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Hay dos tipos de síndrome de Cushing: el endógeno y el exógeno. El Cushing endógeno se caracteriza por
una producción de cortisol en exceso dentro del organismo, en tanto que el Cushing exógeno se presenta
como consecuencia de un factor externo al organismo, usualmente el consumo de esteroides con función
análoga a la del cortisol, como son los esteroides que se utilizan para tratar enfermedades inflamatorias como
el asma y la artritis reumatoide; el Cushing exógeno es temporal y cede una vez se suspende la terapia con
esteroides.
Tratamiento
En el caso del síndrome de Cushing debido al uso exógeno de esteroides sistémicos, la interrupción de estos
esteroides debe ser la primera línea de tratamiento. En el caso de la enfermedad de Cushing, la resección
tumoral transesfenoidal es el tratamiento inicial óptimo. Sin embargo, tal procedimiento tiene una tasa de
remisión inicial de 60-80% y una tasa de recaída de hasta 20% en 10 años. Después de la resección del tumor
pituitario, los pacientes necesitarán un reemplazo glucocorticoide.
La radioterapia hipofisaria es una terapia de segunda línea para la enfermedad recidivante después de la
resección transesfenoidal del tumor o como terapia de primera línea para candidatos no quirúrgicos, y ha
demostrado dar lugar a una remisión de 50-83% de 6 a 60 meses después del tratamiento, sin embargo, la
deficiencia de hormona pituitaria es una consecuencia después de 2 años en un tercio de los pacientes.
Los adenomas secretores unilaterales de cortisol se pueden tratar con adrenalectomía unilateral. En pacientes
con hiperplasia suprarrenal macronodular bilateral o enfermedad adrenocortical nodular pigmentada primaria
se puede tratar con adrenalectomía bilateral. Los tumores secretores de ACTH ectópicos deben ser resecados
quirúrgicamente, seguidos por reemplazo glucocorticoide y mineralocorticoide.
En algunos pacientes con Cushing muy severo y abierto (por ejemplo, hipertensión hipocaliémica difícil de
controlar o psicosis aguda), puede ser necesario introducir terapia médica para controlar rápidamente el
exceso de cortisol durante el período previo a la cirugía. Del mismo modo, los pacientes con carcinomas
glucocorticoides que producen metástasis pueden requerir tratamiento farmacológico antiglucocorticoide a
largo plazo. En el caso del síndrome de ACTH ectópico, en el que el tumor no se puede localizar, uno debe
sopesar cuidadosamente si el tratamiento farmacológico o la adrenalectomía bilateral es la opción más
apropiada, con este último facilitando la curación inmediata pero requiriendo un reemplazo corticosteroide de
por vida. En este caso, es de suma importancia asegurar el seguimiento regular de imágenes para la
identificación de la fuente ectópica de ACTH.
Los agentes orales con eficacia establecida en el síndrome de Cushing son metirapona y ketoconazol. La
metirapona inhibe la síntesis de cortisol al nivel de 11β-hidroxilasa, mientras que el medicamento
antimicótico ketoconazol inhibe los primeros pasos de la esteroidogénesis. Las dosis iniciales típicas son 500
mg cada 8 horas para metirapona (dosis máxima, 6 g) y 200 mg cada 8 horas para ketoconazol (dosis máxima,
1200 mg). El mitotano, un derivado del insecticida o, p'DDD, es un agente adrenolítico que también es eficaz
para reducir el cortisol. Debido a su perfil de efectos secundarios, es más comúnmente utilizado en el contexto
de ACC, pero el tratamiento de dosis baja (500-1000 mg/d) también se ha utilizado en Cushing benigno. En
casos graves de exceso de cortisol, el etomidato, un agente que bloquea de forma potente 11β-hidroxilasa y
aldosterona sintasa, se puede utilizar para reducir el cortisol. Se administra mediante infusión intravenosa
continua en dosis bajas y no anestésicas.
Después de la extirpación exitosa de un tumor que produce cortisol o ACTH, el eje de HPA permanecerá
suprimido. Por lo tanto, el reemplazo de la hidrocortisona debe iniciarse en el momento de la cirugía y
disminuir lentamente después de la recuperación, para permitir la adaptación fisiológica a los niveles
normales de cortisol. Dependiendo del grado y la duración del exceso de cortisol, el eje de HPA puede
requerir muchos meses o incluso años para reanudar la función normal y a veces no se recupera. En general,
el síndrome de ACTH ectópico muestra la mejor tasa de recuperación (80%) y el de Cushing suprarrenal tiene
la más baja (40%), con la enfermedad de Cushing intermedia (60%).
Bibliografía
Adrenal gland disorders. Jameson J, & Fauci A.S., & Kasper D.L., & Hauser S.L., & Longo D.L., & Loscalzo
J(Eds.), (2020). Harrison's Manual of Medicine, 20e. McGraw Hill.
https://bibliodig.uag.mx:2205/content.aspx?bookid=2738§ionid=227559717