Está en la página 1de 22

Clasificación de las obligaciones con relación a los sujetos

Obligaciones de sujeto único y de sujeto múltiple

Obligaciones simplemente mancomunadas

Obligaciones solidarias

Obligaciones concurrentes

Obligaciones disyuntivas

Obligación de rendir cuentas

Referencias
LECCIÓN 1 de 7

Obligaciones de sujeto único y de sujeto múltiple

Las obligaciones pueden tener como sujetos a un acreedor y un deudor, pero también pueden existir varios acreedores y/o varios deudores, dándose una
pluralidad de personas en cualquiera de los dos polos de la relación jurídica o aun en ambos a la vez. Estas variantes pueden graficarse así:

Figura 1. Variantes

Fuente: elaboración propia.

Definición. Clasificación

La obligación puede ser de sujeto único cuando está compuesta por un solo deudor en favor de un sólo acreedor (primer caso del esquema).

Por otro lado, podemos tener una obligación de sujeto múltiple, que relaciona más de un acreedor y/o más de un deudor. En este caso, se habla de obligaciones
mancomunadas, lo que significa que varias personas se unen para una finalidad común (Moisset de Espanés, 2004).

Llambías (2005) explica que:

la pluralidad de sujetos puede ser originaria o sobreviniente. Es originaria cuando desde la constitución de la obligación hay varios acreedores o
varios deudores. Es sobreviniente cuando habiendo comenzado la obligación con un único sujeto, activo o pasivo,pasa a tener un sujeto múltiple,
generalmente por incorporarse ala relación obligacional los herederos del originario acreedor, o deudor, que hubiese fallecido.

Las obligaciones de sujeto plural pueden contraerse de una manera conjunta o disyuntiva. 

Es conjunta cuando las personas que estipulan o que prometen se hallan unidas junto con los otros; existe la conjunción “y”. Juan y Pablo deben $ 100. La
obligación conjunta a su vez se subdivide en simplemente mancomunada cuando hay pluralidad de vínculos disociados que provocan el fraccionamiento del objeto
de la prestación; solidarias, cuando la pluralidad de vínculos es coligado entre sí, la prestación se debe por entero, con una única causa fuente; y concurrentes, en
las que varios deudores deben a uno o varios acreedores el mismo objeto en razón de causas fuentes diferentes. 

Por su parte, las obligaciones disyuntas son aquellas en las que los sujetos se excluyen entre sí, se representan con la conjunción “o”. Juan “o” Pablo deben $100.
Es una pluralidad aparente, originaria, pues en realidad hay sujeto único, pero inicialmente indeterminado, por ello no son de sujeto múltiple.

Figura 2.  Esquema


Fuente: elaboración propia.

Paralelo entre las obligaciones solidarias y las obligaciones indivisibles. Semejanzas


y diferencias

La regulación de las obligaciones divisibles e indivisibles y las de sujeto múltiple tiene, ya desde el Código de Vélez Sársfield, una relación y remisión en diversos
efectos, que hace necesario su estudio en conjunto.

El Código velezano establecía en el art. 668 que “la solidaridad estipulada no da a la obligación el carácter de indivisible, ni la indivisibilidad de la obligación la hace

solidaria”1. Si bien el Código Unificado no incluyó una norma que así lo disponga, de la regulación de los diversos tipos de obligaciones se advierte que se mantuvo
el criterio, distinguiendo cada una de las clases de acuerdo con el criterio de clasificación, a pesar de los efectos similares o comunes (entre las simplemente
mancomunadas y las divisibles, y entre las solidarias y las indivisibles).

[1] Art. 668 - Ley No 340 (1869). Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

De tal modo, de la combinación de los cuatro criterios se desprende que puede haber cuatro tipos de obligaciones:

1 Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisibles. Ej.: Ana y María deben a Pablo $ 1.000.

2 Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto indivisible. Ej.: Ana y María deben a Pablo un automotor X, modelo Y, color Z.

3 Obligaciones solidarias de objeto divisible. Ej.: Ana y María deben solidariamente a Pablo $ 1.000.

4 Obligaciones solidarias de objeto indivisible. Ej.: Ana y María deben solidariamente a Pablo un automotor X, modelo Y, color Z.

La doctrina destaca que el fundamento de la similitud de efectos se encuentra en que: para que sea posible el cumplimiento fragmentado es necesario que el
objeto sea divisible, de lo contrario la obligación actúa como indivisible (Campagnucci de Caso, 2014; Moisset de Espanés, 2014; Pizarro y Vallespinos, 2014), de
allí la relación entre ambas clasificaciones.

La afirmación se justifica, pues Vélez Sarsfield sólo concebía la clasificación de divisibles e indivisibles mientras hubiera pluralidad de acreedores o deudores, tal
como lo aclaró en la nota al artículo 673 C. Civil.

En definitiva, resulta imprescindible diferenciar unas de otras obligaciones.


