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Lo que Dios le pide a la Renovación Carismática hoy

I. Ser auténticos discípulos y misioneros de Cristo y embajadores del


Espíritu Santo.
Un discípulo y misionero es alguien que ha tenido un encuentro con
Jesús que:

 ha tocado y cambiado profundamente su vida


 y que se reconoce enviado a dar testimonio de Jesús a los
demás.

Aparecida 29
Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier
persona, haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha
ocurrido y darlo a conocer con nuestra apalabra y obras es
nuestro gozo
El encuentro con Jesús nos transforma y nos pone en movimiento
No se trata de conformarse con la búsqueda de un bienestar egoísta.
Un riesgo en los carismas es usarlos solo para buscar paz interior y
alivio y no una verdadera transformación de la vida y un verdadero
compromiso con los demás.
Hech 10, 38
Jesus, ungido por el Espírtu Santo, pasó “Haciendo el bien”.

Jesús no nos llamó a sentirnos bien, sino a hacer el bien.


Santa Faustina.
Tuvo un encuentro con Jesús, quien le mostró su misericordia pero no solo para
que ella la experimentase y la conociese sino para que ella fuera apóstol,
testigo, de su misericordia.

Por eso ella le pedia.


Que tu misericordia pase a través de mi corazón al prójimo (PEDIRLO)
(ser un canal de la misericordia del Señor)
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo
jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma
de mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las
necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás
hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y
perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de
buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí
las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me
apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi
reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo
sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré
sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad.

Tú Mismo me mandas ejercitar los tres grados de la misericordia.


El primero: la obra de misericordia, de cualquier tipo que sea.
El segundo: la palabra de misericordia; si no puedo llevar a cabo una obra de
misericordia, ayudaré con mis palabras.
El tercero: la oración. Si no puedo mostrar misericordia por medio de obras o
palabras, siempre puedo mostrarla por medio de la oración. Mi oración llega
hasta donde físicamente no puedo llegar.
Oh Jesús mío, transfórmame en Ti, porque Tú puedes hacer todo.

La obra de Misreicordia por excelencia de la Iglesia es la


EVANGELIZACIÖN EN 14
EG 20
Papa Francisco, en su Exhortación apostólica Evangelii Gaudium,
sobre el enuncio del evangelio en el mundo actual
La alegría del Evangelio es una alegría misionera. (No la alegría de
sentirse bien, con un Cristo que me resuelve todo y que me tiene sin
problemas. El nos da la paz, pero no nos deja en paz)
Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino
que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este
llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas
las periferias que necesitan la luz del Evangelio.

 Discernir el llamado particular. ¿Qué lugar estoy llamado a


ocupar en el Cuerpo de Cristo, que servicio?
 Salir de la propia comodidad y atreverse a dejarse mover por el
Espíritu Santo
Vencer los riesgos (Michelle Morán, presidenta de la ICCRS)
Lamentablemente en muchos lugares la madurez en el Espíritu
significa que nos hemos vuelto viejos, cansados y
autosuficientes. Entonces, por desgracia, seguimos haciendo las
mismas cosas de siempre y de la misma manera. Necesitamos
que el Señor nos conduzca hacia adelante con vitalidad y
dinamismo.

La obra del Espíritu requiere de líderes dóciles y humildes.


II. Para un carismático, el ser discípulo y misionero del Señor tiene el
añadido de ser embajador del Espíritu Santo.

 Misión: Comunicar el Espíritu Santo


-Él es quien evangeliza el corazón,
-quien trae el amor de Dios
-y revela a Jesús como Señor

 Evangelización profética y carismática Hech 19,44


“Estaba Pedro hablando cuando el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que estaban escuchando la Palabra.”

 Renovar la Unción. Sal 92,11


“Aceite nuevo derramas sobre mi”
Renueva tu unción por la oración, palabra, eucaristía, adoración

 Llena tu vida de aceite. 1 Sam 16,1


“Dijo Yahvé a Samuel (Dios te dice a ti):
¿Hasta cuándo vas a seguir llorando por Saúl? (problemas)
Yo he elegido a un nuevo rey (Tengo un plan de salvación para
ti) Llena tu cuerno de aceite (unción) y vete (envío)

No sabemos futuros cuantos profetas, cuantos futuros servidores,


sacerdotes, están en esos hogares que esperan ser visitados por el
Espíritu Santo.
Yo soy en gran parte fruto de misioneros.
¿Vamos a dejar que sean los protestantes los que toquen las puertas
de esos hogares que están sedientos de la Palabra de Vida

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