Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ELABORACIÓN
VALIDACIÓN PEDAGÓGICA
DISEÑO DOCUMENTO
» Identifica los supuestos históricos, teóricos, éticos y epistemológicos que fundan el Trabajo
Social.
» Establece una comunicación oral y escrita adecuada con sus interlocutores a través de
diversos medios y soportes.
Analizan los orígenes del Trabajo Social a nivel mundial como base de su interpretación histórica-
contextual.
El Trabajo Social es una profesión que se enmarca dentro de los contextos sociales que tienen
lugar en el mundo. Al ser una disciplina que trabaja desde lo social, la evolución, problemáticas y
elementos históricos han permeado y dibujado el quehacer profesional desde su surgimiento.
Ahora bien, es importante destacar que la “ayuda social” es un elemento transversal de la historia
de la humanidad. Las plataformas de ayuda social hablan desde siempre, de la necesidad del
hombre por preocuparse del prójimo, de establecer acciones que permitan un bienestar común,
por lo que la historia entonces es también la historia de la profesión.
EDAD MEDIA.
La asistencia al necesitado moralmente establecida como buena, toma formas en los contextos
históricos en los que se desarrollan. Principalmente en la Edad Media encontraremos las primeras
formas organizadas de la cultura occidental para hacer frente a las necesidades del otro. Se trataba
en ese contexto, de un mandato divino, que obligaba a las personas a estar pendiente de las
necesidades de los más pobres con el objetivo teológico de la salvación, no es una acción dirigida
a “ayudar al otro”, sino más bien con el fin de “ayudarme a mí”. Desde la Iglesia, se realizaron
múltiples intentos (algunos de ellos con bastante éxito) por organizar esta asistencia social
voluntaria que era ejercida mayormente por personas de una situación económica privilegiada
para dar paso a una comprensión mayor del fenómeno de la necesidad.
S. XX - ACTUALIDAD
Desde entonces, le compete al Trabajo Social estar atento a los procesos históricos. Avanzando en
el siglo XX, las transformaciones sociales en el mundo e hitos históricos como guerras mundiales,
han generado que la noción de “ayuda” que en un primer minuto histórico marco la profesión, de
un salto cualitativo para entender la necesidad de trabajar desde los ejes de justicia social y dignidad
humana, pilares centrales de la profesión en la actualidad.
Como profesión, el Trabajo Social también se nutre de elementos teóricos que le san sustento a
su práctica. Estos supuestos teóricos, constituyen las bases frente a las cuales establecemos nuestra
intervención.
Al respecto, es preciso indicar los variados campos de acción profesional que demanda el trabajo
social de hoy: instituciones públicas, privadas, organizaciones informales, etc., le dan a nuestra
profesión u n abanico amplio de ejercicio profesional. Estas diversas actividades del quehacer
profesional lo ubican a modo de tendencia en el campo de las políticas sociales. Es ahí, donde
encontramos un acervo mayor en nuestra práctica, ejecutamos políticas sociales que apuntan a
satisfacer las necesidades de las personas que acuden a dichas instituciones.
Si bien lo anterior aparece como una tendencia propia del trabajo social es necesario detenerse
para analizar de manera más reposada estos alcances. Si bien el Trabajo Social puede ejecutar
políticas y programas sociales, se espera en función del carácter profesional, que su intervención
no se limite sólo a ese plano, sino que avance en la búsqueda de nuevo conocimiento.
Ese es un nicho importante para el Trabajo Social, son pocas las profesiones que permiten un
contacto tan cercano, verídico y recurrente con las necesidades sociales como lo es el Trabajo
Social. Se está en la realidad y se conoce en la mayoría de los casos (por el diagnóstico que se
realiza) las causas o situaciones de base que subyacen esos problemas. Es necesario entonces,
que el Trabajador Social apunte su mirada no solo a este rol ejecutor, sino que comprenda y actúe
a un nivel de generar ese conocimiento a partir de la organización y sistematización de su
conocimiento.