La doctrina destaca que el fundamento de la similitud de efectos se encuentra en que: para que sea
posible el cumplimiento fragmentado es necesario que el objeto sea divisible, de lo contrario la obligación
actúa como indivisible (Campagnucci de Caso, 2014; Moisset de Espanés, 2014; Pizarro y Vallespinos,
2014), de allí la relación entre ambas clasificaciones. La afirmación se justifica, pues Vélez Sarsfield sólo
concebía la clasificación de divisibles e indivisibles mientras hubiera pluralidad de acreedores o
deudores,tal como lo aclaró en la nota al artículo 673 C. Civil. En definitiva, resulta imprescindible
diferenciar unas de otras obligaciones.

Caracteres de las obligaciones de sujeto plural en general

Las obligaciones de sujeto plural simplemente mancomunadas y solidarias tienen en común los siguientes caracteres:

Pluralidad de sujetos: en cualquiera de los dos polos de la obligación o en ambos. Puede ser originaria o sobrevenida.

Unidad de objeto: la prestación debida es por todos los deudores a todos los acreedores, independientemente de su carácter divisible o
indivisible.

Unidad de causa fuente:  es la misma para todos los sujetos, un contrato, un hecho ilícito que generó la responsabilidad de más de una
persona, la ley.

Pluralidad de vínculos: es una sola obligación, pero con pluralidad de vínculos, disociados (simplemente mancomunadas) o coligados
(solidarias).

Por el contrario, en las obligaciones de sujeto plural concurrentes, si bien los caracteres son casi idénticos, la diferencia radica en que en estas existe pluralidad
de causa fuente.

Método del Código Civil y Comercial

La Comisión Redactora del Código aclaró en los Fundamentos que: “La regulación de las obligaciones de sujeto plural también ha perseguido el objetivo de hacer
más claras las reglas y los conceptos. A tales fines se dividen en simplemente mancomunada, solidaria y concurrente” (2015,
http://www.nuevocodigocivil.com/wp-content/uploads/2015/02/5-Fundamentos-del-Proyecto.pdf).

En general, las clasificaciones de las obligaciones se ubican en el Libro Tercero: “Derechos personales”, Capítulo 3: “Clases de obligaciones”.

En particular, con respecto a las clases de obligaciones que estudiamos en las Unidades 7 y 8, se mantiene la doble regulación, por un lado, de las obligaciones
divisibles e indivisibles: en la Sección 6, y por otro, la de las obligaciones simplemente mancomunadas (aunque en esta se remite a las reglas de las divisibles e
indivisibles según el objeto de la prestación), solidarias y concurrentes en la Sección 7.

A continuación leerás el articulo "Efectos de la yuxtaposición de categorías normativas en las obligaciones de sujeto plural en el nuevo Código Civil y Comercial" de
López Mesa.
Efectos de la yuxtaposicion de sujeto plural.pdf
232.7 KB
LECCIÓN 2 de 7

Obligaciones simplemente mancomunadas

Definición

La obligación simplemente mancomunada se encuentra definida en el art. 825 como “aquella en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones

como acreedores o deudores haya”2; y las cuotas y créditos se consideran distintos los unos de los otros.

[2] Art. 825 - Ley No 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

En estas obligaciones hay vínculos disociados, fraccionados entre sí, como las “piezas de un todo”, según Pizarro y Vallespinos (2014, p. 446), quienes aclaran que
cuando además es de objeto divisible, el fraccionamiento opera con plenitud.

Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible e indivisible. Régimen


general. Remisión

Las obligaciones simplemente mancomunadas se clasifican según su objeto, y esto determina el régimen jurídico aplicable, del siguiente modo:

Objeto divisible: opera el fraccionamiento del objeto y del vínculo jurídico, se aplica el régimen legal de las obligaciones divisibles, por expresa
remisión del art. 826.

Objeto indivisible: el fraccionamiento es más reducido, pues sólo tiene efectos respecto al vínculo jurídico y no en relación con el objeto, en
consecuencia, cualquier acreedor puede reclamar la totalidad de la prestación porque el objeto es indivisible. Se aplica el régimen legal de las
obligaciones indivisibles por manda del art. 826.

El art. 826 del Código dispone un régimen jurídico claro y sencillo de las obligaciones simplemente mancomunadas, pues realiza una remisión a las reglas de las
obligaciones divisibles e indivisibles, según cuál sea la calidad del objeto de la relación jurídica mancomunada. Campagnucci de Caso (2014)expresa que: “importa
una extensión y aplicación normativa de otro tipo de relaciones jurídicas” (p. 196).

El siguiente video te ayudará a comprender la clasificación de las obligaciones con relación al sujeto y sus efectos.

Video 2. Mancomunación

You have been temporarily


blocked
Pardon the inconvenience, but our servers have detected a high
number of errors from your connection. To continue, please verify
that you are a human:

I'm not a robot


reCAPTCHA
Privacy - Terms

Fuente: elaboración propia.


LECCIÓN 3 de 7

Obligaciones solidarias

Definición. Caracteres. Clases de solidaridad. Fuentes. Prueba.


Criterio de aplicación

Las obligaciones solidarias son aquellas con pluralidad de sujetos, originadas en una misma causa fuente: en razón de un título constitutivo (contrato) o de la ley, y
que su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores por cualquiera de los acreedores (art. 827 del Código).

