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APUNTES DE OBLIGACIONES – APUNTE 4

© Profesor Rodrigo Fecci Uribe. Escuela de Derecho – Universidad Academia de Humanismo Cristiano

3. Continuidad de clasificación de las obligaciones.

a) Contexto.

Hemos señalado los diferentes tipos de clasificaciones de las obligaciones, las cuales
se sistematizan por Alessandri según los 3 elementos esenciales de la obligación: el vínculo
jurídico, el objeto, y los sujetos.
En ese contexto, comenzamos con una revisión de la clasificación entre obligaciones
de dar, hacer y no hacer (que corresponde a una clasificación según el objeto de la
obligación), por ser una clasificación importante para poder comprender las demás que
realiza el Código y la doctrina. Junto con lo anterior, ya revisamos la clasificación de las
obligaciones según el tipo de vínculo jurídico, entre obligaciones civiles y naturales.
En el sentido de lo anterior, continuaremos revisando la clasificación de las
obligaciones, esta vez según el criterio de los sujetos de la obligación, haciendo un breve
repaso de quienes son y algunas de sus características más importantes.

b) Los sujetos de la obligación.

Se señala por la doctrina que los sujetos de la obligación “son las personas ligadas
por el vínculo que ella implica”1, siendo el sujeto activo el acreedor (quien puede influir o
ejercer una potestad, tiene un “crédito”, un activo en su patrimonio), y el pasivo el deudor
(quien es influido y respecto de quien se puede ejercer una potestad, tiene una “deuda”, un
pasivo en su patrimonio). En este sentido, si bien siempre habrá dos partes, cada parte puede
ser una o varias personas, por lo que puede existir un deudor y varios acreedores, o varios
deudores y un acreedor, o varios acreedores y deudores.
Respecto de los derechos del acreedor, se postula que debe diferenciarse entre crédito
y pretensión2. Mientras el crédito es el “derecho inherente a la prestación, y se contrapone al
estar obligado”3, la pretensión es el derecho de exigir o demandar esa prestación en una
demanda judicial. Por ende, si bien la regla general es que los créditos pueden exigirse
judicialmente, como revisamos a propósito de las obligaciones naturales, hay créditos cuya
realización no es posible demandar.
Respecto de la situación del deudor, se destaca que en las obligaciones la figura del
deudor es la relevante, pues de su comportamiento depende que se realice el interés que esos
derechos protegen, mientras que en los reales el rol protagónico lo asume el sujeto activo.
Una situación particular se da en el caso de los contratos bilaterales, en los cuales
“cada una de las partes se hace prometer una prestación y promete otra a título de retribución
o contrapartida de aquella”4, por lo que ambas partes son acreedor y deudor. Esta situación
supone “dos obligaciones interconexionadas, pues la prestación que envuelve una de ellas es

1
ALESSANDRI. P. 107.
2
Ibid.
3
Ibid. Tambien revisar COUTURE, Eduardo. Fundamentos del derecho procesal civil.
4
ALESSANDRI. P. 108.

1
la contraprestación que implica la otra”5. En cambio, respecto de las obligaciones
unilaterales, sólo una de las partes es la que debe hacer la prestación.

c) Obligaciones que se determinan por la titularidad activa en una relación real: obligaciones
reales o propter rem.

En las llamadas obligaciones reales o propter rem se vincula una obligación a la


titularidad de un dominio, posesión u otro derecho real sobre una cosa, de manera que lo que
determina la existencia de la obligación, es el ser titular del derecho sobre una cosa. Así se
señala por la doctrina, en cuanto “la persona del deudor se determina por la tenencia a título
de dueño, poseedor o por otro derecho real de la cosa, y que, en consecuencia, se traspasa
por su carácter real, junto con ella o el derecho real en que incide”6. De esta manera, si cambia
el titular del derecho, cambia de pleno derecho el deudor7, ya que “se caracterizan porque la
persona del deudor queda determinada por su calidad de dueño, poseedor o titular de un
derecho real sobre la cosa, de manera que la obligación se traspasa junto con ella o con el
derecho real en que incide”8.
Se ha señalado como ejemplo de estas obligaciones, (i) las contenidas en la ley de
Copropiedad Inmobiliaria a propósito de los gastos comunes de la copropiedad. (ii) En el
Código de Aguas, a propósito de los gastos en contribución de las Comunidades de Agua de
los titulares de derechos de agua. (iii) La obligación de cada comunero de contribuir a las
obras y reparaciones de la comunidad proporcionalmente a su cuota (art. 2309). (iv) Expensas
de construcción, conservación y reparación del cerramiento son de cargo de todos los que
tienen derecho de propiedad en él, a prorrata de sus respectivos derechos (art. 858). (v)
Ciertos pagos que debe efectuar el usufructuario mientras dure el usufructo al propietario.

d) Clasificación según la pluralidad de sujetos de la obligación.

