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EL ROL DEL DELEGADO.

Juan D. y sus experiencias en la Administración Pública Joven, acostumbrado a realizar diversos


trabajos, emprendedor y con toda la fuerza de avanzar pese a todas las dificultades que a diario se
le presentan. Proveniente de un hogar humilde, aprendió desde siempre que trabajar y atender las
necesidades de los más necesitados es una acción permanente que debe guiar todos sus actos. Un
día fue designado como Empleado Público, lo cual le significó una de sus mayores alegrías. En el
día y hora indicada, se presentó a trabajar y comenzó así una experiencia inédita; el primer trabajo
en relación de dependencia. Su primera pregunta fue: ¿Quién es el Patrón? Quienes le dieron la
bienvenida no sabían que contestar; uno dijo el Jefe de División; otro indicó: No, el Director; otro
exclamó: ¡No, el Gobernador!; otro expresó: ¡El Estado!; a lo cual otro agregó: entonces, tienes que
hablar con el Presidente de la Nación. En ese justo momento ingresa el Jefe de Departamento y le
dice: Buen día, bienvenido a esta oficina, tiene que firmar todos los días esta planilla antes de las
7,00 y registrar su salida a partir de las 13,00 hs. Si un día llega después de esa hora, primero tiene
que hablar conmigo y veremos si puede seguir trabajando o no y le aclaro, que si sale antes de las
13,00 va a tener muchos inconvenientes. Este señor es el Jefe del Departamento, él le indicará que
tareas tiene que realizar y todo lo que no entienda él me lo comentará. Pasaba el tiempo, Juan D.
cumplía con todas las órdenes, respetaba muchas directivas, pero otras le provocaban un rechazo
que no podía ocultar.

Juan D., primero se tomaba el trabajo de consultar con todos y cada uno de los trabajadores de su
sector de trabajo, luego, con una idea más acabada del alcance de las mismas, lo charlaba con el
Jefe, en virtud de que con su aplicación se perjudicaba a los trabajadores. Sus compañeros
empezaban a preocuparse por el destino de Juan D. y el de ellos dado que, con su acción, estaba
cambiando la idiosincrasia de la oficina y podían recibir represalias del Director dado que todos se
habían formado en el marco de la obediencia debida para con su Jefe. Pero, los trabajadores
advertían que, al tiempo, esos reclamos tenían un resultado positivo, se les informaba por escrito,
indicando que el Director lo había conseguido por iniciativa propia, es decir, estaban visualizando un
cambio que en definitiva los beneficiaba. Juan D. se había contactado con un amigo que estaba en
UPCN y así conseguía darle solución a problemáticas de índole gremial; de salud; de recreación y
otras tantas de suma importancia.

Juan D. no solo cumplía con su trabajo y colaboraba con sus compañeros de oficina; de alguna forma
se las arreglaba para conocer y ayudar a los de otras oficinas que formaban parte de la Dirección y
del Ministerio en general; pero estaba muy limitado por el tiempo y lo extenso del Organismo. Juan
D. comenzaba a sentir impotencia por no poder cumplir con todos los compañeros, tomo conciencia
de que debía profundizar la búsqueda de colaboradores. Concientizar a los trabajadores sobre la
necesidad de participar y de sindicalizarse. Busco a su amigo de UPCN, charlaron sobre estos temas
y a los efectos de intentar una etapa de cambio, organizó un torneo de fútbol entre las distintas
Direcciones del Ministerio. Se sumaron distintos compañeros y compañeras para encargarse de
varias tareas que en su conjunto permitió que los fines de semanas además de los partidos, se
compartieran almuerzos a la canasta y otras actividades en las instalaciones que disponía UPCN.