Los caracteres de la solidaridad de clasifican en:

Generales

Pluralidad de sujetos.

Unidad de objeto.

Unidad de causa o fuente.

Especiales

Exigibilidad total de la prestación por cualquiera de los acreedores a cualquiera de los deudores.

Carácter expreso de la solidaridad.

Pluralidad de vínculos coligados que justifica la propagación de efectos (art. 830 y 837).

Hay distintas clases de solidaridad:

Activa: existen pluralidad de acreedores y un solo deudor.

Pasiva: existe pluralidad de deudores y un solo acreedor.

Mixta: pluralidad en ambos polos activo y pasivo.

El Código establece disposiciones comunes para las obligaciones solidarias en general (arts. 827 a 832), y luego específicas para los tipos pasiva (arts. 833 a 843)
y activa (arts. 844 a 849).

El fundamento de la solidaridad radica en la idea de representación recíproca entre quienes integran el frente de acreedores o deudores, derivado del interés común
que existe entre ellos en el cumplimiento de la prestación (Pizarro y Vallespinos, 1999).
El Código dispone en el art. 828, como regla general, que “la solidaridad no se presume y que debe surgir inequívocamente de la ley o del título constitutivo de la

obligación”3. Por ello, existiendo más de un acreedor o más de un deudor la obligación será mancomunada, salvo pacto o ley en contrario. En consecuencia, quien
alegue la solidaridad debe probarla y en caso de duda será simplemente mancomunada. 

[3] Art. 828 - Ley No 26.994 (2014). Op. cit.

Ossola (2014) señala que el fundamento de la no presunción de solidaridad radica en el principio favor debitoris, por la menor propagación de efectos, y tiene
tradición jurídica en nuestro país.

Las fuentes de la solidaridad pueden ser:

Título constitutivo: la autonomía de la voluntad plasmada en el acuerdo departes, bilateral en un contrato o unilateral, en una donación o
testamento,por ejemplo.

La ley: surge del ordenamiento jurídico. Sólo puede crear obligaciones solidarias pasivas, para proteger al acreedor, nunca activa. Ej.:
responsabilidad directa de varias personas en la producción de un hecho con causa única (art. 1751), o la responsabilidad solidaria del fiador
cuando así se convino expresamente o cuando el fiador renuncia al beneficio de excusión (art. 1590), entre otros.

Efectos: circunstancias de los vínculos, defensas, cosa juzgada

El Código establece un criterio de aplicación  de las obligaciones solidarias en el art. 829, en virtud del cual se produce la propagación de efectos entre los
diferentes vínculos.

El fundamento se encuentra en la representación que la ley impone a cada uno de los codeudores solidarios en la solidaridad pasiva, y a cada uno de los
acreedores en la activa, siendo que en ambos casos cada individuo representa a la totalidad del polo al que pertenece.

El vínculo jurídico que genera la obligación solidaria puede verse afectado por diversas vicisitudes y extinguido.

Por otro lado, se establece que la incapacidad o capacidad restringida de alguno de los acreedores o deudores no perjudica ni beneficia a los demás, ni tampoco la
existencia de modalidades en la obligación (art. 830). Lo dicho implica que producen efectos personales, y no propagan sus efectos al resto de los sujetos que
siguen obligados o con derecho a reclamar por el todo.

Con respecto a las defensas que pueden oponer los codeudores, el código distingue entre las comunes que puede oponer cualquiera de ellos a cualquiera de los
coacreedores (ej.: pago, prescripción, nulidad del acto), y las personales que sólo pueden oponerse exclusivamente por el deudor o acreedor a quien corresponda, y
sólo tiene efecto entre ellos, (ej.: vicio de la voluntad, modalidad especial de la obligación a favor de un codeudor como puede ser un plazo sólo para este,
confusión, renuncia parcial a la solidaridad a favor de un codeudor, etc.), todas previstas en el art. 831 del Código.

Cabe aclarar que las defensas personales producen una cierta expansión limitada de sus efectos al resto, pues reducen el monto total de la deuda hasta la
concurrencia de la parte de la deuda del codeudor que invocó aquella, pues “disminuye el importe total de la obligación” (Campagnucci de Caso, 2014, p.204).

Otro efecto expresamente consagrado en el art. 832 del Código es el de la cosa juzgada.

Campagnucci de Caso (2014) señala que la cuestión tiene lugar cuando entre un deudor y un acreedor se dicta sentencia, con autoridad de cosa juzgada, si surte
efectos respecto al resto de los codeudores y coacreedores que no intervinieron en el juicio.

La regla legal dispone que la sentencia “no es oponible a los demás, pero estos pueden invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor

demandado”4.
[4] Art. 832 - Ley No 26.994 (2014). Op. cit.

Siguiendo al autor citado, la norma establece que cuando la sentencia favoreció al deudor, los codeudores que no tuvieron intervención en el juicio no pueden
invocar la cosa juzgada que se sustentó en defensas personales del deudor enjuicio.

Por su parte, si bien los acreedores que no intervinieron le pueden oponer al deudor que intervino la sentencia, este tiene derecho a alegar otras defensas
personales que tenga contra los coacreedores que no estuvieron en juicio.