En las obligaciones, además de la situación en la que existe sólo un acreedor y un


deudor, se contempla por el Código que cada parte puede ser una o muchas personas (art.
1438). De este modo, si los sujetos activos o pasivos son varios, la obligación recibe el
nombre de pluripersonal o con pluralidad de sujetos.
Se señala que en toda obligación con pluralidad de sujetos es mancomunada, en tanto
“une a dos o más personas como acreedoras o como deudoras”9. Esta mancomunidad puede
ser (i) simple (simplemente conjuntas), caso en el cual atribuye el crédito o deuda a los sujetos
a prorrata o por partes dividas; o, (ii) solidaria, caso en el cual se atribuye el crédito o la deuda
de manera total e íntegramente a cada uno.

e) Obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas.

5
Ibid.
6
ABELIUK. P. 345.
7
RAMOS PAZOS. P. 43.
8
Ibid.
9
Ibid. P. 113.

2
1) Definición. Son aquellas que tienen como objeto una prestación divisible, y como sujetos
varios acreedores o varios deudores, o pluralidad de unos y otros, dividiéndose el crédito o
la deuda en tantas partes (iguales o desiguales) como acreedores o deudores haya10.

2) Regulación. Se regulan en el Código en los artículos 1511 y 1526. Art. 1511 inc. 1°: “En
general, cuando se ha contraído por muchas personas o para con muchas la obligación de una
cosa divisible, cada uno de los deudores, en el primer caso, es obligado solamente a su parte
o cuota en la deuda, y cada uno de los acreedores, en el segundo, sólo tiene derecho para
demandar su parte o cuota en el crédito”. Art. 1526 inc. 1°: “Si la obligación no es solidaria
ni indivisible, cada uno de los acreedores puede sólo exigir su cuota, y cada uno de los
codeudores es solamente obligado al pago de la suya; y la cuota del deudor insolvente no
gravará a sus codeudores”.

3) Principio o regla general. Según lo regulado, a menos que por la naturaleza de la


prestación o la voluntad expresa de las partes, no resulta una regulación distinta, al existir
pluralidad de deudores o de acreedores de la misma obligación, esta debe considerarse
simplemente conjunta, y no solidaria o indivisible11. El principio es la divisibilidad de la
obligación, sólo por excepción es solidaria o indivisible, requiriendo en aquellos casos una
fuente expresa, y en caso de duda hay que declarar que es simplemente conjunta12.

4) Sobre la proporción en que se divide la obligación, se distingue el análisis de dos


situaciones: (i) La obligación es simplemente conjunta desde su origen, las partes pueden
dividir la deuda o el crédito en la proporción en que hayan estipulado expresa o tácitamente,
y si del título nada se desprende, la división se efectúa por partes iguales, es decir, se divide
en cuantas sean las personas de los acreedores o de los deudores en igual proporción 13. Este
criterio se replica en las reglas de la comunidad (art. 2307 inc. 2°), y en la fianza (art. 2367
inc. 1°).
(ii) La obligación es simplemente conjunta por sucesión hereditaria, caso en el cual se trataba
de una deuda de un solo deudor, que debía pagar la deuda de manera íntegra, pero fallece y
deja más de un heredero, no se podrá exigir toda la suma a uno de los herederos, sino a
prorrata de su cuota hereditaria. Así, el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el
tercero de las deudas hereditarias (art. 1356 incisos 1° y 2°). Pueden existir excepciones de
indivisibilidad del pago en las deudas hereditarias.

5) Las consecuencias de que las obligaciones sean simplemente conjuntas son las
siguientes:
(i) Cada acreedor no puede reclamar sino su parte o cuota en el crédito, y cada deudor es
obligado solamente a su parte o cuota de la deuda (arts. 1511 inc. 1° y 1526 inc.1°).
(ii) La constitución en mora de uno de los deudores no produce ningún efecto respecto de los
demás, y si el acreedor quiere poner en mora a todos los deudores, deberá demandarlos a
todos; la constitución en mora de uno de los acreedores no aprovecha a los otros.

10
ALESSANDRI. P. 114.
11
Ibid. P. 115.
12
Ibid. P. 116
13
Ibid.

3
(iii) La insolvencia de uno de los deudores no perjudica a los restantes. Cada deudor lo es de
una obligación separada e independiente, en relación con la deuda de los otros deudores
conjuntos.
(iv) La interrupción de la prescripción en favor de uno de varios acreedores no aprovecha a
los otros, ni la que perjudica a uno de los varios codeudores perjudica a los otros.
(v) La nulidad declarada a favor de uno de los acreedores o de los deudores no aprovecha a
los otros (art. 1690).
(vi) La culpa de un deudor no afecta a los otros (arts. 1526 N°3 y 1540).

