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Semana 7 Bases Del Trabajo Social
Semana 7 Bases Del Trabajo Social
ELABORACIÓN
VALIDACIÓN PEDAGÓGICA
DISEÑO DOCUMENTO
2.12.-Caracteriza las fases del proceso metodológico en la intervención del Trabajo Social.
2.14.-Distingue los modelos de actuación profesional a lo largo de la historia del Trabajo Social
como profesión.
2.15.-Establece una comunicación oral y escrita adecuada con sus interlocutores a través de
diversos medios y soportes. (C)
1. CONCEPTO DE INTERVENCIÓN:
Con el propósito de adentrarnos en lo que es la Metodología propia del Trabajo Social, conviene
hacer una precisión conceptual acerca de que entendemos por Intervención.
La intervención puede ser definida como el conjunto de acciones que tienen un sentido planificado
que se orientan a dar respuestas a determinados problemas y necesidades no resueltas de una
persona. Dicho esto, es necesario enfatizar que la intervención como tal, tiene un propósito y está
siempre mediada por una teoría que sustenta la fundamentación del porque se realizan esas
acciones y no otras.
Por otra parte, la intervención supone también un encuentro entre lo objetivo y lo subjetivo, lo
abstracto y lo concreto, la práctica y la teoría. Lo anterior, considerando que el profesional que
interviene también es parte de un sistema social. Con vivencias, constructos y elementos que se
ponen en juego para hacer la “comprensión” del otro en relación a un problema determinado.
De ahí que generar una intervención supone la coexistencia de subjetividades, y que, desde ese
punto de vista, requiere una rigurosidad teórica y metodológica que permitan relevar en esta
relación (trabajador social-persona) al sujeto, con sus propias concepciones, verdades y formas de
entender el problema que se expone.
El método está directamente relacionado con los objetivos que se quieren alcanzar, por lo que no
es algo estático, sino que se van nutriendo de los resultados que alcanza con su ejecución. Así, un
procedimiento está directamente relacionado con una acción analítica, no es la ejecución de
acciones sin una dirección. Por el contrario, un método siempre es ordenado y apunta a alcanzar
algo previamente pensado.
Ander Egg, en su libro “Metodología del Trabajo Social”, define la metodología como el conjunto
de operaciones para conocer y actuar. En este contexto, la metodología propia del trabajo Social
está compuesta de cuatro fases:
A. Diagnóstico
B. Planificación
C. Ejecución
D. Evaluación
Cada una de estas etapas que forman la metodología de la profesión, tienen métodos y técnicas
que utilizan para llevar a cabo sus objetivos.
Es necesario indicar, que, si bien se presentan estas cuatro fases de manera consecutiva, no
necesariamente tienen un desarrollo lineal, en función de las características de la práctica, de la
realidad dinámica en la que intervienen los Trabajadores Sociales. En ese contexto, se apuesta por
una relación no lineal, sino más bien dialéctica del proceso metodológico. Ejemplo de ello, es
que, en el proceso diagnóstico, uno también está ejecutando acciones o bien, estando en proceso
de intervención, se detectan otros elementos no pesquisados en la etapa de recolección de
información, que hace que nuevamente se vuelva a una etapa diagnostica.
Luego de esta recogida de información, se debe interpretar para determinar el tipo de intervención
más adecuada para modificar las situaciones que requieren intervención. Importante en esta etapa
es la objetividad, asociada a una evaluación profesional de las necesidades, problemas y
capacidades de las personas.
B. Identificación de factores causales. Interesa conocer cuáles son las causas del problema
para intervenir sobre los efectos o consecuencias del problema. También es importante
conocer los factores de riesgo, es decir, el grado de consecuencia que pueden tener pata
los sujetos que están vivenciando ese proceso.