Luego, el Código regula separadamente los efectos de cada tipo de solidaridad, pasiva y activa.

Solidaridad pasiva

En la obligación solidaria pasiva, en la que existe un acreedor y varios deudores, el principal efecto es que aquel tiene derecho a cobrar el pago a uno, varios o
todos los deudores, de modo simultáneo o sucesivo (art. 833).

Recíprocamente, cualquiera de los codeudores tiene derecho a pagar la totalidad de la deuda (art. 834). La norma aclara que, si uno de los codeudores fue liberado
de la solidaridad, por renuncia del acreedor a esta sólo respecto de su persona, este pagará entregando la parte que le corresponde; y los demás pagarán de modo
íntegro si lo hacen descontando la parte de ese deudor del todo.

Con respecto a los modos extintivos de la obligación, cabe distinguir entre los que:

Trasladan sus efectos a todos los deudores: pago, novación, compensación y dación en pago.

Tienen efectos relativos:  pues la obligación sólo se extingue entre los sujetos que tienen intervención. Comprende la confusión entre el
acreedor y uno de los codeudores y la transacción que sólo produce efectos entre los que participaron de ella, aunque el resto puede adherir,
sin derecho del acreedor a oponérsela.

Otra clasificación deriva de la extinción de la solidaridad y ya no de la obligación propiamente dicha. En este supuesto, el acreedor tiene derecho a renunciar alas
características específicas del vínculo solidario y transformar la obligación en una simplemente mancomunada. La extinción de la solidaridad puede ser:

Absoluta: art. 836, “Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresamente a la solidaridad en beneficio de todos los deudores (...),
consintiendo la división de la deuda, ésta se transforma en simplemente mancomunada”5. Campagnucci de Caso (2014) entiende que lo que
debe ser expreso es la renuncia a la solidaridad, pero que la voluntad puede expresarse de manera expresa o tácita.

[5] Art. 836 - Ley No 26.994 (2014) Op. cit.

Relativa: art. 835, “Si el acreedor, sin renunciar al crédito, renuncia expresa o tácitamente a la solidaridad en beneficio de uno solo de los
codeudores”6. En este caso, este deudor tiene derecho a liberarse pagando su parte, y la deuda se mantiene solidaria respecto de los demás
codeudores, con deducción de la parte del beneficiado con la renuncia.

[6] Art. 835 - Ley No 26.994 (2014) Op. cit.

El Código también regula de manera especial el efecto de la responsabilidad de los codeudores en caso de incumplimiento, en el art. 838, en cuyo caso hay que
distinguir: 
La mora –retardo en el cumplimiento imputable al deudor– de uno perjudica y se propaga a los demás.
Deben la prestación más los daños por la mora.

Ante incumplimiento absoluto:

a) Si es imputable a uno de los codeudores a título de culpa, los demás responden por el equivalente de la prestación y los daños y perjuicios.

b) En caso de dolo, las consecuencias propias de este sólo son soportadas por quien incurrió en él y no por los demás, pues en virtud del art.
1728 el resarcimiento va más allá de las consecuencias previsibles (Campagnucci de Caso, 2014).

En cuanto a la interrupción y suspensión de la prescripción, el Código realiza una remisión a las normas específicas que regulan la temática (arts. 2540 y 2549,
respectivamente).

En las relaciones internas, una de las cuestiones de mayor relevancia es la acción de contribución y determinación de la cuota que corresponde a cada uno de los
codeudores en el cumplimiento de la prestación única (arts. 840 y 841 del Código).

Si un deudor paga la totalidad de la deuda, puede repetir de los demás codeudores la participación que cada uno tiene, salvo que se hubiera remitido gratuitamente
la deuda, pues resultaría injusto que le intente cobrar a sus pares lo que no pagó. Esta es la denominada acción de contribución, que tomará la forma de la relación
jurídica que relacione a las partes, pues puede ser subrogación, gestión de negocios, acción societaria, etc. (Campagnucci de Caso, 2014).

Pizarro y Vallespinos (1999) definen las acciones recursorias o de regreso como “las que el ordenamiento jurídico reconoce al codeudor que pagó la totalidad de la
deuda solidaria para reclamar a los restantes la parte que les corresponde en dicho pasivo” (p. 596).

Con respecto a la forma de determinar la cuota que corresponde a cada codeudor, el art. 841 brinda reglas claras en sus cuatro incisos, y aclara que, sino fuera
posible definirlo de conformidad a los criterios que establece, será en partes iguales. Campagucci de Caso (2014) detalla que los criterios normativos que
determinan la cuota parte, “sucesivamente” (p. 222) son:

Lo pactado: se otorga prioridad a la autonomía de la voluntad de las partes,es decir, lo que emerge del contrato.

La fuente y finalidad de la obligación, o en su caso la causa de la responsabilidad: que entiende son tres pautas de interpretación, sin
prelación entre ellas.

Las relaciones de los interesados entre sí: impone analizar la vinculación entre los codeudores.

Las demás circunstancias: que puedan válidamente utilizarse para definir la cuota de cada uno.

Por otro lado, en caso de insolvencia de un codeudor, la cuota correspondiente a este debe ser asumida por el resto de los obligados (art. 842).