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Juan D. siguió con su actividad laboral y creciendo como activista. Un día llegaron compañeros de
UPCN para hablar con Juan D. y después se dirigieron a las oficinas para charlar con los
trabajadores, invitando a designar un Delegado/a Gremial; grande fue la sorpresa cuando todos los
compañeros expresaron "para que queremos un Delegado si ya tenemos uno del Sindicato que se
llama Víctor, que las únicas veces que lo vemos es cuando viene y pasa directamente a la oficina del
Sr. Director, se pasa una o dos horas con él y se va rápidamente porque tiene otra reunión; no integra
ninguna Comisión Directiva pero tiene un permiso especial; son muy pocas las ocasiones en que
informa algo y cuando lo hace solamente lo realiza con sus afiliados”. Con esta experiencia, todos
respondieron que no tenía sentido, que eso solo servía para cobrar sin trabajar y estar en reuniones
que no les deparaban ningún beneficio. En todas las oficinas que recorrieron, se recibía la misma
respuesta, muchos no sabían nada de Víctor, destacando que los únicos que se preocupaban por
sus problemas eran Juan D.; María E. y José Ignacio. En todos los lugares los compañeros de UPCN,
sí bien explicaron la metodología de trabajo de los Delegados de UPCN, como se elegían y las
razones por las cuales debían elegir a sus representantes, la idea no era rechazada, pero quedaba
la duda de que realmente se llevaran adelante las elecciones.

A la siguiente semana, los compañeros volvieron a recorrer las oficinas comunicando que se
convocaba a Elecciones de Delegados/as por el voto directo y secreto de los trabajadores de cada
oficina. Este hecho motivó que, en los plazos establecidos, Juan D.; María E. y José Ignacio; fueran
propuestos para Delegados/as Gremiales en todo el Ministerio. Se conformó así una lista con otros
compañeros más y todos los trabajadores votaron por tal representación, ante la sorpresa de todos
los funcionarios del Organismo que observaban con preocupación cómo se habían organizado los
trabajadores. Todos estaban convencidos que, a partir de allí, cambiaban las reglas de juego.

Analicemos la nueva realidad en el Ministerio Juan D. el líder natural del primer Cuerpo de Delegados
de UPCN en el Ministerio junto con los Delegados, fueron citados para una reunión en la Seccional,
al tiempo que por Mesa de Entradas se daba ingreso a la comunicación de la nómina de Delegados
electos, acompañada con la copia de la presentación efectuada a la Autoridad de Aplicación
(Delegación del Ministerio de Trabajo de la Nación) en el marco de la Ley Nº 23.551 y los Estatutos
de la Organización Gremial y a su vez, por secretaría privada, la Comisión Directiva solicitaba
formalmente una audiencia con el Sr. Ministro a los efectos de presentar formalmente al Cuerpo de
Delegados Gremiales recientemente elegidos y convenir una agenda de trabajo que permita el
tratamiento de toda la problemática que existe en el Organismo desde hacía mucho tiempo. Todo
esto causó mucha inquietud en todo el nivel de conducción política del Ministerio. Ante esta nueva
realidad, Juan D, reunió a sus compañeros Delegados a los efectos de elaborar un informe y
establecer un orden de prioridades para conversar con la Comisión Directiva. Comienza la reunión
con palabras de bienvenida del Compañero Secretario General de la Seccional; del Secretario
Adjunto; del Secretario Gremial y de otros compañeros y compañeras de la Comisión directiva. Se
analiza la problemática expuesta por el Cuerpo de Delegados y los contenidos del Informe. A los
efectos del temario de la audiencia, se conviene comenzar la exposición con el tema más
preocupante y solicitar la conformación de una agenda de trabajo para el tratamiento del mismo y del
resto de los temas que por escrito se le entregaría al Ministro. Por otra parte, se avanza sobre el
funcionamiento del Cuerpo de Delegados en el Ministerio y el interno de la Seccional, para consolidar

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y acentuar el crecimiento alcanzado, a partir de encuadrar en tres ejes básicos: 1.- Lo Orgánico -
Institucional. 2.- La Capacitación. 3.- La planificación. En un todo de acuerdo con las políticas que
lleva adelante la Seccional, en el marco de los fines y objetivos de la UPCN en su conjunto.

El proceso de comunicación que se estableció, permitió, por sí solo, ordenar la reunión, desarrollar
y profundizar todo el temario previsto más la adopción de un esquema de trabajo en equipo, en el
marco de una interrelación orgánica de funcionamiento. Y así hemos culminado la historia de Juan
D., sigamos avanzando con el rol del Delegado y las normativas que custodian y amparan su
accionar.

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