6) Diferencia entre obligación a la deuda y contribución a la deuda. Se trata de dos


conceptos diferentes, en cuanto en una relación obligatoria con pluralidad de sujetos existen
diferencias entre la forma en que debe realizarse el pago, y en la forma en la que
definitivamente deben soportar el pago las distintas personas que la integran, independiente
de la forma en la que se haga.
En este sentido, (i) la obligación a la deuda, se refiere a la “relación que liga al deudor con
los acreedores, o a los deudores con el acreedor”14, la que se divide en la forma señalada en
el contrato, o por partes iguales, si nada se dice; sin perjuicio, de las reglas relativas a la
regulación de la cuota hereditaria.
Por su parte (ii) la contribución a la deuda, se refiere a las “relaciones de los acreedores entre
sí o de los deudores entre sí”15, es decir, “a la determinación de cómo se repartirá, en
definitiva, el beneficio del pago o la carga patrimonial del mismo”16. Esta regulación puede
ser distinta a la de la obligación a la deuda, según lo que hayan pactado internamente las
partes. Si no hay pacto especial alguno, en el caso de las obligaciones simplemente conjuntas,
cada deudor simplemente debe su cuota, y cada acreedor tiene simplemente derecho a la
suya.

f) Obligaciones solidarias.

1) Definición. Son aquellas en las que se debe una cosa divisible y existe pluralidad de
sujetos, pudiendo cada acreedor exigir todo el crédito y obligándose cada deudor a pagar toda
la deuda. Para Alessandri: “aquellas que tienen pluralidad de acreedores o de deudores, o
aun, de unos y otros y cuyo objeto es una sola prestación, la cual, no obstante ser divisible,
puede ser exigida en su totalidad por cualquiera de los acreedores o reclamada a uno
cualquiera de los deudores, extinguiéndose la obligación respecto de todos si el pago se
efectúa a uno de aquellos o por uno de éstos”17. Para Abeliuk: “aquella en que debiéndose
una cosa divisible y existiendo pluralidad de sujetos activos o pasivos, cada acreedor está
facultado para exigir el total de la obligación, y cada deudor puede ser obligado a cumplirla
íntegramente”18.

2) Clasificación de la solidaridad. La solidaridad se puede clasificar en activa, pasiva o


mixta, según tenga pluralidad de acreedores, de deudores o de ambos. Hay solidaridad activa

14
Ibid. P. 118.
15
Ibid.
16
Ibid.
17
Ibid. P. 120.
18
ABELIUK. P. 418.

4
cuando uno de los acreedores tiene el derecho de exigir al deudor o a cada uno de éstos la
prestación en su totalidad, y el pago hecho a uno de aquellos libera al deudor respecto de
todos. Hay solidaridad pasiva cuando uno de los deudores puede ser constreñido a pagar la
totalidad de la deuda, entendiéndose extinguida la relación obligatoria, una vez pagada,
también, respecto de todos los demás deudores, los cuales internamente ajustarán cuentas
con el que ejecutó la prestación.

3) Carácter excepcional de la solidaridad y fuentes. Como se señaló a propósito de las


obligaciones simplemente conjunta, en base al art. 1511, es posible afirmar que la regla
general en caso de existir obligaciones con pluralidad de sujetos es que sean simplemente
conjuntas, es decir que, a menos que exista una fuente específica de solidaridad, la obligación
debe considerarse simplemente conjunta, por ende, son excepcionales. Por aquello, se señala
que “a menos que la establezca la ley, toda solidaridad debe ser expresamente declarada, o
sea, en el testamento o en el contrato debe quedar explícitamente manifestado que se quiere
o desea la solidaridad”19, señalando además que no puede presumirse la solidaridad, es decir,
que el juez no puede establecerla en su sentencia valiéndose de razonamientos, con excepción
de lo dispuesto en el art. 1635 a propósito de la novación.
Según el mismo art. 1511, las fuentes que pueden tener las obligaciones solidarias
son la (i) convención, (ii) el testamento o (iii) la ley. La ley si bien impone en ciertos casos
la solidaridad pasiva, no lo hace nunca con las activas. Por su parte, para Abeliuk20 puede
emanar la solidaridad de una sentencia judicial, siempre que la ley faculte al juez para
imponerla.

4) Características de la solidaridad.
(i) Pluralidad de vínculos. Esto resulta obvio, pues si sólo hay un deudor y un acreedor, el
deudor está obligado a pagar el total (art. 1591), y no sería necesaria la regla de solidaridad.