3.2. Planificación:
B. Se deben plantear objetivos que sean posibles de alcanzar. Muchas veces, las
intervenciones son fijadas en relación a objetivos altamente ostentosos en relación a su
logro, por ello, es importante recordar que no siempre es posible generar un proceso de
transformación general de la situación de la persona, sino más bien, establecer una mirada
al cambio frente a la situación en la que se encuentra, potenciando sus recursos personales
para hacer frente a las otras problemáticas que puedan devenir.
3.3. Ejecución:
Para llevar a cabo esta ejecución, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
A. Administrar, es decir, guiar y controlar los esfuerzos para el logro de los objetivos fijados,
lo que conlleva a coordinar recursos disponibles para aprovecharlos de la mejor manera.
B. Organizar las actividades que se van a ejecutar para el logro de los objetivos
D. Establecer un seguimiento de las acciones que se han llevado a cabo y el impacto de estas
en los objetivos.
A pesar de que esta etapa de ejecución implica llevar a cabo lo ya planificado, es de vital
importancia que éstas tengan un análisis constante, ya que nos permita también ir visualizando de
qué manera este conjunto de acciones están apuntando de manera directa y eficaz a los objetivos
propuestos.
Los aspectos que se pueden medir son el resultado, es decir, el grado y naturaleza del logro en
relación al objetivo trazado. Por otra parte, se puede medir el impacto, es decir, el efecto que el
resultado obtenido ha producido en la persona(s) que han participado del proceso.
Cabe señalar que en función del momento en el que se aplica, una evaluación puede ser:
C. Evaluación ex post, que tiene como objetivo medir los resultados, procesos y dificultades
que ha tenido el proceso de intervención llevado na cabo.
Toda esta información con el objetivo de que la ficha sea propia de un solo sujeto de
intervención, el cual va a englobar a un sistema familiar, que se detallara.
Es importante tener estos datos en el registro, ya que puede ocurrir que se requiere contar
(ante alguna situación) de un conocimiento más extenso de la persona que solicita atención
» Situación Habitacional. Espacio donde se describe todos los datos referentes a la vivienda,
de la persona y su familia. Se debe destacar hechos que son significativos, los cuales
podrían explicar ciertos problemas o comportamientos (salud, sociales, laborales,
enfermedades, adicciones, etc.).
La Historia Social es un documento constituido por las características individuales de los miembros
de una familia en su trayectoria educativa, económica, laboral, de salud, etc., incorporando
también las relaciones existentes entre ellos y con el entorno social en que están insertos.
Aunque es posible consignar que la Historia Social mantiene semejanzas con el Informe Social, se
puede señalar también que su diferencia está en el tratamiento con el cual se utiliza la información.
Por ejemplo, en el Informe Social se recoge la situación familiar y económica del grupo familiar
(como uno de sus elementos constituyentes), pero en el caso de la historia social, se recurre a
elementos históricos, secuenciales y que entregan una información del porque la familia está en la
situación actual.
El Informe Social es un documento que sintetiza de manera explicativa, una situación dada y que
es emitido por el Trabajador Social como resultado de un estudio y análisis que permiten visualizar
un estado en el que se encuentra la persona y su grupo familiar.
Por tanto, los objetivos de este informe son: Dar cuenta de las características de una situación
social con el fin de modificarla, aportar información para la toma de decisión profesional, obtener
recursos sociales que requiere la persona, facilitar la información a otro profesional sobre la
situación planteada, entre otros.
» Encabezado. Acá es precisa la identificación del profesional que está dando cuenta de la
situación, además de señalar la institución en la cual se desempeña.
» Identificación del sujeto de atención. Se señalan los datos como nombre completo, fecha
de nacimiento, escolaridad. Situación de salud, etc.
» Identificación del Grupo Familiar. Se realiza una indicación de las mismas variables que la
del sujeto de atención, sin embargo, se incluye el parentesco con este último.
» Situación de Salud. Acá se indica una referencia a la situación de salud de los miembros
del grupo familiar.
