El principio de funcionamiento es relativamente sencillo: el alternador es un dispositivo
que, al girar, genera en su interior una corriente alterna mediante inducción electromagnética; para girar, el alternador va conectado al motor a través de la correa auxiliar o de accesorios.
2. Partes constitutivas.
El alternador está formado por:
• Polea: es la que recibe la fuerza mecánica procedente del motor térmico de combustión a través de una correa, normalmente poli V. Esta polea va unida al eje del alternador y se encarga de mover el rotor que hay en su interior y, también, de mover también al ventilador que va situado en el interior en los alternadores de última generación. • Rotor (inductor): es la parte móvil del alternador, está formada por un electroimán que recibe corriente desde el regulador a través de unos anillos rozantes situados en el eje. Este electroimán produce un campo magnético, ante el cual, reaccionan las bobinas del estátor (parte fija) produciendo la corriente eléctrica. • Regulador: es el encargado de mantener una tensión máxima de salida del alternador de 14,5 voltios y regular los amperios que necesita la batería. • Estátor (inducido): es la parte fija sobre la que se encuentra el bobinado trifásico. Éste puede estar constituido en forma de estrella o de triángulo. • Puente rectificador de diodos: es el elemento encargado de rectificar la corriente de salida del alternador (ya que ésta es alterna) haciendo que se convierta en continua y sea factible para el uso en el automóvil.
3. Donde se utilizan o para que nos sirven.
El alternador de un vehículo es un dispositivo diseñado para proporcionar corriente eléctrica, la cual se destina a recargar y mantener la carga de la batería, así como a suministrar corriente a todos los sistemas eléctricos que lo requieran, como la iluminación, la climatización, etcétera. Antes del alternador existía la dinamo, sistema que paulatinamente fue siendo sustituido por el alternador a partir de los años 70. En la actualidad, los vehículos incorporan gran cantidad de componentes que requieren alimentación eléctrica. De no ser por los alternadores actuales, muchos de estos sistemas no podrían funcionar correctamente, al tener necesidades eléctricas muy exigentes.
4. Bajo qué criterios escogemos la máquina adecuada.
Para probar el funcionamiento de un alternador, se debe verificar que la energía de salida sea eléctrica y continua. Esta verificación se puede llevar a cabo mediante instrumentos de medición eléctrica, como un multímetro o tester, ya que no solo mide la intensidad de corriente, sino que detecta intermitencias y amperajes.
El cable de estos instrumentos de medición se debe conectar a la salida del alternador
para medir el voltaje, el cual debe ser constante y con un valor numérico similar. En caso de que no ocurra, la medición revela que hay un desperfecto dentro del alternador, como cortocircuitos en la parte de bobinado o fallas en los diodos.