(ii) Unidad de la prestación y pluralidad de vínculos. Tantos cuantos sean los sujetos que
intervengan. Principalmente en base al art. 1512: “la cosa que se debe solidariamente por
muchos o a muchos, ha de ser una misma, aunque se deba de diversos modos”. La unidad de
prestación se traduce en identidad de prestación, es decir, “unidad de causa jurídica” 21, esto
es, que provengan de una misma fuente jurídica, pues cada causa obligatoria implica un fin
jurídico peculiar y, por tanto, una prestación independiente. Cada prestación se deriva de una
relación jurídica en particular, por lo tanto, puede deberse un mismo objeto, pero si derivan
de distintas relaciones jurídicas, no habrá lugar a la solidaridad.
Pese a esta unidad de prestación, no obsta a que se deba de diversos modos, es decir,
según diferentes reglas para cada deudor. Por eso, para Alessandri, la solidaridad puede
clasificarse en uniforme y no uniforme, según si los diversos sujetos estén sometidos o no a
unas “mismas circunstancias”22, es decir, a las mismas reglas para el cumplimiento de la
obligación. Así lo señala el art. 1512, al decir que puede deberse “pura y simplemente
respecto de unos, bajo condición o a plazo respecto de otros”, por lo que puede deberse con
o sin modalidades por algunos deudores, pueden tener causas diferentes (en sentido

19
ALESSANDRI. P. 124.
20
ABELIUK. P. 418.
21
ALESSANDRI. P. 125.
22
Ibid. P. 126.

5
subjetivo), plazos de prescripción pueden ser diferentes, obligación nula respecto de alguno
pero no de los demás, puede haber título ejecutivo contra alguno y no contra otros, etc.
De esta manera, se plantea que en las obligaciones solidarias existen varias
obligaciones23, siendo cada acreedor y cada deudor sujetos de obligaciones independientes,
tantas cuantos sean los sujetos deudores o acreedores, pero todas se integran en la misma
relación jurídica, y tienen una idéntica prestación y una misma causa, lo que se recoge en
nuestro derecho según el art. 1512. Para un sector doctrinario, en las obligaciones solidarias
hay una sola obligación, es decir, un solo vínculo jurídico.

(iii) Divisibilidad de la prestación. Su objeto debe ser por naturaleza divisible, y haberse
pactado por las partes o en virtud de la ley la solidaridad. Si el objeto fuera por naturaleza
indivisible, estaríamos frente al caso de las obligaciones indivisibles.

(iv) Es excepcional. Según lo que ya se señaló en el punto 3), y, por ende, necesita una fuente,
es de derecho estricto y de aplicación e interpretación restrictiva (nunca por analogía), no se
presume, quien la alega debe probarla, etc.

A- Solidaridad pasiva.

1) Concepto. Existe solidaridad pasiva cuando existiendo varios deudores y un acreedor, se


encuentra cada deudor obligado a realizar el pago al acreedor, de manera que pagando un
deudor extingue la obligación respecto de todos los deudores. Para Alessandri: “cuando tiene
varios deudores y cada uno de éstos está en la necesidad de realizar la misma prestación,
pudiendo ser constreñido a cumplirla entera, liberando a todos el pago que hace al
acreedor”24. Por su parte, para Abeliuk: “existiendo pluralidad de deudores, el acreedor puede
exigir el total de la deuda a cualquiera de ellos, y de la misma manera el cumplimiento de
uno de los deudores extingue la obligación respecto de todos”25.
Autores como Abeliuk26 destacan en su definición la característica de ser la
solidaridad pasiva una caución personal. Por su parte Alessandri destaca que el fin práctico
de la solidaridad pasiva es “reforzar económicamente el crédito, servirle de garantía”27, esto
pues el acreedor tendrá a su disposición a varios deudores obligados por la prestación íntegra,
que puede exigirla a todos en conjunto o al deudor más solvente o adecuado, de manera
discrecional, sin deber respetar cuotas u órdenes de cobro.
Según el art. 46, caución es cualquier obligación que se contrae para la seguridad de
otra obligación propia o ajena. Es un elemento accidental de los actos jurídicos, por medio
del cual se refuerza el cumplimiento de una obligación agregando a ella otro patrimonio
(caución personal, como la fianza y la solidaridad) o vinculándolo a un bien en específico
(caución real, como la prenda y la hipoteca). Se destaca que como garantía es más eficaz que
la fianza, y que es mas notorio este carácter cuando uno de los codeudores no tiene interés
en la deuda.