» Solicitud que se formula. Por último, el informe debe dar cuenta explícitamente de qué se
está solicitando y de qué manera esa solicitud contribuye al mejoramiento de la situación
planteada.
Un genograma es un formato para dibujar un árbol genealógico que registra información sobre
los miembros de una familia y sus relaciones. Muestran la información familiar en una forma que
provee de un vistazo rápido de patrones familiares y permite generar hipótesis acerca de cómo un
problema puede estar conectado con el contexto familiar y la evolución del problema y del contexto
con el tiempo.
Para una persona muerta, una X se pone dentro del círculo, usualmente indicando la edad al
fallecer. Las fechas de nacimiento y muerte se indican a la izquierda y la derecha sobre la figura.
Si una pareja tiene hijos, ellos cuelgan de la línea que conecta la pareja. Los hijos se dibujan de
izquierda a derecha, comenzando con el más viejo.
Relaciones habitacionales:
Una familia viviendo en un mismo lugar se señala con una línea punteada alrededor de
los integrantes que comparten habitación; alrededor de dicha línea puede ir indicado el
período en el cual la familia está junta.
4.5. Ecomapa:
El Ecomapa es una gráfica que proporciona información sobre las relaciones sociales y recursos
que utiliza la familia. Desde esta perspectiva, se percibe a la familia inmersa en su medio y en
relación con los diversos sistemas del espacio vital y con los recursos sociales, de capital
importancia para el apoyo a la familia en sus dificultades.
La familia nuclear se dibuja dentro de un círculo, dibujando a cada uno de sus miembros y su
relación de parentesco. Fuera del círculo, se dibujan los sistemas externos mediante otros círculos
más pequeños, en función de los sistemas que influyen en la familia: establecimiento educacional,
centro de salud, familias originarias, sistemas laborales, etc.
Luego de ello, se representan las relaciones que se establecen con estos sistemas utilizando la
misma simbología de relaciones establecidas en el genograma.
El Mapa de Redes es un instrumento que permite identificar el entorno de una persona (red social).
La aplicación del mapa de redes implica que el usuario vaya poniendo en el gráfico a las personas
de su red social en un momento concreto, que será el que decidamos en el momento del estudio.
Esta representación sirve para identificar las potencialidades de la red de la persona, y puede ser
utilizada como una manera de concretar los recursos sociales de las familias.
Para su ejecución, s ele pide a la persona que dibuje un círculo mayor con seis subdivisiones, cada
una de las cuales representará la intensidad relacional. Fuera de ese círculo, se le pide que señale
las personas o instituciones con las cuales se relaciona en mayor o menor grado.
INTENSIDAD RELACIONAL
Luego de ello, la persona deberá disponer a cada una de las personas o instituciones mencionadas
fuera del círculo, dentro de él, dependiendo del nivel relacional que tenga con ellas. De esta
manera, luego de terminado el ejercicio, se podrá visualizar cual es el nivel de intensidad que tiene
la persona con su red social.
A continuación, se revisará con mayor profundidad aquellas más utilizadas, con la finalidad de
proporcionar una mirada más amplia sobre qué tratan, cuando se utilizan y la información que
permiten obtener.
5.1. La entrevista:
La entrevista es la técnica dialogal de la cual el Trabajo Social se sirve para profundizar en aquellos
aspectos que forman parte de la problemática a intervenir.
A. Un lugar privado, es decir, asegurar las condiciones para que la persona se sienta confiada
y en resguardo del ambiente
B. Generar las condiciones para que la persona se sienta cómoda, en términos de disposición
geográfica, luminosidad, ventilación, etc.
Es importante señalar que la entrevista como técnica, no solo permite obtener información, sino
que también es el medio por el cual el Trabajador Social trabajara los cambios y modificaciones
que le permitan a la persona enfrentar su situación, además de promover sus potencialidades
frente a dicho contexto.
