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MODULO 2 EL CEREBRO COMO ALIADO EN LAS ORGANIZACIONES

En primer lugar vamos a presentar dos casos frecuentes que suceden habitualmente en las empresas.

Juan es el director del departamento de ventas, normalmente se dedica a conseguir nuevos clientes y a
fidelizar a los que ya tiene. Para ello, necesita en su equipo personas que tengan un perfil adecuado y con
cierta experiencia en el sector de los grandes electrodomésticos, que es en el que trabajan.

Hace unos días pidió al departamento de recursos humanos que se acelerará el proceso de contratación
de un nuevo colaborador para su equipo que espera que se haga cargo de una gran cuenta ya
conseguida, para él poder dedicarse tiempo y esfuerzo a otras nuevas oportunidades. Pero el tiempo va
pasando y ayer por la tarde envió un correo con un ultimátum a recursos humanos.

Para él, esto fue lo que sucedió: Solicita a recursos humanos personal adecuado para una cuenta
importante. Recursos humanos pasa el tiempo y no contesta. Solicita a través de un correo electrónico un
ultimátum a recursos humanos. Al final del día no recibe ninguna respuesta por parte de recursos
humanos. Luis es el jefe de recursos humanos y comprende que las personas son principal valor de la
compañía y que los departamentos necesitan empleados cualificados para poder realizar bien su trabajo.

Sin embargo, los procedimientos que utilizan son ágiles, en el proceso de selección, pero no tanto en la
contratación, ya que lo hacen mediante outsourcing con una empresa de contratación externa. Además, su
pareja acaba de plantearle dudas sobre la continuidad de su relación, no es la primera vez que ocurre y
sabe que en otras ocasiones ha sido un proceso difícil en el que ha sufrido bastante.

Luis aún espera de dirección general la decisión final y la contratación de los candidatos propuestos. Para
él, lo que sucedió fue: en recursos humanos comprenden que las personas son el principal valor de la
compañía.

Los procesos de selección de personal en ese departamento son ágiles, a pesar de hacer la selección aún
no está totalmente tomada la decisión de los nuevos contratados. La contratación no depende de él, sino
de un servicio de contratación externa. Encima, Luis le envía un correo electrónico con el ultimátum, como
si él no hubiera realizado su trabajo, es consciente de que ventas se va a enfadar pero no es posible.

Es una situación frecuente en las empresas. En la cadena de servicio, cada eslabón aprieta los clientes y
proveedores internos, para atender lo mejor al posible cliente externo. Ambos han intentado hacerlo lo
mejor que sabían, aunque el resultado no ha sido el mejor.

Por una parte, Juan el director del departamento de ventas se ha expresado con datos. Luis de recursos
humanos se ha expresado con sentimientos, se ha molestado por el ultimátum al final. Ha inferido que los
de ventas se iban a enfadar.

Lo que estamos viendo son dos cerebros distintos en acción. El jefe de departamento de ventas, tiene una
dominancia de hemisferio izquierdo, y el de recursos humanos que tiene una dominancia de hemisferio
derecho. ¿Podrían haber hecho las cosas de otra manera?, o formulando la misma pregunta de otra
manera, ¿Qué hubiera pasado si Juan, el jefe de ventas, hubiera tenido una predominancia de hemisferio
derecho? Creo que si hubiese acercado más a Luis de recursos humanos y hubiera charlado con él,
quizás con un café la mano hubieran conversado. Juan le hubiera contado el problema de la importancia
de la cuenta y de la necesidad del nuevo colaborador. Y si hubiera sabido además, el problema con su
matrimonio le había preguntado por él.

Esto no significa que el nuevo colaborador estaría ya contratado, pero la disposición de recursos humanos
no habría sido tan defensiva, lo mismo se le hubiera ocurrido una alternativa. En cualquier caso, la historia
hubiera transcurrido de otra manera aunque sin garantizar otro resultado, claro.
Celia es consultora de formación y lleva la cuenta de un cliente importante en la consultoría en la que
trabaja. Le han pedido que haga un proyecto de formación para acompañar un proceso de cambio
importante en la empresa.

Celia se propone tener en cuenta la opinión de las personas que van a ser formadas sobre sus
necesidades de formación. Dedica tiempo y esfuerzo con un interés para obtener una lista propuesta en la
que además de plantear objetivos concretos y mensurables, se optimizan los recursos. Se siente
satisfecha con su trabajo y sabe que es bueno.

Sin embargo, Roberto que es el director de su departamento, al ver este dossier del proyecto de formación
sencillamente le ha dicho: "Esto no es lo que necesitan" y le ha ordenado que repita la propuesta, teniendo
en cuenta sólo la petición. inicial del cliente que sólo contempla la visión de la dirección. Celia no se atreve
a defender su planteamiento y bastante frustrada se retira sin decir nada.

Con lo que hemos visto, seguro que Celia tiene una dominancia de hemisferio derecho tiene en cuenta al
personal a formar, no se trata de ver solamente lo que necesita, sino de tener en cuenta todas las
necesidades de todos los trabajadores: la dirección, mandos intermedios y los operarios. Pero Roberto es
claramente una persona de hemisferio izquierdo, atento al detalle, quiere exactamente lo que le han
pedido, no quiere sorpresas por buenas que sean. Tampoco quiere dar feedback a Celia a la que la
considera una gran profesional. No necesita decirle nada, da por supuesto que está preparada para hacer
ese trabajo.

Los discursos sobran, probablemente, ninguno de los dos es consciente de que sus cerebros han
procesado la información de una forma distinta y han llegado a conclusiones distintas. Uno quiere saber
qué ha pasado.

La otra quiere mejorar el sistema de trabajo. Roberto, como jefe, debía haber tenido en cuenta la
dominancia cerebral de Celia, y por lo tanto saber como tenía que haberles puesto los datos y escucharla,
pero para hacer eso debería conocer alguno de los principios del neuromanagement.

Después de estas reflexiones, en este modulo se tratará de conocer un poco el cerebro, pero no
profundidad. Simplemente se explicarán breves conceptos para poder comprender la dimensión del
neuromanagement. Su instrumento básico: el cerebro.

Comenzaremos por explicar que el cerebro del hombre actual tiene un volumen medio de 1.350
centímetros cúbicos y pesa aproximadamente unos 1.400 gramos. Es proporcionalmente, el más grande
del reino animal y a su vez el más complejo. Algunas corrientes científicas sostienen que su desarrollo
comenzó cuando la línea evolutiva común de los primates y el ser humano, se dividió en dos y hasta hace
poco se creía que este proceso de evolución se había detenido.

Los seres primitivos, no sabían que tenían que adaptarse y lo hicieron naturalmente, y prepararon en
equipo para lo que necesitaban. Lo mismo debe hacer el ejecutivo moderno, el mundo ha cambiado y lo
sigue haciendo a un ritmo, tal que que la evolución natural es insuficiente, para que podamos adaptarnos.
Afortunadamente los nuevos conocimientos científicos que la revolución producida en la denominada
década del cerebro, revelan más que nunca, estamos equipados para realizar el trabajo que falta desde
una dirección consciente, actuando como artífices de nuestro propio desarrollo.

En la actualidad se sabe que el pensamiento inteligente no funciona de forma lineal, por ello, no es
necesario conocer primero el origen para luego entender lo trascendente. Se puede intuir el conjunto al
mismo tiempo que se perciben los detalles y así encontrar los puntos de conexión, se podrían diseñar los
proyectos nucleares que necesitan las organizaciones de nuestro tiempo

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