23
Ibid.
24
Ibid. P. 133.
25
ABELIUK. P. 428.
26
Ibid., P. 429.
27
ALESSANDRI. P. 133.

6
2) Fuentes. Según se ha señalado, las fuentes de la solidaridad son el contrato, el testamento
o la ley, destacándose que a diferencia de la solidaridad activa la ley establece en varios
casos, sobre todo en casos en que se trata de “proteger incapaces o víctimas de delitos”28.
Ejemplos: (i) tutores y curadores que administran conjuntamente es solidaria (art. 419 a 421).
(ii) responsabilidad de dos o más personas que han cometido un delito o cuasidelito, respecto
de los perjuicios derivados del mismo hecho ilícito (art. 2317).
(iii) el conductor y el propietario del vehículo, a menos que este último acredite que el
vehículo fue usado sin su consentimiento o autorización expresa o tácita, son solidariamente
responsables de los daños y perjuicios que se ocasionen con motivo del uso del vehículo.
Igualmente se hace solidariamente responsables a los funcionarios responsables, en caso de
otorgarse una licencia de conductor con infracción a la ley, y asimismo, a los concesionarios
encargados de practicar revisiones técnicas se hace solidariamente responsables de los daños
originados por un accidente de tránsito, causado por desperfectos de un vehículo respecto del
cual hubiese expedido un certificado falso (art. 174 ley 18.290).

3) Efectos entre los codeudores y el acreedor. Obligación a la deuda. Antes de señalar los
diferentes efectos que surgen en las obligaciones solidarias entre los codeudores y el
acreedor, es necesario mencionar que las dos grandes teorías que buscan dar una explicación
al tema son conocidas como teoría romana y teoría francesa, y se discuta cuál es la que sigue
nuestro Código Civil. Revisaremos con más detalle el contenido de estas teorías en el apunte
N°4.
En particular, respecto a los efectos entre codeudores y acreedores regulados por el CC, estos
son:

(i) Derecho del acreedor de perseguir el pago de la deuda contra todos los deudores o uno de
ellos.
Según señala Abeliuk, de este efecto se derivan todos los restantes: cada acreedor
puede exigir el total de la deuda a cada uno de los deudores29.
Art. 1514: “El acreedor podrá dirigirse contra todos los deudores solidarios
conjuntamente, o contra cualquiera de ellos a su arbitrio, sin que por éste pueda oponérsele
el beneficio de división.” El deudor no puede pretender que se le cobre una parte proporcional
de la deuda, “está obligado al pago total de ella”30.
De este modo, el hecho de haber el acreedor demandado a uno de los deudores no
obsta a que demande a los demás, porque la responsabilidad solidaria de cada uno subsiste
hasta que “la obligación sea complemente satisfecha”31, según lo dispuesto en el art. 1515,
que señala que la demanda intentada contra alguno de los deudores no extingue la obligación
sino sólo en la parte en que hubiere sido satisfecha por el demandado. Cada deudor queda
obligado hasta la extinción total de la deuda.
Se entiende que se permite demandar a un codeudor solidario mientras está pendiente
el juicio contra otro, pues el art. 1514 dice que se les puede demandar conjuntamente, sin

28
Ibid.
29
ABELIUK. P. 419.
30
ALESSANDRI. P. 137.
31
Ibid.

7
exigir que lo sean por “una misma cuerda”32, por lo que uno de los obligados no podría
oponer la excepción de litis pendencia, a menos que haya sido demandado en el primer juicio.
Debe hacer una precisión respecto a que los derechos del acreedor sólo pueden hacerse
efectivo sobre los bienes de los deudores demandados judicialmente, y no sobre los de
aquellos que no han sido demandados. El motivo, es que estos últimos “no han sido oídos”33,
y pueden tener excepciones que los primeros no tenían o no esgrimieron.

(ii) Extinción de la deuda. Pagado el total por uno de los deudores, todos los demás quedan
liberados.
Lo relevante de la solidaridad es otorgar mayores seguridades de cobro al acreedor,
de asegurar de mejor manera su interés. Por ende, si se paga el total de la deuda, se cumple
la obligación y por ende el interés del acreedor, por lo que resulta lógica que se liberen de la
obligación respecto de acreedor todos los deudores. En palabras de Alessandri, “queda
colmado el interés del último (el acreedor) y todos los codeudores resultan liberados respecto
al acreedor”34. Según Abeliuk, “lo que se dice del pago es válido para todos los demás modos
de extinguir las obligaciones”35.
En base al mencionado art. 1515, se plantea que si el pago del acreedor es sólo parcial,
por el resto de la deuda subsiste la solidaridad de todos los deudores, entendiéndose que se
aplica sólo en el caso de que el deudor no haya podido pagar el total, y no si el acreedor
renuncia a esa parte de la deuda (“sido satisfecha”). Importancia: presunción de renuncia a
la solidaridad respecto de todos los deudores cuando el acreedor consciente con la división
de la deuda (art. 1516 inciso final).
Respecto a los demás modos de extinguir las obligaciones, si bien por regla general
como señala Abeliuk lo que se dice del pago es válido para todos los demás modos, respecto
de algunos se aplican reglas especiales:

(iii) Reglas especiales respecto a la novación. En el art. 1519 se señala que la novación entre
el acreedor y uno cualquiera de los deudores solidarios liberta a los otros, a menos que éstos
accedan a la obligación nuevamente constituida. La novación libera a los deudores solidarios
que no han accedido a ella (art. 1645). Según señala Abeliuk, lo que se dice de la novación
hay que aplicarlo a la dación en pago36, de modo que si uno de los deudores entrega una cosa
diversa a la debida, la obligación se extingue.

(iv) Pérdida de la cosa que se debe o imposibilidad en el cumplimiento. En el caso de una


obligación de dar una especie o cuerpo cierto, se aplican distintas reglas si la cosa se destruye
(art. 1670), según el art. 1521.
Según la regla general (art. 1672), si el cuerpo cierto perece por culpa o durante la
mora del deudor, la obligación subsiste, pero varía de objeto: el deudor es obligado al precio
de la cosa y a indemnizar perjuicios.

32
Ibid. P. 138.
33
Ibid.
34
Ibid. P. 139.
35
ABELIUK. P. 435
36
Ibid.

8
Si se destruye por caso fortuito, la obligación se destruye respecto de todos los
codeudores solidarios37. Si se destruye por culpa o durante la mora de uno de los deudores
solidarios, todos ellos quedan obligados solidariamente al precio. Pero, respecto de la acción
a perjuicios a que diere lugar la culpa o mora sólo podrá dirigirse contra el deudor culpable
o moroso.
Según comenta Alessandri38, existe discusión sobre que ocurre en el caso de que la
culpa sea de dos o más deudores solidarios o de todos ellos, en cuanto si en tal caso la
indemnización de perjuicios pudiera ser igualmente solidaria entre todos los culpables, o
respondería cada uno por su cuota. Quienes argumentan que deberían responder su cuota
señalan que la solidaridad es excepcional, necesita texto legal expreso, y en esta materia no
lo hay. Quienes argumentan que si deben responder solidariamente señalan principalmente
en base a la norma del art. 1526 N°3 que se hace solidariamente responsable a los codeudores
por cuyo hecho o culpa se ha imposible el cumplimiento de la obligación, y que la mora de
uno de los codeudores afecta a los demás, pues aquello se aplica en el caso de los intereses,
que son una forma especial de indemnización de perjuicios.

(v) Transacción. Respecto de la transacción, se señala que por regla general “no afecta a los
demás codeudores”39, es decir, si el acreedor celebra transacción con alguno de los
codeudores no libera a los demás de la solidaridad, pero los libera en caso de novación. Es
decir, si la transacción consiste en sí en una novación, y los demás codeudores no concurren
al acto (art. 1519 ya revisado), son liberados.

(vi) Remisión. La remisión consiste en la condonación de la deuda, es decir, el acreedor


abandona gratuitamente el crédito, “renuncia a su derecho a la prestación”40. Esta situación
se regula en el art. 1518, pudiendo darse 2 situaciones: en primer lugar, si el acreedor perdona
íntegramente la deuda, lógicamente se extingue respecto de todos los deudores. En segundo
lugar, si la condona sólo respecto de uno de los deudores solidarios, la acción contra los
demás sólo podrá ejercerla con rebaja de la cuota que correspondía al primero en la deuda.

(vii) Compensación. La compensación es un modo de extinguir las obligaciones que opera


cuando dos personas son deudoras de otra, de modo que se extinguen ambas deudas hasta el
monto de la de menor valor (art. 1655). Una vez que se hace valer la compensación la deuda
se extingue respecto al acreedor demandante y todos los codeudores. Por ende, “el acreedor
buscará demandar a un deudor que no pueda oponerle la compensación, es decir, que no sea
a su vez acreedor suyo”41.

(viii) Confusión. En la confusión la obligación se extingue por reunirse en la misma persona


las calidades de acreedor y de deudor (art. 1665), es decir, la persona que era deudora de
alguna manera se hace titular del mismo crédito que debe, de forma que “se confunden”. Se
señala como ejemplo que el acreedor pudiera dejar el crédito solidario en legado a alguno de
los codeudores. En tal caso, el nuevo acreedor podría dirigirse contra cada codeudor por su

37
Ibid.
38
ALESSANDRI. P. 142-143.
39
ABELIUK. P. 436.
40
ALESSANDRI. P. 140.
41
Ibid. P. 141.

9
parte o cuota, y no solidariamente. Sin embargo, no es tan claro en el caso de que quien
adquiera el crédito era una persona que no tenía interés en la deuda, o lo adquiriera de manera
onerosa, caso en el cual podría operar un caso de subrogación, que se estudiarán en su
momento.