Por último, la muerte de un codeudor que deja varios herederos genera que la deuda ingrese a la masa indivisa, y habilita al acreedor antes de la partición a impedir
que se entreguen bienes a los herederos o legatarias hasta que no se pague su crédito. Sin embargo, luego de partición cada heredero está obligado a pagar según
la cuota que le corresponde en el acervo (art. 843).
De lo dicho se desprende que la muerte de un codeudor produce la extinción de la solidaridad respecto de su parte, y los herederos sólo deberán cumplir en la
proporción de su cuota parte en el haber hereditario.

Solidaridad activa

La solidaridad activa importa la existencia de un deudor y más de un acreedor. Los efectos de estas obligaciones en particular están previstos en los arts. 844 a
849 del Código.

El principal derecho que consagra la solidaridad activa es a cobrar al deudor la totalidad de la prestación que tiene individual o conjuntamente cada uno de los
acreedores.

Cabe recordar que este tipo de solidaridad sólo puede tener como causa fuente la voluntad de las partes, que establece la intención de actuación común de todos.

El límite a este libre derecho al cobro está dado por el principio de prevención que introduce el art. 845 del Código, en virtud del cual se establece que, si un acreedor
demanda al deudor y lo notifica de dicha acción, este solamente podrá pagar a quien lo demandó, pues si lo hace a otro el pago no será oponible al accionante.

Con respecto a los modos extintivos, el código vuelve a clasificar sus efectos –tal como lo hace en la solidaridad pasiva– en el art. 846, según cada uno de ellos:

1 Propagan sus efectos al resto de los deudores: pago, renuncia, novación,compensación y dación en pago.

2 No propagan: confusión –solo libera a los que son parte de esta– y transacción–sólo beneficia a las partes de este contrato, el resto puede
luego adherir–.

Los efectos internos de la solidaridad activa imponen el principio de la participación, cuyos alcances están previstos en el art. 847 del Código:

Si uno de los acreedores recibió el pago total o la reparación del daño (cobra la totalidad de la prestación o su equivalente) o más de lo que le correspondía (pago
parcial), los demás tienen derecho a reclamarle la parte que le corresponde a cada uno. 

En caso de renuncia, novación, dación en pago o compensación, el resto de los acreedores tienen derecho a reclamar la participación al actor de esos actos
extintivos de la obligación (Campagnucci de Caso, 2014).

Si un acreedor realiza gastos en interés común, tiene derecho a reclamar a los demás la participación en el reembolso de su valor. 

La forma en que debe determinarse la cuota de participación resulta de las reglas del art. 841 sobre el que ya hemos referenciado supra, por expresa remisión del
art. 848 del Código.

Finalmente, en caso de muerte de un acreedor el crédito se divide entre sus herederos en la proporción a su participación en la herencia. También se distingue –
como en el caso de la solidaridad pasiva– que luego de la partición cada heredero tiene derecho a percibir según su cuota parte en la herencia (art.849).

Campagnucci de Caso (2014) destaca que en este supuesto se produce un efecto extraño, pues cada heredero pierde el carácter de solidario del crédito, y sólo
puede reclamar la parte que en la proporción le corresponde en la herencia.

La solidaridad en el derecho comercial. Nociones


En caso de concurso o quiebra de un codeudor, la Ley N ̊ 24.522 establece reglas específicas que determinan que no se propagan los efectos al resto de los
codeudores por imperio de la ley, es decir, el resto queda obligado.

Con respecto al concurso, el art. 55 de la ley dispone la novación legal de todas las obligaciones del concursado con anterioridad al estado de cesación de pagos,
por el acuerdo homologado. Y aclara que no se extingue la obligación de los fiadores ni de los codeudores solidarios.

Por su parte, el art. 128 señala que la sentencia de quiebra produce la caducidad de los plazos otorgados al fallido, y no altera el derecho de los acreedores que
pueden reclamar al resto de los codeudores o ir a la quiebra a verificar. Esta norma debe ser analizada a la luz de la caducidad de los plazos regulada en el Código
Unificado que podría afectar estas consecuencias previstas.

Tabla 1. Comparación de las obligaciones solidarias con la fianza

Solidaridad Fianza

Interés Propio Ajeno (del fiador)

Obligación Principal Accesoria (garantiza una principal)

El fiador puede oponer sus defensas


No pueden oponerse defensas personales
Defensas oponibles personales y las del deudor principal, salvo
de otros codeudores.
incapacidad.

Fuente: elaboración propia.
LECCIÓN 4 de 7

Obligaciones concurrentes

Definición. Casos. Naturaleza jurídica

Las obligaciones “concurrentes”, “conexas” o “indistintas” son aquellas en las que varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas fuentes distintas.
Están expresamente reguladas en los arts. 850 a 852 del Código.

El Código Civil no regulaba expresamente este tipo de obligaciones, pero sí tenía diversas normas que las contemplaban (art. 1113: Responsabilidad por el
dependiente y responsabilidad del dueño o guardián; art. 1117: Responsabilidad de establecimientos educativos; art. 1646: Responsabilidad del constructor,
director y proyectista de obra, etc.) y que hoy se reiteran en el Código Unificado (1753 a 1756: Responsabilidad por el hecho de terceros; y arts. 1757 a 1759:
Responsabilidad derivada de la intervención de cosas y actividades riesgosas; entre otras).