5.2. La observación:
Se trata entonces, de un mirar detenido, que permita reflexionar sobre un hecho o fenómeno.
El objetivo de la visita permite establecer la pertinencia de avisar a la persona de dicha visita o no,
para establecer acuerdos en función de días y horarios. Si no es así, se corre el riesgo de no
encontrar a la persona o presentar otro tipo de dificultades que perturben la ejecución de la visita.
A pesar de lo anterior, igualmente la visita puede ser beneficiosa en caso de no encontrar a nadie
en el domicilio, ya que se puede observar el ambiente y entorno en el cual habita la persona y/o
grupo familiar.
A. Intervención Preventiva:
Este tipo de intervención que realiza el Trabajador Social apunta a abordar de manera
precoz, las causas que generan los problemas a nivel individual, grupal o comunitario. Se
trata de una intervención que intenta potenciar los recursos existentes en las personas, de
tal manera de generar condiciones que prevengan problemáticas a corto o mediano plazo.
Esta función está presente en la mayoría de las intervenciones que se realizan, ya que, en
su rol, el profesional genera condiciones en las personas o colectivos para abordar
situaciones futuras que pudieran constituirse en dificultades.
B. Intervención de Promoción:
Esta intervención del Trabajo Social dice relación con restablecer, conservar y mejorar las
capacidades que apuntan a la autonomía de las personas o grupos sociales.
En este sentido, el Trabajador Social está llamado a levantar las medidas necesarias para
promover en las personas un alto sentido de responsabilidad con sus vidas y las decisiones
que se toman. Lo anterior en directa relación con el principio de autodeterminación que
C. Intervención Educativa:
La intervención educativa del Trabajo Social hace referencia a la intervención que favorece
la integración social y su desarrollo personal, estableciendo una relación cercana con las
personas y las familias. Interesa entonces, establecer un proceso de aprendizaje sobre la
base de metodologías activas y participativas, poniendo a la persona como eje central del
proceso educativo.
D. Intervención Asistencialista-Prestacional:
Esta intervención del Trabajo Social está relacionada con transformar las condiciones del
entorno ambiental que obstaculizan la realización del ser humano. Se atiende entonces, a
las necesidades de naturaleza material, respuestas que se dan en el marco de la política
social a todos los niveles, inspirándose en valores como justicia social, no discriminación y
reparto equitativo de los bienes.
E. Intervención Terapéutica:
Esta intervención del Trabajo Social está estrechamente relacionada con la relación de
ayuda que se establece con la persona, entendiéndola como dentro de un contexto
biopsicosocial.
Se trata de una forma especializadas del Trabajo Social, donde se sigue un procedimiento
científico para la intervención para tratar de ayudar a personas, familias y/o grupos que se
encuentran en situaciones de conflicto manifestada por problemas psicosociales. Se trata
entonces de potenciar las capacidades psicológicas y sociales de la persona para hacer
frente en mejores condiciones sus problemas actuales y también los futuros, favoreciendo
su capacidad de comprensión, tolerancia a la frustración y manejo de recursos personales.
Desde sus inicios, la profesión ha buscado dotarse de una serie de procedimientos que guíen la
acción, de ahí, surgen los modelos que son un cuerpo de elementos sistematizados que sirven de
Es el método más tradicional utilizado por el Trabajo Social, implica el abordaje de un problema
que tiene un síntoma psicológico arraigado en un medio social especifico o bien, como un
problema social y un consiguiente estado psicológico adverso en los individuos.
Los factores psicosociales que atiende este modelo son aquellos que todos los seres humanos viven
en el transcurso de su vida y que se manifiestan cuando estos factores generan angustia,
insatisfacción y tensión, donde la persona siente que tiene dificultad para resolverla.
» Involucra a dos o más personas, que establecen una relación íntima y altamente
confidencial.
