del teletrabajo desde el punto de vista
de las demandas? ¿Qué ventajas e inconvenientes desde el punto de vista del
control? Y cuá les, ¿desde el punto de vista del apoyo social?

2. ¿Qué soluciones propones para combatir este potencial factor psicosocial de


riesgo?

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