Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ELABORACIÓN
VALIDACIÓN PEDAGÓGICA
DISEÑO DOCUMENTO
» Caracteriza el objeto de intervención del Trabajo Social y los objetivos que se desprenden
de su quehacer profesional
» Caracteriza funciones del Trabajo Social de acuerdo al contexto y rol en el que se desarrolla
» Establece una comunicación oral y escrita adecuada con sus interlocutores a través de
diversos medios y soportes.
El Trabajo Social es una disciplina de las Ciencias Sociales que promueve el bienestar de las
personas. Tiene relación directa con las interacciones, es decir, las relaciones que las personas
tienen con su entorno.
De esta definición general del Trabajo Social se desprenden otras, que la complementan y entregan
una visión más específica de la profesión. Por ello, es importante citar a distintos autores que han
ampliado la definición de la profesión y a partir de ello, han contribuido en su desarrollo.
Considerando estas definiciones, rescataremos conceptos claves que permitan entender cada uno
de los elementos que configuran la definición de la profesión.
Primero, el Trabajo Social es una profesión, ya que posee un cuerpo de conocimiento que
le son propios y que son adquiridos mediante un proceso de enseñanza de teorías que son
aplicables en la práctica. Además de ello, el Trabajo Social tiene una metodología, que le
permite aplicar una serie de pasos procedimentales para el logro de su propósito, todos
estos pasos están asociados a instrumentos y técnicas que le permiten establecer inferencias
a través de su aplicación.
Para hacer referencia al objeto del trabajo social, debemos primeramente hacer un repaso por su
origen. Las formas de ayuda social (génesis del trabajo social) están dadas por acciones ligadas a
la filantropía. Ya desde la Edad Media, se entendía la necesidad de ayudar a las personas, desde
una lógica teológica y centrada no en la persona que requería de ayuda, sino en la que entregaba
esa ayuda, ya que entendía que, con eso, estaba haciendo un “bien para su salvación”. La
concepción entonces estaba centrada no en identificar cuáles eran las causas de dichos problemas,
sino más bien, enfocar la ayuda hacia la necesidad más visible.
El surgimiento del trabajo social como profesión, teniendo en cuenta estos antecedentes teóricos
se hace la pregunta de SOBRE QUÉ INTERVENIMOS. Desde el siglo XX, donde se desarrolla con
fuerza la profesión, se entiende que el objeto de estudio ya no es reducible a la acción de ayudar
como lo era entendido en los siglos anteriores, sino como señala Bibiana Travi, “la magnitud de
los problemas sociales de la época y su complejidad, hicieron poner en tela de juicio los principios
de la efectividad de los sistemas de atención a la pobreza basados en la caridad y la beneficencia”.
Por ello, si bien no es posible desentenderse de que el Trabajo Social surge como una
profesión basada en el “ejercicio de ayudar”, con el correr del tiempo y del ejercicio
mismo del quehacer, se va perfilando con un sentido social, fuertemente ligado a la
defensa de la dignidad humana y justicia social, pilares que constituyen hoy día, los
principios éticos del Trabajo Social.
El Trabajo Social como disciplina actúa de manera ordenada, se trata de una serie de
procedimiento que más adelante veremos y que ayudan a ordenar y estructurar la práctica.
En ese contexto, desarrolla una serie de funciones dependiendo del lugar en el que se ejerza la
actividad, instituciones tanto públicas como privadas que prestan servicios sociales y frente a las
cuales el Trabajador Social aporta con su ejercicio. Dentro de estas funciones se destacan las que
a continuación se mencionan, las que representan mayor recurrencia en el desempeño profesional.
Esta función es la más reconocida del Trabajo Social, ya que surge de las antiguas formas de
ayuda social que se generan en la Edad Media. Si bien tiene esta génesis, la profesión ha ido
perfeccionando sus métodos y evolucionando en la forma de entender el abordaje de las distintas
problemáticas sociales.
No solo se trata entonces de educar, sino que también visualizar a la persona como un agente
activo y dotado de múltiples habilidades para enfrentar las situaciones que se le presentan a modo
de problema. El trabajador social entonces, facilita procesos, educando en una ruta de
autoconocimiento que no solo resuelve la dificultad, sino que también lo habilita en un futuro para
enfrentar con mejores herramientas, las vicisitudes que se le presenten.
La Sra. Juana asiste a la Municipalidad para solicitar ayuda. Comenta que no tiene dinero para
satisfacer sus necesidades básicas, el objetivo de su petición es una caja de mercadería. La
Asistente Social recoge antecedentes y la orienta en función de gestiones para recibir ayuda del
Estado a través de subsidios.