Este tipo de obligaciones tiene un rol trascendental en materia de responsabilidad civil. El típico ejemplo es ante un accidente de tránsito, en el que la víctima
(acreedor) tiene derecho a reclamar contra el conductor del vehículo que lo chocó (por ser el responsable material del hecho: causa fuente, hecho ilícito) y contra la
compañía aseguradora de este (causa fuente: el contrato de seguro que celebró el propietario con la compañía de seguros para tener cobertura de seguro frente a
terceros). La prestación debida es la misma,la indemnización por los daños y perjuicios, y el acreedor es la víctima del siniestro, pero los deudores son dos y este
puede accionar contra cualquiera de ellos.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que, a diferencia de las obligaciones solidarias, que son por naturaleza una relación jurídica única, en las concurrentes existe
pluralidad de obligaciones que presentan los caracteres comunes de tener identidad de objeto debido y de acreedor. Esto determina la naturaleza jurídica de estas
obligaciones.

Diferencia con las obligaciones solidarias

En la doctrina nacional se ha debatido la similitud de las obligaciones concurrentes con las solidarias, e incluso si debía aplicarse el régimen de éstas aquellas. El
Código resuelve esta cuestión, pues si bien las distingue en cuanto a su noción, características y efectos, en el art. 852 termina disponiendo que a
subsidiariamente se aplican las reglas de las obligaciones solidarias.

Sin embargo, resulta necesario distinguir con claridad cada obligación para identificarlas adecuadamente en un caso concreto.

Tabla 2. Obligaciones solidarias y concurrentes

Solidarias Concurrentes

Una sola obligación con pluralidad de Varias con objeto único e identidad de
Naturaleza
vínculos coligados. acreedor.

Causa fuente Una sola común. Distintas.

Efectos (en general) Propagan. No hay propagación.


Solidarias Concurrentes

Se rigen por el principio de participación y


Relaciones internas No hay relaciones internas.
contribución.

Derecho al reembolso a los demás No. Quien puede ser el único responsable y
Pago de la totalidad de la deuda por un
codeudores, según la cuota parte de cada no tener derecho a repetir. No hay conexión
codeudor
uno. entre deudores.

Efectos personales, incluso pueden tener


Prescripción Propaga efectos
distintos plazos.

Fuente: elaboración propia.

Efectos

Los efectos de las obligaciones concurrentes están expresa y detalladamente contemplados en el art. 851 del Código, que establece las siguientes reglas:

a. el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores, simultánea o sucesivamente.

b. el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los otros obligados concurrentes: este es el principal efecto distintivo de
este tipo de obligación.

c. la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con uno de los deudores concurrentes,en tanto satisfagan
íntegramente el interés del acreedor, extinguen la obligación de los otros obligados concurrentes o, en su caso, la extinguen parcialmente en la
medida de lo satisfecho;

d. la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y la renuncia al crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda
de los otros obligados concurrentes;

e. la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no producen efectos expansivos respecto de los otros obligados
concurrentes;

f. la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con respecto a los otros codeudores;

g. la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero éstos pueden
invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor demandado;

h. la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados concurrentes se rige por las relaciones causales que originan

la concurrencia.7

7 Art. 851 - Ley No 26.994 (2014). Op. cit.

Con respecto a este último punto, habrá que determinar cuál es el vínculo que los liga, si es que existe, y en su caso, si corresponde o no la acción de contribución.

Por su parte, el art. 852 del Código manda que subsidiariamente, para las cuestiones no previstas de modo expreso en el artículo 851, se aplican las reglas de las
obligaciones solidarias, por la similitud que existe entre ambos tipos de obligaciones, lo que la doctrina y la jurisprudencia nacional venía sosteniendo antes de la
sanción.
Luego de haber abarcado en el bloque anterior las obligaciones solidarias y las concurrentes en este, te propongo que leas el siguiente artículo, en el que el autor
abarca ambas.

Obligaciones solidarias y concurrentes.pdf


498 KB
LECCIÓN 5 de 7

Obligaciones disyuntivas

Definición. Clases de disyunción. Características

Las obligaciones disyuntivas son aquellas que se establecen a favor de un acreedor que se encuentra indeterminado entre varios sujetos, o sobre un deudor
indeterminado entre varios sujetos determinados (Pizarro y Vallespinos, 2014). Se caracterizan por la conjunción “o” en la previsión de los sujetos. Estas
obligaciones están estipuladas en los arts. 853 a 855 del Código.

Tal como ya señalamos al inicio de la unidad, se trata de una pluralidad de sujetos aparente, pues luego de la elección entre las distintas personas, será parte de la
relación jurídica sólo ese determinado.

De lo dicho, se advierte que pueden existir dos clases de disyunción:

Activa: cuando la obligación debe ser cumplida a favor de uno entre varios sujetos (acreedores). Ej.: Juan le debe $ 5.000 a Ana o Laura.