La importancia de este proceso de generar teoría desde el Trabajo Social se entiende como un
aporte al desarrollo no solo de la profesión, sino que también al diseño de políticas públicas que
apunten a un diagnóstico más certero de la realidad:
TRABAJO SOCIAL
NUEVOS CONOCIMIENTOS
PRÁCTICA PROFESIONAL
Tenemos entonces que, desde el Trabajo Social se interviene en las problemáticas sociales a partir
de una práctica profesional, lo que se espera, entonces, es que desde esa práctica profesional se
enriquezca a la profesión a partir de la producción de nuevos conocimientos. Ese es el desafío.
Toda profesión tiene un marco ético que es la base de su quehacer. El trabajo social como
disciplina que trabaja directamente con las personas y su entorno ha desarrollado un cuerpo de
principios que deben orientar la intervención y que se constituyen en un marco que debe considerar
todo profesional del área. La Federación Internacional de Trabajadores Sociales y la Asociación
Internacional de Escuelas de Trabajo Social en Adelaida, Australia en octubre 2004 elaboro un
documento denominado: “Ética en el Trabajo Social, Declaración de Principios”, en el cual se
establecen una serie de indicaciones para el actuar profesional que revisamos a continuación.
DERECHOS
HUMANOS Y JUSTICIA
DIGNIDAD SOCIAL
HUMANA
Trabajar la
solidaridad.
El trabajo social se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona, y a los
derechos que de ello se desprenden. Los trabajadores sociales deben apoyar y defender la
integridad y bienestar físico, psicológico, emocional y espiritual de cada persona. Esto significa:
C. Tratar a cada persona como un todo: Los trabajadores sociales deben intervenir con la
persona en su totalidad, con la familia, la comunidad, y el entorno social y natural, y tener
en cuenta todos los aspectos que influyen en la vida de una persona.
Justicia Social:
Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de promover la justicia social, en relación con
la sociedad en general, y con las personas con las que trabajan. Esto significa:
C. Distribuir los recursos equitativamente: Los trabajadores sociales deben asegurarse de que
los recursos a su disposición se distribuyen de forma justa de acuerdo a la necesidad.
D. Oponerse a las políticas y acciones injustas: Los trabajadores sociales tienen el deber de
llamar la atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la sociedad en general
sobre aquellas situaciones en las que los recursos son inadecuados o cuando la
distribución de recursos, políticas y prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales.
Como ya hemos señalado, desde siempre ha existido una discusión en relación a las dificultades
para relacionar la teoría y la práctica, donde el Trabajador Social tiende a privilegiar la práctica,
generando escaso cuerpo teórico que permita retroalimentar esa práctica. De ahí la importancia
de avanzar en debates epistemológicos, es decir, qué y cómo conocemos, cómo generamos
cambios, lo que supone la discusión de objeto y sujeto del Trabajo Social.
Las formas en las que se ejerce la ayuda también han sufrido modificaciones, dadas principalmente
por quienes ejercen la ayuda, las características de las problemáticas que surgen y los valores
sociales en el contexto en el que se dan.
La solidaridad tanto vecinal como familiar es la primera que actúa en esta época cuando una
persona tiene necesidad. Se le entrega ayuda en cultivos, vivienda y si existe una persona viuda,
se la acoge junto a los huérfanos dándole hospitalidad permanente. Por otra parte, existe de
manera recurrente la práctica de la limosna, fundada en la caridad y que era ejercida por los
burgueses acaudalados, nobles, obispos, entre otros.
Las organizaciones vecinales se constituyen como base para formas de ayuda de carácter colectivo.
También desde la iglesia surgen los conventos y monasterios como fuente de cumplimiento de
acciones altruistas. También surgen los gremios, que eran corporaciones formadas por los
maestros, oficiales y aprendices de una misma profesión u oficio, regidos por estatutos. Ellos
establecían mecanismos de protección para sus miembros ante situaciones de necesidad por
medio de cuotas que eran aportadas por sus afiliados. Es la forma de ayuda que se conoce como
previsión.