Junto con ello, la asistente social trabaja con la Sra. Juana en visualizar sus capacidades para
la búsqueda de un trabajo que le permita recibir una entrada regular de dinero, la capacita en
función de sus capacidades y trabaja con ella en sus potencialidades que le permitan asumir
este nuevo desafío.
En este caso, vemos la función educativa. La profesional no solo se queda con la entrega de
víveres para la satisfacción de las necesidades de la Sra. Juana, sino que también avanza en
buscar estrategias que le permitan a través de sus capacidades, empoderarse de su situación y
buscar alternativas más regulares para su problema.
Esta función del Trabajo Social se relaciona con la importancia de organizar acciones,
establecimiento de objetivos, instrumentos y técnicas necesarias para el abordaje de la situación
problema. Cabe señalar que se entiende que esta función de planificación no es estática, sino que
flexible en función de la realidad que se enfrenta.
Frente a una situación que requiera una intervención por parte del Trabajador Social, éste recogerá
los elementos que le permitan comprender el fenómeno. Luego de ello, generara un cuerpo de
estrategias que le permitan seguir pasos metodológicos para su abordaje, no se trata entonces, de
acciones sin un hilo conductor, por el contrario, la acción profesional requiere una secuencia, que
puede ser modificable, toda vez que se observen cambios en la situación a intervenir.
Previa a esta función planificadora, existe un diagnóstico, que también requiere de ser visualizado
como un programa, una secuencia de acciones a seguir. De ahí, que esta función es inherente a
la actividad profesional.
El Asistente Social no tendrá una acción inmediata, sino que deberá planificar una serie de
acciones que le permitan identificar: características de los adultos mayores, quiénes son los
familiares, por qué existe poca compañía, cuáles son las necesidades de visita por parte de los
adultos mayores, etc.
Solo considerando estos elementos se puede dar respuesta eficiente a las necesidades del Hogar.
Para ello, realizará una planificación de actividades que le permitan recoger esta información,
para luego dar paso al establecimiento de objetivos y acciones concretas para enfrentar el
problema.
Esta función de promoción no solo se encuentra en el trabajo social con personas, sino que
también se expresa cuando se trabaja con grupos o comunidades, donde se entiende que el
colectivo de personas genera un mayor recurso para enfrentar situaciones.
Un Asistente Social es convocado para trabajar con una junta de vecinos, quienes tienen
la necesidad de ser capacitados para postular a proyectos y de esa manera obtener
recursos para la construcción de una sede vecinal.
El profesional realiza esta labor, es decir, capacita a los dirigentes, pero además de ello la labor
de promoción promueve que se trabaje también la participación de la comunidad en la gestión
de sus propios proyectos. De esta manera no solo se interviene en el cómo se postula a los
proyectos sociales, sino que también, entrega un aporte a los procesos de participación puesto
que se entiende que una comunidad organizada y participativa genera un aporte adicional a la
resolución de problemáticas que enfrente la comunidad.
La función de Administración dice relación con la necesidad del Trabajador Social de cuidar y
optimizar los recursos de los que dispone para un mejor aprovechamiento. Los recursos son
siempre limitados y en la función de planificar y generar acciones, el profesional debe desarrollar
estrategias que promuevan su mejor utilización.
Para llevar a cabo esta función, el Trabajador Social debe desarrollar una planificación adecuada,
respondiendo a interrogantes de qué se quiere hacer, cuántas personas se beneficiarán, cuáles
son los recursos disponibles y cuáles son las mejores estrategias para maximizar los recursos que
se poseen. En este sentido, la función de administración supone conocer el contexto en el que se
desarrollaran las actividades y los actores involucrados.
Ejemplo:
Cada una de estas organizaciones presenta necesidades que se constituyen en demandas para
el Centro de Desarrollo Comunitario. Frente a esta situación, el Trabajador Social debe elaborar
anualmente una planificación que le permita reconocer estas necesidades, priorizar y distribuir
los recursos. El profesional reconoce las múltiples necesidades de las organizaciones, sus
urgencias y expectativas de sus integrantes.
Para hacer esta planificación anual, el Trabajador Social debe levantar un diagnóstico de cada
una de estas organizaciones, a través de instrumentos, de tal manera de estar atento a ellas y
desde ahí, generar un proceso de distribución de estos recursos.
Toda disciplina tiene a su haber una serie de conceptos que son utilizados en función de
su ejercicio. Se trata de definiciones que permiten establecer criterios comunes a cada uno
de los profesionales que forman parte del colectivo de la disciplina. Su lectura es de gran
ayuda, ya que constituye un vocabulario de conceptos utilizados de manera cotidiana por
el Trabajo Social.