Pasiva: si la obligación debe ser cumplida por uno de varios sujetos (deudores).Ej. Lucas o Mauro deben $ 5.000 a Pedro.

Las características comunes a ambos tipos de disyunción son:

Pluralidad originaria de vínculos.

Indeterminación de los sujetos, hasta la elección.

Condicionalidad: Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que en la disyunción pasiva la obligación asumida alternativamente está condicionada –
resolutoriamente– a que pague el objeto debido otro deudor, en cuyo caso, la obligación se extingue para todos, incluso los que no pagaron.

Tabla 3. Diferencia con las obligaciones solidarias

Solidarias Disyuntivas

Conjunción "y" "o"

Relación acreedor-deudor Concurrentes porque sus deudas coexisten. Se excluyen entre sí.

Interés Común o grupal. No.

No rigen. El pago realizado por uno no


beneficia ni perjudica al resto. No hay
Principios Distribución y participación.
derecho a distribución ni reembolso por
quien paga.
Fuente: elaboración propia.

Régimen jurídico. Remisión

Las obligaciones disyuntivas están reguladas en los arts. 853 a 855 del Código. Los alcances y efectos se clasifican en:

Específicos: según el tipo de disyunción:

1. Activa: En principio, el deudor elige a cuál realiza el pago, salvo estipulación en contrario. La demanda de un
coacreedor no limita el derecho del deudor a elegir, es decir, no rige el principio de prevención. El acreedor que
recibe el pago no está obligado a participarlo con los demás (art. 854 del Código).

2. Pasiva: El acreedor elige cuál deudor debe pagar, salvo convenio en contrario. Mientras el acreedor no
demande a uno, cualquiera tiene derecho a pagar, y quien lo haga no tiene acción de reembolso respecto de
los demás (art. 853).

Generales: se aplica subsidiariamente las reglas de las obligaciones simplemente mancomunadas por expresa remisión del art. 855. Esta
cuestión era debatida en la doctrina antes de la sanción del Código, pues parte de aquella entendía que se asemejaba más a las solidarias y
parte a las simplemente mancomunadas, ante lo cual el Código da prevalencia a la segunda y así lo manda.
LECCIÓN 6 de 7

Obligación de rendir cuentas

Definición. Requisitos. Sujetos obligados

La obligación de rendir cuentas se ubica metodológicamente en la Sección 11, del Capítulo 3, del Título I, del Libro Tercero, es decir, dentro de las clases de
obligaciones, lo que ha sido criticado por la doctrina que entiende que no se trata de una de estas sino más bien de un efecto de determinadas obligaciones, por lo
que no debió ubicarse en este Capítulo, sino en el siguiente (Negri, 2014, quien cita con igual opinión a Heredia, Gómez Leo, Martorell, Gómez Alonso de Díaz
Cordero).

De cualquier modo, la regulación legal de la rendición de cuentas se encuentra en los arts. 858 a 864 del Código.

La rendición de cuentas es una obligación que surgió del derecho comercial, y se imponía a todo comerciante, y en materia civil se exigía a quien realizaba una
actividad a nombre de otro como en el mandato, o al tutor, curador, etc. En materia contractual, se estableció como un cumplimiento del deber de informar todo lo
relacionado con el encargo o actividad a favor de otro.

La fuente de la obligación puede ser legal o convencional. Lo primero que corresponde es distinguir entre:

Cuenta: es la descripción de “los antecedentes, hechos y resultados pecuniarios de un negocio, aunque consista en un acto singular”8. Es la
forma ordinaria en que se cumple con la obligación de rendir cuentas, el modo de cumplimiento es indiferente al derecho (Negri, 2014). Es la
descripción gráfica de los diversos hechos y resultados pecuniarios relativos a una operación (Siburu, citado por Negri, 2014).

[8] Art. 858 - Ley No 26.994 (2014). Op. cit.

Rendición de cuentas: es poner en conocimiento de la persona interesad (art. 858). La definición legal debe completarse, pues “es un deber de
poner en conocimiento del dueño del negocio los resultados y circunstancias en que el negocio se ha realizado” (Negri, 2014, p. 257).

La naturaleza jurídica de la obligación de cuentas es una obligación de hacer, de fuente legal o convencional, que comprende a toda operación realizada en interés
ajeno (Negri, 2014).Si bien no se establece la forma concreta y precisa de cómo debe hacerse la rendición de cuenta, el legislador sí estableció cuáles son sus
requisitos indispensables en el art. 859:

1 Ser hecha de modo descriptivo y documentado: que sea clara, completa y por escrito o en formato digital o similar, a fin de que pueda
conservarse y volver a analizarse en el tiempo.

2 Incluir referencias y explicaciones razonablemente necesarias para su comprensión: con el objetivo que su destinatario pueda entenderlas y
no sólo sirvan a quien las realizó.

3 Acompañar los comprobantes de ingresos y egresos, excepto sea de uso no extenderlos: para acreditar los actos realizados gastos e
ingresos.

4 Concordar con los libros que lleve quien las rinda: si es que el comerciante o persona lleva libros contables (art. 323 del Código).
Además, se dispone que la rendición puede ser privada, excepto que la ley disponga que debe ser realizada ante un juez (art. 860).