(ix) Interrupción de la prescripción. El código señala en el art. 2519, que la interrupción en


perjuicio de uno de varios codeudores perjudica a los otros, en caso de solidaridad, a menos
que se haya renunciado expresa o tácitamente a la solidaridad42. Según señala Abeliuk, se
aplica tanto respecto a la interrupción civil o natural, pues el precepto no distingue43. Así, se
ha resuelto que el abono hecho por uno de los deudores solidarios interrumpe la prescripción
respecto a los demás. Sin embargo, respecto de los pagarés se ha resuelto que la interrupción
es personal. Además, que si uno de los codeduores opuso la prescripción y otro no, ello no
aprovecha al que no la interpuso, porque se entiende que la renunció44

(x) Constitución en mora. La ley no señala expresamente que constituido alguno de los
deudores en mora, quedan los demás igualmente constituidos en mora, pero se plantea que
“es uniformemente aceptado por la doctrina”45. Según plantea Alessandri, esto se desprende
de la naturaleza de obligación solidaria, y de lo dispuesto en el art. 1521, según el cual se
harían aplicables todos los efectos de la mora a todos los deudores solidarios, excepto la
acción de perjuicios46.

(xi) Excepciones del deudor demandado. El deudor demandado podrá oponer excepciones
dilatorias o perentorias. Se clasifican en reales y personales, clasificación que fluye de los
artículos 2354 y 1520.

Excepciones reales: según el art. 1520, se considera a aquellas que el deudor puede oponer
que resulta de la naturaleza de la obligación, y las puede oponer cualquiera de los deudores.
Por lo mismo, afectan a toda la deuda. Se les llama también comunes, de la naturaleza o
“inherentes a la obligación”47, y miran a esta como objetivamente considerada. “Dicen
relación con la obligación misma sin considerar a la persona que la ha contraído”48.
Se consideran que son excepciones reales las siguientes49: 1) Nulidad absoluta, pues puede
alegarla cualquiera que tenga interés en ello. 2) Los modos de extinguir las obligaciones que
afectan a éstas en sí mismas, como pago, novación, prescripción, dación en pago, pérdida
fortuita de la cosa debida, etc. 3) La cosa juzgada, según el art. 2354. 4) Las modalidades que
afecten a todos los vínculos jurídicos, como si la deuda es a plazo no vencido para todos los
deudores. 5) La excepción de contrato no cumplido del art. 1552.

Excepciones personales: el art. 1520 considera que son aquellas que el deudor puede invocar
como “personales suyas; son aquellas que sólo puede oponer el deudor que es titular de ella,
42
Ibid. P. 142.
43
ABELIUK. P. 437.
44
Ibid. P. 439.
45
Ibid.
46
ALESSANDRI. P. 144.
47
ABELIUK. P. 438.
48
Ibid.
49
Ibid. P. 438-439.

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y que no derivan de la “naturaleza de la obligación”, en el sentido que “no afectan al
nacimiento o existencia de la obligación misma”50, por ejemplo en caso de error vicio del
consentimiento, puede darse la situación que afecte a todos los deudores, pero no por aquello
deja de ser una excepción personal, pues “no se puede invocar las personales de otro
codeudor”51, sino que el error propio.
Se considera que son excepciones personales las siguientes52: 1) Las causales de nulidad
relativa. Sólo pueden ejercerse por aquel en cuyo beneficio se ha establecido (art. 1684). Ej:
incapacidad relativa, vicios del consentimiento. 2) Las modalidades, en cuanto afecten al
vínculo del duro que la opone como excepción. 3) Beneficio de competencia y cesión de
bienes. 4) La transacción, salvo cuando envuelva novación.

Excepciones mixtas: se considera excepciones mixtas a la remisión y la compensación, pues


producen efectos especiales53, según ya hemos revisado.
Se consideran: 1) Remisión: si es total, es excepción real. Si es parcial y ha beneficiado sólo
a alguno de los codeudores es personal, pero real en cuanto los demás codeudores exijan la
rebaja por la parte del deudor condonado, según el art. 1518. 2) Compensación: es personal
del deudor que es acreedor del acreedor común. Pero, si ya la opuso o cedió sus derechos a
los demás codeudores, todos ellos pueden oponerla.

4) Efectos entre los codeudores. Contribución a la deuda. Relaciones internas.