18. Desarrollo social: Se conoce como el 23. Evidencia social: Conjunto de hechos
despliegue de las fuerzas productivas de que indican la naturaleza de las
un país o región, para lograr el dificultades sociales de un determinado
abastecimiento de los elementos caso y los instrumentos para su solución.
materiales visibles, como también bienes
culturales y servicios de toda índole, para 24. Exclusión Social: Proceso social de
la sociedad dentro del marco político- separación de un individuo o grupo
social, que garantice igualdad de respecto a las posibilidades laborales,
oportunidades a todos sus miembros y económicas, políticas, culturales a las
que le permita a su vez, participar en las que otros tienen acceso y disfrutan.
decisiones políticas y en el disfrute del
bienestar materia y cultural que todos en 25. Hecho social: Refiere a todo
común han creado. comportamiento o idea presente en un
grupo social (sea respetado o no, sea
19. Desigualdad: En general resultado de la subjetivamente compartido o no) que es
diferencia en valoración, transmitido de generación en generación
reconocimientos, privilegios, en a cada individuo por la sociedad. Ésta es
situaciones de derechos y deberes, considerada como un todo que es mayor
ingresos o bienes de las personas en la que la suma de las personas que la
sociedad. La desigualdad en un supuesto componen.
de la estructura social vertical.
26. Intervención: Proceso sistemático y
20. Desplazado: Toda persona o grupo de coherente que se orienta
personas que se han visto forzadas y fundamentalmente en la
obligadas a escapar y huir de su hogar o modificación/transformación de alguna
su lugar de residencia habitual, problemática social que puede ser de
abandonando su espacio y sus orden individual, institucional o colectivo
actividades económicas, porque su vida,
su seguridad o libertad han sido
vulneradas o se encuentra amenazada.
Por medio del siguiente mapa conceptual, se destacan las ideas clave de esta semana:
¿Cómo Acción
trabaja? Social
Trabajo
Social Se presenta como una
Centro de Intervención
interés
Fin último
Necesidades
Transformación
Espacio para indicar enlaces y/o materiales que complementen el/los tema/s visto/s. Es requisito
fundamental que estos materiales sean de uso libre y debidamente referenciados.
En este video encontraras más detalles sobre las funciones del Trabajo Social:
https://www.youtube.com/watch?v=i_ul51iapUM
Video
En este artículo de Nora Aquin, encontraras más detalles acerca del objeto del
Trabajo Social:
http://dns.ts.ucr.ac.cr/binarios/pela/pl-000138.pdf
Presentación
Alywin de Barros, Nidia “El objeto de Trabajo Social”, en: Revista Trabajo
Social. N°8. Pontificia Universidad Católica. Chile, 1981.
Lecturas
complementarias
El material revisado nos ha permitido establecer distintas definiciones acerca del Trabajo Social,
punto de partido para el inicio de este módulo y que permiten sentar las bases para el
entendimiento de conceptos que nos permiten identificar una mirada común acerca del Trabajo
Social.
En esta mirada introductoria, también nos situamos en entender el objeto del trabajo social, es
decir, sobre qué intervenimos. Generalmente asociado a las necesidades y problemáticas sociales,
hemos comprendido que el campo de acción no solo tiene que ver con esos conceptos, sino que
también con la comprensión general e integral de los fenómenos que observamos. En este
contexto, la revisión de las funciones del Trabajo Social nos ha situado en el quehacer específico
de la profesión, definiendo áreas de interés en los cuales desarrollamos la labor.
Por último, destacar la serie de conceptos propios del trabajo social nos permite profundizar en el
acervo de palabras que comúnmente escuchamos, pero de los cuales ahora les entregamos un
sentido asociado al quehacer del Trabajo Social. Es de ahí la importancia de apropiarnos de ellos,
de buscarle un sentido para, desde allí, promover su utilización, dirigiendo la mirada hacia una
acumulación de definiciones que nos permitirán ampliar nuestro acervo de contenidos propios de
la profesión.
Aquín, Nora “Acerca del objeto del Trabajo Social”, en: Revista Acto social IV/
N°10. Universidad Nacional de Córdoba. Febrero, 1995.
Alywin de Barros, Nidia “El objeto de Trabajo Social”, en: Revista Trabajo Social.
N°8. Pontificia Universidad Católica. Chile, 1981.
Ander Egg, Exequiel “Diccionario del Trabajo Social”. Ed. Lumen. Buenos Aires,
1995.