Por otro lado, los sujetos obligados a rendir cuentas están expresamente consagrados en el art. 860, que reúne todos los supuestos antes previstos en el Código
Civil, en el de Comercio, y los definidos por la doctrina y jurisprudencia, a saber:

Quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio.

Quienes son parte en relaciones de ejecución continuada, cuando la rendición es acorde al negocio en cuestión.

Quien debe hacerlo por manda legal: Ej.: se impone al mandatario en el art. 1334, al tutor en el 130 ante el juez, al gestor de negocios ajenos en
el art. 1782 inc. e, entre otros.

Oportunidad y aprobación. Relaciones de ejecución continuada

La rendición de cuentas tiene por fin informar al interesado (quien encargó el negocio o actividad o el juez en su caso, cuando está de por medio el orden público
como en la tutela) sobre las actividades y gestiones realizadas. Una vez presentada la cuenta, el interesado debe analizarla, y en su caso, aprobarla y abonar lo que
correspondiere al sujeto que llevó a cabo la actividad. Todo este proceso está previsto en los arts. 861 y 862 del Código.

Con respecto al momento u oportunidad en que deben rendirse las cuentas,rige el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, que pueden pactarlo de
modo expreso en el contrato fuente de la relación jurídica. Si la obligación surge de la ley, generalmente esta dispondrá la oportunidad para hacerlo.

Sin embargo, si las partes nada dijeron o si la ley no lo prevé expresamente, supletoriamente el Código brinda reglas a tal fin en el art. 861: Al concluir el negocio si
es de ejecución continuada o al concluir cada período al final de cada año calendario.

La aprobación de las cuentas puede ser realizada de dos modos:

Expreso: cuando el interesado manifiesta su voluntad y acuerdo con las cuentas presentadas por el obligado.

Tácito: cuando el interesado recibe la cuenta y deja pasar el plazo legal o convencional establecido, o en su defecto a los 30 días de
presentada, sin hacer observación alguna.

La aprobación tácita importa una presunción iuris tantum que admite prueba en contrario (Negri, 2014).

En ambos casos, las cuentas quedarán aprobadas, y surtirán los efectos que establece el art. 864.De lo contrario, el interesado puede realizar observaciones por
estar en desacuerdo con alguna cuenta, en cuyo caso el que las rindió podrá prestar o no su consentimiento, si lo hace quedarán aprobadas con las observaciones,
de lo contrario, se puede generar un pleito (Negri, 2014).

Una cuestión particular ocurre en las relaciones de ejecución continuada, en las que la ley establece que la aprobación de la rendición de cuentas del último
período hace presumir que también lo fueron los anteriores (art. 863) también tratándose de una presunción que admite prueba en contrario.

Saldos y documentos del interesado

Una vez aprobada las cuentas, nacen dos obligaciones en cabeza de las partes del negocio:
El interesado debe pagar el saldo en el plazo convenido o dispuesto por ley, o en su defecto en el de 10 días (art. 864). El plazo comienza a correr desde la
aprobación de la cuenta.

El obligado a rendirlas debe devolver al interesado los títulos y documentos que le hayan sido entregados, excepto las instrucciones personales.

Por ejemplo: si se celebra un contrato de mandato, a los fines de la inscripción de la venta de un automotor entre el propietario y un gestor, luego de la rendición de
cuentas el dueño del vehículo deberá pagar al tramitador los gastos que surjan de la rendición y, a su vez, este deberá restituir toda la documentación del auto a su
dueño, pues ya finalizó su labor, y le pertenecen y son necesarias al titular.
LECCIÓN 7 de 7

Referencias

Campagnucci de Caso, R. H. (2014). En: Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Rivera Julio C. y Medina Graciela (Directores), Tomo III. Argentina: La
Ley.

Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. (2015).


Buenos Aires, Argentina. Recuperado de http://www.nuevocodigocivil.com/wp-content/uploads/2015/02/5-Fundamentos-del-Proyecto.pdf

Ley N ̊ 340 (1869). Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Ley N ̊ 24.430 (1995). Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Ley N ̊ 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Llambías, J. J. y Raffo Benegas, P. J. (2005). Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Argentina: LexisNexis.

Moisset de Espanés, L. (2004). Curso de obligaciones. Argentina: Zavalía.

Negri, Nicolás J. (2014). “Mora y Pago con subrogación”. En Rivera Julio C. y Medina G. (Directores). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Tomo III.
Argentina: La Ley.

Ossola, F. A. (2015). La teoría general de las obligaciones en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. SJA 2015/03/04-3; JA 2015-I.

Ossola, F. A. (2015). Obligaciones solidarias y concurrentes: necesidad de un replanteo. La cuestión en el Derecho vigente y en el Proyecto de 2012.
AR/DOC/2193/2014.

Pizarro, R. (2012). “Clases de obligaciones”. En Rivera, J. C. (Director). Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Argentina: Abeledo Perrot.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (1999). Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones. Argentina: Hammurabi.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (2014). Compendio de obligaciones. Argentina: Hammurabi.

También podría gustarte