Con relaciones internas, se hace referencia a los efectos que se producen entre los
codeudores solidarios, es decir, las relaciones entre los deudores solidarios entre sí54. Al
hablar de “contribución a la deuda” se hace referencia a lo mismo, a las relaciones entre los
deudores solidarios entre sí, es decir, como debe cargar cada uno con la deuda que ya ha sido
pagada al acreedor por uno o algunos de los codeudores, que pudieran haber tenido o no
interés en la deuda. Es básicamente el reembolso al que se puede dar lugar entre los
codeudores, respecto del deudor o los deudores que pagaron la deuda por los demás.
Para Abeliuk, una vez que se ha pagado la deuda la solidaridad ya ha cumplido su
función en beneficio del acreedor, por lo que efectuado el pago, la deuda debe ser solventada
por el que realmente debe y hasta el monto de lo adeudado55.
Respecto de las reglas sobre contribución a la deuda, estas se pueden modificar según
las siguientes circunstancias:

(i) Ha operado o no un modo de extinguir satisfactorio: la contribución a la deuda sólo


procede si ha habido un sacrificio económico de parte de uno o más de los codeudores56.
Según el art. 1522, para que operen las reglas de contribución a la deuda es necesario que el
deudor solidario haya pagado la deuda, o la ha extinguido por alguno de los medios
equivalentes al pago. Si no se ha extinguido por un medio que no sea el pago o su equivalente,

50
ALESSANDRI. P. 148.
51
ABELIUK. P. 439.
52
Ibid.
5353
Ibid. P. 440.
54
ALESSANDRI. P. 151.
55
ABELIUK. P. 440.
56
ALESSANDRI. P. 152.

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“nada hay que repartir entre los codeudores solidarios”57, y serían los casos de prescripción,
remisión total de la deuda, pérdida de la cosa debida por caso fortuito, plazo extintivo, etc.
Pero, por el contrario, si la extinción ha significado un sacrificio económico para el deudor,
entonces deberán, en principio, “contribuir con su parte o cuota aquellos que no han
intervenido en la cancelación”58.

(ii) La deuda interesaba o no a todos los deudores: según el art. 1522 inciso segundo, si la
extinción de la obligación la efectuó quien no tenía interés en la deuda, tendrá derecho a
repetir por el total contra los restantes codeudores o contra cada uno de ellos, pues lo
considera como fiador, y cuando el fiador paga subroga al acreedor, y si la deuda es solidaria,
se beneficia de ella59.
Por otro lado, si la deuda la extingue uno de los deudores interesados en ella, y además
hay otros codeudores sin interés, nada pueden cobrarle al que no tenía tal interés, porque la
ley lo asimila al fiador, y el deudor subsidiario nada debe si la obligación la paga el deudor
principal.
Finalmente, si en la relación de solidaridad sólo existen deudores interesados en la
deuda, según el art. 1522 el deudor que ha extinguido la obligación mediante un modo
satisfactorio queda subrogado en la acción del acreedor con todos sus privilegios y
seguridades, pero puede cobrar a cada codeudor sólo su parte o cuota que tenga en la deuda,
es decir, se extingue la solidaridad en la relación entre los deudores, y pasan a ser
obligaciones simplemente conjuntas, según la cuota que hayan pactado, y si nada se pactó,
en partes iguales. De este modo, “la solidaridad de los deudores es sólo frente al acreedor”60,
y opera una subrogación en los derechos del acreedor con todos sus privilegios y seguridades,
menos una: “la solidaridad”61.
Sin embargo, esto no significa que la cuantía de lo que se esté obligado a pagar tenga
por límite la de su propia cuota, pues a cada deudor puede exigírsele que soporte el pago de
la deuda en una proporción mayor62, por ejemplo, en el caso del deudor insolvente (art. 1552
inciso final).

(iii) Insolvencia de alguno de los deudores: esta situación se regula en el inciso final del art.
1552, señalando que la cuota de deudor insolvente se reparte entre todos los otros a prorrata
de las suyas. Es decir, en el caso de que el codeudor que extinguió la obligación al cobrar a
alguno de los codeudores no pueda obtener el pago de esa cuota, ese pago pendiente se reparte
en la misma proporción de las cuotas entre los deudores solventes.
Se plantea que lo anterior es una excepción a las reglas de las obligaciones
simplemente conjuntas, en que la cuota del deudor insolvente no afecta a los demás, reglas
que como señalamos se aplican en el caso de contribución de la deuda; se modifica la regla
a propósito de la contribución a la deuda, pues en caso contrario quien extinguió la obligación
habría tenido que cargar con toda la cuota del insolvente63.

57
Ibid. P. 153.
58
ABELIUK. P. 441.
59
Ibid. P. 443.
60
ALESSANDRI. P. 152.
61
Ibid. P. 154.
62
Ibid. P. 152.
63
ABELIUK. P. 444.

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