» Esta relación tiene como objetivo generar un cambio de una situación problema
Esta etapa de contacto está marcada por una gran cantidad de información que se
obtendrá, de la cual el Trabajador Social deberá discernir aquella que es más importante
que otra, de tal manera de ir sentando las bases para la construcción del problema, el cual
en una primera instancia será presentado como de una enorme importancia, puesto que
su verbalización por parte de la persona va acompañada de un componente emocional
importante. De allí la necesidad de la contención por parte del profesional.
Esta etapa ocurre luego que el Trabajador Social ha logrado generar un diagnostico
preliminar de la situación a intervenir. Se obliga entonces, al generar un proceso de
Cabe señalar que el “síntoma” manifestado por la persona, es decir, su queja inicial,
aquello que la persona indica como “su problema”, no necesariamente es el hecho por el
cual se trabajara. Muchas de las situaciones verbalizadas por las personas, no
necesariamente implican el problema de raíz. Por ejemplo, puede ser que una madre
acuda a atención con al profesional debido a que considera que su hijo llega muy tarde a
la casa, ella se preocupa y evidencia esto como un problema. El trabajador social al
avanzar en su diagnóstico se da cuenta que la situación parte por dificultades a nivel
comunicacional entre madre e hijo y es ése el problema que se trabajara. De esta manera
no siempre se trabaja sobre la verbalización, sino que se intenta descubrir el problema
central que gatilla otros que se visualizan como molestos.
En esta etapa se establece una planificación de las acciones necesarias para abordar la
problemática presentada y analizada. Implica determinar el “qué hacer” y “cómo hacerlo”.
D. Ejecución de la intervención:
En esta etapa es muy importante hacer una revisión permanente del proceso y tomar nuevas
decisiones si se requieren. Recordar que el Plan de Intervención no es un elemento estático
e inflexible, sino que, por el contrario, permite la reevaluación permanente que mantenga
la motivación tanto del profesional como de la persona y se mantenga un aseguramiento
de que las acciones realizadas apuntan al objetivo(s) previsto(s).
E. Evaluación y Cierre:
En esta etapa, se evalúa la intervención para tener claro cuál es el nivel de cambio que se
produjo en la situación, si los resultados se alcanzaron y si el problema pudo ser abordado.
» Se selección aun problema del conjunto de problemas que tiene una persona
» Se utilizan tareas pata abordar el problema seleccionado
» Se realiza una continua revisión de la pertinencia y cumplimiento de esas tareas
» Se marca temporalmente la intervención
En esta etapa se exploran los problemas de todas las áreas en la que la persona requiere
de ayuda. En esta etapa no se profundiza en estas dificultades, sino más bien se observa
el conjunto de situaciones que la persona relata y connota como problemas.
Luego de ello, se identifican los problemas más importantes, para desde allí, explorarlos
con mayor detención y discutidos con la persona en cuanto a su importancia. Aquella
dificultad que se ha de intervenir resulta de un acuerdo o consenso con la persona, ya que
se requiere que ésta se sienta comprometida con el proceso y manifiesta su conformidad
con la jerarquización realizada. Acá es importante destacar que el trabajo se centra en el
problema que designa la persona y no tanto en la dificultad que el trabajador social
considera que es el problema central.
Posteriormente se definen objetivos que es determinante para este modelo que apuntan al
“que necesita” la persona. Por ello, los objetivos son co-construidos con la persona,
debiendo ser realizables, observables y evaluables.
B. Limitación temporal:
El Modelo de Intervención centrado en tareas utiliza una limitación temporal, que la fija
entre 6 a 12 sesiones y, en cualquier caso, no podrá exceder los tres meses. Esta limitación
temporal del modelo busca movilizar y concentrar los esfuerzos tanto del profesional como
C. Las tareas:
Las tareas se llevan a cabo después de haber acordado los problemas, los objetivos y los
límites temporales. Estas tareas son desarrolladas por la persona y el trabajador social, de
manera que se transforma en un trabajo conjunto y consensuado de cuál es el mejor
camino a seguir
Estas tareas deben ser diseñadas para permitir el aprendizaje de nuevas habilidades por
parte de las personas y para evitar la dependencia con el profesional. Se establecen
entonces, una serie de tareas a desarrollar que, en su conjunto apuntan al problema que
se pretende resolver.