Los señores feudales también entregaban protección a los vasallos que formaban parte de su
feudo, sin embargo, también existía una relación de explotación hacia ellos, por lo cual, las
acciones de protección eran privativas del señor feudal, sin un criterio o sistematicidad en su
entrega.
Sin embargo, una de las ayudas al necesitado que con más fuerza vemos en este periodo son las
acciones caritativas. Sus beneficiarios eran los excluidos de las familias, los feudos y los gremios,
y cuyo ejercicio era realizado directamente por los ciudadanos mediante albergues o casas de
misericordia. Estas formas de ayuda, hoy menos vistas, estaban ligadas a lo eclesiástico y a la firme
convicción de piedad, fundadas en la iglesia y en el mandato teológico de la ayuda al más
necesitado como forma concreta de ejercer el cristianismo, en este sentido, el amor al prójimo se
debe traducir en acciones concretas: atención a hambriento, al sediento, al enfermo, al
encarcelado, entre otras.
En esta época también, encontramos las primeras leyes en relación a la pobreza, sin embargo,
estas no tenían una dirección de abordaje del fenómeno, por el contrario, se intenta impedir la
mendicidad de aquel que consideran valido para trabajar y que, por distintas razones, no lo hace.
En ese sentido, entonces, los pobres eran tratados igual que si fueran ladrones u otro tipo de
delincuentes.
EDAD
MEDIA
FEUDALISMO CARIDAD
» Relaciones de sumisión. » Raíces cristianas.
» Explotación económica. » Ejercicio de la limosna.
» Hospitales y albergues
» Débil protección social.
eclesiásticos.
Ante este contexto, el Estado trata de reprimir la pobreza, fortaleciendo las políticas represoras de
las épocas anteriores y se comienza a pensar también que el Hombre que este desvalido no puede
depender de las ayudas del prójimo o de instituciones eclesiásticas, se intenta entonces, generar
una política pública que pueda cubrir las necesidades. Se generan las primeras legislaciones al
respecto, en Holanda donde se convierten centros de asistencia caritativa en organismos públicos
de beneficencia.
Los monarcas se ven obligados a generar normas sobre ayuda a las pobres, se insiste que están
directamente ligadas a la caridad y relacionada con lo que indica la Iglesia. En este contexto,
España fue uno de los primeros países en dictar normativas al respecto, las cuales se señalan a
continuación:
Este ordenamiento es el primer intento por regular la problemática. Insiste que, junto con
los pobres, hay muchas personas holgazanas y que se requiere de su abordaje por el temor
a enfermedades e infecciones sanitarias. Las medidas concretas que se toman son:
Esta legislación establece la obligación de los españoles a ser justos y benéficos, poniendo
a cargo de los ayuntamientos (símiles a las Municipalidades de hoy) el cuidar de los
hospitales, hospicios y demás establecimientos de beneficencia. Esta legislación es
importante, toda vez que el sistema público de ayuda social se descentraliza, y entrega
facultades a las localidades.
El financiamiento de estas acciones se realiza con un fondo común compuesto por recursos
públicos y privados.
Aun cuando se produce este cambio en la concepción de quien debe hacerse cargo de los
necesitados, no vemos en este periodo acciones estatales dirigidas a enfrentar las problemáticas
que están a la base de la desigualdad y que generan desequilibrios en la distribución de riquezas.
Aun se entiende la pobreza como algo que es normal que se de en una sociedad, donde existen
ricos y pobres, por lo que la acción era paliativa en función de un momento y circunstancia
determinada.
Aquellas personas en situación de marginalidad debían esforzarse parta salir de esa situación e
insertarse en la vida laboral, entendiéndose que para la mayoría de estas personas resultaba
cómodo el estilo de vida que llevaban en función de las prestaciones que se les entregaban. Lo
que se quiere entonces, es una cierta mantención de esta masa de personas que pudieran ser
constitutivas de mano de obra al servicio de la clase burguesa.