D. Contrato:
Entre los contenidos que debe considerar un contrato, se encuentran los siguientes:
Este contrato debe tener el consentimiento mutuo, capacidad para llevarlo a cano y el
objetivo propuesto debe ser preciso y limitado.
E. Finalización:
Esta etapa supone el término de las tareas y contrato establecidos entre el trabajador social
y la persona. De manera de formalizar esta etapa, se realiza mediante una sesión de
trabajo, donde nuevamente se revisa el problema y se destacan los avances y/o
resoluciones que se produjeron en el tiempo.
Es importante también, que esta sesión incorpore los planes futuros de la persona,
haciendo énfasis en los recursos que desarrollo en este proceso y que sirven de base para
enfrentar nuevas dificultades.
Por ello, uno de los principales postulados está en la convicción de que cada persona tiene un
potencial y capacidades propias para crecer y resolver sus problemas. En relación al concepto de
crisis, se puede indicar que es un estado de carácter temporal de desorganización, de desequilibrio
que se presenta en una persona que lo hace perder eficiencia en sus mecanismos para resolver
una situación determinada.
Cuando se gatilla una crisis, existen cuatro fases que pueden darse en una situación,
dependiendo de la persona, el problema y las redes con las que cuenta.
✓ Fase de Impacto:
En esta fase ocurre la situación que desencadena la crisis, llevando al individuo a una
situación de confusión y desorientación, donde generalmente, aparecen los estados de
ansiedad. La persona entonces despliega sus capacidades que ha utilizado frente a otros
problemas, si éstas resultan efectivas, la situación de crisis cesara. Sin embargo, si aquellas
estrategias utilizadas no dan resultado, continuara la crisis.
✓ Aumento de tensión:
Durante esta etapa, la persona intentara ocupar otras estrategias para hacer frente a su
problema, tratando de reducir el nivel de tensión y angustia que presenta, con el objetivo
de reducir la angustia y tensión que acompañan la situación.
✓ Fin de la crisis:
En esta etapa la persona consigue un estado de equilibrio que puede o no ser beneficioso.
Este resultado implica que algunas personas salen más fuertes de una crisis, mientras que
otras salen más debilitadas.
Las fases mencionadas anteriormente en relación a las fases de una crisis obligan a que la
intervención del Trabajador Social sea distinta a otras intervenciones. Estas características
distintivas, han sido ampliamente trabajadas en la literatura de la profesión, sin embargo, nos
remitiremos a lo indicado por Juan Jesús Viscarret (2007).
A menos que la ayuda sea efectuada rápidamente, las personas bajo estrés pueden iniciar
respuestas ante dicha situación que sean equivocadas, aislándose, tomando sustancias
para inhibirse, haciendo daño a otras personas, etc. Por ello, es importante el rápido
acceso del profesional, de forma que no se pierda la parte de oportunidad que contiene
todo proceso de crisis, de crecimiento y aprendizaje.
La intervención en crisis implica una rápida evaluación y una limitación del tiempo de la
provisión de servicios. Intervenciones breves movilizan, refuerzan y focalizan los puntos
fuertes de la persona con el fin de reducir la probabilidad de que aparezcan estados
depresivos, de inquietud y/o desamparo frente a estrés.
Los encuentros son programados con intervalos de tiempo más cortos con el fin de ayudar
a tranquilizar y organizar el pensamiento (desequilibrado, desorganizado, por la crisis),
aligerar la presión que ciertos sentimientos ejercen sobre el individuo y que pueden
provocar ciertos comportamientos impulsivos. Las sesiones iniciales pueden ser tan largas
como el tiempo que necesite la persona para contar la historia y poder conseguir algo de
alivio, de ayuda, mientras que las últimas sesiones pueden ser más cortas, a modo de
Por medio del siguiente mapa conceptual, se destacan las ideas clave de esta semana:
Diagnóstico
Ejecución
Provee
de
Evaluación
Técnicas Instrumentos
Más
Modelos de Modelo psicosocial
usados
Intervención
Modelo/intervención
en crisis
Modelo centrado en
Trabajo Trabaja en tareas
Social función de
Preventiva
Promoción
Tipos de
Intervención
Educativa
Asistencialista
Terapéutica
https://www.youtube.com/watch?v=uG8BciLkGqA
https://www.acanits.org/assets/img/libros/Metodologia%20TS.pdf
En esta línea, aprendimos acerca de la metodología propia del Trabajo Social, para dar cuenta
que todo proceso que deviene de la profesión es fruto de un proceso pensado y que sigue etapas,
que, si bien no necesariamente se presentan de manera lineal, mantienen un hilo conductor que
facilita la intervención.
El conocimiento de las fases metodológicas permite entender cuál es el propósito de cada una de
ellas, los énfasis y la necesaria presencia en el proceso. Cada una de estas fases plantea la
ejecución de instrumentos y técnicas que, como vimos, en el caso del Trabajo Social se presentan
como variadas y se transforman en un abanico de opciones que permiten profundizar en la
consideración del problema a intervenir.
Importante en esta línea es analizar y ejercitar cada una de estos instrumentos y técnicas, ya que
su aplicación requiere de una destreza por parte del profesional que facilite no solo su desarrollo,
sino que también la interpretación de la información que nos entrega cada una de ellas.
Finalmente, hemos podido conocer las distintas funciones que realiza el Trabajador Social donde
es necesario señalar que éstas no son excluyentes entre sí. Es decir, en un quehacer profesional
puede estar presente más de una función, dependiendo de las características de las personas y el
objetivo que persiga una intervención.
En este contexto, es importante analizar cada una de estas funciones, que presentan matices y que
están directamente relacionados con la praxis que realiza el trabajador social.
Por otra parte, visualizamos la definición de Modelos de Intervención, importantes por cuanto nos
entregan directrices para el abordaje de una problemática. Cada uno de los modelos que se
utilizan está directamente relacionados con la historia de la profesión, ya que, en su constitución,
están presente elementos teóricos que el trabajo social ha ido recogiendo en la medida que avanza
en el crecimiento como disciplina. Con mayor fuerza, a partir de la década del setenta, se puede
observar un desarrollo sostenible en el repensar del trabajo social y la incorporación de nuevas
formas de entender la realidad y darle un sustento metodológico a la práctica.
Los tres modelos vistos en este material dicen relación con aquellos que son más recurrentes en
cuanto a su uso y que permiten el abordaje de problemáticas con mayor recurrencia. El Modelo
Psicosocial, pensado para aquellas situaciones en las cuales existe un desajuste en la persona dada
por situaciones psicológicas que se enmarcan en un contexto socio familiar, problemáticas
recurrentes con las cuales trabaja la profesión. El Modelo Centrado en Tareas por otra parte,
entrega un lineamiento preciso en función de trabajar con aquellas problemáticas que pueden ser
resueltas en un tiempo breve, con un compromiso de la persona para realizar ciertas tareas que
faciliten un avance de su situación. Y, por último, el Modelo de Intervención en Crisis, que da
cuenta de la intervención centrada en la persona que manifiesta una situación que requiere una
urgencia en cuanto a su abordaje y que se caracteriza principalmente por un desequilibrio.
✓ ANDER EGG, Ezequiel. Metodología del Trabajo Social. España: Instituto de Ciencias
Sociales Aplicadas, 1982.
✓ TORRES, Jorge. Historia del Trabajo Social. Colombia: Plaza & Janes, 1987.