Junto con ello, el desarrollo industrial de la segunda mitad del siglo XIX provoca un agravamiento
de la situación de marginación, sobretodo en la periferia de las ciudades, producto de la creciente
industrialización y migración masiva de personas del campo a la ciudad, lo que trae consigo,
crecimiento de las ciudades y miseria. En este contexto, la clase burguesa observa con
preocupación este fenómeno e impulsara (desde una lógica asistencial) acciones para aminorar
los efectos de este grupo de personas, observándolas como un peligro para su estilo de vida y
calidad de vida en las ciudades.
Se mantiene entonces, la filantropía, pero esta vez no ligada estrechamente a la acción eclesiástica,
sino que más bien laica y que apuntaba ya no solo a la entrega de ayuda a las personas en
particular (como lo era a través de la limosna), sino que más organizada, a través de medidas de
alcance general, a través de instituciones de carácter benéfico, que entregaban ayuda a los que
necesitaban. Si bien se continúa con estas prácticas, se puede indicar que en este periodo se
avanza en visualizar al individuo con necesidad de ayuda que sean más duraderas en el tiempo.
Mayor profundización en este contenido lo veremos más adelante, cuando nos adentremos en la
etapa de la Revolución Social y la consiguiente Cuestión Social, que marca un hito en función de
las necesidades y problemáticas que encontramos en ese periodo.
EDAD
CONTEMPORÁNEA
Por medio del siguiente mapa conceptual, se destacan las ideas clave de esta semana:
Históricos
Éticos
Trabajo Se funda en Ayuda
Social supuestos Social
Teóricos
Epistemológicos
En este video encuentras mayores antecedentes sobre los principios éticos del
Trabajo Social:
https://www.youtube.com/watch?v=R4wt0Noix50
Video
http://revistas.um.es/medievalismo/article/view/91641
Presentación
A través de los contenidos de este material, hemos podido identificar los supuestos del Trabajo
Social, indicando que toda profesión tiene a su haber marcos que constituyen ejes sobre los cuales
se desarrolla su quehacer.
Los supuestos históricos, nos permiten identificar al Trabajo Social estrechamente ligada a los
procesos sociohistóricos que tienen lugar y que, a partir de ahí, surgen los nuevos escenarios del
quehacer profesional.
Los supuestos epistemológicos nos permiten identificar cómo conocemos aquello que intervenimos,
elemento central de toda actividad que no sea activismo, sino que una acción metodológica,
secuencial y con un sentido que marca la diferencia entre el quehacer profesional de otro.
Los supuestos teóricos, nos sitúan dentro de la línea de establecer necesariamente una visión
integradora de los fenómenos, sobre los cuales intervenimos, entendiendo, desde distintos
referentes, por qué se producen y cómo se desarrollan.
Por último, los supuestos éticos sitúan a la profesión en un marco de acción profesional con
principios que guían el accionar y que son pilares, entendiendo que el Trabajo Social se mueve en
el campo de acción con personas. De ahí su necesidad de desarrollar estos principios.
Ahora bien, hemos distinguido también que nuestra profesión surge en su protoforma de acción
social en la edad media, cuando surgen con mayor institucionalidad las acciones sociales, ya sea
derivada del mundo eclesiástico y donde poco a poco se fue advirtiendo la necesidad de ampliar
esa mirada, desde lo asistencial, a lo promocional.
CABALLERO, Lily, “Un enfoque teórico metodológico para la práctica del profesional del
Trabajo Social”, en: Revista Trabajo Social N°8. Pontificia Universidad Católica. Chile,
1981
NETTO, José Paulo (2000 b) “Método y teoría en las diferentes matrices del Servicio Social.
Borgiani, Elizabete y Montaño Carlos (Orgs) Metodología y Servicio Social. Editora Cortez.
São Pablo, Brasil
MONTAÑO, Carlos (1998) La Naturaleza del Servicio Social: Un ensayo sobre su génesis,
su especificidad y su reproducción. Editorial Cortez. São Paulo. Brasil.